Una de las pandemias colaterales es la de las certezas irrebatibles. Si ya antes padecíamos a una caterva de tipos angelicales que no albergaban la menor duda sobre nada, se diría que el maldito bicho ha multiplicado el número de ventajistas que siempre se quedan con la parte ancha del embudo. Y lo definitivamente alucinógeno es que son sistemáticamente dueños de la razón incluso cuando defienden justo lo contrario de lo que pontificaron con vehemencia. Hablo, una vez más, de los negacionistas de anteayer, que lucen al mismo tiempo una piel finísima y un rostro de hormigón armado.
Ahí tienen a buena parte de los que no hace ni un mes aseguraban que no había lugar para el alarmismo porque detrás estaba el pérfido sistema capitalista que desde tiempo inmemorial ha utilizado el miedo como instrumento de dominio y control. Ahora que pintan bastos, acusan a las autoridades de pacatas y claman por la paralización total de la economía para salvaguardar la salud. Me apresuro a aclarar que, más por intuición que por hallarme en posesión de datos, sospecho que no está la lejos la toma de medidas más drásticas que las actuales. Los argumentos a favor de hacerlo me resultan interesantes, siempre y cuando no sean esgrimidos por tipos que saben que van a mantener su sueldazo incluso en el peor de los escenarios.
Un medio bilbaíno acusa en grandes titulares de portada al gobierno central por la falta de material, mezcla en ello a Osakidetza que no es responsable de las compras, compara Cruces con Africa en palabras de un médico anónimo y siembra el temor como todos los días.
Siendo como es este medio el portavoz del Trifachito, me tiemblan las piernas sólo de pensar en esta pandemia gestionada por Casado, Arrimadas y Abascal, cuyos errores serían silenciados por su prensa afín.
El error en la compra de algunos materiales chinos a una empresa corrupta está siendo magnificado y manoseado hasta el asco.
Que quede en la memoria social quién empujó y quién puso zancadillas.
De esto solo se sale con keynesianismo, pero los neoliberales, un cancer que le ha salido al capitalismo, solo por no perder la razon haran lo imposible para impedirlo, y eso destruira su querida economia capitalista.
Pero la historia enseña que cuando el sistema capitalista cae ( 2ºimperio babilonico, 1º imperio asirio, fenicios, cartagineses, imperio comercial ateniense, bajo imperio romano…) no es sustituido por un sistema comunista, ya le llegara su momento al comunismo (aunque los actuales comunistas nieguen que eso que esta por venir sea comunismo). Cuando los sistemas capitalistas colapsan son sistituidos por sistemas feudales.
No seas tan duro con la guente, las armas de destruccion de bush hicieron que el cinismo no bajase de las nubes.
Perdón si me desvío un poco del enfoque de la entrada.
No entiendo por qué no se adelanta la semana santa una semana.
Están barajando, dicen, restringir más a la actividas; a lo estrictamente imprescindible.
Y que se tomará la decisión el lunes o martes según vayan los datos de contagio. Leñe…pues que los festivos «santos» sean ya la semana que viene. Eso equivale a esas medidas más restrictivas. O más aún. Y ganas una semana. Y tiempo para ver más clara la tendencia y tomar la decisión de apretar aún más.
Yo admito que a lo mejor soy un neoliberal sin corazón pero entiendo la resistencia de los gobiernos, especialmente claro ha sido Urkullu, respecto del parón total. Es muy fácil hablar y ese discurso falaz de los malvados que anteponen el beneficio del empresario a la vida de las personas pero es que no se trata de eso.
Pues adelantar la semana santa sería como adelantar esas medidas pero, entiendo sin ser un experto, que sin ese impacto al menos de inicio. Insisto. Ganar tiempo.
Claro…crujiendo sin miramientos al que se pille de «escapada»
Seguro que se me escapa alguna dificultad pero, a bote pronto, no le veo más problema que hacer un decreto y que las tv adelanten la programación de las pelis de Charlton Heston (Los 10 Mandamientos y Benhur).
Por cierto. A colación de semana santa…¿ qué sabemos de la santa madre iglesia? Imagino que sus actividades asistenciales estarán haciendo su labor (Cáritas, etc) pero la veo un poco escondida. Tienen muchos inmuebles e instalaciones y casas de retiro…y bastante pasta. No sé..la veo muy en segundo plano. Hacen más ruido cuando se estrena una peli irreverente o por una carroza de carnaval subida de tono.
Bueno, Javier; en este caso hay que andar con pies de plomo y tener cuidado de «no lanzar al niño por el balcón junto con el agua sucia».
Una economía no se puede paralizar totalmente sin asumir unos costos que hay que evaluar muy cuidadosamente, Menos aún si se trata de una economía como la vasca, con un alto componente exportador, por el riesgo cierto de pérdida de mercados, que se pierden fácilmente pero que cuesta sangre sudor y lágrimas recuperar, si se consigue.
La Historia, que suele ser buena maestra, nos muestra algún ejemplo de como nuestros mayores tuvieron que tomar en su momento decisiones muy difíciles y controvertidas, decisiones que aún hoy en día se prestan a controversia. Es conocida, aunque no muy comentada, la decisión que tomó el primer Gobierno de Euskadi, presidido por J. A. Aguirre, en junio de 1937, de impedir la destrucción de los Altos Hornos de Bizkaia y, en general, de la industria pesada sita en la margen izquierda del Ibaizabal/Nervión, amenazada por los rebeldes de Franco; a pesar de las órdenes emitidas en dicho sentido por el Gobierno de Madrid. Dichas industrias cayeron en manos de las tropas de Franco y en poco tiempo estaban colaborando en la producción de guerra facciosa.
Obviamente la intención de Aguirre y el resto de su Gobierno (incluido curiosamente Juan Astigarrabia, representante del PCE) no era colaborar con Franco, sino impedir que, una vez acabada la guerra, con el resultado que fuese, el pueblo vasco se encontrase con una situación económica irreversible que impidiese cualquier atisbo de recuperación económica.
La polémica estaba servida y dura hasta hoy. Yo, personalmente, me solidarizo con lo decidido por aquel Gobierno Vasco y, lógicamente, apoyo la postura del actual de medir muy bien las medidas económicas a tomar en este momento.
Kaixo Javier, representas para mí el periodismo de la honestidad.
La sociedad vasca está dando lo mejor de si misma. Tenemos unos ciudadanos responsables, cívicos y solidarios, salvando contadas excepciones, que están cumpliendo las medidas adoptadas por el Gobierno vasco para evitar la propagación del COVID-19 y de esta manera ayudarnos a todos.
PSOEk (Gibraltar español) euskal Nazioan osasun eta ekonomia arloko erabakiei buruz hitz egin, negoziatu, adostu behar du EAJrekin (Gibraltar british).
Aurrera Iñigo Urkullu lehendakaria!.
GILEAD no sólo era la república fascista distópica de EL CUENTO DE LA CRIADA.
Es también una empresa yanki de biotecnología descubridora por ejemplo del tratamiento contra la
Hepatitis C ,que se vende por unos 80.000 Euros el tartamiento semanal.
Están trabajando, como muchos más, en una vacuna para el COVID19 e incluso esta seman han publicado un anuncio en la prensa española destacando su «enorme esfuerzo y labor social».
Mientras tanto sus acciones suben y suben.
Es la otra cara de una tragedia. La de los que se van a forrar como en todas las guerras, catástrofes y pandemias.