Mocedades senatoriales

Sábado 17 de diciembre de 2022

Es la fotografía sacada este viernes en el batzoki de Barakaldo, que tiene un buen restaurante regentado por Mario Montenegro y que ese día estaba a tope. Estamos a la entrada en la calle los Fueros y los componentes de la foto son los senadores del EAJ-PNV de la legislatura que comenzó en el 2004. Estamos todos y podemos contarlo y romper ese mito de que la política es complicidad sin amistad.

Y pongo el libro “Palabra de Iñaki” que acabamos de editar con María José Mielgo de Literarte pues me prometieron comprarlo, ya que es política en vena. Otro libro fue el que nos obsequió Mario Montenegro, el concesionario, que es una edición  escrito con sus experiencias en Sarajevo en plena guerra y donde trabajó por espacio de dos años. Se llama “El Diccionario de tu nombre. Cuentos del abecedario” y el exalcalde Albistur  ya ha leído la mitad, según me ha comentado, pues le ha atrapado.

La fotografía se la he enseñado a una senadora actual y solo ha conocido  a dos en esta foto. Y es que se pierde la relación, el relato de la continuidad de hechos que se repiten, el aspecto de familia que Landaburu decía era el PNV. La gente ya solo se ve en funerales y, ni eso.

Se deja la primera fila y el partido nunca propicia lugares de encuentro, y como no lo hace, lo hacemos los demás, pues por ejemplo Inmaculada Loroño fue Diputada en la Diputación de Bizkaia e hizo un gran trabajo como senadora. Hoy vive en Morga ayudando en lo que puede a los demás. O Elena Etxegoien, una máquina de relación humana que escribe muy bien en Deia y en su Facebook. Nombro a las mujeres pues ellas le dieron a este grupo esa dimensión de cercanía que en la actualidad veo no tiene los mismos rasgos. Hoy el Grupo en el Senado tiene nada menos que nueve senadores y que no se nos pregunte quienes son y esa relación de cadena que no se rompe, no existe, y no por falta de ganas a la hora de compartir situaciones. La escucha activa al parecer no contempla el mundo de lo que fue. Y creo es una pérdida de capital político inconmensurable. Las sociedades que funcionan bien, tienen en cuenta, por lo menos en las formas, a la experiencia.

Da igual. Seguiremos cultivando la amistad y riéndonos de nosotros mismos y del lucero del alba. La vida sin relaciones personales es como la de naufragos solitarios.

La alcaldesa Amaia del Campo, nos envió un saludo, ya que no podía acudir pues tenía en ese momento una comida con  los trabajadores de Usoa y lo primero es lo primero. Su cercanía militante le hará ganar sus terceras elecciones.

Los de la foto somos, Etxegoien, Zubia, Albistur, Bravo, Loroño y Maqueda y la fotografía la sacó Mario Montenegro.

Cinco preguntas incómodas sobre la constitucionalidad de la Constitución española.

Viernes 16 de diciembre de 2022

El texto, sacralizado como el origen del sistema democrático, deriva en realidad de la ley de la reforma política del franquismo y está condicionado a ello. La aprobación de la constitución española ha sido presentada tradicionalmente como el momento en que llegó la democracia a España. Pero, pasados los años, y viendo su papel, han aparecido voces críticas y se han expuesto dudas sobre su papel histórico e, incluso, sobre su legitimidad. Os presentamos los principales.

1.- ¿Cómo es que la constitución española no va ser redactada por un parlamento constituyente?

Seguramente, éste es el hecho más rotundo para cuestionar el proceso: la constitución española la redactó un parlamento que no era constituyente. En cualquier país, quienes redactan una nueva constitución son personas a las que la ciudadanía encarga esta tarea concreta, sin limitarles en ningún caso la función, dado que por definición un proceso constituyente puede cambiarlo todo. Por eso, las elecciones constituyentes se convocan de esta manera, y no como unas elecciones normales, para que todo el mundo sea consciente de las cosas que están en juego, y se acompañan de un debate sobre el modelo de constitución que los parlamentarios redactarán después. Las elecciones del 15 de junio de 1977 nunca se convocaron como unas elecciones constituyentes, con lo que después los diputados electos elaboraran una constitución es un hecho de una legitimidad más que dudosa.

2.- ¿Por qué la constitución respeta los límites marcados por el franquismo en la ley de la reforma política y, por tanto, ya nace coartada? Pero, ¿por qué no se convocaron como constituyentes las elecciones? Pues porque la convocatoria electoral se realizó a partir de la ley de la reforma política aprobada por las cortes franquistas y del subsiguiente referéndum organizado por la dictadura. Y la dependencia de aquella ley es el motivo por el que no se podía escribir una constitución de nuevo, sin más límite que la voluntad popular, como hubiera sido deseable. De modo que es en la ley de la reforma política del franquismo, y no en la constitución, donde es necesario buscar la justificación legal de los pilares centrales del nuevo régimen posfranquista, aquellos que nadie se ha atrevido a tocar nunca: la forma monárquica del estado, el imperio de la ley como fuente de la soberanía e, incluso, la composición de las cortes españolas.

3.- ¿Cómo es que el texto copia partes de la ley de la reforma política franquista?

Porque se basa. Por ejemplo, la actual constitución española afirma en el preámbulo que la voluntad del texto es «consolidar un estado de derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular». La formulación es asombrosa porque pone la ley por encima de la voluntad popular. Pero esto es exactamente lo que dice la ley de la reforma política franquista cuando afirma que la democracia se basa en «la supremacía de la ley». Sólo cambia la palabra «supremacía» por «imperio», dos conceptos perfectamente intercambiables. TEXTO ORIGINAL LEY 1/1977, DE 4 DE ENERO, PARA LA REFORMA POLÍTICA. (PUBLICADO EN BOE Nº4 DE 5 DE ENERO DE 1977, PÁGINAS 170 A 171, 2 PÁGINAS). REMITIDO A CONSULTA DE LA NACIÓN Y RATIFICADO POR MAYORÍA DE VOTOS EN EL REFERÉNDUM CELEBRADO EL DÍA QUINCE DE DICIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SEIS EL PROYECTO DE LEY PARA LA REFORMA POLÍTICA, DE RANGO FUNDAMENTAL, QUE HABÍA SIDO APROBADO POR LAS CORTES EN SESIÓN PLENARIA DEL DIECIOCHO DE NOVIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS SETENTA Y SEIS, DISPONGO: ARTÍCULO PRIMERO UNO. LA DEMOCRACIA, EN EL ESTADO ESPAÑOL, SE BASA EN LA SUPREMACÍA DE LA LEY, EXPRESIÓN DE LA VOLUNTAD SOBERANA DEL PUEBLO. Otro ejemplo lo encontramos en la disposición transitoria primera de la ley franquista, donde se deja claro cómo se elegirán el congreso y el senado, con una minuciosidad estudiada para favorecer la sobrerrepresentación de las provincias más conservadoras. Y, en el caso del senado, para tener un instrumento explícito de bloqueo o de represión: la aplicación del artículo 155 la hizo un senado en el que el PP tenía el 46% de los escaños a pesar de haber conseguido sólo el 33% de los votos. 

4.- ¿La constitución española se redactó libremente o fue tutelada por el ejército?

Ésta es otra de las cuestiones incómodas sobre la constitución española. Ya hemos visto que no fue redactada por un congreso constituyente y que, por eso mismo, se vio coartada desde el principio. Pero, además, durante todo el proceso de redacción del texto, la interferencia de los militares fue evidente. Se sabe que el título de la actual constitución española que consagra la “indisoluble unidad de la patria” fue redactado en un cuartel militar y lo enviaron dentro de un sobre en el congreso con la indicación de que lo incorporaran al texto. Pero ésta no fue la única intromisión del ejército franquista. Existe una, aún más grave aún, que cuarenta años después explica el discurso del 3 de octubre de Felipe VI. Es la definición del papel del rey español. Aparentemente, según la constitución española, el rey no desempeña ningún papel. Pero, como explicó Herrero de Miñón, si se combinan los artículos 62.h, 61 y 8 de la constitución española, se ve claramente que el rey es «el maestro del estado de excepción» porque «en caso de una grave crisis constitucional” puede incluso “recurrir al ejército para hacer frente a cualquier intento de subversión”. El rey, pues, no es un árbitro sino, por el contrario, la garantía final de la pervivencia de los grandes límites marcados por el régimen franquista en la democracia española. Y basta con recordar el comunicado del Consejo Superior del Ejército de 12 de abril de 1977, el famoso comunicado que protestaba por la legalización del Partido Comunista de España (PCE), para saber la lista concreta de estos límites: la unidad de España, la monarquía proclamada por Franco.

5.- ¿Por qué se establece un mecanismo de reforma que, en realidad, impide su reforma?

El círculo de la dependencia de la constitución española respecto a la ley de la reforma política del franquismo se cierra con la imposibilidad práctica de reformar la propia constitución si la derecha de raíz franquista no lo quiere. Los requisitos para realizar un cambio constitucional son tan enormes y difíciles que una parte de la clase política tiene en sus manos impedir cualquier reforma que no hubiera sido dibujada en los años setenta. El famoso “atado y bien atado” está exactamente aquí.

Nombre del comentarista: Sony

Democracia bananera. Un rey inservible y el gobierno de los jueces

Jueves 15 de diciembre de 2022

Quienes pensaban en Núñez Feijóo como un político moderado, que se bajen de esa burra. Feijóo con el recurso ante el Constitucional y el apoyo de la  caverna mediática para llevar a cabo semejante  tropelía, demuestra solo lo que es. Un dirigente rozando la extrema derecha.

En primer lugar el PP crea el problema no renovando el Poder Judicial cuando la Constitución lo dice taxativamente que ha de renovarse y lleva cuatro años en rebeldía porque creen que con otros jueces sus casos de corrupción  tendrán otro tratamiento y ante eso, no apoyan una. Porque si. Porque me da la gana. Porque alabo la Constitución solo cuando me favorece.

Ante ese bloqueo  y cuando el gobierno español busca una salida, lo recurren y tratan de paralizar una iniciativa legislativa. ¿Y a quién pone como ponente el Tribunal Constitucional?. Pues a un amigo de la  casa, nada menos que  Enrique Arnaldo conferenciante de Faes y hombre contra la ley de Memoria Histórica entre otros datos.

Y como colofón, un rey silente. Cuando vio en peligro la unidad de la Patria salió como una flecha contra el Procés, pero cuando el Tribunal Constitucional entra en decisiones parlamentarias, rompiendo nada menos que el equilibrio de poderes, calla como un muerto, para reservarse a un discurso de Navidad vacío, lleno de lugares comunes, hueco y sin sustancia y eso que la Constitución le  da la facultad de arbitrar y moderar. Ni arbitra, ni modera. Es un rey inservible, solo usado para representar a la España decimonónica. Y solo criticar y llamar al orden a los que según su visión de la España del Cid, los separatistas o los delincuentes, según García Page, atentan contra ella.

Y un recuerdo.

Antes que la barbaridad antidemocrática de hoy, la gente se ha  olvidado lo que se hizo  contra el Parlamento Vasco y el ataque a las figuras de  Atutxa, Knorr y Conchi Bilbao por no disolver el Grupo de Batasuna en el año 2005. Aquello fue una tropelía.

El PSOE es tan culpable como el PP, pero en el sainete de hoy, la responsabilidad es de Feijóo. Toda. Del Feijóo engañabobos.