Martes 25 de junio de 2024
Escribí hace quince días como Rufian condicionó de forma irresponsable la decisión de Puigdemont en el momento cumbre de presentar o no la declaración de independencia diciendo en un tw que éste había traicionado a Catalunya por 155 monedas de plata y de cómo, con toda legitimidad, pero sin un plan serio de actuación, siete años después de aquella declaración de independencia en el Parlament catalán los diputados de ERC y JUNTS en el Congreso estaban felices y se abrazaban hace un mes por haber logrado se aprobase una bregada ley de Amnistía, aunque en el camino hayan perdido la mayoría independentista que tenían en el Parlament. Para ese viaje, al parecer no contemplaron la cantimplora adecuada. Felicidades, pero muy poca cosa para Catalunya. Todo lo contrario.
Digo esto pues durante años han sido nuestros amigos catalanes los paradigmas del buen hacer en política, mientras los rudos vascos éramos unos manazas sin muchas luces. Maravillas de la vida, curiosamente, pasa el tiempo, y parece que no es tan así, pero el dato no se reconoce, ni por unos ni por otros. Ni por ERC socio de Bildu, ni por una opinión política española absolutamente ignorante de lo básico en política. Por eso me he acordado de Pablo Azkue y su teoría de la gota malaya. Hay que repetir y repetir y repetir para que se den cuenta que sin la visión y contumacia de las gentes del PNV, no tendríamos Concierto ni muchísimas cosas más, pero es preciso cacarearlo.
Marta Rovira, secretaria general de ERC acusó a los diputados de Junts de “vasquitis” por reconocer éstos lo que en Euzkadi se había hecho. Fue una acusación injusta, pero respetable sobre todo cuando ahora resulta que la misma señora reivindica el Concierto Económico, como soberanía fiscal, para Catalunya sin poner a nadie en antecedentes de una historia de 146 años, con un decreto sancionador de Franco a Gipuzkoa y Bizkaia como “provincias traidoras” en 1937 que nos despojaba absolutamente de nuestra capacidad recaudatoria y sin reconocer, por ignorancia, que el Concierto no fue un “privilegio” como dice García Page sino un castigo de Cánovas del Castillo a esas “provincias del norte” que no pagaban impuestos tras la pérdida de la segunda guerra carlista. ”Van a hacer el servicio militar y a pagar impuestos. Para eso tenemos ocupado el país” nos dijo el amable malagueño. ”Si la fuerza causa estado, la fuerza es el derecho” y así quedó.
Destacable también que la primera reunión que tuvo Julio Jauregui, ex diputado, en La Moncloa, en nombre del PNV, con el presidente Adolfo Suárez en 1976, le puso como condición previa la devolución del Concierto para Gipuzkoa y para Bizkaia. Recordar asimismo que en plena discusión constitucional Jordi Pujol tachó al Concierto de “antigualla” y Miquel Roca lo desechó porque ”no había nada más odioso que la recaudación. Que recaude Madrid”. Lo decían los políticos profesionales a unos testarudos vascos que eran una gota malaya y unos pesados con su reivindicación del Concierto pero el olfato histórico del PNV les dictó que si había funcionado bien cien años y nos había dejado gobernar aseadamente nuestra casa, esa era la fórmula adecuada que terminó lográndose en 1980 solo cuando Suárez tomó la decisión de dimitir como nos dijo a Benegas y a mí en una recepción. ”Quiero que lo contéis. Hoy sería imposible”. Previamente el PNV se retiró de las Cortes, hubo una manifestación en Bilbao, con muerte, por ataque, del afiliado Ramón Begoña, un plante de los ayuntamientos a Suárez en su último viaje mientras el PNV se batía el cobre en la calle. Sí, en la calle y con un grupo de chavales de EGI detenido. Ni el PSE ni muchísimo menos HB pelearon por ello. Pablo Azkue nos echaría una bronca por no repetirlo y repetirlo, como las gallinas del corral. Ahora parece que cayó del cielo o nos tocó en una tómbola.
Aznar le dio carácter de indefinido
Una de las condiciones que puso el PNV para darle su voto afirmativo a la Investidura de Aznar en 1996 fue la reforma del Concierto Económico. No fue fácil discutirlo con un ex fiscal madrileño que había estado destinado en la Rioja aunque reconocía su valor histórico, pero se hizo lo más difícil todavía, y terminamos consagrándolo en la época más dura del presidente del PP, cuando tenía mayoría absoluta en febrero de 2002.
Tras mucho forcejeo se logró un Concierto de carácter indefinido, con concertación automática de los nuevos impuestos. Desaparecía la referencia a competencias exclusivas del estado, se mantenía el establecimiento de mecanismos que permitieran la colaboración de las Instituciones Públicas del País Vasco en Tratados Internacionales, se modificaba la Junta Arbitral, se creaba la Comisión Mixta del Concierto Económico, la financiación de la Ertzaintza, el acuerdo sobre los grupos de sociedades, el impuesto sobre la Renta de los no residentes, el impuesto sobre las primas de seguro, la estabilidad presupuestaria ….. y un sinfín de cosas más que fueron ratificadas en el Parlamento Vasco, y ¡Oh sorpresa ¡, con la oposición frontal durante todo el debate de Herri Batasuna cuyo portavoz, Antton Morcillo, aseguró que “no solo el estatuto está muerto, sino también el Concierto”. Gran olfato y un gran visionario, ¿verdad?.
¿Conviene recordar estas cosas?. Creo que si. ¿Se hace?. Creo que no a pesar del esfuerzo de Pedro Luis Uriarte que creo la Comunidad del Concierto-Gurea Kontzertua con personas comprometidas, de toda clase. No tiene ideología, ni cuotas, ni sede, ni cargos. Solo puso en marcha una web de gentes que querían no se perdiera la esencia de lo que es el Concierto y el deseo de preservarlo y potenciarlo. En su día y ante el ataque a la singularidad vasca por parte madrileña hizo una afirmación contundente. ”Madrid es el auténtico paraíso fiscal del estado español”. Lástima que no lo repitamos un millón de veces porque ahora se ha dado cuenta una ERC que lo valora sin ponernos la menor medalla así como que las instituciones no tengan como norte defender este instrumento único, porque este debate de políticos españoles históricamente ignorantes tildando al Concierto de privilegio, enredándolo todo con las reivindicaciones de ERC agarrándose a un clavo ardiendo, pueden terminar por perjudicar a un Concierto y a un Convenio ratificado históricamente, en Navarra con la Gamazada, y que ha funcionado ante una Catalunya tan potente económicamente pero tan débil en su fiscalidad siendo el 20% del PIB hispano y cuyo logro, dejaría a ese Madrid chupóptero en los huesos.
Nadie pone encima de la mesa que el Concierto es un factor de riesgo que se basa en que has de recaudar más de lo que gastas pues Papá estado no va a tapar tus agujeros. De eso no hablan. Solo comentan que es una anomalía histórica y un privilegio a eliminar. Y nosotros callados como el bacalao de los millones de huevos. Nos hace falta no solo tener voz sino un potente altavoz funcionando 24 horas defendiendo lo hecho.
Así fue. Que a nadie le extrañe que si la política es diferenciación, sin información previa y continuamente cacareada, el ciudadano piense que todos somos iguales. Y no es así. Que se lo pregunten a Antton Morcillo.