Es imprescindible una mayor exigencia ética

Martes 8 de noviembre de 2022

Presentación del libro ‘ETA: la memoria de los detalles’ de Joseba Eceolaza este lunes en un acto con víctimas en el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (Gogora)

Estuve el lunes en Gogora. Joseba Eceolaza presentaba su libro “ETA. la memoria de los detalles” junto con Josu Elespe, hijo de un responsable socialista asesinado en Lasarte. Fueron presentados y preguntados por la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro. Valió la pena. Me hubiera gustado que la sala hubiera estado más llena y con gente más variada porque parecería  que estos temas, acabada ETA en 2011, están amortizados. Y si interesan, como dijo Eceolaza, los nazis masacraron Serbia pero los serbios machacaron Srebrenica. La pedagogía debe ser constante y educar en valores, no es fácil. Creo que este libro y su testimonio es muy útil y necesario. Me pareció su parlamento muy valiente y claro.

Le hice una pregunta a Eceolaza sobre parlamentarios de Bildu que van a las tertulias hablan del “conflicto” y no condenan a ETA y si al Gal. Me quedé con su comentario final que elevo a titular. Esta sociedad debe exigir un mayor compromiso ético. Es verdad. Se ha pasado página demasiado pronto y tragamos todo, para no desentonar.

Aintzane le conoció a Eceolaza hace años ya que le sugirieron le entrevistara para la revista de Elkarri. Y le interesó lo que dijo. Como nos comentó Joseba  tenía familiares en el PNV, exiliados en Toulouse, pero él estuvo en el conocido como EMK, además había sido concejal en Zizur y a una pregunta sobre cuando fue que aquella persecución de ETA le impactó contestó que además de por acumulación de impactos emocionales e imágenes, ver a un padre columpiando a su hijo con escoltas.

De Elespe había leído la carta que le escribió al periodista José Mari Calleja a cuenta de la alusión que le había hecho en un libro y su reclamación. Me pareció muy valiente y clarificadora aquella toma de postura hacia uno de los consagrados  de la opinión pública del momento.

Maialen Ferreira en Diario.es, ha hecho una buena crónica de lo más esencial.

“Hay una parte de la sociedad que sigue pensando que la existencia de ETA tuvo sentido y su razón de ser. Esa idea no se puede perpetuar”, señala Josu Elespe, hijo de Froilán Elespe, concejal de PSE-EE de Lasarte asesinado por ETA en marzo del 2000

“Me preocupa el asunto de los famosos relatos. Desde la izquierda abertzale se quiere poner en marcha un relato para neutralizar a otro. Se nos contraponen las víctimas de ETA con las del GAL, ahí está la infame entrevista a Barrionuevo, pero contraponer a las dos víctimas es un error, porque es una forma de olvido. Aquí no hubo dos bandos que se enfrentaron, esto no fue una guerra y, además, en ese relato neutralizador se acerca al relato de las víctimas con una calculadora en la mano, sumando víctimas a su favor para dar la sensación de que aquí ha habido una especie de empate. Nos proponen una aritmética ruinosa que es Guerra Civil más violencia policial más ETA, igual a cero, pero no.

Eso no puede ser así. Las víctimas no se compensan, en todo caso se suman. He visto a determinados colectivos de la izquierda abertzale sumar víctimas sin ningún tipo de rigor, rompiendo el marco definitorio de qué es una víctima. Cuando un preso muere de un infarto en una cárcel, es doloroso, pero no es una víctima. Es decir, hay ausencias que duelen. Hay muertes que jamás se tenían que haber producido, pero eso no las convierte en víctimas”. Con estas palabras, el político y escritor Joseba Eceolaza ha presentado este lunes en Bilbao su libro ‘ETA: la memoria de los detalles’, en el que ahonda en los detalles que rodean los atentados de ETA.

En un acto que ha contado con la presencia y la intervención de víctimas de ETA, como Josu Elespe, hijo de Froilán Elespe, concejal de PSE-EE de Lasarte, asesinado por ETA en marzo del 2001 o Dori Monasterio, hija de Fermín Monasterio, taxista asesinado por ETA en 1969, los asistentes han conversado con el que fuera parlamentario Nafarroa Bai entre 2007 y 2011 en el Parlamento de Navarra sobre la banda terrorista, los atentados y el futuro de la sociedad vasca. “Cuando hablo de estos temas intento hablar más con la cabeza que con el corazón, pero yo como víctima del terrorismo considero que es obvio que todavía el terrorismo de ETA no está deslegitimado por parte de quienes lo legitimaron. Hay amagos que suenan bien, pero que no van al fondo de la cuestión porque hay miedo de mirarse al espejo. Hay una parte de la sociedad que sigue pensando que la existencia de ETA tuvo sentido y su razón de ser. Esa idea no se puede perpetuar y es algo que pendiente y deben hacerlo los dirigentes actuales que participaron en la creación del monstro”, ha señalado Elespe durante el evento, que ha tenido lugar en el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (Gogora) y ha sido moderado por su directora, Aintzane Ezenarro.

“Yo ordené liberar a Segundo Marey”

Lunes 7 de noviembre de 2022

De esta manera tan elegida titulaba El País este domingo una buena entrevista de Miguel González con José  Barrionuevo. El director podía haber elegido otro texto, como por ejemplo, ”Era una guerra sucia y nosotros actuábamos de la misma manera” o “Como Larretxea no  cabía en el maletero, fuimos a por otro”, ”Combatimos a ETA sin los criterios del estado de derecho”, ”Ojo por Ojo, diente por diente”. Pues no. El País ha elegido el título más benévolo y, para decirnos, que encima Barrionuevo salvó la vida a Segundo Marey.

La entrevista nos presenta a un Barrionuevo risueño, como quien sabe que  diga lo que diga ahora es impune e inmune. Hay que recordar que solo estuvo dos meses en la cárcel y además nos da el dato que Mariano Rajoy le dijo que no iba a estar ni un día más. Mucha indignación con el Procés, rey incluido, pero aquí todo valía. Se trata de la unidad de la Patria y ante eso, no hay argumentos que se  opongan a su defensa.

Nosotros quisimos crear una Comisión de Investigación y lo logramos en el Senado, pero en el último momento PP y PSOE se pusieron de acuerdo para cerrarla. Y, en el Congreso, Barrionuevo era diputado y sus amigos llevaban  una chapa roja con letras blancas que ponía, ”Yo soy amigo de Barrionuevo”. Bildu no iba a las Cortes. Y  la presión para que no se investigara, fue terrible.

Cuando yo critiqué a Azpiolea porque ha sido premiado irresponsablemente por  el Colegio de Periodistas Vascos, criticaba la doble vara de medir de este medio y de un periodismo consentidor. Muy duro contra ETA, comprensible, tolerante contra el crimen de estado, porque este titular va en esta dirección. No es  reconocer que hubo 28 muertos y que aquello fue un crimen continuo de estado, que el gobierno lo sabía y actuaba ocultándolo y con sus medios  y que todo fue una infamia. El Delegado del Gobierno, Ramón Jauregui dice que no se enteró de nada y Felipe González lo hizo leyendo los periódicos.

Así como Cebrián se jactaba de que Juan Carlos no hubiera aguantado ni un mes si el País lo hubiera denunciado, el Gal, no hubiera matado 28 personas con un periodismo democrático  moral, activo, sensible a todos los derechos humanos y que no se hubiera casado con nadie. Es lo que critiqué con Azpiolea, es lo que critico con este nauseabundo titular, es lo que le critico al Colegio de Periodistas Vascos.

El fin justifica los medios, señores y no se me pongan exquisitos.

Movilizaciones que extrañan y sorprenden

Domingo 6 de noviembre de 2022

José Manuel Bujanda Arizmendi

No descubriré nada nuevo si afirmo que la educación no es un tema trivial, sino algo fundamental y básico de la sociedad, es como un seguro y garantía de futuro. Ciertamente los cimientos de la convivencia ciudadana, el progreso e incluso de la propia democracia están conformados, sin duda, por el sistema educativo del que nos dotamos acordando y consensuando. Acuerdo y consenso necesarios posibles de conseguir con la participación de todos los elementos concernidos en el hecho educativo con diálogo, debate, generosidad y amplitud de miras. La educación no es arma política cortoplacista. Es cuestión seria, porque una sociedad que no apueste por una educación de calidad lo pagará caro en el futuro.

Es una obviedad manifestar que la mejor actitud para negociar y discutir de cualquier tema, también de cuestiones que afectan directamente a la educación, es tener voluntad de llegar a acuerdos, acuerdos de mejora y avance. Manifiesto mi respeto exquisito al derecho a manifestarse, movilizarse y hacer huelgas. Manifiesto mi exquisito respeto a los sindicatos en su legítimo derecho a reclamar mejoras laborales. Dicho lo dicho. Sorprende y extraña, a mí al menos, las llamadas a manifestaciones y movilizaciones en contra de la Ley de Educación convocadas ellas por los sindicatos de Enseñanza. Extraña y sorprende también, a mí al menos, la convocatoria de huelga por los mismos sindicatos de Enseñanza para finales de noviembre y para 14 de diciembre aliñadas con sucesivas y respectivas convocatorias de manifestaciones para esos días. Extraña y sorprende, sí, sorprende, y no deja de extrañar, que estas convocatorias se hayan realizado en el preciso momento de la llamada “exposición pública” que como el mismo nombre dice es el momento preciso para quien estime oportuno realice sus aportaciones de mejora y avance, aportaciones y propuestas que desembocarían y enriquecerían en un futuro el Anteproyecto de Ley de Educación. Subrayo: Anteproyecto de Ley, no Proyecto de Ley, ni, obviamente, la propia Ley de Educación. Una Ley de Educación que deberá ser tramitada, como todas las Leyes que se precien, en su momento y en su caso, cuando el Consejo de Gobierno del Gobierno Vasco apruebe y traslade un texto articulado al Parlamento Vasco y que después del período estipulado sujeto a las enmiendas y negociaciones entre los diferentes grupos políticos de la cámara al final sea dirimido en sede parlamentaria. Votado por los diferentes grupos políticos y los/as representantes democráticamente elegidos en las correspondiente elecciones. Actividad parlamentaria, poder legislativo, auténtica clave de bóveda de un estado democrático y de derecho.

Por ello extraña y sorprende que estas convocatorias de movilizaciones de la mano de los sindicatos de Enseñanza coincidan precisamente cuando el primer “texto-borrador” estaba en período de consulta o exposición pública. Es más, son los mismos sindicatos convocantes de las movilizaciones los que trasladaron sus legítimas aportaciones al mencionado texto. Este es un momento en el que, obviamente, se desconoce el contenido del texto definitivo que en su caso será remitido, lo repito, en un futuro más o menos próximo por parte del Consejo de Gobierno del Gobierno Vasco al Parlamento Vasco. Es decir, se da la curiosa coincidencia de que se convocan movilizaciones cuando en paralelo se hacen aportaciones. O dicho de otra manera, se hacen aportaciones cuando en paralelo se convocan movilizaciones. Algo así como salir de excursión mañanera al monte por setas y rolex, rolex y setas, por las dos cosas y a la vez. Sorprende, a mí al menos sí, esta actitud sindical, digamos, belicosa cuando antes del verano pasado, a lo largo del mes de mayo exactamente se llegó a un muy positivo acuerdo que debe ser calificado de muy importante, y así se hizo, con los sindicatos STEILAS, LAB, CCOO y UGT con el objeto de mejorar y avanzar creando nuevas figuras en beneficio de los centros públicos, incorporando profesionales, reduciendo ratios e tomando la iniciativa de comenzar con la impartición del inglés a partir de los 3 años (que entrará en vigor el próximo curso, pero que está aprobado, acordado y presupuestado) así como otras importantes decisiones y medidas que mejorarán la calidad de la educación de nuestros jóvenes.

Extraña y sorprende, a mi al menos, que esta actitud de los sindicatos de Enseñanza coincida con una reciente novedad también muy positiva, con una buena noticia cual es la presentación por parte del Consejero de Educación Jokin Bildarratz de un Decreto especialmente importante, el Decreto de Admisión del alumnado con el objetivo de hacer frente y de la manera más eficaz posible a uno de los principales retos que tenemos como sociedad, y que obviamente también implica a la educación, como es lograr una mayor cohesión social, un mayor equilibrio y que en el ámbito educativo significa y se concreta en que tenemos que lograr gestionar mejor la atención al alumnado más vulnerable. Reto en el que toda comunidad educativa debe implicarse en este objetivo irrenunciable. Reto que la futura, sí, futura Ley de Educación recogerá y contemplará como objetivo irrenunciable. Reto que está especialmente presente en el Acuerdo Educativo alcanzado por una amplísima mayoría parlamentaria, histórica me atrevería a calificarla, el pasado 7 de abril en sesión celebrada el 7 de abril y que recogía 43 medidas concretas y que tan sólo recibió los votos negativos de Vox y del PP.

Reto éste que directamente implica a que absolutamente todos los centros escolares sufragados con fondos públicos deberán trabajar conjuntamente para lograr una sociedad más cohesionada, más igualitaria y con algo tan importante como es lograr la tan justa igualdad de oportunidades para todo, todo, nuestro alumnado en edad escolar. Un Decreto de admisión que busca que la escolarización del alumnado más vulnerable sea más equilibrado, que todo el alumnado tenga los mismos derechos y oportunidades, que todos los centros que ofrecen un Servicio Público Vasco de Educación se comprometan a hacer frente a este reto social. Objetivo que significa que cuando los niños/as que el curso que viene se matriculen en el aula de 2 años y lleguen a la ESO, todo el sistema educativo en su conjunto sea mucho más equilibrado y justo en la escolarización del alumnado más vulnerable.

Pues bien en este contexto y cuando soplan estos aires esperanzadores de bonanza y de futo compartido más justo y cohesionador es cuando se llama a movilizarse, manifestarse y a hacer huelgas. Personalmente, y lo digo con absoluta sinceridad, no consigo entenderlo. Extraña. Sorprende. Los cambios que se están dando en la educación y en nuestra sociedad exigen una reflexión y adecuación por parte de las diferentes visiones que conformamos la comunidad educativa vasca. Es la necesidad de un nuevo y óptimo acuerdo máximo alrededor de una futura Ley para la educación que responda a un propósito común. El diálogo, la crítica constructiva, la colaboración en la búsqueda de soluciones, la reflexión y la responsabilidad compartida son las bases sobre las que tenemos que pivotar el cambio a mejor, al avance y mejora de todo lo concerniente a “lo” educativo. Estamos ante un reto colectivo, un reto de País. Nadie sobra. Todos, absolutamente todos, estamos llamados a este empeño. Debe primar la responsabilidad, la altura de miras y las luces largas de todos los agentes sociales y educativos, también las de los sindicatos.

Koldo Mitxelena solía decir que el euskera era demasiado débil para usarlo como arma arrojadiza. Parafraseando al lingüista se podría afirmar en lo que concierne a “lo” educativo algo así como que la educación es demasiado importante para usarlo como pimpam-pum político, como munición para el rifirrafe ideológico. Cada uno/a en su puesto, en su quehacer, en su sitio, ejerciendo sus obligaciones, sin arrogarse ningún protagonismo estéril. Lo repito, también los sindicatos. Difícil y complejo si, imposible no. Lo digo desde la larga visión que me da la mirada desde mi talaya particular de verme por primera vez en el espejo personal con la tiza en la mano nerviosa un ya muy lejano 1 de noviembre de 1979. Una tiza simbólica que humildemente mantengo en mi ya arrugada mano desde hace 43 largos años. Cierto es