Los olvidos de Felipe VI

Jueves 4 de enero de 2024

El PP quiere ilegalizar la disdencia. No es nuevo. Ignacio Astarloa, siendo secretario de estado cambió el Código Penal para enjuiciar a Ibarretxe si a este  se  le ocurría convocar un referéndum. El PP se parece más a Vox.

Lo malo es que ante estos excesos Felipe VI calla. Y es bueno nos acordemos de él.

El afamado exiliado doctor Trueta, cuando volvió de su destierro le pidió a Juan Carlos de Borbón que si algún día tenía un hijo, no le pusiera de nombre Felipe.

Los catalanes tenían el pésimo recuerdo de cuando Luis XIV les ganó a los Austrias y colocó en Madrid a su sobrino Felipe V y trajo de París la descentralización con su decreto de nueva planta.

Felipe VI viene de esa cepa y se nota mucho. Mucho más ante estos excesos.

No viene de las Españas de los Austrias sino de la España Borbónica y centralizada.

En su mensaje de Navidad repitió hasta quince veces la palabra constitución.

No dijo nada de dejar de tener ese privilegio  medieval de la inviolabilidad.

Sin Constitución no hay democracia nos dijo solemne. El problema está en que solo ha leído una parte de ella.

La Constitución le atribuye el papel de árbitro y moderador, pero Felipe VI ni arbitra ni modera nada.

 Ante un poder judicial bloqueado cinco años calla y Sánchez y Feijóo han de apelar a una instancia Europea para que arbitre. Tampoco modera al PP ante estas iniciativas de castigar aquello que no gusta en  la capital de España

También dice la Constitución que existen nacionalidades, es decir Naciones y Regiones, pero él solo lee donde habla de la unidad indivisible e indisoluble de la patria, por lo que cada vez los llamados periféricos quieren saber menos de él.

También desconoce que existen lenguas cooficiales perlo le manda a su hija al ejército en lugar de una academia de lenguas tan legítimas como el catalán, el euskera y el gallego.

El problema de un  Felipe VI almidonado y lejano es que no ha aprendido a ser un rey democrático a  pesar de que le llaman el “preparao” y sobre todo  que el Estado Español no es Madrid.

Si no lo aprende en este 2024 tarde o temprano lo va a pagar él y su dinastía y serán pocos los que griten eso de Dios salve al Rey. A él no lo va a salvar ni Vox, ni el PP, sus grandes aliados estratégicos en la actualidad.

No estaría nada mal se ganara el sueldo.

¿Y por qué no regalamos libros?

Miércoles 3 de enero de 2024

El sábado seis se celebra el día de Reyes. Días de regalos para los que no celebran el Olentzero o el Niño Jesús o Santa Klaus. Y a veces no tenemos tiempo ni sabemos qué regalar a los aitites, a los aitas, a los hermano, a los amigos. Y un regalo barato y eficaz es un libro. Regale libros.

La foto es de la librería que tiene Elkar en el Casco Viejo y ahí está, entre otros, ”España. ¡Qué País, Mikelarena!” con vivencias de lo que es el Madrid político para los vascos nacionalistas así como de  la defensa que hace el EAJ-PNV de sus postulados.

Josep López de Lerma, abogado y quien fuera Vicepresidente del Congreso y portavoz de CIU, me hace este comentario desde Barcelona, aunque él es de Girona y ejerce. Puigdemont fue su jefe de prensa años atrás.

“El día 31 de diciembre en lugar de ver esos programas de televisión me tomé un paracetamol, me puse el pijama y empecé a leer tu libro. Estoy en  la página 75 en lo que cuentas sobre la conspiración del 23F. Debo decirte que se me hace muy atractivo todo lo que cuentas y dices y los ejemplos que vas deslizando. No tiene desperdicio el prólogo de Esparza. Habría que leerlo desde el púlpito del Congreso. Dos personas con creencias ideológicas y hasta espirituales distintas, con objetivos finales en parte antitéticos, mantienen una amistad ejemplar y hasta entrañable. Capaces no solo de respetarse sino incluso alabar aquello que les une.

Sobre el resto del libro te lo iré contando más adelante. Desde el estallido introductorio hasta lo del 23F y el papel del Emérito. Soberbio. Por cierto, son públicas las actas del juicio-farsa, porque aquí tendrías para otro libro”

No está mal lo que me dice López de Lerma. Se lo agradecí.

Creo que un libro es un buen regalo navideño. Cualquier libro.

Cuando la FIFA autorizó a la selección vasca a jugar encuentros internacionales

Martes 2 de enero de 2024

David Salinas Armendariz

En plena Guerra Civil española, constituído el primer Gobierno vasco bajo el mandato del lehendakari Aguirre, en abril de 1937 el Ejecutivo integrado por fuerzas plurales impulsa la selección vasca de fútbol con el nombre de Euzkadi. Su objetivo era realizar labores humanitarias y propagandísticas, y extender internacionalmente la causa del autogobierno vasco, de la República y de la democracia, en lucha abierta contra el fascismo. Se trataba de reunir a un gran número de las estrellas del balompié del momento, vascos de distintas ideologías políticas, que habían poblado la selección española y que procedían en buena parte del Athletic, dominador de las competiciones de clubes.

Desde que en 1915 se creara la primera selección vasca (precedente a la propia selección española) la etapa de 1937 a 1939 supone, sin duda, la más relevante a nivel deportivo y de repercusión internacional.

No se trata en estas líneas de glosar las glorias futbolísticas de aquel enorme equipo, que recorrió Europa y América y dejó una huella indeleble por su alto nivel deportivo y humano. Pretendemos detenernos en la relación que se produjo entre la selección vasca y la FIFA, único ente organizador del fútbol mundial entonces, relación que vamos a concretar en cinco destacables momentos.

Las fechas: 23 de abril de 1937

El día de San Jorge se inicia el periplo del Euzkadi en un avión que salió de Bilbao y que, tras escala en Baiona para recoger a los jugadores vascos del Real Madrid, llegaría a París para enfrentarse y derrotar al Racing de París, la mejor escuadra francesa del momento, en un Parque de Los Príncipes abarrotado. Las autoridades españolas no sólo permitieron la salida exterior del equipo, sino que asistieron a sus partidos, sin oposición alguna por parte de la FIFA, lo que se mantuvo a lo largo de la gira europea por Francia, Checoslovaquia, Polonia, la URSS, Noruega y Dinamarca.

5 de septiembre de 1937

Ricardo de Irezabal, delegado del seleccionado vasco y ex presidente del Athletic Club, tras la exitosa tournée por Europa, obtuvo la autorización de la FIFA para continuar sus encuentros internacionales, e iniciar ahora una gira por Centroamérica, con partidos contratados en México. En esas fechas los jugadores vascos seguían integrados en la Federación Española de Fútbol legal republicana, que con Ricardo Cabot de responsable trasladó su sede a Barcelona, y que prestó todo su apoyo al combinado vasco en su misión representativa.

6 y 7 de noviembre de 1937

En medio del fructífero recorrido deportivo y social del Euzkadi, con el desarrollo de la guerra en España, ya se había formado una nueva Federación Española de Fútbol, con sede en San Sebastián, creada por golpistas y militares sublevados, como alternativa a la Federación oficial con sede en Barcelona, y esa Federación disidente sería admitida en la FIFA en octubre de 1937. En reuniones celebradas en París en fechas 6 y 7 de noviembre, el Comité Ejecutivo de la FIFA mantuvo la simultanea doble representación del fútbol español y trató expresamente sobre la situación de la Selección Vasca, arribada a América, ante la presión de la representación sublevada para que el equipo vasco no continuara su itinerancia, en contra de la posición favorable de la delegación republicana. En dicho cónclave se acuerda por la FIFA conceder permiso a los vascos para celebrar los cuatro partidos programados en México.

Marzo de 1938

En esta sesión el Comité Ejecutivo de la FIFA trató de nuevo, y con atención, la cuestión del equipo Euzkadi en América, más en concreto en Argentina. Azuzado por la ya dominante Federación franquista, molesta por el gran recibimiento dispensado a los vascos en el país mexicano por autoridades, prensa y afición, y temerosa de que ello se repitiera en Argentina, donde la selección vasca ya había contratado partidos al máximo nivel, el ejecutivo FIFA decide no dar su visto bueno a tales nuevos encuentros. La nueva representación española aducía que los vascos «ejercían una actividad internacionalista» y que tenía jurisdicción para impedir la continuidad de su representación.

Es fundamental subrayar que, con motivo de esa decisión, en el acta oficial de la sesión se consigna formalmente que la selección de Euzkadi «jugó partidos en Europa contra Organizaciones de la FIFA, realizó una gira por la URSS y luego por América Central», subrayando que «en el inicio de su gira estaba bajo la autoridad de la Federación Española con sede en Barcelona», es decir, que contaba con la plena autorización de la República Española y consecuente aquiescencia de la propia FIFA.

3 de junio de 1938

En esa fecha se celebra el congreso anual de la FIFA, y tras lo debatido en el mismo sobre el «caso vasco» por mediación de la delegación cubana, el organismo internacional levantó la sanción que pesaba sobre la selección verde, pudiendo ésta desplazarse y contender de nuevo libremente. El Euzkadi jugaría en Chile y Cuba, y volvería a México el 3 de agosto de 1938, con un nuevo importante recibimiento, hasta el punto de acabar integrándose en la temporada 1938-39 en la Liga Mayor de México DF. Con el final de la guerra española acabó la aventura de aquel gran combinado vasco, algunos de cuyos integrantes jugarían en clubes argentinos, y la mayoría acabarían sus carreras deportivas en el país mexicano.

La constancia La relación de la selección vasca con el estamento oficial internacional FIFA fue en el período descrito de aceptación, autorización y reconocimiento, de la mano del apoyo expreso de la Federación Española de Fútbol de la República y de las autoridades de ésta, que apoyaron activamente su presencia en países de Europa y América. Sólo al final de la guerra española, la nueva Federación del bando vencedor prohibió la actuación deportiva vasca en el exterior, una representación que fue expresión de los valores deportivos, sociales y democráticos encarnados por aquel equipo.