Viernes 18 de agosto de 2023
Este jueves en su discurso de apertura de la legislatura, la nueva presidenta del Congreso Francine Armengol dijo que se podían usar ya en el hemiciclo los tres idiomas cooficiales. Pues sí, pero para que tenga validez dicha medida se tiene obligatoriamente que introducir ese derecho de los diputados en el reglamento. De lo contrario, llega otro presidente que no sea propicio al cambio y volvemos a la situación que ha sido moneda corriente desde 1977.
Asimismo pero por experiencia en el senado mi pregunta es si cualquier diputado podrá preguntarle al presidente del gobierno en euskera, catalán y gallego. Lo mismo a los ministros. Cuando esto se aprobó en el Senado solo lo fue para Mociones e Interpelaciones, no para otro trámite más, salvo la discusión de enmiendas. Nos argumentaron que sería una afrenta que 200 metros de la Puerta del Sol el presidente del Gobierno español se tuviera que poner un pinganillo en un trámite parlamentario. Y que aquello era inadmisible. Todavía se hablaba del vascuence, no del euskera.
Por eso mi pregunta creo es procedente y veremos la bondad de lo aprobado este jueves si los idiomas cooficiales pueden usarse indistintamente, aunque la experiencia del senado nos dice que cada vez se utiliza menos este trámite de esta forma pues los senadores quieren que su intervención se siga y entienda y para hablar euskera ya está el Parlamento Vasco.
No va a ser algo fácil y menos en Europa con la jacobina Francia que solo tiene una lengua divina, el francés, después de haber tratado de eliminar de la faz de la tierra al bretón, al euskera, al occitano, al corso…No es el caso del Gaélico que era el idioma de Irlanda antes de que los ingleses impusieran el suyo.
Castelao en su libro Sempre en Galiza cuenta como, tras ser elegido diputado en 1931 por el partido galleguista, al llegar al hemiciclo y ver en el frontispicio la imagen de los Reyes Católicos dijo que había que quitarlos pues eran los culpables de todos los males y de la castellanización de la Península que jamás, nunca ha admitido un estado plurilingüe a pesar de estar consagrado en la Constitución.
Y, finalmente, había senadores andaluces y extremeños que jamás habían oído hablar euskera, nunca y cuando aquello se puso en marcha, nos decían:
“No entiendo nada de lo que se dice, pero es que nada, ahora empiezo a comprender en algo que en esto sois muy distintos”.
Pues si esto sirve para que se vaya admitiendo que la península ibérica, la piel de toro, es plurilingüe y plurinacional.se habrá dado un pasito.


