Como aquel Velasco Ibarra

Domingo 1 de junio de 2014

Las sociedades democráticas son regímenes de opinión pública. Y, la opinión pública, devuelve lo que a la opinión se le da. En la noche electoral el Ente Público RTVE le dio más importancia a la victoria en Lisboa del Real Madrid, frente al otro equipo del ombligo de España, que a la contienda europea. Y resulta que en el Parlamento Europeo se aprueba el 70% de la legislación que nos afecta. El Pan y Circo de los romanos goza de una espléndida salud en España confundiendo al personal y pensando que con la abstención se castiga a no sé quién. Nada más sagrado en democracia que el voto.

Hoy todos analizan e incluso tratan de minimizar o ridiculizar (Pablemos) el éxito de Podemos, que ojo, en Lekeitio tuvo 66 votos y en pueblos euskaldunes más pequeños llegó a casi el 50%. Algo debe pasar.

Hace siete años, solicitado por una editorial, escribí el libro “Una monarquía protegida por la censura”. Entregado el texto no se les ocurrió mejor cosa que enviarlo a La Zarzuela para solicitar su aquiescencia. Lógicamente la denegaron y no se editó. Fue Javier Ortiz quien lo hizo y el libro contó con seis ediciones. Y, de repente, y después de haber hecho en política mil cosas de todo tipo, me empezaron a encasillar en el renglón del republicanismo anti Borbón, que no está mal. Ni Sabino Arana, ni Aguirre, ni Ajuriaguerra, ni Arzalluz fueron o son monárquicos y por tanto no estaba contraviniendo ninguna regla de mi partido, sino todo lo contrario. Lo que ocurría es que no se verbalizaba. Y yo, encima, la escribí.

Hace un año y tras el procesamiento de Urdangarin me llamaron de Cuatro. Allí, Berta Fernández llevaba un programa de opinión política y lo que querían era que argumentara mis razones del por qué la Institución tutelada, protegida por la censura, por el PP y el PSOE, por González y Rubalcaba, estaba podrida. Y lo hice. Estuve seis meses. El único mérito, en todo caso, fue hablar claro y sin pelos en la lengua. Y hoy, si voy a Cáceres, a Sevilla o a Gibraltar, no me conocen por la Loapa o por ocho apellidos vascos, sino por las denuncias a tan impresentable familia. Me di cuenta del poder del medio cuando se traspasa la barrera del sonido de un tabú. Y tabú siguen siendo los Bancos, los consejeros de administración, los ladrones de guante blanco.

En mayo del año pasado se procedió al cambio de Berta por Cintora así como de los opinadores ¿y quién entró en nuestras casas a través de la pequeña pantalla? Entre otros Pablo Iglesias, a quien conocía porque además de profesor universitario tenía un programa televisivo llamado La Tuerca que se difunde por toda América. Él con Juan Carlos Monedero han asesorado en el pasado a Hugo Chávez y su modelo es el bolivariano. En ciertas oportunidades me llamaron para contraponer sus puntos de vista a los que yo puedo representar. Y fui. No me asusta la polémica argumentada y el programa fue de confrontación, pero no de machaqueo. No era Intereconomía. Y aquello me pareció interesante. Luego me llamó para hablar de la República y cosas así. Posteriormente y desde hace un año, le he visto en los programas de Cuatro hablando el lenguaje de la calle, llevando la denuncia social a los debates, insobornable ante un poder corrupto, comprensivo de los hechos nacionales, llamando ladrón al ladrón, corrupto al corrupto y asesino al asesino en esta sociedad hipócrita utilizadora de un lenguaje de plástico “políticamente correcto” pero inaguantable. Y en un año, con esto, con redes sociales, con su activismo universitario, utilizando el menor resquicio, dándose cuenta que debía darle forma al 15M y huyendo del aparataje de una izquierda controladora y ensimismada ha logrado llevar el aire de la calle a una política española putrefacta donde votar al PP era muy parecido a votar al PSOE, donde el bipartidismo le decía al Lehendakari Ibarretxe que se fuera a su casa y le daba a Artur Mas con la puerta en las narices. Donde no distingues al nieto de un republicano socialista fusilado con el nieto de Romanones en su borbonería, donde la justicia, que cínicamente dijo el rey que era igual para todos, trabaja para que, con un ponente constitucional como Miguel Roca, logre que una presunta ladrona, por el mero hecho de ser la hija del rey, no sea encausada, o que Miguel Blesa siga paseando sus corruptelas tras hundir a miles de familias con las preferentes, o que Rato, tras quebrar Bankia, ingrese en pingües consejos de administración, o que Bárcenas esté en la cárcel y sus jefes dando clases de moralidad, o que haya desahucios de ancianos enfermos por unos bancos que solo anuncian números azules en sus dividendos, o que en Europa, la Luxemburgo de Juncker, sea un paraíso fiscal, y éste el candidato del PP. O que España siga siendo con Camboya el país con más cunetas sin abrir.

Un discurso así, claro, contundente, continuo, bien dicho, sin líos internos, en una situación de crisis ha sido el óxido que ha comenzado a destruir un bipartidismo que no está en la Constitución española y que los medios consagran. ¿Qué es eso de jefe de la oposición que tontamente muchos partidos atribuyen a un presidente o secretario general del PSOE porque sí?

Y es que el lenguaje no es neutral. Hay jefe de oposición porque esa es la oposición que quieren, y los demás no cuentan.

Bueno, pues eso es lo que ha golpeado al PSOE por la izquierda (paradojas de la vida se llama como el fundador del partido socialista) y con Ciudadanos y UPyD, por la derecha. Unos por una cosa y otros por otra, pero fundamentalmente por hablar claro y ser consecuente con lo que la calle demanda.

Lo peor en política es estar fuera de la realidad. Vean esto: Ramón Jauregui, diputado por Araba vive en Madrid y su política es la española. Juan Moscoso, es diputado por Navarra, pero vive en Madrid. Txiki Benegas, diputado por Bizkaia, vive en Madrid. Eduardo Madina, diputado por Bizkaia vive en Madrid. ¿Qué credibilidad tienen estos señores para conocer y defender los intereses vascos? ¿Cuestión menor? Si como lo que ocurrió con la moción de censura a Yolanda Barcina en Navarra. Pues que sigan creyendo así. Para nosotros estupendo.

En treinta años el PSOE no ha logrado un Parlamento que controle al gobierno. Legisla, pero no controlamos nada. Mandan los funcionarios de los ministerios, los lobis, la casta. Un ejemplo. Torres Dulce, Fiscal general del Estado en la Comisión Constitucional, dijo hace dos meses esto sobre el combate a la corrupción: “Falta de medios legales y personales, ausencia de mecanismos de acceso a base de datos públicos, legislación insuficiente, enrevesada y no acorde con la gravedad que se demanda por la ciudadanía. Actuación exasperadamente lenta, absoluciones difíciles de entender y sin recuperación de dinero, prescripciones incomprensibles, indultos a corruptos y agujeros negros en la ejecución de sentencias”. Estas son parte de las denuncias de un Fiscal General puesto ahí por el gobierno. ¿Y qué ha hecho el PSOE en treinta años? Nada. Y es en este contexto de habitación cerrada que un joven con coleta decide abrir la ventana y tocar el nervio peludo de tanta hipocresía y de tanta basura. Y se quejan y asombran que le hayan votado.

La política es diferenciación. Si tú quieres una naranja vas a una frutería. Si quieres un par de zapatos, vas a una zapatería. Pero aquí en treinta años, los zapatos estaban confundidos con las naranjas. Ya lo dijo Pla. “Lo más parecido a un español de derechas, es un español de izquierdas”. Es lo que le ha pasado al PSOE. Ha sido un PP bis. Y todo a cuenta del camelo ese de la “política de estado” que no está en la Constitución y que solo tiene que ver con “la unidad de la Patria”. Española, por supuesto.

José María Velasco Ibarra fue presidente de Ecuador en cinco ocasiones. Solo completó constitucionalmente una. Los militares y la oligarquía se lo cargaban. Era un magnífico orador que decía: “Dadme un balcón y volveré a ser presidente”. Y lo lograba. Pues eso. A Iglesias le han dado un balcón y él lo ha utilizado y ha obtenido cinco eurodiputados y más de un millón de votos.

¿El secreto? Conectar con la calle, denunciar la corrupción y lograr ser oído.

Que no es poco.

 

 

Ronaldo y Alonso, eufóricos

Viernes 30 de mayo de 2014

Ronaldo-Alonso_1El futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo celebró de forma muy entusiasta su gol de penalti  en la final de la Campions League en Lisboa.

El portugués ponía el 4-1 en el marcador cuando el partido estaba prácticamente finalizado, pero parecía que había logrado el tanto de la remontada.

Ronaldo no dudó en quitarse la camiseta, aún sabiendo que sería amonestado por ello, y mostrar su cuerpo pero existía un motivo ajeno a la burla o a la falta de respeto por el rival. Sin embargo, su gesto provocó exactamente lo contrario, ya que muchos aficionados al fútbol, no sólo rojiblancos, criticaron la efusiva celebración en un momento tan intrascendente.

Quizás había motivo para exagerar su celebración, durante el encuentro Ronaldo estaba siendo seguido por varias cámaras que rodaban para la realización de una película documental sobre él. El fútbol, como me dijo Mendoza, no es un deporte, sino un espectáculo. Y para algunos un gran negocio.

A mí me llamó la atención la actitud de Xabi Alonso.

Lo de Ronaldo tenía pues su explicación. Lo que para mí no la tiene tanto y en la misma sintonía de onda de la superexageración, fue la loca carrera de Xabi Alonso, sus besos tan apasionados, sus muestras de efusividad tan disparada. Entiendo la euforia, entiendo la alegría sobre todo  cuando la cuenta corriente sigue corriendo, entiendo que celebrar una victoria sea lo lógico. Lo que para mí no lo es, es la pasada de siete pueblos de una persona que yo creía más templada y  con más sindéresis viniendo de donde viene. Si con Rolando algunos se mosquearon, a mí, también, tanto desmayo por lo menos me chocó. Falta de respeto al rival y exagerado para el Real Madrid.

Si, ya sé que Xabi Alonso tiene todo el derecho a hacer lo que hizo, como yo a extrañarme. Sin más.

Nos visitan senadores mexicanos

Jueves 29 de mayo de 2014

El martes nos visitó una delegación del Senado de México encabezada por su Presidente Paul Cervantes, un jurista de hablar pausado y gran erudición. Llenaron la sala Broseta; eran 6 senadores del PRI, cinco del PAN, dos verdes, dos del PRD y uno del PT acompañados de personal administrativo. Un gentío.

Antes de entrar en la sala había visto por el monitor que tenemos en el despacho y en el canal chavista, Telesur, cómo tras la primera vuelta de las elecciones en Colombia y la pelea entre Santos y Zuloaga, este canal  le daba toda la cancha al presidente actual, Eduardo  Santos, su antigua bestia negra diciendo que lo apoyaban en la segunda vuelta  frente al candidato de Uribe porque quieren que llegue la paz a Colombia. ¡Cosas veredes Sancho!. También que el presidente de Ecuador había puesto ese día la maquinaria parlamentaria en marcha  para  cambiar la Constitución y lo puedan reelegir. Chavismo en estado puro.

Fue interesante la exposición del presidente del Senado mexicano. Mostraron su satisfacción por el Pacto con México que les ha llevado a varias reformas, incluso toleradas, aunque no muy apoyadas por el PRD. Su senador, al final de la reunión, me regaló dos mexicanitos hechos de paja muy bonitos. Se lo agradecí.

Les pregunté por aquella frase revolucionaria de «Sufragio Efectivo, No Reelección». La no reelección le daba mucha inestabilidad a la política mexicana porque impedía un buen control del ejecutivo y parece que la van a cambiar. Les  comenté  que había oído en la radio ese día como la empresa Vicrala se acaba de instalar en México para fabricar esos vasos de 600 gramos para chiquitos y hasta para plantas con vistas también  al mercado norteamericano y lo  interesante de la operación. Euzkadi mira a México y a su amplio mercado. Y todos los días hay alguna noticia al respecto. Y esa era bonita. Como dice la canción: Tomando vino nos conoce hasta el Papa….

El presidente del Senado, Paul Cervantes nos explicó las reformas que están llevando a cabo en su país. Son estas:

Reformas constitucionales y desarrollo legislativo

En este año y medio de gobierno, el Presidente Peña Nieto ha logrado en gran medida su objetivo, recogido en el Pacto por México -suscrito en diciembre de 2012 por los tres grandes partidos- de sacar adelante los proyectos de grandes reformas estructurales (educativa, fiscal, financiera, telecomunicaciones, transparencia, energética y política­-electoral). El reto para 2014 es sacar adelante las leyes secundarias de desarrollo y ejecución de estas reformas constitucionales.

Con la aprobación por el Congreso de la reforma energética el 12 de diciembre de 2013, el Pacto por México quedó formalmente superado, aunque sigue el diálogo y un cierto de coordinación entre los tres principales partidos (PRI, Partido de la Revolución Institucional, PAN, Partido de Acción Nacional y PRD, Partido de la Revolución Democrática).

Hasta la fecha se han completado las reformas educativa, financiera y fiscal con la aprobación de su legislación secundaria.

Reforma educativa.

Promulgada en enero de 2013. Su elemento más relevante es que por ley se fijarán los criterios, términos y condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional de la enseñanza.

 

Reforma financiera.

Promulgada en enero de 2014, posibilitará un mayor nivel de crédito entre los mexicanos, las pequeñas y medianas empresas y ello tendrá impacto en el crecimiento de la economía y en la generación de empleos.

 

Reforma fiscal.

Aprobada en octubre de 2013. Prevé generar una recaudación de impuestos adicional del 1,4 %  del PIB en su primer año en vigor para representar el 2,9% en 2018. Su objetivo principal es acelerar el crecimiento económico, simplificar el sistema tributario actual, ampliar la base de contribuyentes con la incorporación de la economía informal, eliminar regímenes especiales y hacer que el sistema fiscal sea más justo y progresivo y se pase de una recaudación fiscal que en la actualidad se ubica por debajo del 10% del PIB, la más baja de la OCDE, a un 16-18% en cinco años. Por primera vez se contempla una pensión universal y un seguro de desempleo.

 

Ley Federal de la Competencia Económica.

Aprobada definitivamente el pasado 29 de abril, busca, mediante la regulación de un órgano autónomo, independiente e imparcial en materia de competencia económica, acabar con las prácticas monopolísticas y demás conductas anticompetitivas.

El curso legislativo 2014 se inició por tanto con grandes expectativas que a la postre han producido escasos resultados y una considerable «sobrecarga o atasco legislativo» de más de un centenar de iniciativas y reformas pendientes muy difícil de procesar. Así concluido el período ordinario de sesiones del 1 de febrero al 30 de abril de 2014, el Congreso ya ha acordado que, al menos, la legislación secundaria en materia político-electoral se discuta en el período extraordinario convocado para los días 14 y 15 de mayo, mientras que las leyes de telecomunicaciones y energéticas se discutirían en un posterior periodo extraordinario a mediados de junio.

De esta manera en este primer periodo ordinario de sesiones de 2014 tan solo se han aprobado el Código Nacional de Procedimientos Penales Único, la Ley de Federal de la Consulta Popular, la Ley Federal de la Competencia Económica y se ha procedido elegir a los once consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y a los siete comisionados del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).

Pendientes por tanto las siguientes grandes iniciativas legislativas:

Reforma de las telecomunicaciones.

Su objetivo es romper los monopolios en este sector, promover la competencia y la inversión extranjera, y asegurar la cobertura universal de los servicios de televisión, radio, telefonía y datos, así como buenos precios, calidad y diversidad de contenidos.

Reforma que afecta directamente a tres de los empresarios más influyentes del país: Carlos Slim, cuya compañía América Móvil controla el 70% de las líneas de telefonía fija (Telmex) y el 75% de los móviles (Telcel) y servicios de banda ancha; y a Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego, dueños, respectivamente, de las cadenas Televisa y TV Azteca, cuya cuota de pantalla combinada llega al 96%.

Reforma energética. 

La gran reforma de este gobierno, que supone la ruptura de viejos paradigmas nacionalistas hasta ahora intocables en este país. Esta reforma constitucional es, como ninguna otra, trascendental para la cultura política y el devenir económico de este país, pues modifica de manera histórica el modelo de producción de petróleo que se mantenía vigente desde la expropiación de 1938.

Implica elaborar o modificar un total de 28 leyes secundarias. Se mantiene la propiedad de los hidrocarburos por parte del Estado, pero al mismo tiempo, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasan de ser organismos descentralizados a «empresas productivas del Estado», cuya operación se sustentará en criterios de eficacia, productividad y transparencia y que competirán con otras empresas interesadas en hacer contratos con el Gobierno mexicano. En materia de exploración y extracción de hidrocarburos, el Estado mexicano podrá celebrar contratos con el sector privado en diversas modalidades.

Reforma político-electoral.

El sistema político electoral mexicano es complejo, y se ha ido construyendo sobre la base de sucesivos retoques a lo largo de décadas hasta permitir la transición política que significó la llegada del PAN al poder. Sin embargo, este partido ha exigido nuevas reformas políticas para contrarrestar el enorme poder que sigue conservando el PRI a cambio de su apoyo a otras reformas.

Lo esencial de esta reforma radica en la reelección de diputados, senadores y presidentes municipales, acotada por los prejuicios del PRI a propósito de trásfugas o renegados; en la creación del Instituto Nacional Electoral y de la legislación secundaria (todavía pendiente) para consagrar consulta popular y candidaturas independientes.

Implica la aprobación de cinco nuevas leyes claves para los comicios electorales de 2015: Ley General de Elecciones, Ley General de Partidos, Ley General de Procedimientos Electorales, Ley General en materia de delitos electorales y Ley reglamentaria de propaganda gubernamental.

Terminada la exposición se fueron a ver el Senado.