Este pasado miércoles, los parlamentarios del Parlament catalán fueron impedidos de entrar en la sede de la soberanía popular catalana y algunos de ellos llegaron en helicóptero como el president Artur Mas. El repudio por estos hechos ha sido total y unánime. Una cosa es la protesta y otra distinta la violencia hacia unos elegidos o hacia cualquier persona. Esto no es “democracia real” sino democracia animal. No se piensa ni se argumenta, se embiste.
Esto no tiene nada que ver con las legítimas demandas de una juventud desesperada y sin futuro. Es lo contrario. Esto lo estropea todo.
Se ha dicho que esta es la primera vez que ocurren estas cosas. Se olvidan del 23-F en el Congreso y de algo que nos ocurrió a nosotros el 26 de junio de 1980, con un Parlamento Vasco recién estrenado y que funcionaba en la Diputación de Bizkaia y fuimos secuestrados casi doce horas por los obreros de Nervacero que también confundieron sus legítimas demandas con aquel violento secuestro.
Aquel recuerdo me ha movido a buscar lo que dijo el PNV en aquella oportunidad. La indignación era grande y parecía que lo que tanto había costado conseguir tras aquella infame dictadura se iba a malograr. El comunicado del EBB decía lo siguiente tras pedir que la gente acudiera a la manifestación convocada:
El 5 De Julio manifestación de apoyo a las Instituciones. Vamos a demostrar masivamente nuestra decisión de no doblegarnos ante el miedo, la intimidación o la violencia.
El Euzkadi Buru Batzar ha convocado para el próximo día 5 de julio, en Bilbao, una manifestación «para expresar unánimemente nuestro apoyo al presidente, Gobierno y Parlamento vascos, y nuestra decisión de no doblegarnos ante el miedo, la intimidación o la violencia».
Este acuerdo fue tomado en el transcurso de la reunión que el EBB mantuvo con carácter de urgencia, en San Sebastián. El único punto del orden del día de la misma fue el estudio de la situación creada tras los incidentes ocurridos el jueves en la Diputación Foral de Bizkaia.
El texto del comunicado es el siguiente:
El Euzkadi Buru Batzar del Partido Nacionalista Vasco ha reconstruido minuciosamente los acontecimientos ocurridos entre el 26 y el 27 de junio, en torno a la irrupción de los trabajadores de Nervacero, S.A. en el Pleno del Parlamento vasco y las diferentes alteraciones de otras personas y cuerpos que han incidido notoriamente en el desarrollo de los hechos.
Estos graves acontecimientos son conocidos por la opinión pública en general a través de los medios de difusión, aunque con valoraciones particulares dependientes de información de diferentes signos políticos.
Dejando aparte el desarrollo horario y los detalles de los sucesos, el EBB ha venido en determinar aquellos factores sobre los que los mismos han gravitado; estos factores esenciales son:
1.- La grave imprevisión del Gobierno Civil de Vizcaya, conocedor del riesgo de lo que efectivamente llegó a producirse, no obstaculizando el paso de los manifestantes hasta el propio palacio provincial, y no impidiendo que la verja de entrada fuese forzada, estando a la vista miembros de Orden Público, que se mantuvieron pasivamente hasta que finalizó la operación de allanamiento. Dejamos bien sentado que, al no tener el Gobierno vasco ni la competencia ni los medios para impedir lo acaecido, no puede implicársele ninguna responsabilidad, la cual recae exclusivamente en el Gobierno Civil.
2.- Las imposibles pretensiones de los trabajadores de Nervacero, S.A., de que sus problemas fuesen solucionados allí mismo, cuando ni ello es competencia del Gobierno vasco ni éste tiene más medios que los de urgir y hacer de intermediario con el Gobierno de Madrid.
3.- La falta de colaboración de los representantes de varios partidos políticos presentes en el Parlamento, que intentaron eludir su responsabilidad endosando al Gobierno las pretensiones de los trabajadores, y cambiando de actitud tan sólo ante la intervención demagógica y el intento de capitalización de los hechos por parte de dirigentes de HB y MC, destacando la desleal actitud de los parlamentarios de EE en este sentido.
4.- La manipulación de los dirigentes de HB y MC, que acudieron a sacar provecho político y protagonismo, como el caso de los señores Letamendia, Ziluaga, Idígoras, Aizpurua y de Rosa Olivares, haciendo su demagogia habitual sobre el hambre y el impago, momento en que uno de los trabajadores de Nervacero les increpó diciendo: «Mentiras, no; yo, como todos los demás, he cobrado 325.000 pesetas en lo que va de año».
5.- Los insultos y vejaciones de todo tipo contra el Lehendakari y sus consejeros, especialmente los sufridos por el lendakari Leizaola.
6.- La aparición de una masa de gente que, bien por la convocatoria del PNV o alertados por las noticias radiofónicas, acudió frente a la Diputación y fueron la causa determinante del cambio de actitud de los asaltantes que, confiados en la no intervención de las FOP, vacilaron sin embargo ante las consecuencias de la ira popular, procediendo al desalojo de la Diputación hacia las 5,15 de la madrugada, finalizado el cual los miembros del Gobierno y Parlamento vascos fueron acogidos por ovaciones y otras muestras de adhesión y apoyo.
Estos hechos han revestido la gravedad límite, aun en una sociedad acostumbrada ya a ocupaciones de Ayuntamientos, Plenos tumultuosos y encierros. En cualquier Código Penal de cualquier país democrático la invasión de un Parlamento o el intento de influenciar por la coacción las decisiones del mismo, está castigada con las máximas penas.
Está claro que nos hallamos ante una acción premeditada y concertada, en la que se aprovechan de los presos, los parados, Lemóniz o el IRPF, no para solucionar tales problemas, sino para agitar, desacreditar y crear el caos. Un caos del que no vendrá la revolución, sino la dictadura.
La manifestación de Roberto Lertxundi: «Sería la primera vez que unos trabajadores encierran a trabajadores de izquierdas», no es cierta. Al menos una vez se ha producido en la Historia: cuando los bolcheviques irrumpieron en la Duma y la disolvieron.
Pero tengan muy en cuenta los agitadores y manipuladores de MC y demás grupos minoritarios y violentos que ni Garaikoetxea es Kerensky, sino representante de la nación vasca, ni el Parlamento vasco es la Duma, y que la gran mayoría del pueblo vasco está dispuesta a defender con uñas y dientes las instituciones vascas conseguidas tras 40 años de dictadura.
En este sentido:
1.- Pedimos a las instituciones y autoridades vascas la averiguación de qué personas y grupos políticos han instigado, dirigido o manipulado los sucesos a que nos referimos y su denuncia ante el pueblo.
2.- Declaramos nuestro expreso apoyo a los consejeros de Industria y Trabajo, Javier García Egocheaga y Mario Fernández, por su empeño en la solución del problema de Nervacero, S.A., viajando a Madrid al día siguiente de su nombramiento, para tratar precisamente el caso de esa empresa, que, aunque no dependiendo de ellos su solución, se han dedicado con especial esfuerzo hasta el día de hoy, en que han vuelto a Madrid, a insistir sobre el mismo, tras una noche de tensión y de insultos.
Denunciamos a este respecto el cínico comunicado del grupo parlamentario de Euskadiko Ezkerra, emitido el viernes a las seis de la tarde, poco antes de que uno de sus miembros, Chuchi Corres, se vio forzado a mantener una postura bien diferente ante los demagogos de HB y MC.
3.- Recomendamos al Gobierno vasco que, teniendo ya designados sus miembros en la Junta de Seguridad, si el Gobierno central siguiera con sus tácticas dilatorias, proceda a la formación de la Policía Autónoma, al reclutamiento de sus miembros y a la creación de la cadena de formación, acudiendo a la consecución de créditos si no dispusiera de medios.
4.- Transmitimos al Bizkai Buru Batzar nuestra felicitación por la convocatoria hecha a los afiliados de Bizkaia, haciéndola extensiva a todos los que secundaron su llamamiento, acudiendo a la calle de madrugada y bajo las inclemencias del tiempo, sabiendo mantener una total disciplina y siendo factor esencial en el desalojo de la Diputación.
5.- Declaramos nuestra firme voluntad de convocar al pueblo en cualquier ocasión similar en que las autoridades democráticas de cualquier rango se hallaren coaccionadas, pidiendo a todos que acudan al llamamiento que estén dispuestos a lo que hubiera menester para apoyar la libre acción de quienes ostentan la representación del pueblo.
6.- Convocamos a todos aquellos que han luchado por la democracia, por el Estatuto y por las instituciones vascas a una gran manifestación en Bilbao el sábado día 5 de julio para expresar públicamente nuestro apoyo al presidente, Gobierno y Parlamento vascos y nuestra decisión de no doblegarnos ante el miedo, la intimidación o la violencia.