Es difícil escoger entre la lástima y la rechifla. Aunque quizá sea el hastío el sentimiento que más encaja con la matraca reiterada de Pablo Iglesias sobre su sueño húmedo de ser ministro. Si bien últimamente parece que el número de sus amigos —no digamos el de votantes— se reduce cual si le hubiera abandonado el desodorante, todavía deberían quedarle unos cuantos fieles para decirle, con toda la suavidad que sea necesaria, que está rozando el ridículo tirando a lo patético. El vallecano emigrado a Galapagar empieza a recordar a aquel entrañable aspirante a torero apodado Platanito que iba de feria en feria rogando una oportunidad para saltar al ruedo.
Qué diferencia, por cierto, este Iglesias con la cerviz baja y tono de voz quedo que ahora mendiga un chusco del gobierno —ya si eso, una subsecretaría o una dirección general— con aquel soberbio rey del mambo que a ritmo de rap le exigía a Sánchez tres cuartos de gabinete, incluido el CNI. Y ahí es donde procede la reflexión. En apenas tres años, el cuento ha cambiado diametralmente. Aquel PSOE al que se le llegó a administrar la extremaunción exhibe una lozanía envidiable. En contraste, la formación llamada a asaltar los cielos se acaba de estrellar en las mismas urnas que le hicieron creerse lo que Cortázar llamaba “la última chupada del mate”. Bastante éxito ha sido mantener, especialmente en la demarcación autonómica, un puñadito de lapas que sobrevivirán empotradas en el mismo sistema del que abominan y cuya humillación hacia ellos consiste justamente en subvencionarles sus vicios pequeñoburgueses mientras su líder carismático pordiosea un ministerio.
Ese PSoE que en Euskadi gobierna en coalición con PNV
Creo que es injusto echar culpas a los capos de las formaciones (e incluso a las mismas formaciones) cuando la peculiar composición sociológica de Hispanistán -una Hispanistán que, en buena parte, se resistió con uñas y dientes a la Ilustración- posibilita que con cuatro telediarios y tres portadas de periódicos, generalistas y deportivos, las urnas se llenen de una cosa… o de su contraria.
Así pasó con Podemos (al margen de que despertara simpatías y esperanzas) a quienes auparon hasta o más alto los que cortan el bacalao para desempeñar una misión concreta, y ya cumplida ésta, los abandonan a su buena suerte; que parece no ser tan buena excepto para los que van a conseguir sueldos y jubilaciones atípicos.
Y lo peor de todo no es eso.
Lo peor es comprobar que el tocino que amortaja a Hispanistán -sitio breve en magro de jabugo- es de espesor y consistencia notables; hasta el punto, que la condenará a la irrelevancia (¿a la quiebra?) si el rumbo que tome el Mundo va a ser como se intuye.
Mal asunto para los que no puedan evitar el remolino que se forme cuando se vaya a tomar por culo.
Solo han bastado 5 años para que el desencanto haya hecho mella en los campistas que puño en alto con la internacional de fondo y la mirada en su profeta y discípulos, con halo incluido veían como discutían con S.Pedro la entrada «a su paraíso».
Iglesias como profesor de ciencias políticas debería recordar el affaire de Carrillo y sus bases, y el III congreso de González renunciando en menos tiempo aun sus marxismos y luchas sociales en cuanto les ofrecieron un sillón en la Moncloa.
Esto incluye mansión, coche oficial, jubilación vitalicia récord, cónyuge colega… y demás prebendas (pack)
Sr. Iglesias siempre no cuela, y 43 años después esas jugadas las conoce hasta el más tonto del pueblo y al final es lo que sucede.
Olvídese del ministerio y hágase una auto-critica del porqué de su fracaso, igual aparecen muchos Iscariotes.
Esta es la definición de hacer leña del arbol caído y con menos gracia de la habitual, por cierto.
¿Hasta cuándo la obsesión con Podemos?
Sr. Vizcaíno:
Me parece percibir, a través de su verborrea pseudogongorina, que Vd. no ha entendido nada.
Creo que con su adolescencia y efersvercencia politica fue un revulsivo que España Y europa , y euskadi, necesitaban. Necesitamos revulsivos, estimulos, reinventarnos,,y equivocarnos, para luego acertar. Desde la honradez y la franqueza
Además entre las formaciones nacionales es la mas abierta a las nacionalidades y el derecho a decidir.
Creo que un debilitamineto de Podemos no conviene a los valores democráticos, ni a Euskadi, ni a la izquierda, ni al propio PSOE. Sólo PSOE es poco, hay que reforzar el espacio progresista con podemos. la base social se mueve, (también la mueven) lo hemos visto en Francia, y de repente un partido se queda fuera del tiempo.
El PSOE en frente de VOX Cs y PP, o mejor PSOE PODEMOS contra los subsodichos¿?
Mejor buen rollito claro pero no veo al trifachito por la labor, son la crispación permanente, y así es mejor que este PODEMOS. Claro que si.
Si me permites hay un nick en el pais digital en la edicion de hoy 31 de mayo de 2019 sobre el pueblo «burgalés» que vota al independetismo vasco que es «Félix Elgato» no se si quería poner «Félix ELgeta» y se ha equivocado pero parece que me quiere plagiar porque lo de ELgato es claro para para salvar el gato de mi nick «félix el gato».