Lunes 25 de diciembre de 2017
Hicieron bien ETB y TV3 en no transmitir el discurso de Felipe VI porque todos los demás canales de televisión, todos a una, ya lo hicieron y el rey, en su saludo solo utilizó medio segundo para decirnos Egu berri on y Bon Nadal. Si en un estado con lenguas cooficiales su jefe del estado tiene semejante respeto en relación con algo tan fundamental como la cooficialidad de sus lenguas y que ya lo había demostrado en la tarjeta de navidad felicitando las fiestas en castellano e inglés, es normal que a una realidad que se la ignora ésta ejerza su pequeña venganza. Algún día aprenderá del rey de Bélgica que hace su mensaje de Navidad en francés, flamenco y alemán las tres lenguas cooficiales y que además les pida a sus ciudadanos que aprendan las tres como ya hizo en su día Alberto II.
Sobre el discurso no fue lo que dijo sino lo que no dijo. Parecía un predicador neutral en medio de las Naciones Unidas o del Vaticano. Pero ese no es su papel. Con Catalunya incendiada y recordándole y afeándole su anterior discurso militar, lo lógico hubiera sido equilibrarlo en algo, reconocer excesos, analizar que dos millones de “buenos españoles” no quieren seguir siéndolo y que por algo será y proponer sólidos caminos de convivencia, no parafrasería hueca. Pues no. Se limitó a decirles que hablaría de Catalunya para no darles más que buenos consejos españoles, que fueran buenos, amplios, que cumplieran una ley inmodificale, que se atuvieran a unos tribunales elegidos entre el PP y el PSOE y que las cargas policiales no existieron. Ni en el atrezzo navideño hubo la menor concesión.
Nada con sifón, demostrativo de la inutilidad de la Institución que acabó su perorata con medio segundo de lenguas cooficiales. Los Borbones no han aprendido nada en estas últimas semanas. Por algo Felipe VI se llama como aquel Felipe V.
Sr. Borbón, que con su pan se lo coma y si sigue así, verá su puesto de trabajo en peligro, a pesar de la hinchada hispana que hoy se ha pasado el día jaleándole como en la Edad Media sin la menor crítica y con alabanzas sonrojantes.
Gotzon García me ha enviado desde Galdakao una nota diciendo que en el Batzoki de esta localidad y hasta el 7 de enero, han organizado una exposición de fotografías que recuerde la inauguración de su batzoki y el izamiento de la ikurriña en el Ayuntamiento en 1977. Y me manda tres fotografías de la muestra y una de ellas en la que aparezco junto a Felix Aranguren, Ixaka Atutxa y Jokin Inza, los cuatro pertenecientes a la Radio Euzkadi clandestina que funcionó en Venezuela.
Quien tiene un elegante traje puesto para la ocasión es Ixaka Atutxa, natural de Galdakano, del Jagi y de la Brigada Vasca, que era quien cuidaba en el interior, Santa Lucia, las instalaciones de la emisora. Había dos trasmisores, Pedro y Pablo, que él diariamente, sábados y domingos incluídos ponía en marcha. Con unas botas grandes, un pantalón atado con un viejo cinturón y una camisa con manchas de grasa, era feliz haciendo aquel trabajo. El de la pipa es Jokin Inza, de Bergara, quien hizo posible económicamente aquella aventura a sablazo limpio y Félix Aranguren que trabajaba en la constructora de Julián Atxurra que nos daba cobertura, era el que pagaba. Un bonito recuerdo que agradezco y que nos trae al hoy a aquellos patriotas hoy desaparecidos.
