«O ellos, o nosotros»

Domingo 12 de noviembre de 2023

Se lo oí por primera vez a Benjamín Netanyahu en su despacho de primer ministro en Tel Aviv. Se lo acabo de escuchar, con el chaleco antibalas puesto, en una rueda de prensa, confundiendo Hamas con el pueblo palestino. Daba miedo. Y, si me permiten, cuento aquella experiencia.

Fue un viaje parlamentario para celebrar el décimo aniversario de la apertura de relaciones diplomáticas entre el estado español e Israel. Fue del 1 al 3 de diciembre de 1996. Federico Trillo presidía el Congreso. No fuimos en línea aérea normal sino en un Falcon, el presidente y todos los portavoces, junto al personal diplomático. Tras cuatro horas y media de viaje llegamos a Tel Aviv. Nos esperaba el embajador Moratinos y nos alojaron en el hotel King David, hotel famoso donde se alojó la autoridad de la ONU que hacía la partición de Palestina y que los judíos volaron. Desde él se ven las murallas de Jerusalén. Omito los detalles de una agenda apretada. Visita  al parlamento israelí, museo del Holocausto con sus estrellas de David y todo el horror vivido, visita a la ciudad, una Jerusalén dividida en cuatro barrios, el judío, el musulmán, el cristiano y el armenio, papelitos y cabezazos  en el Muro de las Lamentaciones, Domo de la Roca….y a las 3:30 en el edificio donde tiene su oficina el primer ministro. Oficinas funcionales sin ostentación. Una sala, con una mesa larga. Netanyahu tenía poco tiempo pues salía para la Cumbre de la Osce en Lisboa y de allí a Madrid e Irlanda.

Picoteo lo que nos dijo:”

Entrevista con Netanyahu.

Es un hombre alto, directo y seguro. Aligal se sentó a su lado. Dos banderas y un candelabro.

«No hay partidos paz y otros anti-paz. Hay amigos de la cháchara. Un gobierno tiene que cumplir lo acordado por el anterior. No estuvimos de acuerdo con Oslo, pero ahora hay que cumplirlo. Ellos son los que no cumplen y esto hay que hacerlo a dos,  simultáneamente. No podemos permitir destruyan Israel.  Ahí está el caso de Hebrón y el del Túnel del Muro. Pedimos un apoyo equitativo. Los palestinos sienten el apoyo de Europa.

¿Qué viene después?. En Oslo se abrió la solución final a los Palestinos, la creación de un estado palestino. Y ante eso, yo les pregunto: Están de acuerdo con un ejército de 250.000 hombres. Con él con rol de espacio aéreo; con que tengan misiles y artillería; con el control del agua y los acuíferos; con que puedan hacer pactos con Libia e Irán. ¿Cuáles son las restricciones a los Palestinos?. Hay ámbitos en los que se puede ceder, en los que hay consenso. Esto no tiene nada que ver con el estado autonómico español ni con su  terminología. Había dos planteamientos. El de Wilson y el de Lenin. El de la autodeterminación y el super-estado. Todo o nada. Y la decisión afecta a 50 estados. No se puede darles la más completa libertad. Estallaría todo como una granada. Una bomba de desintegración. Esto no es la península ibérica. No se puede aplicar aquí. No se les puede otorgar la absoluta soberanía. Una combinación de las dos. Nixon pudo restablecer relaciones con China. El Likud con los palestinos. Arafat necesita presión. Antes se decía paz por territorios, ahora queremos paz con seguridad. Ustedes no le darían a ETA lo que quiere para que vaya contra ustedes. Oslo dice que la seguridad tiene que estar en manos de Israel. No han detenido a la Yihad, ni a Hamas. Ante una situación de terror el nuevo gobierno quiere paz con seguridad. Ustedes no negocian con ETA poniendo bombas y haciendo estragos, ni los ingleses con los irlandeses”. Sobre los palestinos que trabajan dijo que hay rumanos y otro tipo de mano de obra. “Las medidas son menos estrictas en el cierre. Hay 50.000 trabajadores palestinos aquí. Y hay que tener cuidado con la seguridad. Aquello no es territorio extranjero, es un territorio que se llama Judea”. Y nos hizo historia de su familia.” Mi bisabuelo llegó aquí, no había nada, y creó algo. Luego vinieron los árabes. Compró tierras. Aceptando a los árabes. Toda la comunidad internacional reconoció Israel. En el 67 atacaron. Y ahí empezó la espiral de violencia”.

Le rebatimos con educación sobre todo en función de los asentamientos, pero vimos que no iba a cumplir nada de lo acordado en Oslo. Hacía un año habían asesinado al primer ministro laborista Isaac Rabin, el de los acuerdos, premio Nobel de la Paz y quien decía que la paz se hace con el enemigo, no con los amigos. Netanyahu terminó diciéndonos desafiante. ”O ellos o nosotros”. Shalom. Se fue. Le esperaban en la puerta haciendo señas. Es un rodillo. Era claro que quería imponer sus condiciones y cambiar Oslo. Lo malo que en estos años él, Trump y Biden han creído que se podría lograr solucionar el conflicto árabe-israelí sin los palestinos. Y ya vemos lo que está pasando.

Fue muy interesante la entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores David Leavy. Nos dijo que Oslo no fue un caballo sino un camello y que no fue un acuerdo de paz hecho por políticos o diplomáticos y la prueba es que continuaban Hamas, la Yidha y Hezbola. Estuvo muy crítico con Arafat y su falta de coraje. Y cerramos ese día cenando en su casa con el antiguo embajador en Madrid y ex ministro de exteriores Shlomo Ben Ami, viejo amigo del PNV, que llenó su casa de intelectuales judíos. Me quedé con la copla de que él creía que había que invertir en Gaza, convertirla en una Singapur vecina y no en un campo de concentración inmenso como ha sido y es en la actualidad. Ben Ami nos dijo que Israel había nacido del complejo de culpabilidad de la Europa cristiana tras el holocausto y un joven nos comentó que el gravísimo problema es que judíos y palestinos no se hablaban y nos repitió una frase de la ex primera ministra Golda Meier que había dicho que “habrá paz en el  Medio Oriente solo cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que odian a Israel”. Le dijimos que esa frase valía también, a la inversa para los judíos y con eso y lo dicho por Netanyahu sobre ETA tuvimos un muy animado debate hasta la madrugada.

 En Gaza con Arafat.

Al día siguiente desayuno con la prensa, entrevista con el  presidente de Israel  Ezer Weizman. Piloto en la II guerra mundial y fundador de la Fuerza Aérea israelí. Había participado en la campaña del Sinaí, visita a la Knset donde Juan Carlos  de Borbón había pedido el ejercicio del derecho de autodeterminación para Palestina, entrevista con los sefarditas, Museo de Israel, entrevista con Shimon Peres y follón con nuestros invitadores pues les pedimos estar con Arafat en su oficina de Gaza, con el fin de escuchar a las dos partes. Al final transigieron pero nos dijeron que a nuestra cuenta. Moratinos organizó el viaje y la seguridad. Dejamos de ir a Belén y al Mar Muerto. Y llegamos a la casa, seguramente hoy destruida, al borde del mar, tras pasar por calles de tierra, mucha gente ociosa, casas sin terminar, burros, pobreza y abandono.

Subimos al primer piso a una  sala  con una foto grande de Jerusalén. Se abrió una puerta lateral y apareció  Arafat con su keifa palestina. Saludó. Habló en árabe. Se quedaba con la vista perdida y fija. Levantaba la voz. Gesticulaba. Sus ojillos vibraban. Llevaba uniforme. Tenía la voz firme. Había venido a recibirnos de El Cairo y se iba a Arabia Saudita. Se movía mucho desde Gaza. Nos dio la impresión que estaba prisionero del personaje tan identificable  que había creado.

«Este gobierno israelí no quiere cumplir los acuerdos de Oslo. Pero es un acuerdo internacional. González y otros países lo firmaron. Confiamos  en la  ONU. Ahora lo quieren cambiar. Eso es imposible de aceptar. Piden la persecución en caliente en Hebrón. Si aceptamos se acabó el proceso. Esta mentalidad reina en Israel. Estamos en el séptimo  mes y todavía nada puede hacerse. Tenemos de 7 a 9 millones de pérdidas diarias. La situación económica es muy mala. Si no fuera por el dinero de los palestinos del exterior, pereceríamos. Cualquier bloqueo significa una  declaración de guerra. Quieren dividir la ciudad en dos. Hay 160 colonos en Hebrón de los cuales solo 40 duermen allí. Quieren cambiar los acuerdos firmados. Todo el proceso de paz está bajo  peligro. Hay tensión  con Egipto y Jordania. Afecta a Europa. No se le deja intervenir en Europa cuando el 60% de su economía depende de Europa. ¿Hasta cuándo no se le va a dejar intervenir?

Los israelíes no quieren que Europa tenga un papel, porque Europa sola puede arreglar esta situación. Moratinos hace buen trabajo. Clinton no va a cambiar mucho las cosas. No quieren entregar tierra. Creen que la fuerza militar es la base. Insisto en la participación de la Unión Europea. Todo puede afectar. Que venga Europa, no solo política, sino económicamente. El 58% acepta un estado palestino. El gobierno israelí no es representativo en la actualidad sobre lo que quiere su propio pueblo. Están gobernados por extremistas. Debe haber presión internacional. El actual gobierno es minoritario. Me entrevisto diariamente con la policía palestina. Con el Consejo Nacional de Seguridad. Los dos grupos fanáticos colaboran entre ellos. La Yidhad y Hamas, en Gaza. Se vieron con israelíes. Le dije a Rabin ante Solana que tuviera cuidado con los extremistas de su zona. Tres días antes de ser asesinado. No nos dejan exportar flores”.

Publico en plan telegráfico las dos reuniones. Posteriormente todo ha sido incumplirlo todo, asentamientos, túneles, ataques, y dos mundos que no se reconocen con un Netanyahu que como vimos hizo lo imposible para no cumplir Oslo que en definitiva era la aceptación de dos estados, el Israelí y el palestino y, casi lo imposible, aprender a convivir. Muertos y más muertos entre ellos Iván Illarramendi.

La monstruosidad  del ataque de Hamas y la respuesta terrorífica y contra la población civil de Israel nos ofrece un mal futuro. Europa, si fuera Europa, debería intermediar y asentar el futuro con los criterios de Shlomo Ben Ami   y Spectorowski a quien escuchamos en una gran conferencia de la Fundación Sabino Arana no hace mucho. Y es que los puentes se construyen sobre los ríos, no sobre los océanos.

Desde luego con “ellos o nosotros” en lugar de “ellos y nosotros”, nunca se solucionará nada.

El mejor plan y el más sano para este domingo

Sábado 11 de noviembre de 2023

Mañana domingo la cruz de Gorbeia cumplirá 122 años desde que el 12 de noviembre de 1901 fuera inaugurada, siendo la cruz latina más grande construida jamás en lo alto de una montaña sin acceso rodado a la misma.

Según el experto “gorbeólogo” Iñaki García Uribe, etnógrafo de Aranzadi, me cuenta que aprovecharon una vereda de cazadores para subir los materiales que se construyeron en Lutxana (Barakaldo), desde Izarra, en carros con animales de tiro. Se cayó la gigantesca cruz de 33 m (un edificio de 10 plantas) al de un mes. Se levantó en 1903, se rehízo. Se volvió a caer en 1906. Ambas fueron iguales. Esta, la tercera, no sabemos cuándo se construyó. Se ocultó al pueblo la cita y no hubo acto público. Es la prima pequeña de la Torre Eiffel.

Mañana domingo a las 11:30h le felicitarán cantándole el zortziko que compuso el bardo de Llodio Ruperto Urkijo Maruri, EN EL MONTE GORBEA, los que allí estén e Iñaki oficiará una charla acerca de lo que pasó ese mismo día 122 años atrás, a la misma hora, y también hablará sobre las tres cruces que han existido. De esa manera pasará a la historia como el vasco que ha dado una conferencia a mayor altura en Bizkaia y Araba, ojo, con cartel incluido.

Esta invitación y acto es posible gracias a la colaboración de las asociaciones Betiko Lagunak, Ramón Azkue Kultur Elkartea y la Institución científica Aranzadi.

Letra del Zortziko “Luciano y Clara” luego llamado “En Monte de Gorbeia”

NOTA: Sin la entradilla ni otras estrofas de la canción original.

En el monte Gorbea
en lo más alto,
hay una cruz de amor.
Haciendo guardia en ella
la hermosa Arratia dónde eres tú.


Maritxu ven, escúchame.
Óyeme esta canción de amor,
que puede ser amanecer.
Al toque de oración…


Maritxu sube al monte y verás,
a la cruz del Gorbea brillar,
y cuando estés arriba dirás:
GORA!!!! aurrera mutilak.

Eitb trata bien a «España, ¡Qué país Mikelarena!

Viernes 10 de noviembre de 2023

Presentamos ayer en La Bolsa el libro “España, ¡Qué País Mikelarena!”. Nos dio la palabra a Emilio Olabarria y a mí, Ramón Sota, presidente de Betiko Lagunak. Y allí estuvimos hablando de lo que nos tocó vivir y de la actualidad así como contestando preguntas.

No se trata de un libro de memorias sino de vivencias en las Cortes Generales en momentos en los que el mundo mundial gira alrededor de ese hemiciclo y destacando que ningún político vasco, salvo el diputado José Antonio Agirre con su libro ”Entre la Libertad y la Revolución” escribió sus experiencias del período republicano. Creo  es una  anomalía. Somos ágrafos  y lo malo es que  historia que no cuentas  te la escribe otro y te la manipula.

Quiero destacar el buen tratamiento que nos hizo EITB. Suelo ser crítico con nuestro medio público, pero cuando lo hace bien es preciso reconocerlo. Nos entrevistó un joven reportero, Asier Sánchez, que se había trabajado el tema y no solo nos preguntó por el libro sino por la vida parlamentaria madrileña y la actualidad y el reportaje salió en el informativo nocturno de Juan Carlos Etxeberria. Dije algo en lo que creo. Si el PNV, el Grupo Vasco, hubiera tenido la misma capacidad de influencia que tiene en la actualidad, es decir, que se nos necesite numéricamente, el llamado Plan Ibarretxe se hubiera aprobado  en 2005 y de ahí la necesidad de ver el voto a los partidos nacionalistas como “voto útil”. En las Cortes. Barremos para casa. El acuerdo firmado hoy será magnífico para  Euzkadi.

 Y este viernes, Xabier García Ramsdem en su programa mañanero “Boulevard” me  ha preguntado por el libro en Radio Euzkadi y como el programa se transmite por ETB en esa franja horaria  hemos dado cuenta de la existencia de ese ejemplar. Eskerrik asko a Xabier a Marta y a Asier y a Dani.

Se me dirá que lo comento porque me afecta personalmente. Es verdad. Pero no creo que al público le ha dejado de interesar la noticia. Y estoy seguro, ya que son buenos profesionales, lo harán con aquellos que consideren tengan algo que decir. Y si  me gustaría que hubiera una sección de libros y un grupo de políticos que escriban. Muchos de ellos tienen buena práctica pero desgraciadamente no lo hacen y vas a las librerías y no encuentras literatura cercana que ilustre sobre situaciones que vivimos. Es fácilmente constatable lo que digo. Además de libros de cocina y viajes, hace falta que la gente nos narre lo que se vive y como se llegan a los acuerdos.

Eskerrik asko a EITB!!!!