Jueves 4 de mayo de 2023
El miércoles, en la Fundación Sabino Arana, estuvieron Dani Ruiz-Bazán, el último capitán que levantó la Copa de la Liga de 1983, Manolo Delgado, preparador entonces del Athletic y como moderador Edu Velasco. Fueron presentados por Mireia Zarate, presidenta de la Fundación Sabino Arana.
La sala estaba llena. Valió la pena escuchar vivencias, anécdotas, sugerencias e historias de aquellos estimulantes años. Los tres son excelentes comunicadores y además Manolo Delgado llevó un balón de la Copa ganada en Venezuela, con la firma de todos los jugadores, para la Fundación y rifó dos entradas para ver hoy en San Mamés el partido contra el Betis. Dani, fotografías de aquel éxito. Se hicieron bromas entre ellos y llegaron a emocionarse con algunos recuerdos.
Nos contó éste el momento en el que supieron eran ya campeones y la llegada al aeropuerto de Sondica con la afición rodeando al avión en la pista, la gabarra y la camaradería de aquel equipo destacando la importancia de llevarse bien, hacer caso al entrenador, aguantar si no te convocan para jugar. Recordó como rezaban antes de saltar al campo, y el gag de Biritxinaga, ”Biritxi”, el masajista, toda una institución, haciéndoles reír antes del partido contra el Barca para aliviar la tensión, así como las bromas que se hacían entre ellos, los contratos (en aquellos tiempos negociaban a pelo), las concentraciones, el amor a la camiseta.
Valoró mucho la profesionalidad y humanidad de Manolo Delgado que llegaba a Lezama y antes del entrenamiento se llevaba los balones, las porterías, los conos,…y ahora ese trabajo lo hacen quince personas. También que tras su grave lesión de rodilla, Delgado se empleó a fondo para que volviera a jugar y le entrenaba dos horas al día fuera de horario en el Deportivo y Clemente le iba llamando en función de la mejoría.
Dani había estado en el acto del miércoles en Miribilla y Vicente del Bosque le había dicho que era al único que seguía en sus comentarios en la radio porque se ha instaurado un lenguaje incomprensible y Dani no usa no las cientos de palabras de cinco duros que se han ido inventando y pidió un Lezama más abierto y más cercano. A un amigo, ex jugador, y que había ido con su hijo, no le habían dejado entrar. Eso le permitió comparar como llegaba al fútbol un chaval hace cincuenta años y la afición que él tenía y como previamente jugaba a mano en el frontón y llegaba a casa con las alpargatas saliéndole un dedo, sus primeros partidos en el Sodupe, los compañeros y la relación con ellos. Valoró mucho la camaradería. ”No éramos los mejores. Había jugadores mejores que nosotros. Pero teníamos el secreto de que éramos un equipo y un equipo conjuntado, ilusionado, con las ideas claras y eso es siempre ganador”. ”Hay que ser incondicionales del Athletic en las duras y en las maduras y ante el derrotismo tolerancia cero”.
Manolo Delgado recordó los momentos duros cuando el Athletic estuvo a punto de descender a segunda e hizo semblanzas varias entre ellas de un Clemente, un número 1 como entrenador.
Han cambiado los tiempos y como dijo Bielsa tras la derrota en 2012, ”son millonarios prematuros y se permiten reírse”. Dani reivindicaba la humanidad el hecho de que el Athletic les había dado una buena vida pero ninguno era millonario y de no haber aceptado ofertas muy atractivas fuera de San Mamés y sobre todo sentirse orgulloso de toda una época tan importante de su vida en un Athletic que desde hace cuarenta años no ha visto a su capitán levantar ninguna Copa.
Fue un acto muy interesante con una lección de vida. Primar el conjunto, ser cercano al aficionado, saber que la carrera es breve y que lo que importa de verdad es el equipo así como ser siempre positivos.
Una buena lección que fue muy aplaudida.
