Convocadas las elecciones para el 20 de noviembre si uno se asoma a los medios de comunicación de ámbito estatal podrá ver una manifiesta polarización entre los dos grandes partidos que según ellos «vertebran España». Lejos quedan las reflexiones de Esteban González Pons, portavoz del PP, pidiendo se convenza al PNV para lograr unas elecciones anticipadas. Ahora de lo que se trata es de polarizar el campo de juego eliminando no solo a los partidos nacionalistas y regionalistas sino a una IU que se presenta asimismo en todas las circunscripciones estatales. «Terceros fuera» podría ser la consigna del momento.
Y para ello se apela al voto útil. “No hay que desperdiciar ni un solo voto apostando por aquellas opciones que no tienen la menor posibilidad de gobernar” como si estuviéramos en un sistema presidencialista del tipo norteamericano y no en uno europeo donde no se elige un presidente sino 350 diputados y alrededor de 270 senadores (depende del censo). Y aquí cada voto es determinante. Y si no que se lo pregunten a Zapatero que sin el PNV no hubiera llegado hasta hoy.
Pero es que además semejante planteamiento en una sociedad tan plural y eligiendo parlamentarios en un estado plurinacional y plurilingüe es algo profundamente antidemocrático y, lo más grave, es que además se ayuda desde el Ente Público RTVE que omite cualquier noticia que pueda apuntar que además del PP y del PSOE existen otros partidos como por ejemplo el PNV que lleva en las Cortes Generales desde 1917, sin contar los años de la dictadura.
Es curioso que si antes los vascos éramos desgraciadamente noticia por acciones terroristas de ETA, ahora no lo seamos para casi nada a cuenta de que podemos ser el fiel de la balanza, la clave del abanico, el partido bisagra, que a fin de cuentas condiciona, una gobernabilidad de ámbito total. No. Ahora de lo que se trata es de una lucha de dos carneros. Rajoy-Rubalcaba.
Y a eso le llaman el voto útil cuando para un vasco no puede haber mayor utilidad que votar por una organización que trabaja de manera exclusiva para los que vivimos en un determinado territorio.
Ese es el verdadero voto útil. El del PNV.
Es preciso recordar que aquel año 1977 fue crucial. Tras la muerte del dictador había que montar el armazón democrático y había que dar urgentemente pasos. EI primero, pasar por taquilla. Nosotros lo hicimos en abril, pero el mundo de la IA se negó. Posteriormente hubo que presentarse a las elecciones. La IA en Txiberta nos dijo que no lo hiciéramos. Nosotros no solo decidimos participar sino que, en el hotel Maisonave de Pamplona, conjuntamente con el PSE (que incluía al socialismo navarro) y ESEI presentamos lo que se llamó el «Compromiso Autonómico». Se llamaba así porque fuera cual fuera el resultado la apuesta que íbamos a hacer los tres partidos era recuperar el estatuto del 36 y ponerlo nuevamente a funcionar.
EI 15 de junio de 1977, copamos los puestos en el Senado y en los cuatro territorios. Manuel Irujo, Ramón Rubial y Goyo Monreal lograron su acta. A la semana en Gernika, y bajo la presidencia de edad de Don Manuel, se reunió la Asamblea de Parlamentarios Vascos para hacer realidad lo acordado. De dicha Asamblea salió la Amnistía, el Consejo General Vasco y la redacción del Estatuto de Gernika. Los socialistas navarros trabajaron también en ello. Terminada la legislatura en l979, Urralburu y sus gentes dinamitaron el Comité Socialista de Euzkadi y formaron su chiringo en Navarra. El tiempo demostró que lo hacían para robar mejor. Pero hay que decir que aquel acuerdo transversal del PNV, PSOE y ESEI para las elecciones del Senado en 1977 dio buenos frutos. Tenía un programa serio.
Nacida HB despreció siempre ir a Madrid a hacer política. El PNV era un traidor por hacerlo. Lo de ellos era apoyar la lucha armada y argumentar su decisión como lo hizo Karmelo Landa junto a Arnaldo Otegi, Olarra y Barrena en 1999, diciendo que «no tiene mucho sentido que la izquierda abertzale defienda la participación en unos comicios en los que se elige a los máximos representantes del marco político español. La coherencia nos exige cortar con las elecciones españolas. Cerramos el paso a la intromisión del Estado Español en el proceso democrático vasco».
Efectivamente sonaba muy bien. Pero 34 años después, «cumplen la ley de partidos a rajatabla» y si hay que ir a Madrid, se deja la coherencia en casa, se pone uno la hoja de parra del Imperativo Legal y proponemos ir todos de la mano a las Cortes para acumular fuerzas y plantar cara. Y de autocrítica, nada. El votante, como el cliente, siempre tiene la razón.
A todo esto hay que decir que el PNV en estos 34 años siempre ha ido solo a las elecciones salvo hace cuatro años en el Senado en Navarra donde fuimos con Nafarroa Bai y apoyando al candidato Koldo Martínez. De ahí que nos haya extrañado esta propuesta de plataforma hecha pública sin más por parte de la IA, para formar candidaturas conjuntas y con el único programa de plantar cara. Se va a Madrid y se debate en una Proposición de ley la Independencia de Euzkadi. El PP y el PSOE, como hicieron con el Lehendakari Ibarretxe, la tumban. La semana siguiente se discute sobre el derecho de Autodeterminación. El PP-PSOE, la tumban. La siguiente acudir a Naciones Unidas. El PP-PSOE la tumban. Y la cuarta semana, ¿que?. ¿Pedir como ha hecho Izaguirre algo que hemos pedido ocho veces en estos treinta años como revertir para Donosti el Cuartel de Loyola y los terrenos de la antigua Yeguada de Lore Toki?. ¿Es ese el programa?. Urkullu, marcó inmediatamente el campo de juego y Ortuzar lo ha definido con claridad: eso es enredar.
A las Cortes Generales hay que ir a trabajar, no a hacer testimonialismo vacíoi. De aquel trabajo en tiempos de la República, nació el primer estatuto vasco. Del duro trabajo de estos años, se está logrando consolidar el segundo. Si, ya sé que se me dirá que es un parche, que Navarra no está, que se queda corto, que nos coloca en el ámbito español. Ya lo sé. Pero ¿cuál es la alternativa?. ¿ETA, a la que Bildu ni Sortu le han invitado a desaparecer?.
No se si ustedes recordarán aquel anuncio donde aparecía un señor vendiendo un detergente para lavar diciendo: «Busque, elija y compare y si encuentra, algo mejor, ¡cómprelo!». Algo así debería ser el acto de votar, algo por otra parte muy serio porque hay gente que vota sin pensárselo mucho, con las vísceras, contra esto y lo otro, porque me cae bien o me cae mal, porque son gente maja y cosas así sin percatarse que cada voto refuerza una idea que tratará de ser llevada a la práctica.
Respeto, a quienes en las últimas elecciones del 2008 votaron al PSOE y al PP. Los primeros nos ganaron por goleada. Cuatro años después sería bueno analizar cuantas preguntas, interpelaciones, mociones, proposiciones de ley y no de ley han presentado en el Congreso y en Senado. Cuantas negociaciones han hecho y que han conseguido en beneficio, no de una sigla, sino del conjunto de la sociedad vasca y, después de esto, analizar cuál es el verdadero voto útil para un vasco de buena voluntad. Solo podíamos pedir esto y como el vendedor de jabón, «si encuentra algo mejor, ¡vótelo!”. Le será difícil encontrar nada en el mercado electoral que haya hecho en cuatro años tanto trabajo práctico para Euzkadi en todas sus apuestas. En todas.
Tras una legislatura brillante para los intereses vascos gracias al PNV que ha sabido aprovechar los resquicios que teníamos ante un Zapatero debilitado, el ciudadano vasco puede optar o por el testimonialismo y la marginalidad, o por el españolismo y la dilución en aquel océano o por barrer para casa y reforzar Euzkadi. De ahí nuestra reivindicación del voto útil para una opción que sabe donde le aprieta el zapato y lleva recuperando poder para los vascos en cada legislatura.
Nosotros proponemos: Hacer nación día a día sin olvidarnos quiénes somos y mucho menos, nuestras aspiraciones, pero con los pies en el suelo, el corazón caliente, la mirada larga y la cabeza fría. Por eso somos el eje del país y lo seguiremos siendo.