¿Es posible un Gobierno PP-Vox tras las próximas elecciones generales?

Lunes 8 de mayo de 2023

El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial, política, judicial, militar, jerarquía católica, universitaria y mass media del Estado español, herederos naturales del legado del general Franco que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet). 

Dichos lobbys de presión estarían interconectados mediante “una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses económicos y amalgamada por la defensa a ultranza del Régimen del 78 y de la “unidad indisoluble de España” y su objetivo confeso sería implementar en España una “democracia no liberal” siguiendo la estela de la Hungría de Orbán.

Así, en las próximas elecciones legislativas generales podríamos asistir al triunfo de la nueva CEDA representada por PP y Vox (previa absorción de los restos del naufragio de Ciudadanos) que conformarían un Gobierno de Salvación nacional basado en la triple enzima tardofranquista (mantenimiento de la unidad indisoluble de España, control estricto de la Inmigración y retorno al pensamiento único heteropatriarcal) y que gobernará con claros tintes autocráticos.

La autocracia sería pues una especie de dictadura invisible sustentada en sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas y culto al líder) basadas en el control absoluto de los medios de comunicación y la censura y desprestigio social de los individuos refractarios al mensaje del líder y de ello sería paradigma el primer ministro húngaro, Viktor Orbán que habría convertido a Hungría en la primera autocracia europea o “democracia no liberal”, doctrina que por mimetismo han adoptado el resto de países del Grupo de Visegrado (Polonia, Eslovaquia, Chequia).

En el supuesto de alcanzar el Poder el PP en coalición con Vox, asistiremos a la implementación de “una democracia no liberal” siguiendo la estela de Orbán que beberá de la fuentes del centralismo bonapartista y del paternalismo de las dictaduras blandas, lo que se traducirá en el finiquito de la separación de poderes de Montesquieu y en una feroz ofensiva recentralizadora. 

Ello supondrá “de facto” vaciar de contenido las competencias legislativas del Parlament catalán así como de los Parlamentos forales vasco-navarros, medidas restrictivas que podrían convertir a Catalunya, Euskadi y Navarra en autogobiernos devaluados, enconsertados y sometidos a los dictados del Gobierno Central o Tribunal Constitucional de turno, lo que podría desembocar en la apertura del Frente del Norte contra la regresión centralista del Gobierno de Madrid.

Germán Gorraiz López

Lo que cuesta llegar a ser médico funcionario de la sanidad pública

Domingo 7  de mayo de 2023

El Dr. Ricardo Franco es un médico vocacional. En Basurto le conocen hasta los ratones, si los hay, y en la profesión, todos los médicos ya que ha sido Presidente de la Academia. Además le gusta el teatro, ser intérprete, leer  y opinar en cuanto foro le pida parecer. Y todo esto empanado en una bonhomía  sensible tan necesaria y una estética con pajarita tan chic para ser un buen médico singular.

Ante tanta huelga, pancarta, declaraciones en uno u otro sentido le preguntamos sobre lo que cuesta en esfuerzo llegar a ser un médico funcionario de la sanidad pública. Y es que lo que diga él, va a misa. Por  eso y  con su sinceridad característica nos escribió lo siguiente:

“Para  adquirir la condición de médico funcionario de la sanidad pública en este país es preciso;

-Tener vocación

-Sacar la mejor nota de corte en la selectividad

-Hacer una carrera universitaria  de 6 años,

-Un trabajo de fin de grado, equivalente a lo que antaño era la Tesina de Licenciatura.

-Una oposición muy dura y competitiva, llamada MIR.

-4-5 años de Especialidad (cuya elección está condicionada al puesto obtenido en el examen).

-Para conseguir un puesto de trabajo fijo, pasan muchos años de esfuerzo personal, para atesorar un currículum que les permita superar la OPE correspondiente.

-Cada peldaño en la consecución de un ascenso en la jerarquía profesional se hace por concurso.

-A parte de su jornada diaria, si su especialidad es hospitalaria, (habitualmente  de 8 a 15 horas), realizan una guardia semanal durante un mínimo de 35 años, con un precio hora de guardia de 24,70 € brutos, con el que no se podría pagar la factura de las marisquerías que frecuentan algunos sindicalistas.

Guardias que no cotizan cara a la pensión de jubilación…pero cuyo montante, al término de su vida profesional, suponen cinco años y medio en horas “suplementarias” trabajadas;

-Son profesionales que,  por cualquier razón de absentismo laboral, tienen que apechugar con la carga de trabajo de su compañero/ra,  dadas las dificultades de encontrar sustitutos/as.

-Que tampoco tienen reconocido un coeficiente de reducción a la hora de fijar su edad de jubilación, como sí lo tienen otras profesiones, verbigracia: los marinos.

-Que cuando llegan a sus casas,  tras una dura jornada de trabajo, deben seguir estudiando, redactando trabajos para publicar,  o preparando un powerpoint para la sesión clínica docente del día siguiente.

Trilogía de funciones: asistir-enseñar-investigar de la que, normalmente, sólo cobran por la primera.

-Que diariamente están expuestos/dispuestos a que cualquier ciudadano les aborde, donde quiera que estén,  y a cualquier hora (fuera de su puesto de trabajo)  y les hagan  una pregunta y/o consulta  relacionada con su estado de salud.

El salario de todo el personal sanitario y de todos los trabajadores/as de los Servicios Públicos de Salud,  no es ningún secreto.

Es más bien una de las tantas vergüenzas de este país.”

Patada en el trasero a los opinadores españoles sobre Carlos y Camila

Sábado 6 de mayo de 2023

Les he visto felices en su carroza de Cenicienta a Carlos III y a su esposa Camila, más reina que Leticia, que solo es consorte. Y lo explico.

Gran Bretaña tiene una monarquía asentada en estos tiempos en los que Escocia, Gales, Irlanda del Norte, Australia y Canadá se quieren salir de ella, pero el boato y protocolo es tal, que les sirve de pegamento a un estado necesitado de que le recuerden el pasado y aunque Carlos III sea un metepatas, ahí está en Westminster siendo coronado setenta años después de haberlo sido su madre.

Y me alegra que esta pareja del mentís a todos estos opinadores españoles a la violeta, cursis e insufribles, tan faltos de datos pero cuando les oyes parecería que el protocolo real inglés les pide a ellos permiso cuando son unos auténticos piernas con ínfulas de cortesanos perfectamente informados. Y me refiero a este elenco de periodistas españoles tales como Jaime Peñafiel, Mayte Alcaraz, Carmen Enriquez, Pilar Eyre, Pilar Urbano, Carmen Rigalt, Almudena Martínez Fornés y toda esa panoplia de impresentables que nada dijeron de la corrupción y excesos de Juan Carlos y ahora viven de contar chismes.

Ustedes recordarán las horas de mugre informativa diciendo que Carlos de Windsor nunca sería rey a cuenta de su affaire con Camila. Y ahí está el buen hombre con la corona bien puesta y  tan elegante y cayéndole tan bien como le cabía su txapela a Atano III. Y todo el mundo aplaudiéndole y agasajándole, desde la esposa de Biden al Sinn Fein. Los comentarios de esos ignorantes periodistas españoles, a pesar de su rotundidad, no se basaban en nada serio y sus comentarios denotaban no conocer nada de la monarquía británica, pero sin embargo cobraban por opinar con voz engolada.

Y también decían que Camila Parker Bowlers, jamás sería ni reina consorte ni nada, a lo sumo princesa de Cornualles. Pero hoy ahí iba en su carroza tan ricamente hoy la reina Camila, nombrada así nada menos que por su suegra Isabel II. Me ha encantado esa imagen para contradecir a estos impresentables del periodismo monárquico hispano.

Si hay algo que me repugna de verdad es este colectivo de pelotas desinformados sentando cátedra en los medios y cobrando por ello.

Se equivocaron con Carlos III y se equivocaron con Camila, pero siguen dando la vara.

No soy monárquico, pero admiro a los listos que están detrás de esta perfecta ceremonia de coronación, para lograr cohesión en un país que empieza a ser invertebrado, que es lo que a mí me gustaría que fuera. Y siento solo algo de envidia porque los vascos dejamos de lado un cierto ceremonial simbólico en relación con la historia porque consolida una nación y proyecta la historia al futuro. Confiemos que los que iban de picnic a las “manis” y ahora van de Armani se den cuenta de la importancia de lo simbólico para, también, cohesionar una sociedad. Lo comprobó Otegi cuando asistió en la casa de Juntas al Juramento de Ibarretxe como Lehendakari. Quedó flipado.

Y como anécdota, me parece genial la del lauburu en el zapato de Carlos. Somos la pera.

Finalmente  el ferviente deseo  de que el Osasuna, el único equipo de fútbol con nombre vasco, le gane hoy nada menos que al Real Madrid. Eso  es también hacer país.

Y a estos opinadores, rancios y tan desinformados, que les den hoy mucha morcilla a pesar de que no reconocerán nada y seguirán viviendo del cuento.