Perplejidad naranja

Son tiempos interesantes. En el sentido chino de maldición, pero también en el puramente literal. Se está poniendo muy entretenida la cosa para los que tenemos el vicio de la observación —o fisgoneo, según— de los devenires y aconteceres políticos. Si, dejando de lado el muy sustancioso panorama que disfrutamos entre el Ebro y el Bidasoa, ya íbamos servidos con la barrena de los dos grandes [nótese la cursiva] partidos españoles, la irrupción espectacular de Podemos, la zozobra interminable de Izquierda Unida o el hundimiento a ojos vista de la chalupa de Rosa de Sodupe, el cruce de todas esas circunstancias y alguna más ha provocado la eclosión de esa cosa que atiende por Ciudadanos.

Confieso que, de entre todos los fenómenos mencionados arriba, este es el que más me cuesta comprender. Fíjense que, aunque tampoco me olí ni de lejos —como tantos que ahora presumen de lo contrario— el apoteósico éxito de la formación de Pablo Iglesias Turrión, una vez que se ha dado, me resulta perfectamente explicable. Quiero decir que puedo citar los mil y un factores que creo que han contribuido al terremoto morado y, desde luego, soy capaz de meterme en la cabeza de los muchos tipos de sus votantes potenciales. Sin embargo, con el partido de Albert Rivera, ni modo, que diría Chavela Vargas.

Se me escapa completamente qué puede empujar a alguien a respaldar un proyecto que a cien kilómetros canta a grosera operación artificial. Bien es cierto, y quizá por ahí puedan ir los tiros, que estamos hablando del lugar donde la final del cagarro televisivo llamado Gran Hermano VIP congregó a cinco millones de personas.

4 comentarios en «Perplejidad naranja»

  1. No estoy de acuerdo con el análisis.

    Y no estoy seguro de lo que sugieres con lo de «grosera operación artificial». Sin acritud lo digo. No sé si lo que sugieres es que Ciudadanos responde a intereses de determinados poderes…¿de qué poderes y para qué exactamente? ¿con qué fin se lanza la supuesta «operación Ciudadanos»?

    Porque Ciudadanos va a hacer pupa (y parece que bastante) a los dos partidos mayoritarios tradicionales (PP y también le va a rascar al PSOE) que se supone que son la mejor garantía que tienen los poderes en la sombra de que nada cambie.

    Quizás por el lado de la abstención…

    Ciudadanos puede movilizar abstencionistas de centro-derecha o incluso de izquierda moderadísima y quizás por ahí hay quien puede ver interesante que aparezca un contrapeso «de orden» al fenómeno «Podemos».

    Eso…puede ser. Que viendo que los partidos tradicionales hacen aguas (aunque quizás aguanten el tirón) y asustados por Podemos…el sistema quiera un suplente fuerte para PP y PSOE.

    Pero yo diría que es algo más..natural. Y en parte las razones son las mismas que la de Podemos. Hartazgo, horfandad, desencanto. Un hueco que llena el primero que comunica más o menos bien.

    Y esto son bolas que crecen rápido. La gente se sube al carro fácil. En el caso de Ciudadanos yo estoy viendo, a nivel de calle, mostrar simpatías a Ciudadanos a gente que no es tonta; gente preparada, gente culta y no necesariamente ultras; hay de todo.

    Evidentemente Ciudadanos tiene el origen que tiene, reacción en Catalunya al nacionalismo catalán y eso en el resto de España vende muy bien (a izquierda y derecha) pero, por ejemplo, UPyD no supo, creo, salirse de ese carril central de discurso y con eso no vale (aparte de que creo que Ribera tiene más recorrido).
    Para mi son una incógnita pero les veo más inteligentes y creo que están abriendo el discurso más allá del monotema territorial. Creo.

  2. Decir que en Ciudadanos hay gente inteligente,culta…
    ¿pero, qué decimos con eso? Pues nada.
    Para eso en Podemos, hay a patadas, gente con más títulos académicos, cátedras, etc. que en Ciudadanos y les ganan por goleada.
    Ciudadanos, tienen la demagogia por bandera, y roban votos de UPyD y del PP/PSOE.
    Son partidos vacíos. Partidos que dan mayoría a este o a aquel.
    No sirven para más. Porque hacer , ya sabemos lo que harían, lo mismo que el PP/PSOE ,son la cara amable del capitalismo.
    Como, que no.

  3. A mi no me sorprende tanto el medio éxito de Ciutadans (perdón Ciudadanos) de momento en Andalucía y luego ya veremos. Precisamente ese panorama que pregona el “fin” del bipartidismo (gran cataclismo), las expectativas de cambios con la irrupción de Podemos, el hundimiento de los de la innombrable de UPyD… les dan un cierto colorcillo que les decide a desembarcar en las Españas.

    En Catalunya ya sabéis que surgió de la pataleta de gentes como Boadella, Arcadi Espada y elementos de la onda del foro Babel y tuvo su tirón aprovechando el rebote de los presuntos intelectuales, funcionarios “desterrados” y alguna gente más de cierto poderío, todos ellos muy ofendidos de que a gente de su nivelazo les quisieran imponer que adopten la lengua del país en el que viven (o eso dicen).

    Aquí tienen un techo claro pero el panorama anterior les anima a la conquista española, unos votos robados al PP, al PSOE, a su parienta Rosa Díez… No es moco de pavo embolsarse unos eurillos de más si consiguen escaños por aquí y por allá. Al fin y al cabo para alguna gente es la llegada de caras nuevas y con el gran espíritu crítico habitual deciden votarles a Rivera y sus secuaces.

    Qué lastima!!!

  4. Pues yo veo a Podemos, y a Ciudadanos como una excrecencia del sistema instalado con vocación, ambos de ser muleta del mismo, ocupando el espacio de los desencantados, o indignados.
    Podemos por la izquierda (son los IU que quieren ocupar el espacio del PSOE, para lo cual tenían que apearse del blindado de Cayo) y Ciudadanos por la derecha, recogiendo aquellos indignados de corte liberal (tipo funcionario «que hay de los mío») y de corte conservador liberal (un clásico en el pensamiento político español) que integran el electorado pepero pero que no quieren coexistir con ultra católicos, exfachas, y otros integrismos varios que le dan la mayoría al partido del gobierno (incluidos en estos muchos abstencionistas hasta ahora).
    Lo de Podemos se está viendo a la primera de cambio que no era acabar con la casta sino colaborar con ella (con la casta Susana en este caso) para que gobierne. Errejón dice que su abstención sería «para que haya gobierno» (?)
    Lo de Ciudadanos se verá en la municipales.
    Por otro lado, UPyD era algo parecido pero por el centro, apostando a muleta izquierda o muleta derecha, pero ha tenido el inconveniente de ser «casta» antes del 15M, de venir de una derrota en el PSOE, (y por tanto con aspecto y esencia de tránsfuga), de autoritarismo ejercitado con alevosía, y de falta de diálogo con quien le tocaba, que era Ciudadanos.
    Ahora bien, catalogar a cualquiera de estos surgimientos como «operación artificial» como si fueran articulados desde partidos ya establecidos, con intervención de los «media» adscritos, me parece excesivo. No caigamos en lo «conspiranoico». La realidad está más a la vista.

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