AQUELLA PLACA EN LA FACHADA DE SABIN ETXEA

Viernes 18 de abril de 2025

Esta espléndida placa fue colocada en la fachada de la casa natal de Sabino Arana en marzo de 1932, tras la inmensa manifestación del Aberri Eguna por la Gran Vía  de Bilbao así como de los pesqueros en su  Ría. Y allí estuvo hasta que fue derruida a martillazos por las fuerzas de ocupación franquistas en 1937  que ocuparon la sede del EAJ-PNV e instalaron las oficinas de Auxilio Social de Falange.

Cuando se  inauguró la actual Sabin Etxea en 1992, en el número 16 de la calle Ibáñez de Bilbao, se propuso recuperar aquella placa tan expresiva como una especie de “venganza de la historia” y colocarla en su moderna fachada. Xabier Arzalluz solía comentar al enseñar las increíbles columnas que el edificio tiene, que para destruir la nueva edificación haría falta una bomba atómica. Y él quiso que las huellas del pasado no se perdieran como había sido la voluntad de los “cruzados”. Por una razón u otra no se puso.

En Alemania y otros países europeos se reconstruyen estas destruidas  páginas de la historia  en lugares modernos para anclar el pasado con el futuro. La famosa cadena. Y es que la placa tenía escrita la nuez del pensamiento sabiniano sobre su entrega a la Patria en resumen de su discurso pronunciado  en el Txakolí de Larrazabal en junio de 1893. En su cincuentenario, su hermano Luis, quiso honrar aquella visión de Euzkadi como estado nacional, en conversación de ambos por los jardines de Albia, y aquel BBB que presidía  creó el Aberri Eguna y colocó en la fachada la placa posteriormente destruida tras la invasión militar.

La frase es un resumen de parte del discurso pronunciado en Larrazabal y cuyo pasaje reproduzco a continuación. Dijo así Sabino :

“Más al cabo de un año de transición, disipáronse en mi inteligencia todos las sombras con que oscurecía el desconocimiento de mi Patria, y levantando el corazón hacia Dios, de Bizkaya eterno Señor, ofrecí todo cuanto soy y tengo en apoyo de la restauración patria, y juré (y hoy ratifico mi juramento) trabajar en tal silencio con todas mis débiles fuerzas, arrostrando cuantos obstáculos se me pusieran de frente y disponiéndome, en caso necesario, al sacrificio de todos mis afectos, desde el de la familia y de amistad hasta las conveniencias sociales, la hacienda y la misma vida. Y el lema Jaungoikoa eta Lagizarra se grabó en mi corazón para nunca más borrarse; y por guía de todos los actos de mi vida me tracé un lema particular, cuyas iniciales van al final del opúsculo que conocéis y de todos mis escritos”.

Bueno pues aquí ésta  hermosa historia así como la explicación del JEL sabiniano y del nombre de Jelkides y Jeltzales. En la placa si se fijan, ponía Jeltzalia´ k.

Una identificación que no podemos perder. A mucha honra.

Aberri Eguna día de la Patria Vasca

Jueves 17 de abril de 2025

El Partido Nacionalista Vasco, concretamente el BBB de Luis Arana, creó en 1932 la institución del Aberri Eguna el Domingo de Resurrecci´ón de 1932 ya que se conmemoraba el 50 aniversario del «descubrimiento» de Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y padre del nacionalismo vasco, de Euzkadi como concepto político

«Pero el Domingo de Resurrección de 1882, ¡bendito el día en que conocí a mi patria!…»

La celebración tuvo lugar tras la instauración de la Segunda República española el 14 de abril de 1931. El nacionalismo catalán contaba con la celebración de la «Diada» ya desde 1889 y el nacionalismo gallego con el «Día de la Patria Gallega» desde 1919.

El primer Aberri Eguna en 1932, congregó a 60.000 personas y fue convocado en Bilbao por el Partido Nacionalista Vasco el 27 de marzo de 1932, Domingo de Resurrección, y consistió en una manifestación que partiendo de la plaza del Sagrado Corazón, finalizó en la casa natal de Sabino Arana, Sabin Etxea, rehabilitada en 1931 como sede del PNV en Bibao, donde Luis Arana descubrió una placa conmemorativa del evento. ​

El siguiente año, 1933, fue la ciudad de San Sebastián la que albergó la concentración festiva con el lema Euzkadi-Europa, interviniendo en el mismo José Antonio Aguirre y Telesforo de Monzón. En 1934 se celebró en Vitoria contando con la presencia de Manuel de Irujo. En 1935, durante el bienio radical-cedista, se celebró en Pamplona. Sin embargo, la manifestación contó con la oposición del Gobierno y de la derecha navarra y para conseguir el necesario permiso gubernativo se debió cambiar su nombre por el de «Euzko Eguna» (Día Vasco), así como su fecha de celebración, realizándose diversos actos políticos y folclóricos en el frontón «Euskal Jai» y en la plaza de toros. El inicio de la Guerra Civil en julio de 1936, conllevó que no hubiera una celebración unitaria en una localidad determinada, aunque se festejó la efeméride realizando actos en diversos lugares.

Las celebraciones tras la guerra civil

Durante la dictadura franquista (1939-1975) fue una celebración perseguida y proscrita y que solo a medida que transcurría el tiempo fue celebrándose, siempre como una jornada reivindicativa y de lucha por las libertades. Solo en Iparralde tras el  fin de la Segunda Guerra Mundial, el PNV y el Gobierno Vasco en el exilio siguieron manteniendo esta celebración.

En 1947 se produjo la primera concentración significativa, en Bilbao. Poco después, el 1 de mayo, Bizkaia  fue el escenario de una huelga general en el sector metalúrgico, que también fue apoyada por el PNV, que movilizó a unos 50.000 obreros y terminó con la ocupación por parte del ejército de Bilbao, cuatro mil detenidos y la desarticulación sindical.

A partir de 1964, las convocatorias se hacen ya en el Interior siempre bajo presión policial. Ese año, la localidad elegida fue Gernika, con una asistencia que desbordó las previsiones  de todos al haberse organizado con una dosis de buena organización y ayudados por el factor sorpresa. En 1965, Bergara fue el escenario, con los accesos a la ciudad cortados por la policía franquista, trasladándose a Gasteiz-Vitoria el año siguiente. Ese año, 1966, Euzkadi Ta Askatasuna (ETA) efectúa su primera convocatoria, en Irún y Hendaya. En 1967 se realizó en la céntrica Plaza del Castillo de Pamplona, con severas medidas de seguridad, finalizando con una carga policial y la detención de más de 300 participantes. Otros hitos significativos de la celebración son la celebración conjunta de EGI y ETA  en 1969 o la primera celebración conjunta celebrada en Bayona (Francia) en 1972, con la asistencia, entre otros, del Partido Nacionalista Vasco, ELA-STV, EGI, ETA, o Enbata.

A finales de la dictadura y durante la Transición fue adoptado por todos los partidos nacionalistas vascos y por los no nacionalistas de izquierdas como fiesta de la patria vasca, o día nacional del País Vasco, así en 1975, en Gernika, a la convocatoria conjunta asistieron personalidades internacionales, siendo algunas de estas también detenidas por la policía. En 1974, el Lehendakari Leizaola pasa clandestinamente y se reúne con burukides del EAJ-PNV bajo el Árbol de Gernika.

En 1978 se produjo una histórica convocatoria conjunta que reclamó un estatuto de autonomía para el País Vasco. Tras las primeras convocatorias conjuntas, a medida que se iba enrareciendo el ambiente político en Euzkadi por la actuación de ETA, estas se fueron rompiendo. El PSE-PSOE dejó de celebrar el Aberri Eguna después de la edición de 1979, aunque recuperara la fiesta de forma efímera cuando se fusionó con Euskadiko Ezkerra en 1993.

El Aberri Eguna en la actualidad

Hoy en día es una fiesta no oficial que celebran únicamente los partidos y organizaciones nacionalistas vascas. La diáspora vasca también lo celebra en el exterior en diversas casas vasca. ​ La celebración ha pasado de realizarse por separado, a organizarse conjuntamente y en la actualidad hay dos convocatorias.

En los últimos años, el PNV celebra su acto en la plaza Nueva de Bilbao, realizando un acto político en el que intervienen el presidente del EBB y el Llehendakari. Este año asimismo se celebrará la concentración en la Plaza Nueva de Bilbao seguido el acto por una comida popular.

LA EXORCISTA  BILBAINA Y VARGAS LLOSA

Miércoles 16 de abril de 2025

Como primer comentario decir que Mario Vargas Llosa fue un gran escritor. No se puede discutir la evidencia. Un Maestro. Dicho esto, políticamente para mí, fue un desastre. Sus descalificaciones continuas contra el nacionalismo vasco y catalán, eran terribles e impropias de un genio como él.

Participó en todas las plataformas habidas y por haber contra el nacionalismo vasco y catalán desde su más rancio nacionalismo español poniendo su firma al servicio de causas propias de una España irreal. No sé qué hubiera sido  Mario Vargas Llosa en aquel  Perú cuando Bolívar independizó su país de la corona española.

Yo ante aquellas descalificaciones le replicaba diciendo que entendía su rechazo a ETA, como el que teníamos la mayoría de los vascos, pero no su intransigente y ofensiva postura contra todos los vascos metiéndonos en el mismo saco junto a quienes ejercitaban la violencia siendo una población que  reivindicaba el mismo derecho que él tenía de ser peruano.

De ahí que cuando en 2004 cogió el avión para venir a Bilbao y sentarse en su asiento y tocarme a mi sentarme junto a él me saludó de forma nerviosa. Yo le respondí respetuosamente el saludo. Solo me comentó que iba a inaugurar  una escultura donde se habían grabado palabras suyas en el Puente de Cantalojas.

Reconozco que me quedé con las ganas de preguntarle el por qué en su magnífico libro “La Fiesta del Chivo”, que recomiendo, no alude para nada a la figura de Jesús de Galíndez, delegado del Gobierno Vasco en Nueva York, secuestrado y llevado en vuelo secreto en 1956 por el piloto de Oregón, Murphy a República Dominicana, donde Trujillo lo asesinó constituyendo aquel crimen  una de las razones  principales, ante el escándalo suscitado, para que el gobierno USA dejara de apoyar aquella satrapía caribeña. Al poco lo mataron a él, en una emboscada, que relata muy bien Vargas Llosa en su libro.

Nunca entendí aquella omisión salvo por el hecho de que Galíndez fuera una gran personalidad del exilio vasco, pero vuelvo a repetir el libro es de los que hay que leer.

Sobre la escultura que vino a inaugurar decir que se localiza en la calle de San Francisco en el Puente de Cantalojas y fue realizada por Manolo Valdés en el año 2004. Realizada en bronce, la pieza semeja una gran cabeza de mujer y quiere ser, en palabras de su autor, algo próximo y cercano a la gente que puebla dicho barrio.

La Exorcista es el resultado de la combinación del trabajo plástico de Valdés y las palabras de Mario Vargas Llosa. Fue  realizada por encargo de la sociedad Bilbao Ría 2000 para rematar la remodelación del puente de Cantalojas.

Como sus hermanas La coquetaLa realista y La soñadora -las tres damas de bronce instaladas el mes anterior en la terminal del aeropuerto de Barajas- la escultura lleva un texto de Vargas Llosa impreso en la superficie.

El poema de Vargas Llosa, escrito en noviembre de 2001, aparece sobre el rostro de La exorcista, dando sentido al personaje. La figura se presenta como una fuerza que cada noche sale a pelear contra un espíritu malvado que trata de sembrar la discordia.

La reproduzco para que usted vaya a visitar la escultura. Ir paseando hasta allí, vale la pena para conocer algo que seguramente se desconoce.

“Mi vida parece sin misterio y
monótona
a quienes me ven
de paso a la oficina
en las mañanas apuradas.
La verdad es muy distinta.
Cada noche debo salir a pelear
contra un espíritu malvado
que, valiéndose de
disfraces -perro, grillo,
nube, lluvia, vago,
ladrón- trata de
infiltrarse en la ciudad
para estropear la vida humana
sembrando
la discordia.
A pesar de sus disfraces yo
siempre lo descubro
y lo espanto.
Nunca ha conseguido engañarme
ni vencerme.
Gracias
a mí, en esta ciudad
todavía es posible
la felicidad.
Pero los combates nocturnos me
dejan exhausta y magullada.
En pago de mis
refriegas contra el enemigo,
les pido unas sobras
de afecto y amistad.”