Y encima, recochineo. Menudo momento escogió el delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, para plantarse ante los medios a presumir del estratosférico grado de cumplimiento de los compromisos de su Ejecutivo en los tres territorios. Hay que tener poco tacto y muchísimas ganas de tocar la moral para vender semejante moto justo cuando el PNV, paciente socio leal de Sánchez, ha vuelto a mostrar su descomunal cabreo por el enésimo vacile del cachazudo ministro Escrivá a cuenta del Ingreso Mínimo Vital. Después de seis promesas calcadas en bucle, este es el minuto en que seguimos esperando que se transfiera la gestión de esa mala copia de la Renta de Garantía de Ingresos que parió el gabinete bicolor en su incorregible afán de brindar mirando al sol. Pero Itxaso aún tuvo el desparpajo de afear el enfado jeltzale. Algo, también es verdad, que se puede permitir porque sus mayores monclovitas le consienten ese papel de eterno malmetedor.
La jugarreta en su conjunto nos presenta la radiografía exacta del momento político actual. Aunque la literatura diestra oficial asegura que Sánchez es rehén de quienes lo sostienen, los hechos contantes y sonantes prueban lo contrario. Es el presidente español quien no deja de chulear a los grupos a los que debe su permanencia en la poltrona. No es solo el PNV. A EH Bildu y a ERC también se las cuela dobladas una y otra vez. Su gran baza, como he anotado tantas veces, es el miedo a un vuelco que llevara al poder al PP con Vox. Quizá haya llegado el momento de pasar del lamento y el puñetazo en la mesa a algo más contundente.
Sanchez aprovecha las pocas ganas sobre todo en el
País vasco de un gobierno PPVOX en el estado si le dejan de sostener sus socios de gobierno .
Así pues piensa que los tiene pillados y al mismo tiempo les ningunea al estilo Español clásico
El de no cumplir con los compromisos y engañar . Tanto PP como psoe son unos trileros . Ahora veremos en qué queda lo de los fondos Europeos porque ya quieren meter mierda 💩
Las palabras se las lleva el viento y mucha de ellas salen ya de la boca de algunos, dotadas de alas para «volar mejor» y más lejos». Mejor, aparentando decir lo que no quieren decir, y más lejos, de su verdadero significado y aparente intención.
Si esa es la política, es normal que cada día tenga peor imagen. Aunque tal vez sea el mal menor. Y eso lo sabemos quienes hemos vivido cuarenta años de dictadura
La reforma laboral ha sido negociada entre el tercer y cuarto partido y tercer y cuarto sindicato de la CAV con la CEOE. Y ahora, la ministra más cool, progre y guay del mundo mundial se dispone a proporcionar a sus «socios sostenedores gratis no venga el lobo» la ración habitual de vaselina. Eso sí, con mucho «cariño y atención», y cierto acento gallego, no le vayan a molestar en su inminente liderazgo jamás buscado ni querido del «frente amplísimo» con minucias provincianas. Pues nada, a seguir sosteniendo a esta banda de gobierno y a su «gobernador civil», al que nadie ha votado aquí pero al que tenemos que soportar sus ínfulas y chulerías, no vetaron los del PSE , al menos, a un director de EITB?. pues aprendan de ellos y no se preocupen por su futuro laboral, alpiste público no le ha de faltar.
Pues al final es que es eso, hallar el punto en que el gobierno vasco –en este caso– obtenga lo ya pactado, firmado, convenido, etc.
¿Obviedad lo anterior? De libro, desde luego. Como también lo es que si ahora Eusko Jaurlaritza opta por ultimátums, el amigo Sánchez optará por agitar el ciertísimo espantajo de la mayoría peperavox, cuyos integrantes –es, creo, una de las claves del asunto, también– nunca se han acabado de creer del todo lo contenido en el Estatuto de Guernica, o bien piensan que entonces, en 1979, se fue –por parte del Estado, of course– demasiado lejos.
Con todo, no acabo de compartir las críticas a Itxaso, quien también alega algo tan real como que es mejor que estas cosas se hagan bien, que ir con prisas. La réplica podría venir dada por que ya el temita dura dos años, y que ya canta ópera, y que el Estatuto es una ley orgánica del Estado incumplida desde su aprobación (la contrarréplica, fácil: lo del IMV ni se concebía en aquellos años de finales de los 70 en que se elaboró el EA).
Luego está también lo de que no hay peor ciego que el que no quiere ver: me refiero a lo que los entendidos en la materia de transferencia de competencias saben de gigasobra que uno de los aspectos que se plantean automáticamente (lástima, a veces, de no poder marcar con cursiva alguna de las palabras o frases que redactamos por aquí) es el hecho de que a continuación el resto de las autonomías (más cursivas) las reclamarán. Y eso obliga desde luego al Estado a realizar unos cálculos cuya realización intuyo que no debe de ser nada fácil.
Añádase a todo esto el juego cotidiano de la política diaria, que –menuda novedad– aquí en el País Vasco se vive con unos grados más de intensidad que en otras zonas; y tendremos el presente cóctel que contiene, pues, como hemos visto, muchas de las características de la cosa política que vivimos ya en pleno siglo XXI.