Martes 16 de abril de 2013
Si algo le puede molestar a un militante bolivariano de Bildu es comprobar que en Euzkadi, el chavismo es el 6% de los votos. El resto es para el denostado Capriles al que tildan del candidato de la derecha para descalificarlo, como si el 96 % de
la emigración venezolana fuera de derechas.
El domingo votamos en Bilbao por Capriles y por Maduro. La cónsul Yolanda Rojas reconoció que esperaba algo más. No mucho más, sino algo más. El día de las votaciones había impedido que las Cámaras de televisión y los periodistas pudieran sacar fotos e imágenes del acto de votar. Como si fuera algo sucio y clandestino a diferencia de lo que sucede en Euzkadi, en España y en Europa. Quizás otra hubiera sido su actitud de haber sido los resultados distintos. El 96 % para Maduro el 6% para Capriles. Y digo esto porque curiosamente le vi en la noche a Nicolás Maduro votando en Caracas e introduciendo la papeleta en la urna del CNE. Un ejemplo claro de lo que es el chavismo. La ley del embudo. Lo ancho para mí, lo estrecho y agudo para ti. Una arbitrariedad como otra cualquiera. Como el actual CNE que obedeciendo órdenes de Maduro le ha proclamado vencedor sin que las impugnaciones, más de tres mil, hayan sido revisadas. Por algo será.
Capriles arrasa en Euzkadi
Estos son los resultados del escrutinio realizado en el Consulado de Bilbao a las 9: 20 AM del día 15/4/2013, 4 horas después del anuncio del CNE…
Votos Emitidos : 639
H. Capriles : 596 ( 93,3 % )
N. Maduro : 41 ( 6.4 % )
Nulos/Otros : 2 ( 0,3 % ) Falta confirmar
La participación fue de 63 % del total de 1015 electores inscritos en Bilbao.
Campaña en Lationamérica para evitar el fraude electoral en Venezuela
La amenaza de fraude que se cierne sobre las presidenciales del domingo en Venezuela ha movilizado a las fuerzas democráticas de América Latina. Ex presidentes, parlamentarios y personalidades de la región hacen denodados esfuerzos de última hora para impedir que el régimen bolivariano consume su intención de “torcer la voluntad de los electores”, según ha denunciado el candidato unitario de la oposición, Henrique Capriles.
En una carta abierta a la opinión pública venezolana, aunque con especial dedicatoria al Consejo Nacional Electoral (CNE),nueve ex mandatarios –entre ellos, el mexicano Vicente Fox, el costarricense Óscar Arias o el peruano Alejandro Toledo– pidieron ayer Garantías para un proceso “transparente, libre y equitativo”. La declaración de los ex presidentes fue suscrita por 287 personalidades y organizaciones del continente, dedicadas a la política o el activismo en defensa de los derechos humanos. “Las venezolanas y los venezolanos concurren a esta elección confiados en el valor del camino electoral y democrático. Queremos decirles que no están solos en ese camino, la comunidad internacional democrática está con ustedes”, reza el texto.
Por su parte, el ex presidente colombiano Andrés Pastrana declinó la invitación del CNE para “acompañar” la jornada electoral, por tratarse de un proceso con “una balanza de garantías inclinada permanentemente a favor de quienes hoy detentan el poder”.
En tanto, más de 300 diputados y senadores latinoamericanos enviaban un comunicado a la presidenta del CNE, la oficialista Tibisay Lucena, exigiendo condiciones mínimas para la celebración de los comicios en condiciones de libertad y justicia. El documento, firmado por parlamentarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay y Uruguay, pidió al CNE que garantizara la transparencia, adoptando cinco medidas básicas antes, durante y después de un proceso de votación automatizado en su totalidad. En primer lugar, los legisladores emplazan a la autoridad electoral, completamente parcializada a favor del régimen chavista–a realizar un escrutinio público de todos y cada uno de los votos (ahora el recuento abierto solo se hace sobre una muestra supuestamente aleatoria del 54% de las papeletas),antes de que los resultados sean transmitidos por vía electrónica a la sala de totalización del Consejo Nacional Electoral, donde los partidos de oposición no tienen acceso. El pliego de peticiones incluye también el retiro de las llamadas máquinas capta huellas, que registran la huella dactilar del votante, están físicamente conectadas a la máquina de votación y teóricamente permiten vincular el sufragio con la identidad del elector, lo que supone una violación flagrante del secreto del voto.
En tercera instancia, los parlamentarios pidieron que las Milicias Bolivarianas (cuerpo irregular de unos120.000 civiles armados fundado por Hugo Chávez como guardia pretoriana para la defensa de su revolución) abandonaran la vigilancia de los centros de votación, puesto que la Constitución de Venezuela solo otorga esa competencia a las fuerzas armadas. Los parlamentarios demandaban igualmente el uso de tinta verdaderamente indeleble (la usada actualmente se borra con cloro) y que se castigara el abuso de recursos y medios del Estado para favorecer al candidato del Gobierno, Nicolás Maduro.
“Es la primera vez que se produce una reacción internacional de este nivel, dijo a La Vanguardia el analista Armando Durán. “Sucede por el cambio de actitud del candidato de la oposición, que ahora denuncia la posibilidad de un fraude electrónico, siempre negada, aunque alterarlos resultados electorales es perfectamente plausible”.
Las revelaciones de Capriles fueron seguidas por otro escándalo. Hace una semana se supo que el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tenía en su poder las claves secretas de acceso al sistema operativo de 45.000 máquinas de votación .No obstante, el Consejo Nacional Electoral, con su presidenta a la cabeza, consideró que esa situación no representaba “irregularidad alguna”.
La evidencia de fraude, sin embargo, no reviste la más mínima duda para Ludwig Moreno, fundador de la O.N.G Voto Limpio. “El régimen no permitirá el triunfo de Capriles bajo ningún concepto. Para eso construyó durante años esta plataforma político-electoral”, sostiene.

