Otro manifiesto de la izquierda fetén

Hmmm… Veamos. Un manifiesto sobre la invasión rusa de Ucrania. Bueno, en realidad, en las letras gordas no lo llaman así. Escogen el eufemismo al uso: guerra. Que parece que no, pero ya eso solo te retrata porque estás dando a entender que hay dos partes enfrentadas con idéntica responsabilidad en los brutales desmanes. Y resulta que en la cuestión que nos ocupa, esos desmanes los ha provocado, en más de un 95 por ciento de los casos, y desde luego, en los más sangrantes, una de las tales partes: la agresora. Pero, claro, eso es pecadillo menor para los pomposos abajofirmantes del texto, casi todos y cada uno de ellos, tipos que hasta la fecha se han cuidado muy mucho (“Como de comer mierda”, que decía mi difunto padre) de denunciar los descomunales crímenes que lleva coleccionados la soldadesca rusa desde hace ya casi dos meses.

Al contrario, estos angelicales seres humanos de la izquierda caviar (Iglesias, Chomski, Varoufakis, el megafiasco Corbyn o el machito de conducta nunca afeada Correa, entre otros) que han propalado el manifiesto de marras hasta la fecha solo se han distinguido por llamar nazis a los agredidos y por animarlos a que se rindan por su bien. La novedad del texto difundido urbi et orbi es que les perdonan un poquito la vida. Les dicen que, si se portan bien, habría que condonarles la deuda externa y facilitar créditos blandos para la reconstrucción de todo lo devastado. La condición, faltaría más, es que Ucrania se comprometa a ser neutral, lo que traducido a román paladino, significa que renuncie a su soberanía y se arrodille ante Rusia. Hay que jorobarse con “la izquierda”.

10 comentarios en «Otro manifiesto de la izquierda fetén»

  1. Los niños, niñas, mujeres y ancianos que hemos visto en la tele en qué condiciones están refugiados en los sótanos de la fábrica de acero de Mariupol seguro que cuando esta mañana les han llevado el desayuno con el periódico a su infecto agujero habrán llorado de emoción al ver que Pablo quiere la paz. Sólo que los pobres están en un asqueroso sótano y la gauche divine se solidariza con ellos desde sus chalés. Lucha de clases.

  2. El amor como la guerra, siempre son cosa de dos. Por lo tanto, quien quiera hablar de la Guerra, en este caso la de Ucrania, si quiere ser justo, deberá citar a los dos contendientes, pero diferenciando el papel y sobre todo la responsabilidad de cada uno en esa guerra. Dejando muy claro quien es el que ataca y quien el atacado. Quién está violando Derechos Humanos y quien se está viendo privado de ellos. Y tampoco es lícito referirse a esa guerra, ni a ninguna, con ideologías partidistas, pues lo unico que hacen es aumentar la injusticia de la propia guerra. Y es que no hay que darle muchas vueltas y buscar argumentos mas o menos justificativos, o soluciones para un mal menor.
    Aquí sólo sirve un NO rotundo a la Guerra y un SI sin limitaciones a los Derechos Humanos.
    Todo lo demás sobra, es un puro postureo para quedar bien.

  3. Una tangente, para que entendáis por qué que Biden hable de genocidio es importante. Además de disquisiciones sobre los números, la realidad es que el asesinato aleatorio de civiles, las violaciones en masa, el desplazamiento de la población y su deportación, amén de la aculturación de niños capturados, todo ello encaja perfectamente.

    ¿Y cuál es el problema? Que si la ONU reconoce, en su Asamblea General, la existencia de un intento de genocidio, los países o alianzas militares actuales estarían no solo legitimados, sino OBLIGADOS, a terminar con ello, por todos los medios a su alcance. Sí, la III Guerra Mundial; siempre que la China de Xi no le diga «ahí te quedas», cosa que tampoco es descartsble.

    Es horrible ese cálculo, pero es el que están haciendo en Berlín y París.

    Otra pregunta es si no estaremos ya en ese conflicto, claro. Y que, si a la mierdizquierda (la voy a llamar así mientras no se reporte) le dan orgasmos con los crímenes rusos, quizá no sea más que ayuda para los fascistas, empezando por Vix, también.

  4. «No me pises el sembrao» es un dicho en este país. Lo entiende todo vecino. La OTAN lleva décadas avanzando hacia la huerta rusa, y los rusos, por supuesto no quieren que les pisen el sembrao. Lituania, Estonia, Letonia, Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Georgia, etc etc y ahora los últimos a sumarse a la fiesta, Suecia y Finlandia le están pisando, o amenazan con pisarle el sembrao a Rusia. Y, joder, en esta caduca, vieja, cómoda y descastada Europa nos alarmamos porque el hortelano protesta diciendo que le están pisando la huerta. Volvamos atrás, cuando la crisis de los misiles en Cuba. Se imaginan ustedes a Rusia instalando bases militares en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia? Los USA no lo permitirían. Invadirían todos y cada uno de los países que hubiera que invadir. Lógico. Que nadie le pise su sembrao. Lo mismo que ha hecho Rusia. Con toda la pena del mundo le ha tocado a Ucrania como le podía haber tocado a cualquiera de los otros países citados. Un ejemplo a no seguir. Rusia nos está diciendo que el próximo que le pise el sembrao terminará como Ucrania. Aniquilada, devastada, arruinada. Ni globalización ni historias. Hay dos mundos en este mundo; China y Rusia por una parte y el resto por la otra. Sólo hace falta querer admitirlo y que cada uno respete el sembrao de cada uno. Difícil? Si. Casi imposible. Pero Ucrania es un ejemplo de lo que nos puede pasar si pisamos la huerta del vecino.

  5. «¿Se imaginan…?» Pero es que aquí no hay que imaginar. Está pasando. Y no es una pequeña respuesta. Es una sucesión de masacres. Y justificarlas es ser cómplice. Porque nadie le ha pisado el sembrado a Rusia. El sembrado es de Ucrania, país soberano.

  6. Claramente Ucrania es un país soberano pero Rusia no lo reconoce ni respeta como tal
    Aquí como en todas las guerras el motivo son intereses económicos
    Siempre paga el pueblo y los políticos las propician ha sido así a lo
    largo de la historia y no pararan nunca
    Es un horror al que asistimos impotentes
    Da lo mismo lo justo o injusto que nos parezca porque ninguna guerra o invasión lo es . de manera que es estéril lo que opinemos sobre el tema .
    Se terminará cuando los líderes de turno consideren ,así es como han terminado todas las guerras y luego tocará reconstruir lo destruido y así también se generará riqueza para unos pocos y como siempre en estos casos miseria para muchos
    Eso si que es injustificable .

  7. No acabo de ver quien y donde le ha pisado el sembrado a Rusia.
    El calificar de amenaza la determinación de un país para integrarse en las organizaciones que decida sí que es pisar el sembrado de los derechos de los demás. Y no tengo nada que imaginar para ver como los rusos han pisado el sembrado de otros en Afganistan (los primeros), Siria, Georgia (apoyo y reconocimiento de Abjasia y Osetia), Chechenia, y ahora Ukrania. Amenazas todas (será casualidad) de países limítrofes más débiles.
    La posición de Rusia en el orden mundial es la misma de un matón que le pega dos tiros al que le apetece con la escusa de «me ha mirado mal».

  8. Patinazo en toda regla, Golosapiens. Columpiada.
    No tengo apenas conocimiento de Ucrania ni de los ucranianos ni de sus conflictos con Rusia.
    Por razones que no vienen al caso conozco mejor Suecia y a bastantes suecos.
    Creo que la sueca es una de las sociedades o ciudadanías más cultas, formadas, cívicas y de mayores valores democráticos de todo el mundo.
    No los tengo, pues, por seguidores incondicionales del imperialismo yankee ni como sirvientes de las barras y estrellas.
    De hecho…hasta la fecha no han querido estar en la Otan y ni se lo planteaban.
    Parece que eso ha cambiado y hay ya una mayoría social partidaria de protegerse con el escudo de la Otan.
    Y eso no es por obra y gracia de los malvados yankees que les presionan. Es por puritito miedo al asesino de masas Putin. Es que simplemente es así.
    Y, por descontado, algo que ya se ha dicho. Son un Estado soberano. Pueden entrar a formar parte de lo que les salga del mismísimo arco del triunfo. Como si quieren entrar en la Unión Internacional de Tunas.
    Nadie puede amenazarles por ello…como la Otan no les ha amenzadado para que se incorporen a la misma.

  9. Hola Javier; no hay que imaginarse nada. Lo tenemos muy cerca. Ucrania – Rusia, Euskadi – España, Cataluña – España. «A por ellos».» Que no quede ni uno» Lo publicaban tus colegas españoles cuando la «sublevación» catalana hace bien poco. Hay que ser realista, nos guste o no tenemos que admitir lo que tenemos. Euskadi y Cataluña son la huerta de España. Ucrania es la huerta rusa y si no lo quiere ser sucumbirá hecha una mierda y Rusia seguirá a lo suyo. Un saludo.

  10. Euskadi y Cataluña «no» han sido reconocidos internacionalmente como Estados independientes (a diferencia de Ucrania), ni España se comprometió jace ya treinta años a respetar sus fronteras.

    Y el análisis de que Ucrania caera sí o sí no se sostiene ya. La ofensiva rusa se está rompiendo en pedazos y no solo ha tenido que retirarse de buena parte de los territorios ocupados en un primer momento para intentar afianzar su conquista del este para terminar la limpieza étnica iniciada en 2014 (millón y medio de ucranianos han sido expulsados de sus hogares y miles de civiles han sido torturados por los liberadores prorrusos, pero, oye, «nazis los de Azov»), sino que ese mismo frente está perdiendo tanques y soldados.

    En este escenario, Rusia tendrá suerte si mantiene Crimea. Y sin flota efectiva, es una península sin agua cuyo único punto de suministro es un puente a tiro de artillería.

    Rusia es el matón que un buen día se ve en el suelo con los dientes rotos y se pregunta qué le ha ocurrido.

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