El Senado despide a tres senadores de Bizkaia

Jueves 17 de enero de 2013

Este mes de enero, a diferencia del Congreso, hemos tenido el martes y el miércoles pleno en el Senado. Éste iba a ser el último pleno de Joseba Zubia como senador, aunque empezó su vida parlamentaria en el Congreso sustituyendo a Iñigo Aguirre quien en 1984 dejó Madrid para ir como parlamentario a Gasteiz y como Zubia estaba en la lista, le tocó dejar su plaza en el Gobierno Vasco y comenzar una aventura que ha durado la friolera de 24 años, ya que tuvo un pase por el Gobierno Ardanza como Consejero de Justicia y Desarrollo Autonómico de cuatro años. Tras este paréntesis fue elegido senador autonómico y en el Senado ha estado hasta este mes de enero. El 25 serán elegidos en el Parlamento Vasco Bildarratz, Goiaga y Rodríguez en sustitución de Zubia, Iturmendi y Lertxundi. Unos vienen, otros se van. Ley de vida.

Y ha sido de agradecer que el presidente, antes de cerrar la mañana y el pleno con una votación haya hecho mención a quienes se van. Y lo ha hecho de forma cariñosa y humana, algo tan poco frecuente en la política. Sus palabras han sido éstas:

“Cierren las puertas. Señorías, antes de proceder a la votación simplemente quería dirigirles unas palabras. Saben ustedes que, a raíz de las elecciones en el Parlamento de Cataluña y en el País Vasco, se van a producir o se han producido una serie de cambios en la Cámara. Han dejado ya sus escaños el senador Zubia y el senador Vilajoana. Van a dejar sus escaños en este Pleno la senadora Pineda, el senador Lertxundi y la senadora Iturmendi. El senador Zubia, qué quieren que les diga, forma parte ya de la historia de este Senado reciente por las legislaturas que ha estado aquí, el tiempo que ha estado ejerciendo la labor de portavoz y, sobre todo, por el trabajo que ha desarrollado y el ambiente en el que se ha desenvuelto siempre en relación con todos los senadores y con todos los grupos. El senador Vilajoana también ha ejercido la importante labor de portavoz en el Grupo Parlamentario de Convergència i Unió toda la legislatura pasada y el primer año de esta legislatura. Los senadores Lertxundi, la senadora Pineda y la senadora Iturmendi también han estado aquí el tiempo suficiente como para destacar por su trabajo y, también, por el buen ambiente en el que se han desenvuelto siempre en la Cámara.

Por tanto, yo creo que hablo en nombre de toda la Cámara sí pido que conste en acta nuestros deseos para que les vaya muy bien a los 5 en el futuro. Y sepan que todos dejan aquí un muy buen recuerdo. (Fuertes y prolongados aplausos.)

Antonio Jiménez justifica los medios

Miércoles 16 de enero de 2013

Antonio Jiménez es un buen periodista aunque su actual ideología sea, en resumen, la de un facha en activo. El mismo día en el que un busto de Manuel Fraga era colocado en el Senado junto a Ramón Rubial, ese día, por la noche, en su programa de Intereconomía «El Gato al Agua» justificaba cualquier tipo de medio para que el condenado Bolinaga volviera a prisión.

Un periodista de La Gaceta, otro panfleto facha, se hacía pasar por un periodista de Gara y abordaba en la escalera de su casa al ex preso de ETA al que le preguntaba por su vida. Bolinaga no dejó de sospechar del periodista, pero cayó como un panchito en la trampa, aunque no tuvo ninguna respuesta inconveniente que pudiera considerarse como apología del terrorismo. Se lamentaba de algunas de las cosas que había hecho pero a esa altura de su vida y con un cáncer terminal no se arrepentía de una trayectoria. Esta gente es muy rocosa y no iba a hacerlo al final del camino ante un supuesto periodista de Gara que lo único que buscaba era cogerle en renuncio. Le habían tendido una trampa.

Los miembros de la tertulia vieron el video y Jiménez aplaudió la canallada. Le parecía que Bolinaga debía volver a prisión y morir tras las rejas y que el fin de esa entrevista justificaba los medios utilizados. Solo dos tertulianos, Cristina Alberdi y Mariano Guindal criticaron el procedimiento. Los demás lo aplaudieron e incluso el conductor del programa, Antonio Jiménez se irritó por las observaciones que habían hecho estos dos contertulios. Y es que Antonio Jiménez, vuelvo a repetir, es un facha. Un hombre que reivindica a un Fraga que perteneció a un consejo de ministros que condenó a muerte por fusilamiento a Julián Grimau y que fue ministro de la dictadura, para él que es un beligerante periodista de la caverna, le parece un modelo a seguir. Para Jiménez los medios no dignifican el fin sino que para llevar el ascua a su sardina, vale todo. Es lo que hacía Bolinaga defendiendo sus deleznables ideas y dejando que Ortega Lara muriera en el zulo antes que decir donde estaba. Una barbaridad, una salvajada, una inhumanidad, algo ética, estética y humanamente condenable, pero ese era aquel Bolinaga. El miembro de ETA ya fue detenido, juzgado y condenado y ahora enfermo y con un cáncer que toca su puerta para la otra vida, ha vuelto a su casa para morir en ella, por acuerdo judicial

No me gusta nada Bolinaga, pero tampoco Jiménez. Para ellos lo que vale es la ley de la selva y del talión. Nada que ver con una sociedad con valores, democrática y con voluntad de reconciliación. Fue un pésimo espectáculo de chacalismo. El mismo que hubiera hecho Bolinaga en sus tiempos de pistolero

Cabezota de Fraga

Martes 15 de enero de 2013

Hoy han colocado una cabezota de Fraga en bronce frente a la puerta por donde entran los senadores del PP en el hemiciclo del senado y en el mismo pasillo y de forma paralela donde ya está Ramón Rubial. Seguramente éste se habrá revuelto en su tumba. Mientras Fraga perseguía y manipulaba como ministro de Franco, Rubial andaba en clandestinidades y cárceles varias. No sé cómo se puede equiparar una figura con la otra. Pero la culpa la tiene el PSOE que en estos asuntos jamás marca terreno. Solo mantiene en su sigla la de E, de español. Lo de obrero y socialista se quedó en el camino. En cualquier otro país esto hubiera sido un escándalo. Que un ex nazi tuviera una cabezota como la de Fraga en el Reichstag de Berlín donde estuviera otra de Willy Brandt y cae el gobierno. Aquí todos aplauden y no pasa nada. De vergüenza.

No va el PP

Este martes hemos tenido pleno en el Senado. Un pleno de circunstancia. Y como no lo había en el Congreso allí estaban todos los ministros y todos periodistas preguntándole a Arias Cañete si tiene en su nevera muchos yogurts caducados y si se los zampa. Y hoy hemos comido los senadores de Amaiur, Miren Lur, Alberto Unamunzaga, con los senadores socialistas Yolanda Vicente, Dimas Sañudo y Roberto Lertxundi y los del PNV, Rut Martínez,Cazalis, Lore y yo. Buen ambiente. Los del PP no han querido venir porque estaban invitados los de Amaiur. Pura pose infantil. Ya se caerán del guindo.

Se despide Lertxundi

Lertxundi se ha ido antes ya que le preguntaba a la ministra de Sanidad Ana Mato su última pregunta como senador en el control de la tarde. Ha terminado diciendo que la burbuja inmobiliaria ya fue pinchada y que ahora falta pinchar la sanitaria. Y se ha despedido. La ministra de Sanidad Ana Mato le ha dicho adiós de forma poco elegante replicándole que alguien vendrá que hará la misma demagogia que el senador bizkaino. Le hemos abucheado por su poca elegancia a en la hora del cese de una carrera parlamentaria. El Grupo socialista con la marcha de Roberto pierde un buen delantero centro en un grupo muy debilitado. Lertxundi domina la escena, sabe de lo que habla, tiene tablas, es buen dialéctico y los ministros de sanidad le temen. Y vuelve al ejercicio de su profesión. A Lertxundi le conocí en el colegio Santiago Apóstol de Bilbao siendo él seminarista y con sotana. Es primo de quien fuera por el PNV alcaldesa de Orduña, Barañano y del senador nacionalista Iñaki Aguirre Barañano. Y en las distancias cortas es cordial y ameno. Lo dicho, una pérdida.