Gaitas en Bilbao

En Venezuela desde el 16 al 24 de diciembre se celebran de noche las misas de aguinaldo donde la gente durante la misa y tras ella canta las llamadas gaitas que son villancicos acompañados por el cuatro (guitarra), las maracas, la tambora, y la zambomba o furruco. Son letras ingenuas y repetitivas pero muy melódicas y por tanto no solo cantables sino bailables. Se sabe que llega la Navidad cuando ese tipo de música lo inunda todo ya que todo se centra en el nacimiento del Niño Jesús. Allí no hay Reyes, ni Olentzero, porque todo gira alrededor de la fecha del 24 de diciembre y del Niño Jesús que es quien trae los regalos.

Queriendo traer esta música, el Consulado de Venezuela en Bilbao organizó en la iglesia San Francisco Javier una sesión de estos aguinaldos el sábado pasado. Pocos vasco-venezolanos. Muchos venezolanos que viven ya en Euzkadi que para mi sorpresa llenaban la nave y seguían los cantos con verdadera pasión.

La mayoría de estos aguinaldos han sido la música de fondo de nuestra infancia y es por tanto muy agradable escucharlos, aunque la acústica de la Iglesia no fuera todo lo buena que requiere una sesión de éste tipo. El acto terminó con el párroco invitando a los presentes a pan de jamón. Seguramente no habría hallacas, porque éstas multisápidas, como las llamaba el líder adeco Rómulo Betancourt, son caras y constituyen un buen termómetro de cómo anda la economía del país. Las hallacas, tan necesarias como el turrón en estas latitudes, envuelven su harina de maíz en una hoja de plátano, se amarran y se hierven y es un plato delicioso. Sé de unas chicas vasco-venezolanas que las hacen y venden a siete euros la hallaca. Si alguien está interesado en comprar algunas que me escriba.

Este acto tan bonito de una navidad tan entrañable como la venezolana, tan familiar y tan humana, contrasta con lo que aquel día hacía público Amnesty International y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidiendo la libertad de la jueza Afiuni, una jueza encarcelada por Hugo Chávez y recluida en una prisión donde las presas juzgadas por la juez no le dejan salir de la celda donde ha sufrido toda clase de vejaciones. El delito de la juez fue dejar en libertad a un procesado que había superado de largo su prisión preventiva y Chávez en “Aló Presidente”, la llamó bandida y allí mismo dijo que la condenaran a cuarenta años de prisión. Es un tema sangrante que estamos siguiendo muy de cerca.

Termino este comentario con la primera gaita que nos cantaron el sábado para que se vea el tipo de letra que tienen estos aguinaldos, cuya lectura nos ilustra, pero a la que le falta el sonido reiterado del cuatro, las maracas y el furruco.

El niño criollo (De Isabel Herrera y Luis Morales Vance)

Si la Virgen fuera andina

y San José de los llanos,

 el niño Jesús sería,

un niño venezolano.

I

Sería un niño de alpargatas

y lilquiliqui planchado,

y en vez de aureola un sombrero

de cogollo deschiflado

II

Tendría los ojos negritos

quién sabe si aguarapaos

y la cara tostadita,

del sol de por esos lados (Bis).

III

Por cuna tendría un chinchorro

chiquito y muy bien tejido,

y la Virgen mecería

al niño Jesús dormido (Bis).

IV

Los Reyes Magos vendrían

de Cumaná y Margarita,

trayendo perlas al niño

canastas de oro en pepitas (Bis).

V

El crecería en las montañas,

cabalgaría por los llanos,

cantándole a las estrellas

con su cuatrico en las mano (Bis)…

 http://fiestasnavidad.blogspot.com/2009/11/aguinaldo-venezolano-el-nino-andino.html