Como decía Groucho desde su lápida, me van a perdonar que no me levante. Y desde luego, que no aplauda. El cínico que hay en mi llega, como mucho, a anotar que prefiero que se utilicen las armas para la propaganda que para limpiarle el forro al personal. Oigan, que ETA no era un grupo de malotes que hacían pintadas en las paredes. Bastante menos, una organización revolucionaria, como quizá se soñó en sus inicios. Se quedó en mafieta que mataba y acojonaba a quien le tosía. O a quien ni siquiera lo hacía, porque la lista de apiolados porque sí es vergonzosamente larga. Qué repugnantemente gracioso es ver a quienes jaleaban todo eso haciendo ahora profesión de campeones mundiales de la paz. Si tanto les gustaba, ya podían haber empezado a practicarla mucho antes. Algunos tenemos quinquenios en esto de recibir por las dos mejillas.
Pero bueno, ya está. Capri, c’est fini. Que se termine la Fanta y que ahueque el ala. Esta tiene que ser la última que le pagamos. Y con lo cara que nos ha salido, podremos darnos el desahogo de señalar que, alegres biribilketas aparte, el desarme de marras se ha hecho efectivo exactamente como podía haber sido en el mismo instante del famoso comunicado de hace cinco años y medio. Todavía el otro día le escuché a un egregio vocero de la causa diciendo que era “de subnormales” (sí, es literal) pensar que la cosa se podía hacer entregando una lista de localizaciones.
Queda claro que la cacareada (y no falsa, ojo) resistencia de los gobiernos de España y Francia era un comodín, una falacia más a mayor gloria del relato, que ayer en Baiona fue, en realidad, clamoroso retrato.
No hay epitafio. En la lápida del nicho se lee «Groucho Marx 1890 1977» con una estrella de David entre las dos fechas.
Parece que lo de Perdonen que no me levante (Excuse me, I can’t stand up) procede de una supuesta entrevista que nunca se cita, que yo sepa.
Hay otra propuesta de epitafio recogida en The Oxford Dictionary of QuotationsHere Lies Groucho Marx And Lies And Lies And Lies. PS: Never kissed an ugly girl
Que sería
Aquí yace Groucho Marx y yace, y yace y yace. PS: Nunca besó a una chica fea.
Pero, claro, es que to lie es también mentir. No se puede traducir sin que se pierda toda la gracia.
Creo Javier, contrariamente a lo que dices, que el desarme no ha ocurrido»exactamente como podía haber sido en el mismo instante del famoso comunicado de hace cinco años y medio» porque para ello era necesario alguien imparcial, que se asegurara de que el «enemigo» no manipulara las armas antes de recogerlas. Es una cuestión técnica, que distingue desarme y rendición. Podrá gustarte más o menos, pero en un desarme, las armas no se entregan al enemigo, sino a alguien imparcial, que las custodia hasta su destrucción. En una rendición, se entregan diractamente al vencedor. Por eso no se ha podido hacer antes, porque España y Francia no aceptaban la mediación de nadie, ya que querían la rendición (en un conflicto cuya existencia siempre han negado). Hasta hace pocos meses, no ha habido nadie que se quisiera arriesgar a hacer de mediador y coger las armas de ETA para entregárselas a las autoridades francesas (que por lo menos han accedido a recibirlas). Gracias a estos voluntarios y a la protección de una parte de la sociedad vasca, que estuvo presente ayer en Baiona, ha podido llegar esto a buen puerto. Ha sido un desarme difícil y tardío, pero ha evitado rendición en la que se entregan las armas (o sus geolocalizaciones) al enemigo. Matices importantes que más lo serán cuando se escriba la historia de este desgraciado conflicto.
Una cosa es lo que a ETA le gustaría que fuera, un desarme, y otra lo que realmente ha ocurrido, una rendición.
Para que se produzca un desarme, antes debe de haber un acuerdo entre las partes, y en este caso no hay acuerdo de ninguna clase, lo que hay es una rendición en toda regla. No tienen otra opción más que rendirse, o morir…
Supongo que buscan algún tipo de dignidad en todo esto, pero me temo que asesinar a gente de forma casi indiscriminada solo por pensar diferente no te deja demasiada. No les está gustando, pero se rinden, han perdido, porque entre otras muchas razones, así, de esa manera, nunca se puede vencer.