Parecería. No se puede actuar con mayor torpeza. No solo la gente del PP insulta a los verificadores sino que les obliga a declarar como testigos con la excusa de que den datos a la Audiencia sobre los miembros de ETA con los que estuvieron y el lugar donde tienen las armas. Como si el final dialogado, como decía el Pacto de Ajuria Enea firmado por Mayor Oreja, no requiriera pinzas en lugar de guantes de boxeo. ¡Qué error, que inmenso error!.
Se ve que en el Madrid político no quieren la normalización de Euzkadi. Lo demás no actuaría tan torpemente. Ni tan puñeteramente. Ni tan obstaculizadoramente. ¿Quieren hacer a la gente de ETA los mártires de la película? Parecería. Lo de Durango fue en un matadero, a pesar de que renunciaran a solicitar una amnistía general como así lo habían estado solicitando. Lo del Carlton fue una teatralización de mercenarios pagados por no sabemos quién. Solo la guardia civil tiene la palabra y la verificación.
Muchachos, la historia no es así y por eso nació ETA en 1960. Ante la cerrazón mental y la violencia institucional, la violencia de respuesta. Lo malo es que siguió una vez muerto el dictador. Y de lo que se trata es que acabe de una vez y para siempre. Pero el Madrid político, el PP, no lo quiere. Ni acercamiento de presos, ni verificadores, ni observación internacional. Son asesinos, que aunque la mayoría han cumplido largamente sus condenas, hay que machacarlos y no dar ni una sola oportunidad a la paz. Ni una sola. John Lennon, te equivocaste.
No se dan cuenta la pésima imagen que proyectan internacionalmente. Si los verificadores, personas muy solventes y reconocidas ya dijeron que era incomprensible la falta de ayuda del gobierno con este llamamiento para que comparezcan ante la Audiencia, se cubren de gloria y sin hacer buena a ETA, le da peana para que el malo de la película, ahora que no ejercitan el terror, pase a otras manos. El poli bueno y el poli malo, pasan de acera. Increíble, pero cierto.
La España eterna que denunció Machado, cubierta de andrajos, sigue ahí. Y ETA frotándose las manos.

