Hoy en los Desayunos de TVE,la periodista del PSOE,Ana Pastor ha hecho dos entrevistas.Una a Bono y otra a Urkullu.La de Bono,obsequiosa.La de Urkullu,cortante.
Con Bono todo eran risas y obsequiosidades.Con Urkullu,todo era llevarle a escenarios conflictivos.
A Bono,no le ha preguntado por las incompatibilidades de los diputados,madre del cordero que Bono,secretamente ,ha pactado con el PP,para que éste partido no le cuestione su propuesta.Pero es en las incompatibilidades donde está el meollo de la cuestión.La semana pasada dimitió Angel Acebes que además de diputado,trabajaba en un despacho de abogados y era el responsable de una empresa de Caja Madrid.Pero Ana Pastor de estas cosas no pregunta.
Tampoco de los órdenes del día de la Mesa y de los viajes de esta Institución.Bono habla de transparencia pero a ésto no contesta y Pastor le deja salir vivo de una entrevista más que parecía hecha en Ferraz.
Y luego se cree una gran profesional.
A Trini le importa un bledo el Polisario después de sacarse fotos con ellos
Preguntamos al Gobierno sobre la enquistada situación del Sahara
El señor PRESIDENTE: Pregunta del senador Anasagasti.
Tiene la palabra, señoría.
El señor Anasagasti Olabeaga: Muchas gracias, señor presidente.
Señora ministra, usted mejor que nadie sabe que Marruecos y el Frente Polisario han iniciado la séptima ronda de conversaciones informales bajo el auspicio de Naciones Unidas. Sobre todo desean sacar esta situación del punto muerto en que se encuentra. Están dirigidos por el enviado especial de las Naciones Unidas, Christopher Ross.
Marruecos dice que su plan es el único viable, pero creemos que no. El Frente Polisario está por la celebración del referéndum de autodeterminación, y la resolución 1979 alude al derecho de autodeterminación. La opinión de los saharauis parece ser el punto central de una solución política a futuro.
Por eso nosotros le preguntamos, ante la situación que se ha planteado en Marruecos para que en el Sáhara occidental haya una salida urgente y democrática, ¿qué opina el Gobierno en relación con estos temas?
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra la ministra de Asuntos Exteriores.
La señora Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación (Jiménez García-Herrera): Muchas gracias, señor presidente.
Señoría, como sabe muy bien, la solución del conflicto del Sáhara occidental es una prioridad de la política exterior española. Quizás ningún otro país haya invertido más esfuerzo, más energía, más dedicación en ello que el nuestro, y le aseguro que lo vamos a seguir haciendo. Y más en este contexto al que usted hace referencia, que yo creo que abre nuevas oportunidades.
¿Qué está haciendo el Gobierno de España en estos momentos? En primer lugar, como también señalaba su señoría, seguir apoyando los esfuerzos de Naciones Unidas, en particular los del enviado personal de su secretario general, tanto a nivel político como a nivel logístico. En segundo lugar, estamos defendiendo el papel de la Minurso y su acceso inmediato y sin trabas al territorio del Sáhara occidental, lo cual constituye, señoría, una novedad importante de la resolución de este año. En tercer lugar, promover una mejora de la situación de los derechos humanos en la dirección de lo aprobado en este Parlamento, como recoge por primera vez la resolución. Por último, mantener de manera permanente la interlocución con las partes del conflicto y los actores regionales impulsando el mantenimiento y la ampliación de las medidas de fomento de la confianza.
Como le decía al principio, señoría, coincido con usted en que el impulso democrático y reformador actual en la región hace más urgente la solución, e incluso yo diría que mejora notablemente las posibilidades de conseguirlo.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra el senador Anasagasti.
El señor Anasagasti Olabeaga: Gracias, señor presidente. Gracias, señora ministra.
Señora ministra, usted sabe que su respuesta es políticamente correcta, pero el Consejo de Europa está yendo un poco más allá porque la solución del Sáhara no se resolverá si previamente no se resuelve la situación de Marruecos.
La Unión Europea está pidiendo que se demande un proceso real y no fingido de las reformas constitucionales, que no sean maquillaje, sino algo mucho más concreto: que la monarquía debe aceptar jugar un papel secundario, tanto en la política como en la economía y en los negocios; que la Unión Europea debería hacer hincapié en la importancia de la lucha contra la corrupción, la educación y la libertad de prensa; que la Unión Europea debería tender la mano al movimiento opositor 20 de Febrero y ofrecer una mayor apertura comercial a cambio de avances democráticos; que Francia y España deberían apoyar la introducción de una mayor condicionalidad política en las relaciones con Marruecos. Concretamente dice lo siguiente: “La Unión Europea debería dejar claro que sus miembros esperan propuestas que promuevan una mayor capacidad de actuación y mayores controles democráticos en las principales instituciones del país, incluyendo el poder ejecutivo, el legislativo, el judicial y los medios de comunicación.” Más claro, agua.
Usted sabe que vinculado a todo esto está también la situación del Sáhara porque hay un camino común entre las aspiraciones de los saharauis y las del movimiento del 20 de Febrero para acabar con la autocracia en Marruecos, lo que debe llevar al entendimiento y a la convergencia táctica, porque sin democracia y sin solución definitiva se mantendrá la política de violación sistemática de los derechos humanos que tanto denuncia el Frente Polisario y permanecerá el imperio de la corrupción, que deja el control de todos los asuntos en manos de unos cuantos caciques militares o civiles. Por esta razón, señora ministra, le pedimos que el Gobierno tenga una política mucho más activa, mucho más de estar encima de lo que está ocurriendo porque es una situación única para que un tema que está absolutamente enquistado y paralizado pueda encontrar dentro de poco una solución.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra la ministra de Asuntos Exteriores.
La señora Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación (Jiménez García-Herrera): Muchas gracias, señor presidente.
Señoría, la comunidad internacional y la Unión Europea están haciendo un importante trabajo en la búsqueda de una solución política y acordada al conflicto. También el Gobierno de España está haciendo una importante labor y un importante trabajo. Hay que reconocer que en el caso del Gobierno de Marruecos, en este último momento, se están debatiendo y aprobando las reformas constitucionales que irán seguidas de un referéndum constitucional que provocará un cambio importante en la dirección de profundizar en su democracia y en la institucionalidad democrática. Pero, además, me va a permitir sus señorías que haga referencia a la importancia de los avances que se han producido en estos últimos meses, sobre todo tras la aprobación de la última resolución del Consejo de Seguridad relativo al Sahara Occidental. Se ha aprobado por unanimidad, lo cual es un dato importante; se ha aprobado, además, tras el consenso previo del Grupo de Amigos en el que está siempre España, que juega un papel importante, además de otros actores regionales, caso de Argelia, Francia, Estados Unidos o Rusia.
Además, el Gobierno trabaja para tener un papel positivo que contribuya al proceso negociador. Se han intensificado las reuniones informales del enviado personal con las partes…
El señor PRESIDENTE: Señoría, concluya, por favor.
La señora Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación (Jiménez García-Herrera): …animándoles a que busquen una salida al actual estancamiento. Y a propuesta de España también se va a hacer un informe semestral manteniendo la comunidad internacional sobre el conflicto. Señoría, también la resolución menciona expresamente al Consejo Nacional de Derechos Humanos marroquí. Quiero decir que se han producido y se están produciendo avances. Dejémosles, pues, para que con los frutos que están logrando puedan desarrollar su propia solución siempre con el acuerdo necesario y bajo el paraguas que tiene que hacer Naciones Unidas en este momento en la comunidad internacional.
Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señora ministra.
Aquella Soli
Esta carta escrita en 1946 por Javier Landaburu a Manu Robles Arangiz, resume bien la visión que tenía aquel PNV de ELA-STV. Los dos habían sido diputados en el Congreso, los dos habían sido perseguidos y los dos tenían un claro sentido social. Nada que ver aquella Soli con esta Ela. ¿Por qué?. Porque aquella Soli era una rama más, la social, del abertzalismo institucional y ésta Ela en su centenario, poco tiene que ver con aquellos valores. Más bien hay que inscribirlos en los de la Izquierda abertzale. De todas formas es una buena fotografía de situación. La carta es inédita. está muy bien escrita. En 1946 aquellos pobres refugiados todavía pensaban que podían volver a casa.
9 Marzo de 1946
Sr. D. Manuel Robles Arangiz
«Leku-eder»
BRISCOUS
Mi querido Manu:
Hace tiempo, demasiado, me entregó Durañona el proyecto de «Programa Económico Mundial del Movimiento Social Cristiano”, con la petición de vuestra parte de que lo estudiara y os comunicase mi opinión sobre él. Mi primera impresión fue la de que el proyecto era corto e inoperante. Me dio, al leerlo, la idea de que no llegaba ni con mucho en sus aspiraciones máximas a cosas que están ya en la práctica social experimentadas y admitidas en muchos países, incluso en el nuestro, incluso en la República española que conocimos. Me pareció, en resumen, más que un proyecto de sindicalistas, un programa de «cofrades».
Quería haberte puesto por escrito todas estas ideas e impresión pero me lo hicieron dejar de un día para otro más que los «excesos” de mi trabajo el que mi misión aquí parece a la de aquel que tenía por oficio, “catorce miserias», es decir, que tengo todos los días cincuenta mil pequeñas cosas en la cabeza en lugar de dedicarme a una o a las dos cosas serias. Esto me produce una imposibilidad, incapacidad mejor, de fijar el pensamiento. Añade a esto mi escaso dinamismo natural que tú conoces y si lo completas con unas gotas de gripe que me viene persiguiendo hace quince días, habré terminado ante ti si no de justificarme, de disculparme, al menos.
Después de ese proyecto del Secretariado de la C.I.S.C. me ha entregado Durañona el conjunto de enmiendas de la C.F.T.C. Esto ya es otra cosa. Tiene consistencia y tiene solera social. Todos mis reparos al proyecto primitivo están salvados con las correcciones de los cristianos franceses. Yo las suscribo plenamente, salvo alguna cosita de detalle que tal vez no valga la pena.
Pero yo, ya te lo he dicho, Manu, solo soy un amateur de los problemas social-cristianos. Tengo ideas más o menos simples o complicadas pero me falta la experiencia del hombre que ha vivido la existencia del trabajo. Tú conoces mi vida: anarquista siempre, vago desde que nací. Jamás sujeto, ni en mi carrera ni fuera de ella a una disciplina de trabajo. Soy un romántico convencido de la eficacia del cristianismo social pero, en definitiva, un «diletanti», un «amateur”. Nada más. Y lo que hace falta para estudiar un problema de la envergadura del proyecto y para proponer soluciones a la organización económica del mundo es el criterio de hombres que sepan más y «mejor» que yo.
Si mi consejo valiera, S.T.V. se limitaría a hacer suyas las enmiendas de los franceses. Durañona me dice que nosotros estamos en la obligación de presentar las nuestras. No me convence. Yo estimo que la redacción definitiva de ese programa va a dar lugar a discusiones animadas e interesantes. Podríamos reservarnos para ese momento del Congreso próximo. Claro es que si esos buenos lagunes de ahí, tienen ya preparado algo, que no sea mi consejo el que decida para quedarnos atrás.
No me fio demasiado de declaraciones programáticas. No suele tener realización práctica nunca. Lo único interesante para nosotros, cristianos, es que si esas declaraciones han de hacerse que se hagan en tono que demuestre que nuestra modesta Internacional no es una cofradía más sino un organismo obrero eficiente, llamado a tener una consideración real e importante en la vida social mundial.
No parece que las orientaciones actuales -incluso las Vaticanas, a juzgar por ciertos síntomas- sean propicias a hacer de la organización obrera cristiana una entidad llena como hasta ahora de timideces y empapada en agua bendita religioso-capitalista. A Serrarens, nuestro distinguido ex-enemigo, no lo ha querido recibir el Papa. En cambio Pio XII parece preconizar la unión obrera en todos los países. Todo eso me conforta, y me confortaría aun mas si esa unión obrera se hiciera, por lo que a nosotros y a otros pueblos se refiere, no en el plano estatal sino en el nacional. Algo ya conseguimos en el Congreso de la Federación Sindical Mundial. Ese creo que es nuestro terreno de combate en lo internacional. En lo interno ya tenemos hecha una declaración bastante completa, al parecer; lo que nos falta es que tengamos pronto medios de aplicarla prácticamente en nuestra casa.
En fin, amigo Manu, te hablo de muchas cosas para no hablarte de la que importa. Resumen: yo os propondría que hiciéramos saber al Secretariado de la C.I.S.C. que hacemos nuestras las enmiendas francesas (con las ampliaciones o con los recortes que ahí se os hayan ocurrido) y que, en general, teniendo en cuenta nuestra situación especial, nos reservamos el derecho de intervenir en cada caso, en la discusión que sobre este punto, la declaración de principios, ha de abrirse en el próximo Congreso.
-De otra cosa quería hablarte, de los lagunes detenidos en Bizkaya. Recibí vuestra carta y para cuando yo la leí, Durañona -a quien las grasas no impiden moverse mucho- había ya hablado con el Lendakari y estaba ya actuando. Yo tenía un criterio distinto y para no aparecer como un «reventador» solo lo expuse muy discretamente.
Cuando nuestros compatriotas tengan un percance, no nos dejemos ganar por el «cristianismo». Tengo para mí, y esto muy en reserva, que algunas de las gentes que Franco fusila pasarían desapercibidas, o casi, en la España franquista si desde fuera elementos turbios e interesados no montasen sobre ellos programas, campañas, mejor, de escándalo que, en definitiva, solo sirven para que la víctima que pretenden salvar pague con su vida los excesos verbales o escritos de esas campañas escandalosas. A ciertas gentes políticas y sociales, que se encuentran lejos de las garras de Franco, les importa poco que sus amigos caigan con tal de que ellos consigan sus fines políticos. Por eso arman tanto clamoreo fuera sin detenerse a pensar -o si lo piensan les da lo mismo- que cada grito o cada artículo que se produce aquí es un palo, una tortura mas y, como en el caso de Cristino, en definitiva, la vida del compañero por quien dicen interesarse. Esa será la táctica y la moral de «ellos”, la nuestra debe ser otra. Cuando hay una víctima a punto de ser asesinada, el mejor medio de obtener el perdón no suele ser el de llamar al asesino por su nombre a los ojos y a los oídos de todo el mundo. En ese caso lo que suele hacerse es buscar a los amigos o a los que pueden de alguna manera influenciar al asesino para que «por las buenas” desista de su crimen. Así lo hemos hecho siempre cuando ha habido condenados a muerte de los nuestros. Porque, en resumen, ¿de qué se trata: de que no maten al amigo o de que lo maten y lo mismo da?. Pues esos «otros» que no somos nosotros lo que quieren casi siempre es que maten a sus amigos porque el crimen sirve mejor que el indulto a sus campañas de escándalo.
Por eso tenía yo miedo que divulgando estrepitosamente en la prensa y por la radio que ha habido ocho lagunes detenidos en Bilbao, les hiciéramos un flaco servicio a esos compañeros. A nosotros lo que nos interesa es que los pongan en libertad. No es eso?. Pues el medio más eficaz para conseguirlo no es hacerles pasar por mártires en los órganos de la opinión ruidosa. Busquemos influencias en la política, en la diplomacia, en el clero, utilicemos amigos comunes, que siempre hay, de nosotros y de su carcelero. Si hacemos todo esto discretamente, sin ruido, será más eficaz que hacer decir a «l’Aube» o a L’Humanité” a toda plana: » Ocho sindicalistas detenidos y torturados en Bilbao”. Porque corremos el riesgo de que detengan a otros más y de que a los ya detenidos los torturen de veras. Y ellos, las víctimas, y nuestras conciencias no nos perdonarán nunca nuestra torpeza.
Creo que mi opinión, un tanto «alavesa”, ya lo sé, es la más práctica. No nos dejemos ganar por el histerismo reinante. Ho hagamos «cristianismo». De lo irremediable se puede sacar el fruto que queramos. Sobre el cadáver de un asesinado se puede montar una campaña de escándalo, pero no sobre seres vivos que corren riesgo de ser ejecutados o simplemente maltratados.
Ya que no le hice acaso cuando debía hacerlo porque no me crean muchas veces estar sistemáticamente a «contrapelo», me creo hoy obligado a no ocultarte mi manera de pensar.
Y, pocas cosas más, querido Manu. Sentí mucho no estar contigo despacio en Bayona el día del entierro de Torre. Te busqué para comer y me dijeron que estabas reunido con tu familia. El día en que tú y yo queramos hablar, hemos de buscar un retiro