Marcelino, las banderas republicanas y la farsa principesca

Antena 3 ha comenzado sus informativos de ayer lunes con el quinto cumpleaños de la niña Leonor, hija de Felipe y Leticia. A esta niña no importa sacarle la cara y sus gracias. A otros niños les está prohibido salir así. ¿Por que lo hacen?. Quieren que no nos olvidemos que están ahí y que si falla uno hay otro y si falla ese otro, hay otra. Esa es  la gran causa nacional que lo permite todo.

El sábado 30 fue despedido como en los viejos tiempos Marcelino Camacho, fundador de Comisiones Obreras. Parecía que estábamos en 1977. Banderas republicanas por doquier, el canto de la Internacional, puño en alto, gritos revolucionarios. Pues claro. Marcelino fue y murió siendo un comunista consecuente y un republicano de ideas claras. Nada que objetar. Todo lo contrario.

Yo sigo criticando la absoluta falta de análisis por parte de una prensa entregada y de unos dirigentes que se mueren por una foto y son incapaces de puntualizar alguna cosa. Por ejemplo,  lo de la niña Leonor  y la visita de Felipe de Borbón a la capilla ardiente, que indudablemente fue un gesto que a él le salió gratis e incluso le sirvió, para mejorar la imagen de un «príncipe de todos». Mío, desde luego, no.

Felipe de Borbón dijo: «La Corona quiere rendir homenaje y tributo a su figura histórica en la transición española, en la defensa de los trabajadores y en la lucha por los derechos sociales».

Perfecto. Se le olvidó decir que sobre todo bajo el franquismo, aquella horrorosa dictadura que tan silenciosamente vivió su padre y que gracias a ella está él ahí, porque Camacho fue encarcelado y tuvo que exiliarse. ¿Qué es eso de hablar solo de la transición y no de la dictadura como si ésta no hubiera existido?.

En segundo lugar me hace gracia este homenaje público palabrero a Marcelino Camacho, con semblante compungido pero teniendo un premio, como tiene a su servicio, corno es el “Príncipe de Asturias”, no se lo dieron si tan convencido está el Señorito Borbón de los servicios de Camacho a los trabajadores. ¿Y por qué el Príncipe de Asturias?. Pues porque no hay otro y porque está dotado de dinero público, pero lógicamente es más bonito para la foto entregárselo a La Roja o a Woody Allen. Camacho y su estupenda mujer que le hacía aquellos jerseys de punto y cuello de cisne, deslucen lo que se busca con estos Premios.

Una vez más me parece todo esto de una gran hipocresía, un gran montaje mediático acrítico para ir consolidando que después de Juan Carlos viene Felipe y que el chaval es sensible a las trayecto­rias luchadoras de los resistentes de la democracia. Toda una farsa.

Lo malo de todo esto ¿saben que es?. La prensa que tenemos y los políticos del PP y del PSOE que aguantamos. Una democracia de muy baja calidad.

Sugiero una visita y dos libros

Gobierno Vasco 1936

Este  sábado he visitado una exposición que recomiendo vivamente en este puente. Previamente he ido a la clínica de la Virgen Blanca, en Begoña, a visitar a Txomin Saratxaga recién operado. Le he encontrado con la maleta preparada, ya que le daban el alta. Leía y apuntaba en los márgenes del libro «Extraños en Madrid». Con su bata de lord inglés podía ver desde la ventana, la Basílica. Toda una foto.

Me ha dicho que el libro le estaba gustando y que se leía bien. Dicho por un “erizo” (kirikiño) como él, tiene su valor. Me ha anunciado que para el día de San Andrés organiza una cena y que en ella se podrían  hablar de estas cosas apuntadas en la edición.

De allí he ido a la Sala de Exposiciones de María Díaz de Haro donde he visto con detenimiento la muestra «El Lehendakari Aguirre y sus gobiernos». Me ha parecido magnífica. El sombrero de Aguirre, el bastón de munícipe, cartas, las gafas de camuflaje que usó en su huida como estanciero panameño, una película documental, libros, fotografías inéditas, el uniforme del comandante Arana, las biografías de todos los Consejeros, el texto de la jura de Leizaola y del propio Aguirre, en fin, un sinnúmero de cosas interesantes y al final una publicación estupenda que obsequiaban a la salida. José Luis de la Granja y Santiago de Pablo han sido los comisarios de la muestra y los autores del texto de ésta edición surgida al calor de la celebración del cincuentenario de la muerte del Lehendakari. Lo han bordado.

La exposición va a moverse por Getxo, Donostia-San Sebastian, Vitoria-Gasteiz y Gernika-Lumo. Ojalá pudiéramos llevarla al Congreso de los Diputados. Madrid debe ver éstas cosas.

Después he ido de librerías. El libro “Extraños…” está en todas. La distribución ha sido buena. En una de ellas me he hecho con el libro del Lehendakari Ibarretxe «El futuro nos pertenece». Está escrito por Koldo Ordozgoiti. El libro promete. Trataré de leerlo estos días. Se presenta esta semana.

La visita que recomiendo en el título de este post es la exposición de Agirre y sus gobiernos y, los libros, el del Lehendakari y el de «Extraños en Madrid». Yo, como Umbral.

Presenté el libro “Extraños en Madrid” en Barcelona

Estuve el jueves en Barcelona. Llegué la víspera para poder presentarme a las 8:30 en TV-3, en el muy seguido programa de Josep Cuní, un magazine que alterna, desde las seis de la mañana, las noticias, con las entrevistas, con lo misceláneo y sobre todo con la actualidad. Le conozco a Cuní desde la época de Catalunya Radio.  Me comentó un día que le gustaba  el queso de Idiazabal. Le  dije que había leído que  el ganador de este año había descrito el secreto del suyo «ni muy fuerte, ni muy suave». Como ha de ser la política. Me dijo que tenía un segmento  de seguimiento de su programa del 24%, estaba contento y en plena pre-campaña electoral catalana. Ese día la pregunta que hacía a sus televidentes  era si el catalán tenía que ser el idioma  preferente en las administraciones públicas catalanas. Ganó el SI por un 96%.Todo su programa era en catalán.

La entrevista se basaba en el libro «Extraños en Madrid» publicado por una editorial catalana, aunque ésto no fue óbice para hablar  durante tres cuartos de hora de muchas cosas: de ETA, de Batasuna, del Concierto, del apoyo al PSOE, de Roca, de transferencias… fue una entrevista muy viva. Tuvo su rebote en la tertulia posterior y a las once en comentarios de Pilar Rahola, a la que luego llamé. Salió a la palestra la historia de cómo la figura de Roca es ahora en Catalunya la de un “intocable” y a Pilar le había gustado que yo le hubiera tocado. Rahola escribe todos los días una columna en La Vanguardia, en el espacio que antes utilizaba el fallecido Baltasar Porcel. Y salvó la distinta forma de hacer política de los catalanes y de los vascos, hay muchos puntos en común.

Después de dejar TV-3 paseé por La Diagonal y el Paseo de Gracia en un día espléndido con mucha gente en la calle. Barcelona además tiene presencia turística  todo el año y eso da mucha vida a una ciudad tan espléndida. Y a las dos comida con editores y periodistas de todos los medios. El libro lo han enmarcado en la sección política, no en la cultural. Entre los presentes el famoso y reconocido editor Rafael Borrás, que me regaló su libro sobre el rey. No lo conocía y me interesó.

Me presentó el editor Ramón Serrano quien contó la historia del volumen. Dijo Ramón, “Le llamé, le dije que quería un libro suyo ya que no había podido publicar «Una monarquía protegida por la censura» porque se me adelantó la editorial Foca-Akal y le propuse me contara una historia a la que yo le  pondría  el título «Extraño en Madrid». Iñaki me añadió una “s” «Extraños» y metió a catalanes y gallegos en la historia. Es difícil a mi edad -dijo Serrano- encontrar una nueva amistad y yo la he encontrado”. Le agradecí vivamente sus palabras. De joven había trabajado en Pasajes y en Lasarte y había descubierto gentes con una lengua incomprensible. Nadie le había hablado de ella.

Hizo de presentador-moderador el historiador Joan Cuyás un académico estupendo que se había leído el libro. Dijo que era una obra miscelánea, con toques de análisis históricos, dibujo de personajes, vivencias personales, reivindicación de la figura de Sabino Arana y capítulos dedicados a ETA y a la transición. Le había interesado. La descripción de Astarloa, el comentario sobre Bono que era más español que un botijo, el trazo sobre Pérez Rubalcaba, le  hicieron sonreir y preguntó sobre ellos.

Me quejé de lo poco que escriben los políticos. Creen que hacerlo es para trabajar solo sobre un sesudo ensayo, que luego nadie lee ya que aquí no hay la tradición francesa o inglesa según la cual los políticos dan cuenta de lo que hacen y si hay un hecho de gran interés, a la semana en las vitrinas, hay un ejemplar sobre ese hecho. Les dije que todos los libros que he escrito han sido por encargo y que gracias a uno de ellos, «Agur Aznar», la ministra Salgado le calló la boca a Rajoy en el debate presupuestario la semana pasada.

En el debate que se produjo les contesté que efectivamente no era un libro de ensayo sino un libro-percha donde con ese título yo iba colgando y exponiendo cuestiones del porque somos raros en Madrid. El debate fue muy ameno y agradable y salí de allí al aeropuerto para llegar a Bilbao con el retraso propio de la huelga de controladores en Francia. Un comandante facha nos anunció la llegada a «Vascongadas». El libro habla de estas cosas.