Miércoles 11 de octubre de 2023
Conocí a Urko Aiartza en la llamada Cámara Alta. Senador de Bildu, representaba a Gipuzkoa. Yo a Bizkaia desde el EAJ-PNV. Hombre sereno, le gusta poner las cosas en perspectiva, lee mucho y sabe de historia vasca. Un buen día presentamos conjuntamente una Moción sobre el Sahara. Presumiblemente era la primera vez que sucedía. Miembros los dos de la Comisión de Exteriores acabó aquella legislatura con un viaje a Nueva York para estudiar el mal funcionamiento del Consejo de Seguridad. Una noche fuimos al Centro Vasco en Brooklyn, le invitamos a comer al corresponsal de ETB Mikel Reparaz que no nos hizo mucho caso, desayunamos con el delegado del Gobierno Vasco, Ander Caballero, y nos movimos bien por la ONU y sus aledaños. Dentro del edificio de la ONU estuvimos en el salón plenario y nos sacamos las fotos ante el tapiz del Guernica a la entrada del Consejo de Seguridad. Comimos allí dando la cristalera al East River. Le protestamos al embajador español por haber repuesto los cuadros de los embajadores franquistas Lequerica, Aznar y Pinies en la sala de reuniones. Fue un viaje muy interesante.
El mes pasado me invitó a conocer la casa torre de la familia Monzón Ortiz de Urruela, la Torre Olaso, y fui con mi hermano Koldo. Urko es el director de la Fundación y donde tienen sus oficinas. En 2021 abrió sus puertas a los visitantes y se puede ver en visita abierta, guiada por Javi Lazkano, quien con mucha entrega te va explicando el mobiliario requisado y aparecido en el Palacio Aiete de Franco, las inmensas estancias, la biblioteca, el archivo epistolar y el fotográfico, el mucho y bien conservado arte, el linaje Monzón Olaso en una Torre de 1494 pegada casi al ayuntamiento y a la señorial plaza de Bergara. Recordaba yo esa plaza en verano de 1976 cuando un grupo de alcaldes vascos, con José Luis Del Coro a la cabeza, reivindicaba la disolución de la dictadura y elecciones libres aquel día centenario de la abolición foral
Fue una visita magnífica que culmina viendo el último piso la estancia donde vivió su hermano el arquitecto Isidro Monzón que llegó exiliado a Venezuela en 1939 y allí trabajó hasta mediados de los cincuenta para sentar cátedra como arquitecto de una forma original de casas y conjuntos que en Iparralde han reconocido como marca propia. Le gustaba cazar y allí están sus trofeos y una pared con una pintura de Arrue maravillosa.
De allí fuimos a comer el menú del día del batzoki contiguo y quedamos en presentar un libro en breve.
Conocí a Telesforo Monzón en su casa de Donibane y de allí surgió el libro editado por Txalaparta: ”Llámame Telesforo”. Políticos con varias vidas no dejaba indiferente a nadie. Quizás también el haber nacido en aquel bello palacio explica muchas cosas de su carácter. Es famosa la escena final de su esposa María Josepa que al volver a recuperar la Casona mandó a la guardia civil salir por la puerta de servicio. Allí funcionó durante la dictadura Auxilio Social, los falangistas y la Guardia Civil.
Vale mucho la pena verla. Lo recomiendo. Solo hace falta contactar con la Fundación Telesforo Monzón.
