Doña Espe: Rama que se desgaja, brota y reverdece

Jueves 18 de octubre de 2012

Esperanza Aguirre estuvo el miércoles haciendo campaña por el PP en Vigo. Como dijo la crónica del ABC, viajó en turista con su jefa de gabinete. Conmovedor. No sabía que los funcionarios tuvieran jefe de gabinete. ¿De qué gabinete?. Y además. ¿No se había reincorporado a su trabajo?. ¿A qué trabajo?. Solo la he visto en la playa, en un campeonato de golf y ahora en Vigo. Curiosa manera de ser funcionaria. Será por eso que la Sra. Cospedal quiere acabar con ellos. Por vagos.

Dice la crónica que llegó con zapato plano y posteriormente se puso tacón. Y dio taconazos. Porque iba a apoyarle a su candidato Nuñez Feijoo en su campaña gallega pero solo habló de lo malos que son los nacionalismos y de Catalunya. Y se metió malamente con el candidato Xose Manuel Beiras. «Me parece que el señor Beiras, que se queja del recorte que ha hecho el presidente Feijoo en la sanidad gallega, lo que tiene que hacer es visitar a su médico, porque lo veo un poco desatendido». Muy elegante la Sra. Aguirre. Si alguien hubiera dicho algo parecido cuando hizo el anuncio de su enfermedad, no se lo que hubieran dicho los del PP. Pero sus gallegos de derecha le rieron la gracieta a la señora que venía de Madrid. Y dijo que quería mucho a Catalunya y a los catalanes. Enternecedor. Se olvida lo que nos dijo a cuenta de la bandera española y del himno en la final de Copa. «A jugar sin público, por malos».

Pero el meollo de lo que se ha destacado en los medios fue la utilización de una frase de Xabier Arzalluz durante la división del PNV en 1986. «Rama que se desgaja, se seca» dijo el presidente del EBB. Y en el caso atribuido por Arzalluz tuvo razón. EA hoy, dentro de Amaiur es rama seca. Pero en el sentido que lo dijo Doña Espe en el mitin de Vigo, se equivoca.

Señaló que ella no concibe una España sin Catalunya, ni una Catalunya fuera de España. Me encanta que entre al trapo. «Es como una rama que se desgaja del árbol. El árbol sufre, y la rama se pone mustia, se seca». Además señaló que Catalunya no es Escocia (siempre sacan la misma matraca), y siempre formó parte de España».

Pues se equivoca Doña Esperanza. Ramas desgajadas de Checoslovaquia, como Chequia y Eslovaquia, viven felices. Ramas desgajadas como Croacia, y Eslovenia, viven felices en la UE y pronto ingresarán en ella, Montenegro, Macedonia, Serbia, Bosnia y hasta Kosovo. Y ramas desgajadas de la URSS como Letonia, Estonia y Lituania, tienen embajadores en Madrid. Y viven tan felices y tan campantes y de que son ramas secas, nada de nada. ¡Vaya ejemplo puso la señora!.

Y dijo más boutades.

«Los niños deben aprender a sumar, restar, dividir y a escribir la historia verdadera y no las mentiras de los nacionalistas y la literatura española y universal, no solo la de su pueblo». Esta señora tan culta que fue ministra de Educación y Cultura y confundió a Saramago con una artista estoy seguro que no tiene ni idea de quien fue Rosalía de Castro, Alfonso R. Castelao, el arzobispo Gelmírez, y tantas personalidades gallegas. Doña Esperanza no resiste un examen. Pero ella con su cara dura, dice lo que dice.

Finalmente pidió que «nunca mais» se votara a los opositores del PP. Pues lo mismo. Que nunca mais se vote a los herederos de Fraga.

 

A Margallo le parece bien que la Observación Internacional no sea neutra

Martes 16 de octubre de 2012

El señor PRESIDENTE: Preguntas para el señor ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

Pregunta de don Iñaki Anasagasti.

Tiene la palabra su señoría.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señor presidente.

Muchas gracias, señor ministro. Esta es la pregunta que hicimos en el mes de septiembre. Nos dijo el secretario de Estado que usted estaba aquí y la iba a contestar, pero nuestra sorpresa fue que, en lugar de contestarla usted, la contestó el ministro de Industria, señor Soria, que leyó un escrito que le prepararon dentro de su ministerio. Y al final de la intervención −lógicamente él no tiene por qué saber todo lo que ocurre− nos decía lo siguiente: “por todo ello, señorías, de acuerdo con la legislación venezolana, corresponde al Consejo Nacional Electoral decidir a quién envía invitaciones individuales y nominativas, lo cual no excluye que dichas invitaciones individuales sean dirigidas a diputados o también a senadores españoles”.

A nosotros esto nos llamó mucho la atención. Como bien sabe usted, este sistema parlamentario, donde el Gobierno tiene la última palabra y no quien hace la pregunta, nos obligó a hacer de nuevo la pregunta. Y pensábamos que el ministro de Industria y de Asuntos Venezolanos, señor Soria, nos iba a contestar la cuestión la semana anterior y, como usted estaba de viaje, nos dijeron que no.

Ahora, cuando ya han pasado las elecciones venezolanas este domingo, 7 de octubre, viene usted. Nosotros, a toro pasado, le preguntamos: oiga, ¿le parece bien que el Consejo Nacional Electoral venezolano haya decidido que sean éste, éste y éste los invitados y observadores? Esto no fue admitido en el pasado, porque las invitaciones se hacen a las Cortes Generales, no a diputados y a senadores en concreto, porque si yo invito, no invito a los amigos. Indudablemente, ni el senador García Carnero ni yo pretendíamos que el Consejo Nacional Electoral venezolano nos invitara, porque estamos catalogados como ovejas negras, somos, como dice el señor Chávez, “escuálidos”, pero hubiera sido bueno que se hubiera invitado a una representación de las Cortes Generales. Por eso, la pregunta que le formulo va por ahí. Señor ministro, ¿el Gobierno tiene algo que decir? ¿Le parece bien?

 

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Señor ministro, tiene la palabra.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Gracias.

Me parece divinamente que me haga usted esta pregunta. (Risas.- Aplausos.)

Hay una costumbre internacional inveterada que dice que las misiones de observación electoral solo son posibles si hay una previa invitación por parte del país interesado. Eso lo sabe usted, como senador, y lo he experimentado yo en mi reencarnación anterior, cuando era parlamentario europeo. Hay países que sí y hay países que no, porque está en el ámbito de su soberanía decidir a quién invita.

De todas maneras, sabiendo el interés de su señoría, y sabiendo el cariño que le profeso desde hace mucho tiempo, hice una gestión personal para que fuese invitado a las elecciones venezolanas. La respuesta del Gobierno venezolano fue tan clara como mi petición. La respuesta era que el Consejo Nacional tenía criterios propios para decir a quién invitaba y a quién no invitaba.

Usted, en su pregunta alude a que con esta decisión se han roto acuerdos anteriores. No sé si su señoría se refiere a las elecciones legislativas del año 2010, en que su señoría estuvo presente, pero no se pudieron romper los acuerdos porque en aquella época también estaban vigentes los mismos criterios que ahora, es decir, el Gobierno invitaba a quien le parecía bien y no invitaba a quien no le parecía bien. Pero quiero hacerle una observación, no solo el Consejo Nacional Electoral puede invitar a diputados, senadores, o a cualquier otro ciudadano a que estén presentes en las elecciones, también lo puede hacer la oposición. La oposición lo ha hecho, y me consta que ha habido miembros de mi partido, diputados europeos, que han estado allí. Su señoría podría haber sido invitado por el Consejo Nacional Electoral, si lo hubiese considerado oportuno, o también por la oposición si hubiesen contado en su proceso electoral con su importante presencia en Caracas. (Aplausos.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro.

Senador Anasagasti, tiene la palabra.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, señor presidente.

Le ilustro que también fui invitado por la Mesa de la Unidad Nacional, pero preferí votar en Bilbao por el señor Capriles. Tengo derecho a votar este mes de octubre 2 veces, por Capriles y por Urkullu. Fíjese qué cosa voy a hacer yo este mes de octubre.

Pero, señoría, le voy a decir que hay precedentes de una delegación de diputados y senadores. Indudablemente fueron las Cortes Generales las que decidieron quienes iban. Nicolás Maduro, el ministro de Asuntos Exteriores venezolano, nos envió a su jefe de gabinete. Nosotros le propusimos aquello y nos dijo, campanudamente: ¿ustedes admitirían que en España hubiera una observación internacional? Y nosotros dijimos: sí, no tenemos nada que ocultar. Y a raíz de eso hubo una negociación con el Gobierno, con el señor Moratinos, y logramos que fuera una delegación. Nos da la impresión, señor ministro, de que usted, a pesar de que está encantadísimo con el resultado electoral del domingo pasado en Venezuela, no tiene relaciones lo suficientemente fluidas como para lograr que el Consejo Nacional Electoral diga: a este sí porque es amigo, a este no porque es adversario. Una observación internacional tiene que ser neutra. Indudablemente ni el senador García Carnero, del que no tengo ninguna representación para hablar, ni yo pretendíamos, porque somos gente muy incómoda para el gobierno de Chávez, porque hemos preguntado durante muchos años por derechos humanos, por la libertad de expresión, por la jueza Afiuni, por las incautaciones de Yaracuy,…

El señor PRESIDENTE: Vaya terminando, señoría.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Sí, señor presidente.

Sabemos lo que es la razón de Estado. A usted le pareció muy mal lo que ocurrió el domingo en Barcelona y, sin embargo, le pareció muy bien lo que ocurrió el domingo en Venezuela. Bueno, pues nos parece muy bien, pero tiene usted una doble vara de medir, y ojalá tuviera usted un poco más de fuerza con el Gobierno venezolano.

Gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Señor ministro, tiene la palabra.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (García-Margallo Marfil): Gracias, señor presidente.

Mire usted, la libertad de expresión es un camino de 2 direcciones. Hay quien lo puede demostrar pidiendo la independencia en un partido de fútbol, y hay quien puede decir que le parece que eso es un hecho indudable que perjudica la imagen de España. Libertad de expresión en los 2 temas. (Aplausos.)

Su señoría sabe que yo soy democristiano desde que tengo uso de razón política. Por tanto, no le resultará difícil adivinar a quién hubiese votado en Venezuela. Pero yo no soy un ciudadano, soy el ministro de Asuntos Exteriores. Y el ministro de Asuntos Exteriores tiene que practicar una exquisita neutralidad porque tiene que entenderse con esos Gobiernos. Lo que dije es que estaba encantado de que las elecciones fuesen limpias, que el triunfo de Chávez hubiese sido claro, que la oposición hubiese ascendido notablemente, y que las 2 fuerzas hubiesen reconocido el resultado electoral. Nada que ver con mis preferencias electorales sobre los candidatos en liza. Usted ha votado, por lo visto tiene la omnipresencia de poder votar en los 2 sitios, ventajas de la doble nacionalidad. Pero, insisto, el encantamiento al que usted se refiere se limita exclusivamente a la limpieza, transparencia del proceso y a la claridad del resultado. Y me entenderé con el Gobierno venezolano saliente en los mismos términos que me he entendido hasta ahora. Si no me han hecho caso y no le han invitado a usted, creo que lo lamento porque hice lo que pude. El señor Maduro, el ministro de Asuntos Exteriores, me contestó en una amable carta y dijo que el Consejo Nacional Electoral iba a hacer lo que le pareciese oportuno, lo cual es el uso del derecho de autodeterminación de un Estado soberano. (Aplausos.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.

 

Otras 10 razones por las que les doy la razón al Juez Pedraz sobre la falta de madurez de los políticos españoles.

Lunes 15 de octubre de 2012

La semana pasada, el juez Pedraz dijo que

y se armó la de San Quintín. A raíz de la polémica, escribí once razones por las que creía que el juez Pedraz tenía razón y las colgué en este blog. El viernes 5 por la noche en el programa de TVE de la noche, tanto su director, como Ángel Expósito y alguno más, se dedicaron a ponerme pringando. Al día siguiente fueron varios los que en el acto electoral del sábado 6 en el Bec, me lo comentaron con desagrado. “¿Ah sí?”, me dije. “Parece que no les ha gustado, pues habrá que repetirlo con nuevas razones de la actual semana”. Estas son:

1.- Efectivamente no está madura la política en España cuando en una tertulia de un ente público critican acerbamente unos comentarios, sin posibilidad de argumentar en contrario. Esa no es una sociedad democrática pues hablamos de RTVE, al servicio, o así debería ser, institucional de la ciudauanía.

2.- La clase política española no está madura cuando  tiene ministros como Wert y Margallo que se dedican a provocar. Wert dijo que el interés del ejecutivo del PP era “españolizar a los alumnos catalanes» y García Margallo equiparando el nacionalismo democrático vasco y catalán” “como situadores del individuo al servicio de una idea abstracta, sea ésta la clase en el marxismo, la raza en el nazismo o el nacionalismo al servicio de la nación absoluta”. Eso sí, ellos se autodeclaran patriotas españoles, no nacionalistas españoles. Y son ministros.

3.- Es de una simpleza y falta de cultura democrática total cuando ministros y ministras del PP, dan semejantes cabezazos y reverencias ante el rey y la reina, y, peor aún, ante unos príncipes que no representan a nadie y cortesanos están molestísimos porque a la Sra. Elena de Borbón en el desfile militar del 12 de octubre le colocaron al lado y, en primer lugar, de los portavoces parlamentarios cuando esa Señora políticamente no es nadie. La transparencia de la web de la Irreal Familia no habló de esa decisión, ni menos de la ausencia de los presuntos ladrones Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón, en un desfile militar para festejar una Fiesta Nacional en lugar de hacerlo con un acto cultural.

4.- No es muy madura una sociedad democrática que le otorga al ejército la defensa de la unidad de España y permite que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante García Sánchez diga campanudo que «ser hoy militar español es estar dispuesto a dar la vida en defensa de la Constitución». Si el jefe del estado mayor inglés o norteamericano dijera algo así sin venir a cuento, le llevarían de la misma al frenopático más cercano.

5.- Es totalmente incompetente un gobierno que necesite una Fundación como Faes para que le dicte a todas horas lo que ha de hacer y además que analice la controversia entre el gobierno central y el catalán diciendo que es culpa “de un nacionalismo como el catalán que es como un adolescente que se distingue por su inmadurez moral y su comportamiento pueril».

6.- No está muy bien un país cuya última encuesta del CIS dice que uno de cada cuatro españoles quiere eliminar las autonomías y volver al sistema centralizado.

7.- No es muy maduro un estado que en su televisión pública estrena un nuevo espacio, “Audiencia Abierta» los sábados para informar sobre las actividades del rey y de su hijo, sin posibilidad de crítica alguna como si fuera el rey de Tailandia y que este espacio se lo encarguen a un socialista, miembro del Consejo de RTVE, Sr. Sacaluga.

8.- Es de una inmadurez de gran volumen, que el Director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa caliente la llamada Fiesta Nacional del 12 de octubre irrumpiendo en la polémica catalana y advirtiendo que España es un todo indisoluble, es decir, la unidad de la patria.

9.- Es de una negligencia total que los medios públicos y privados no informen sobre un hecho grave como es que la hermana de Juan Carlos de Borbón haya aligerado el patrimonio de su Sicav (Sociedad de Inversiones de capital variable), recuperando el 33% de lo que tenía invertido, cerca de 1,2 mi­llones de euros. Al cierre del primer semestre del año, la Sicav de Pilar de Borbón, contaba con un patrimonio de 4,6 millones de euros. ¿De dónde saca esta señora tanto dinero?.

10- Es normal que en un país serio su jefe del estado encargue a su amante y sin contrato público actuar como «consejera estratégica» del gobierno español para temas de Oriente Medio según contaba el New York Times. La consultora Corinna Zu Zayn-Wittgenstein fue la organizadora, en plena crisis, de la cacería en Botswana.

¿No son todas estas evidencias propias de un país poco serio e inmaduro como decía el juez en su auto.?