Necesitamos un fondo soberano vasco

Sábado 16 de marzo de 2024

Por Alexander Zapirain

A la hora de elaborar una planificación económica, todo gobernante se enfrenta a la incógnita de saber cuál será el futuro en el que su país tendrá que competir. A día de hoy, y en un país como el nuestro, es imprescindible que quien confeccione las políticas económicas apoye el emprendimiento y las economías basadas en el conocimiento y la innovación. Sin embargo, acertar no es tarea fácil puesto que la innovación no es una técnica lineal y la inversión en ella contiene riesgos. Como ejemplo de lo que digo, es paradigmática la editorial publicada en 1939 por The New York Times ante el debut de la televisión en la Feria Mundial de ese año, donde señalaba que “la televisión nunca será un serio competidor para la radio puesto que la gente debe sentarse y mantener la vista pegada a la pantalla”. Lo dicho: las innovaciones transformadoras son siempre difíciles de predecir.

No obstante, debemos poner el foco en la innovación, que resulta un catalizador de la productividad y genera una competitividad sostenible a largo plazo. Para eso, los gobiernos deben ejercer un papel estratégico en el fomento de la investigación y en las iniciativas que puedan transformar el tejido científico e industrial.

Una de las propuestas para profundizar en lo anterior es la generación de ecosistemas frente a la apuesta por empresas concretas. De hecho, países como Corea, que en los 80 triunfaron apostando por la creación de grandes empresas (Samsung, LG…), hoy en día financian ecosistemas (incubadoras, aceleradoras, parques industriales-tecnológicos etc.).

Para crear este conjunto de ecosistemas, es importante configurar medidas concretas dentro de seis líneas estratégicas:

– Financiación: Debemos generar un entorno con pluralidad de instrumentos para canalizar las inversiones, tales como la toma de participaciones en capital, la garantía recíproca, el gasto público en innovación y desarrollo y, lo que en mi opinión debe potenciarse en Euskadi, los préstamos participativos y un fondo de capital riesgo público.

Esta financiación puede realizarse en diferentes etapas de la vida de una empresa, pudiendo encontrarnos ante: capital semilla que permita desarrollar una idea o un prototipo de producto, rondas de financiación en las que comience la producción comercial y el marketing, el capital de crecimiento o growth capital en procesos de expansión, y el momento de consolidación a través de los procesos de modificaciones estructurales.

Como decía, debemos crear un fondo de capital riesgo público o Fondo Soberano Vasco (FSV) que vehiculice las inversiones estratégicas del país. Este instrumento invertiría, además, con un criterio de Inversión Socialmente Responsable que valore no solo la propia inversión sino la capacidad de esas empresas para realizar cambios en la sociedad, aportando beneficios económicos y sociales. De esta manera, y a diferencia de una inversión cuyo único objetivo es el rendimiento financiero, el retorno se conseguiría a largo plazo en forma de productos o procesos de innovación que permitan el acceso de nuestra economía a nuevos mercados.

En cuanto a la estrategia de inversión del FSV, esta debería enfocarse en los inicios de la financiación o fases semilla y en la consolidación sectorial de empresas, no siendo un mero prestamista. ¿Por qué? Porque manejar una cuota del capital de un proyecto exitoso que se enfrenta a un proceso de compra por parte de inversores extranjeros permitiría atar el centro de decisión de la empresa al país que le ayudó a nacer. Esta cuota de control es más asumible al comienzo de la andadura de una empresa que al llegar a una etapa de madurez.

Aunque la propuesta suponga un esfuerzo altísimo, tenemos agentes en Euskadi, como las fundaciones bancarias, los fondos de las EPSV o la posibilidad de realizar transferencias fiscales para nutrir el fondo soberano. Las experiencias de ITP, Gamesa, Ticketbis o Arcelor Mittal son el ejemplo de la realidad que debemos gestionar, sobre todo si pretendemos convertir Euskadi en un ecosistema emprendedor en vez de en un escaparate de venta de las start-ups o empresas que tengan éxito.

Por lo tanto, la creación del FSV nos permitiría: Contar con un instrumento de financiación para potenciar la innovación y el emprendimiento, dirigiendo el desarrollo industrial hacia lo que estimemos sean ejes estratégico-tecnológicos; y ejercer una minoría de control para que nuestras empresas no sean deslocalizadas ni desplacen sus centros de decisión como consecuencia de un previsible proceso modificación estructural (fusiones o adquisiciones).

– Fiscalidad y regulación. Siguiendo con las acciones de las líneas estratégicas, medidas como las ventajas fiscales para inversores particulares, créditos fiscales en favor de este tipo de inversiones o del gasto privado en innovación y desarrollo son medidas realizables a corto plazo.

– Fomento de la clusterización y los centros en red. Dotar de un espacio físico a ese ecosistema es vital. Para ello, los parques tecnológicos, las redes y asociaciones de capital riesgo, las aceleradoras e incubadoras y los institutos de investigación públicos son elementos centrales. Tras una potente política de clusterización en Euskadi, es tiempo de concentrar los recursos y desatomizar ese sector para ganar en músculo, volumen y competitividad. Debemos tener valor añadido, pero debemos ir pensando en adquirir tamaño. El mundo es muy grande.

– Atracción del talento. Es un tema recurrente, pero faltan medidas concretas. Iniciativas como la aceleradora líder latinoamericana Start Up Chile o los visados para emprendedores son medidas que generan fuerzas atractivas y deben ser imitadas.

– Educación. Debemos introducir la cultura del emprendimiento en el modelo educativo y hacerlo con medidas concretas tales como internships universitarios en start-ups, la orientación de la enseñanza universitaria a las necesidades de nuestras empresas, programas de desarrollo de habilidades inversoras o la introducción de un currículum tecnológico serio en la educación obligatoria.

– Infraestructuras tecnológicas. Hay que pasar de ser ciudades o territorios amables a ser ciudades o territorios inteligentes. Iniciativas como las conexiones a Internet de gran velocidad, recursos de software libres, open data públicos o la creación de living labs o ecosistemas de innovación abiertos son acciones que podemos encarar en el corto plazo y que pueden ensanchar nuestro ecosistema innovador.

En conclusión, debemos apuntalar una economía basada en ventajas competitivas de carácter tecnológico que tenga un horizonte a largo plazo, y ser capaces de ofrecer inversiones atractivas y de valor añadido. Además, se debe intervenir mediante un Fondo Soberano Vasco que sirva tanto como tracción de este proceso como de cortafuego ante los riesgos que enfrenta un territorio que comprometa recursos en crear estos ecosistemas competitivos: la deslocalización y la pérdida de sus centros de decisión. ¡Pongámonos en marcha!

El funeral de Josu Olazaran

Sábado 16 de marzo de 2024

En la fotografía  le vemos  Lehendakari Urkullu leyendo la epístola en la parroquia de San Román de Zierbena, iglesia del siglo XII remozada en  1880, donde se celebró el funeral en recuerdo de Josu Olazaran, burukide del BBB y del EBB. Me gustan los políticos auténticos que no esconden sus creencias. La autenticidad es un grado en política y en la vida.

Subía yo la cuesta hacia la iglesia y coincidía con Pepe Rubalkaba que se quejaba de no haber visto ni una esquela puesta por las ejecutivas. ”Tranquilo Pepe -le he dicho- me ocuparé pongan la tuya”. Y se lo ha comentado a Andoni Ortuzar presente en el funeral en dicho pueblo, vecino de San Fuentes, donde vive.

Y es que esto de las esquelas  y el no ponerlas no es una modernez, sino una cutrez. No es que sea un antojo familiar, sino una información necesaria para poder honrar a personas como Olazaran que fueron claves en el EAJ-PNV en momentos importantes de la reciente historia. En esta era de la super información parece mentira no se honre, ni se ayude a los periódicos  ni se dé información básica del funeral y de la familia, ni se rinda homenaje a una persona que con su servicio trató de mejorar la sociedad que le tocó vivir y, si es verdad que había muchas coronas en el altar pero eran difícil identificarlas  identificar desde la lejanía.

Destacar la homilía del sacerdote y el gran número de “vieja guardia” del PNV allí presente. Desde Jose Manu a su gran amigo Karmelo Intxausti pasando por el ex Diputado General de Gipuzkoa Román Sodupe, y de Bizkaia, Alberto Pradera y el ex secretario del EBB, Ricardo Ansotegi. O el susurrante Zalbidegoitia  personas que  convivieron con él y le apreciaron.

El día de su fallecimiento di cuenta del BBB presidido por Javier Atutxa (Solabarrieta, Petralanda, Guerrero, Aspuru, López Egaña, San Juan, Sarria, Caballero, Egileor y Maidagan), pero me faltaban los otros Bizkai cuyos nombres me ha facilitado el Lehendakari Urkullu.

Son estos.

1984 -1986.: Jesús Insausti, Jose Mari Otxoa de Txintxetru, Jose Mari Cuñado, Karmelo Intxausti, Jose Luis Lekanda, Josu Olazaran, Josu Ortuondo, Mitxel Unzueta, Iñigo Urkullu y José Mari Zalbidegoitia.

1986 – 1988: Xabier Arzalluz, Jesús Insasuti, Jose Mari Cuñado, Jose Carlos Garai, Karmelo Intxausti, Jose Luis Lekanda, Josu Olazaran, Jose Mari Otxoa de Txintxetru, Mitxel Unzueta, Josu Ortuondo, Koldo Urkiaga, Iñigo Urkullu y José Mari Zalbidegoitia.

Hay que recordar a estas ejecutivas y sobre todo a los fallecidos. Pasaron por este mundo sirviendo a los demás.

Si tengo que decir que a pesar de haber estado el Lehendakari, el presidente del EBB y diversas personalidades, he notado la falta de candidatos electorales, Consejeros y cargos actuales del Gobierno, Diputaciones y burukides del EAJ-PNV  como si no fuera con ellos. Desconocer el componente familiar y emocional que tiene un partido y sus sentido de pertenencia no tiene nada que ver con un partido de 128 años. Es desconocerlo. Como si  la historia del PNV fuera cosa del cebolletismo, como si estar presente en una manifestación de dolor y apoyo  a la familia  no fuera una obligación y  no solo suspirar por  la final del Athletic  como si lo lúdico o las claves del poder fueran  el desiderátum  o no  fuera una cuestión  cívica, solidaria y partidaria. Espero no se quejen la noche electoral de este desistimiento. Muy lamentable.

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Fantástica denuncia de la comunidad universitaria vasca

Viernes 15 de marzo de 2024

El rectorado, decanato, profesores y alumnos de la UPV/EHU han impulsado y suscrito un manifiesto en el que denuncian «ataques a la convivencia pacífica» liderados por grupos minoritarios, a través de «insultos, amenazas, lanzamiento de pintura, deterioro del patrimonio público, e intimidación». En el documento, destacan que «la razón para estos desmanes» es que «no aceptan las reglas de convivencia que rigen» en la universidad pública vasca.

El texto, abierto a adhesiones a través de su firma en la web de la UPV/EHU, lleva el título de ‘En defensa de la universidad pública y de las personas que trabajamos y estudiamos en ella’, y critica los «repetidos ataques a la convivencia pacífica, mediante agresiones verbales y físicas, insultos y amenazas a personas, destrozos de equipamientos y de instalaciones» que se han producido en los últimos meses.

Los autores de estos «ataques a la convivencia pacífica», según asegura, han sido «liderados por grupos minoritarios, formados por estudiantes universitarios y por personas ajenas a la universidad».

La comunidad universitaria señala que «tristes ejemplos» de estos episodios violentos son los registrados en el Vicerrectorado del Campus de Álava, en la Facultad de Letras, en la Facultad de Informática, en la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología, en la Facultad de Ciencia y Tecnología, y en el Vicerrectorado del Campus de Gipuzkoa.

«En ellos ha habido insultos, amenazas, lanzamiento de pintura a objetos y personas, deterioro del patrimonio público, e intimidación a quienes no satisfacen sus peticiones», censura.

Tal como destaca el manifiesto, «parece que la razón para estos desmanes es no aceptar ni compartir las reglas de convivencia que rigen en la universidad». «Obviamente, estas medidas pueden ser criticadas, pero, obviamente también, la crítica derivada de la libertad de expresión debe hacerse respetando la libertad de expresión de los demás», añade.

Por ello, subraya que «las agresiones, los insultos y la intimidación provocan o intentan provocar que las personas víctimas de esos comportamientos se callen». «Pretenden silenciar la discrepancia y eliminar así el debate y la convivencia», asevera.

En este sentido, recuerda que algunas de acciones violentas suponen «daños en la integridad» del patrimonio, «que debe ser repuesto utilizando dinero público», que procede de los impuestos de la ciudadanía, «que no es ilimitado y que, por tanto, dejará de ser destinado a otros fines».

«En definitiva, estos comportamientos atentan contra los derechos de personas, contra los bienes públicos y contra el prestigio de nuestra universidad pública», resalta.

Tras calificarlos de «absolutamente inaceptables», agrega que esta declaración pretende «dejar claro que no nos callamos ante las agresiones». «Queremos que todas las personas que trabajan o estudian en la universidad se sientan cómodas y seguras en ella, que puedan expresarse y dialogar libremente, y que dejen expresarse también a las demás», asegura.