Importante Premio Sájarov para Edmundo y María Corina

Viernes 25 de octubre de 2024

Andréi Sájarov, fue un físico ruso que recibió el Premio Nobel de la Paz (1975), y que se enfrentó al régimen soviético al estar en contra de la política belicista en la guerra de Afganistán. Por ello sufrió exilio interno durante 7 años (1980-1986), y tras su liberación y muerte en 1989, fue honrado con la creación con su nombre de un Premio Internacional a la LIBERTAD DE CONCIENCIA, premio que otorga anualmente la UE.

El primer premio (1988) fue concedido al Sr. Nelson Mandela, y tras muchos otros premios, entre los que están Oswaldo Payá y Guillermo Fariñas (activistas cubanos opositores al castrismo) en 2002 y 2010 respectivamente, la Oposición Democrática en Venezuela en 2017,  el Pueblo Ucraniano en 2022, y la activista iraní Mahsa Jina Amini en 2023, ahora lo van a recibir las dos cabezas que representan nuestro esfuerzo y nuestro deseo de LIBERTAD y DEMOCRACIA en VENEZUELA.

45 sin cumplir y 185 de una traición

Jueves 24 de octubre de 2024

Mañana se cumplen 45 años de la aprobación por referéndum del segundo estatuto de autonomía, no del primero, más conocido como el de Gernika. Fue el segundo aprobado el  25 de octubre de 1979 y debe ser tan bueno que no terminan de desarrollarlo. Lo mismo que siguen sin decirnos que es una “nacionalidad” y que “una región” que figura en la Constitución española gracias a CiU y al PNV.

Aprobado por referéndum, que no es cualquier cosa, no está cumplido 45 años después y hay que denunciar este abuso de poder dominante.

Por una parte se utiliza el cuentagotas y por la otra te dicen que hay competencias que a pesar de estar contempladas en un estatuto que es una ley Orgánica, refrendada y de obligado cumplimiento, no se pueden transferir esas competencias. La última boutade escuchada ha sido la referida a puertos y aeropuertos pues al parecer vertebran España. Como si los vascos no supiéramos  que le espacio aéreo y marítimo tiene sus reglas internacionales.

Recuerdo aquella campaña buscando el SI. No era fácil. Tras una buena negociación con Suárez, de tu a tu, con Garaikoetxea como presidente del EBB, se logró un buen texto que mejoraba el de 1936, imprescindible para sacar al país del marasmo en el que se encontraba. Al poco logramos la devolución del Concierto para Gipuzkoa y Bizkaia. Y todo acompañado del terrorismo asesino de ETA, la bronca en UCD y un país en aguda crisis económica. Y recuerdo que la campaña genérica que hicimos decía: ”Levanta  Euzkadi con una sola palabra: Bai”. ”Recupera el euskera con una sola palabra: Bai”…y así todo. Se ganó a pesar de la fortísima oposición de ETA y HB  pero no fue fácil.

45 años después le vimos ayer al PP reivindicar en Gernika aquel texto que tiene una magnífica Disposición Adicional, cuando AP votó que NO y, en la otra esquina, le vemos a Bildu hablar de un gradualismo que dicho por nosotros en 1979 era pecado de lesa patria. Y me quejo de que no haya habido una explicación constante de  aquel logro y sobre  quien lo hizo.

Asimismo se cumplen mañana 185 años de la abolición foral tras el llamado “Abrazo de Bergara” que no fue más que la “Traición de Bergara”. Por eso elegimos en 1979 la fecha del 25 de octubre para unirla a aquel despojo y al comienzo de su paulatino resurgimiento nacional, aunque fuera sin  Navarra, desgraciadamente.

Había terminado, en el mes de agosto de 1839, la segunda guerra carlista. Habia terminado en Euzkadi peninsular, su escenario principal durante seis largos años. Y no con la victoria de un bando sobre otro sino con un Convenio, que fue traicionado. El gobierno español pedía la confianza de las Cortes para actuar discretamente y sobre seguro. Y presentó su proyecto que decía.

Artículo 1.- Se confirman los Fueros de las Provincias Vascongadas y Navarra.

Artículo 2.- El Gobierno, tan pronto como la oportunidad lo permita, presentará a las Cortes, oyendo antes a las Provincias, aquella modificación de los Fueros  que crea indispensable y en la que quede conciliado el interés de las mismas  con el general de la Nación y con la situación política de la Monarquía”

Esa fue el acta de defunción de unos Fueros que eran poder originario. La traición se consumó y por eso Eneko Andueza  hoy se  ríe del derecho a decidir que era el que tenían los vascos ante de aquella traición y expolio.

Debería Cultura del Gobierno Vasco hacer una continua labor pedagógica sobre estas dos fechas que mañana  recordaremos.

Hace ochenta años

Miércoles 23 de octubre de 2024

Se trata de José Luis Anasagasti Hernani e Itziar Olabeaga Basurko, aitas de cuatro hermanos, Iñaki, Maitena, Jon y Koldo. Se casaron tal día como hoy hace 80 años en la Iglesia de los jesuitas en Caracas. Ofició la ceremonia el P. Iriarte y la madrina fue Andone Egibar, tía de Joseba Egibar y el Dr. Luis Bilbao, director de sanidad del Gobierno Vasco, que asimismo estaban exiliados.

Se conocieron refugiados en Donibane Lohitzun en 1939 el día de San Ignacio en una romería organizada por el PNV. Mi aita trabajaba en Villa Endara, sede del PNV y mi ama vivía con sus aitas y  hermanos. Pero la II guerra mundial estalló a los dos meses y en gestiones del Gobierno Vasco con el gobierno venezolano se organizaron varias expediciones. Mi aita pudo salir en diciembre de ese año 1939 pensando en una pronta vuelta calculando que al final de la guerra los aliados iban a sacar a Franco del Pardo. Y en ese ínterin se relacionaron por cartas que llegaban tras meses de espera y mil vicisitudes. Al final y viendo que las fuerzas aliadas pactaban con el dictador y él no podía volver, pues tenía encima una petición de pena de muerte, decidieron casarse aquel 23 de octubre de 1944 en Caracas. Y ahí están tan felices.

Hoy por tanto se impone un recuerdo emocionado a una pareja vasca, de las muchas que vivieron aquellas experiencias, y que rehicieron  su vida en  la generosa Venezuela con la mirada siempre puesta en Euzkadi. Mi hermano Koldo acaba de terminar un libro familiar titulado “Misia Isidra y el Katire. Guerra, exilio y retorno de una familia euskaldun  donde cuenta todas estas vicisitudes. Lo ha hecho muy bien pues la historia se las trae. Guerra, exilios, persecución, viaje a la ignota América, vuelta.

El título del libro tiene su razón porque en Venezuela no conocían el nombre de Itziar y por eso a mi ama le llamaban misia (señora) Isidra y mi aita que era rubio, el Katire. Una historia más de aquellos años y aquellas personas maravillosas que existieron y hoy les recordamos.