De la reunión del Consejo Interterritorial de Salud de hoy no espero autocrítica. Qué va, ni siquiera aunque los responsables sanitarios nos deban quintales de explicaciones por el modo en que su ceguera voluntaria sea en buena parte culpable de esta tercera ola telegrafiada que nos golpea sin piedad. Llegará —ojalá—el momento de exigir responsabilidades, pero ahora no toca llorar por la leche derramada sino remangarse y hacer frente de verdad al descomunal repunte de contagios, ingresos hospitalarios y muertes. Lisa y llanamente, hay que coger el virus por los cuernos y dictar las medidas más eficaces para ponerlo en retirada.
¿Cuáles? Es obvio que no tengo la cualificación profesional para enumerarlas, así que me abstendré de decir si se trata de un confinamiento a rajatabla, de mayores restricciones horarias y de movilidad o de cierres selectivos de actividades concretas. Sí me atrevo a anotar, en todo caso, que parecen necesarias determinaciones más drásticas y, por descontado, acordadas entre las diferentes comunidades desde la honradez y renunciando al lucimiento propio o al aprovechamiento político. Y, claro, con el compromiso del poder central, que debe comprender de una vez que cogobernar no es boicotear a las autoridades locales ni meterse las manos en los bolsillos y silbar a la vía.
Más allá del evidente lío en el que estamos (en las UCIs hay casi 100 personas por coronavirus en la CAV…), me parece que tiene su aquel que buena parte de aquellas personas que proclamaban que «se vacunen los políticos primero», resulta que se escandalizan ahora cuando unos cuántos lo están haciendo de tapadillo.
Si sobrevivo para contárselo a mis sobrinos pequeños, definiré estos años como «tragicómicos»
Eso llevamos esperando desde hace meses, y los que creemos que «hemos cumplido»todas las medidas impuestas hasta ahora, con más impaciencia si cabe.
Ha habido medidas que no había por donde cogerlas.
Pero otras sí. Y habiendo cumplido todos, seguro que esto tendría otro cariz distinto.
Luego, están otros países que han optado por diferentes posturas y al final están de igual manera, por lo que el problema es difícil de manejar y solucionar.
Esperemos que después de casi un año, todos rememos en la misma trainera y con las mismas paladas.
Hay que dictar nuevas medidas ya y hay que cumplirlas también ya.
No busquemos excusas ni hagamos trampas.
Solo pido que no sea más importante la actuación de la Ertzaintza que la de los sanitarios.
Tras la intervención de expertos en pandemias, en este momento salen a flote los «especialistas en derecho constitucional» para los cuales es un escándalo que nos metan una hora más en casa o que cierren las tascas, pero que cuando unos militares piden que se fusile a esos mismos ciudadanos, se callan como muertos.
Claro mayores restricciones como siempre. Hablo por mi caso, estoy cumpliendo todas las medidas a rajatabla. Llevamos casi un año con nuestra vida literalmente secuestrada. Por supuesto que los que no cumplen son los mayores responsables de que nos veamos como nos vemos. Ahora, me parece de juzgado de guardia que, en vez de acelerar la vacunación, sólo piensen en restringir y restringir. ¿Cuándo narices vamos a acabar con esto? No podemos estar así eternamente. Ya hay varias vacunas disponibles. No es de recibo que estemos casi igual o peor que estábamos hace un año. Esto parece el día de la marmota. Las autoridades se están tomando esto como si fuese una campaña normal de vacunación y no lo es. Estoy de acuerdo con él titular ¡Hagan algo ya! y yo añado ¡¡Vacunen cuanto antes y de una santa vez!!
Navidad ,Navidad
Tengo derecho de estar con mis familia
tengo que divertirme
Tiendas .. Tenemos que vender
hostelería . Gente pasen y vean que aquí no pasa nada y tenemos que vender
Lo único que es capaz de pararlo son multas y sanciones muy duras para los que se lo
pasan por todo por el forro .. Suena fuerte pero es de la única manera en la que se puede poner fin a esta sinrazón .
Los políticos queriendo hacer lo imposible para quedar bien porque sólo hay una ,el confinamiento total
viva la cogobernanza,
¿Y cómo nos iría si cada uno hiciéramos lo que creemos que hay que hacer para frenar los contagios, aunque no nos lo manden hacer?
Yo creo que eso ayudaría.
Ahora bien, si hay que esperar a que nos lo manden, y cumplimos, a los que no lo hace: «palo y tente tieso».
Israel se acerca al 40% de su población vacunada; esperan tener vacunada a la totalidad de su población adulta para finales de marzo. Si lo están haciendo es que se puede hacer ¿qué pasa aquí?
Qué pasa donde?: en euskadi?, en nafarroa?,en euskal herria?, en europa?, en la españa?, donde?….
Pues ¡hombre, Xavier! En todos esos sitios que citas y Apatamonasterio y Abalzisketa, pero a mí lo que me preocupa fundamentalmente es nuestro “negociado”, obviamente. Es que de otra forma vamos a seguir con “ocurrencias” del LABI como las de hoy. ¡Y nos reíamos de los monjes de la Edad Media que contra las pestes recetaban flagelaciones, misas y triduos! Hay que vacunar rápidamente y tenemos dos problemas: uno de suministro de vacunas y otro de incapacidad para habilitar una vacunación masiva y ágil de toda la población. Lo dicho, el 20 de enero de 2023 se volverá a reunir de urgencia el LABI y nos dirán que vistamos de saco y cubramos nuestra cabeza con cenizas.