Viernes 28 de febrero de 2025
Estuve el jueves en el Hotel Ercilla en el desayuno organizado por el Forum Europa donde Jordi Turull, secretario general de Junts, explicaba la política de su partido. Fue presentado por Andoni Ortuzar.
Me tocó en una mesa al lado de Idoia Sagastizabal, diputada del Grupo Vasco, gran persona, trabajadora y buena parlamentaria. Y le pregunté si era verdad lo que leí de que habían decidido no aplaudir a Aitor Esteban en su despedida del Congreso, aunque vaya a estar hasta final de marzo. ”Nosotros no aplaudimos nunca” me dijo. “Respeto lo que hacéis pero eso no ha sido así nunca. Al único que no aplaudíamos era al rey, el resto aplaudíamos todo lo que lo merecía y cuando nos despedimos del Senado incluso María Eugenia Iparraguirre nos cantó una despedida muy bonita desde la tribuna, ¿Por qué no?. Y fui portavoz 18 años y ante la duda le he consultado a Josu Erkoreka que me sucedió y me ha dicho se aplaudía cuando la ocasión lo requería. Y recuerdo hoy todavía el aplaudo a Xabier Arzalluz cuando terminó su discurso sobre la Amnistía”. Bueno, cosas de cada uno. Si que me extrañó el hecho y fueron varios los que me preguntaron si ese era el criterio. Por eso lo aclaro. Ni con Marcos Vizcaya, ni con Erkoreka, no lo fue nunca, aunque cada portavoz puede decidir lo que crea conveniente.
En el desayuno he de decir que me gustó la intervención de Turull. Me pareció un sólido y correoso hueso duro de roer para el españolismo mesetario y aunque tenga una imagen de cancerbero intratable, no fue esa la impresión que me dio. Una persona que se ha pasado cuatro años en la cárcel y que sale de ella y quiere negociar y que además sabe que lo suyo es defender Catalunya y en eso se centra no es un adversario fácil para quienes creen, en la Villa y Corte, que con cuatro golosinas, dos aplazamientos, el intento de decirte que tú no puedes votar con el PP y sin embargo el PSOE pacta con el PP para quitarle a Xabier Trias, de Junts, la alcaldía de Barcelona, es que tiene las ideas claras de que y cual es lo que representan y la coyuntura que viven. De ahí viene su afirmación de que no van a Madrid a hacer amigos.
Turull se ha mostrado, en este sentido, muy crítico con el Gobierno español. “Si hemos retirado la moción de confianza ha sido porque nos lo ha pedido el mediador, no por el PSOE”, dijo enfático. Y ha añadido un balance negativo de sus acuerdos: “En nuestra cesta de cumplimientos concretos por parte del Gobierno de todo lo que habíamos acordado no hay nada después de un año y medio; apunto de que haya, mucho”.
“Momento crítico”
En este sentido, indicó que “nos encontramos en un momento crítico”, si bien “en el PSOE nadie puede sentirse engañado”. “Les dejamos muy claro que no formamos parte de ningún bloque ideológico. No hay obligación de dar estabilidad al PSOE, sino que el apoyo de Junts se producirá en función de los avances”, explicó.
Turull afirmó que no hay interés en su formación en “erosionar por erosionar” la posición del Gobierno, pero ha aclarado que Junts no tiene vocación de ser “muleta” del PSOE ni formará parte de ningún “bloque” y no les “valen chantajes emocionales”. Sobre los presupuestos, ha advertido de que no renegociarán cuestiones ya acordadas previamente.
También denunció la situación que vive el presidente de Junts, Carles Puigdemont, en un contexto en el que “no hay una amnistía jurídica, pero tampoco política”, y ha señalado que “hay gente a la que le da cosa ir a verle porque le están negando la amnistía política”.
Turull: “ mirar el dedo y no la luna”
El secretario general de Junts, Jordi Turull, aseguró que lo que no dirá su partido “es que a Catalunya no le perdonen 17.000 millones de euros” de deuda, pero “no nos queremos engañar porque este no es el debate, esto es mirar el dedo y no mirar a la luna”.
En este sentido, afirmó que le gustaría saber “por qué a Catalunya se le condona el 20% de la deuda y a Andalucía casi el 50%”. “¿Esto va a ir en detrimento del famoso acuerdo de financiación singular para Catalunya?”, ha querido saber, y él mismo ha respondido que “no puede ir en contra” del citado acuerdo.
Catalunya, según ha explicado, “tiene un déficit fiscal, cada año, de 22.000 millones de euros que se van y no vuelven” y ahora “te perdonan 17.000” y parece que “te hacen el favor de la vida”. Esta comunidad, ha alertado, “tiene acumulados en los últimos años 43.000 millones de euros de inversiones prometidas consignadas en presupuesto que no se han ejecutado”.
Bueno, ya ven que habló muy claro y bien. Me gustó.