A raíz de la huelga de controladores me comentaba un colaborador gallego que tenemos en el Grupo parlamentario de Madrid que él, hace 22 años quiso ser controlador aéreo y al enterarse, por el amigo de uno de ellos, que se habían abierto las inscripciones para optar a las oposiciones fue a la ventanilla correspondiente. Allí una señora le preguntó cómo se había enterado de aquella convocatoria ya que ésta se encontraba en el tablón interno de las dependencias del personal. Le dijo que a través de un amigo y la señora le disuadió de presentarse. “Esto es para los allegados y por eso solo se cumple con el requisito del tablón pero para que lo vean los que trabajan aquí”. Y se quedó nuestro gallego con un palmo de narices. Endogamia y corporativismo en estado puro. Eso fue lo que acabó la ley aprobada en febrero, entre otras cosas, junto al reordenamiento de las abusivas horas extras y es lo que los controladores no han asimilado, y por eso hicieron su huelga salvaje e inhumana y absolutamente estúpida.
Las dudas del PP de no querer aumentar el período de alarma, no le vienen mal al PSOE porque el ciudadano no entra en sutilezas de si echar mano a lo excepcional es bueno o no, con toda la gravedad que esto supone para el buen funcionamiento democrático de un estado. El ciudadano lo que quiere es viajar y que no le molesten unos señores que ganan al mes lo que el presidente del gobierno en un año a cuenta de sus manejos y de un supuesto estrés así como de de su corporativismo y la dejación que diferentes gobiernos han ido concediendo a este cuerpo de élite que por tirar demasiado de la cuerda se les ha roto en las manos.
En la comparecencia parlamentaria del martes el portavoz de CIU, Pere Macías, le decía al ministro Blanco: “Oiga, ustedes también tienen responsabilidad en ésto y yo que soy su creyente, en misa cada domingo suelo pedir que el más allá sea como AENA, y tener un sueldo como el de Magdalena Álvarez, la ministra socialista de Fomento que salió del ministerio y está de vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones ganando prácticamente como un controlador aéreo”.
Mientras el PSOE da imagen de autoridad, no se habla de la crisis económica y los ciudadanos saben que van a poder programar sus vacaciones sin que unos señoritos emborrachados de prepotencia les hagan la vida imposible. Y eso computa.
José Ramón Beloki le dijo al ministro que todos los ministros de Fomento deberían ser castigados contra la pared y obligarles a leer 150 veces el convenio colectivo que los controladores aéreos firmaron en 1989.
De momento solo sabemos que en estas Navidades se puede volar si el tiempo y el volcán no lo impide. A partir de enero todo está abierto y todo será posible. Hasta una nueva bronca.