No queda claro si se pretende matar moscas a cañonazos o rinocerontes con perdigones de escopeta de feria. “850.000 personas confinadas en Madrid”, se desgañitan los titulares. Luego, en la letra pequeña se da cuenta de las mil y una excepciones, que básicamente se resumen en lo que dejó escrito alguien en Twitter: “Los vecinos de las zonas confinadas no pueden salir a tomar unas cañas en su barrio pero sí pueden ir a otros a servirlas”. ¿Y cómo hacen el trayecto? Pues apiñados como sardinas en el metro o en los autobuses públicos. Estuvo rápido Gabriel Rufián al difundir sendas fotografías de una estación del suburbano atestada y de un vagón hasta los topes bajo la anotación: “Se limitan las reuniones en Madrid a un máximo de 6 personas”. Por si faltaba algo en el esperpento dirigido y coprotagonizado por la alucinógena presidenta Díaz Ayuso, su número dos, el chisgarabís Ignacio Aguado, se marcaba un Churchill de cuarta regional: “En la lucha frente a esta pandemia los ciudadanos vais a poder elegir qué ser, si virus o vacuna”.
Esas tenemos en la Comunidad que acoge la villa y corte y, por ende, las principales instituciones del reino de España. No diré que nosotros, aquí arriba, no tenemos lo nuestro. Solo espero que no lo dejemos crecer hasta semejantes niveles. El cuantopeormejorismo acecha.
Por aquí tenemos los nuestro. Pero «allí abajo» por el centro sus políticos son campeones mundiales del despropósito.
Tener de presidenta a tan funesta personaje/a está todo dicho, no se merece nadie gestores tan inútiles.
Si no fuese tan grave la situación Francisco Ibañez podía añadir a su famosa TIA a esta señora y sus secuaces.
Seguro que las risas estarían aseguradas!
Después de los seis primeros meses de pandemia les he cogido más miedo a los políticos que al virus.
Para ponerme mascarilla, lavarme las manos con frecuencia, darle caña al gel de marras y guardar las distancias no necesito ministros, consejeros,portavoces,secretarios, asesores ni gaitas.
No contagiarse, no poner en riesgo a los demás y en el peor de los casos que me atiendan bien en el hospital.
A los políticos les ruego silencio, trabajo y si son hombres de fé, oración.
Del resto me encargo yo.
No tengo constancia de huelgas en la educación ni sanidad en Madrid. Ni en la rioja ni Nafarroa. Será que andan todos de puta madre menos donde manda Urkullu y el PNV. Escucho también que hay deserciones en osakidetza por » la precariedad» que gastamos aquí. NO especifican hacia donde son las deserciones (quizás a Madrid).
Yo solo sé que las personas, cercanas, de mi entorno que trabajan en la sanidad y educación vasca, bastantes, de precarias nada de nada. Es más, concretamente una de ellas acabó la carrera (enfermería) en mayo y al día siguiente (literalmente) estaba contratada en osakidetza con un jornal de puta madre. En julio le renovaron contrato hasta diciembre.
Todos tenemos penas que contar, temporadas mejores y peores, pero la comparación ofende, y el que dice que los funcionarios vascos de sanidad y educación son «precarios» o es delegado sindical o no tiene ni puta idea de donde vive.
A Xabier Intza:
Pueden ser las dos alternativas de la ultima frase.
Madrid está radialmente conectado, era inevitable que la segunda ola llegara ahí.
Lo que no era inevitable era que se convirtiera en un tsunami otra vez. Pero, claro, para eso habría que haber favorecido políticas que redujeran el hacinamiento en general, que mejoraran los condiciones de trabajo y de vida de los pobres…
Y el PP madrileño (en su forma municipal y autonómica) lo único que realmente tiene claro es que » a la chusma, ni agua. Que dejen de ser pobres y ya está.»
No, en serio. Es la actitud que tienen. Evidentemente, así todo los problemas se multiplican.
Por cierto. En relación con Madrid…estaría bien que a tres meses vista…se fuera ya mentalizando a la gente con mensajes inequívocos sobre la navidad de este año.
Muchísima gente que vive en Madrid no es de Madrid. Vive allí por trabajo o estudios o se ha afincado allí con su familia pero en navidad va a pasarla a sus lugares de origen. Y las celebraciones consisten en apiñarse muchas horasventitantas personas de todo el arco de edades en pisos de insuficiente tamaño haciendo figuras imposibles con caballetes y mesas supletorias. Y luego todos…de vuelta a sus lugares de origen. En plena época de gripe…catarros…
La navidad este año es una bomba de relojería. Que vale…que librarme del engorro de la navidad sería un alivio pero es que lo creo de verdad.