Al final, el Estado de Derecho —hagamos derroche innecesario de mayúsculas— era esto. Ante los mismos hechos, varios tribunales superiorísimos toman decisiones no ya diferentes sino diametralmente opuestas. Es como si dos equipos médicos de élite diagnosticaran un catarro o un cáncer a la vista de síntomas idénticos y recetaran en consecuencia: unas juanolas o quimioteraìa agresiva. Sería algo de todo punto inadmisible que conllevaría un severo castigo a los galenos que hubieran metido la pata.
En el caso de los dictámenes de sus ilustrísimas e intocables señorías, sin embargo, te tienes que comer la matraca de rigor: eso es lo bonito del hecho jurídico, que no hay una única interpretación. Lo pistonudo es que te lo dicen como si no fuera un escándalo de proporciones cósmicas que según qué tipos y/o tipas con birrete te hayan caído del cielo, tienes barra libre para hacer lo que te salga de entre las ingles —caso de la CAV— o debes acogerte a ciertas normas lógicas cuando todavía la pandemia no se ha ido, incluso aunque exhibas cifras sanitarias muy razonables como en Valencia o Baleares. El remate es tener la absoluta certeza (porque el individuo que la ha dictado ni siquiera disimula) de que la resolución no se ha tomado atendiendo a la legalidad vigente sino a pulsiones puramente personales.
Me ha dejado un tanto patidifuso leer las declaraciones del presidente del TSJPV en VOCENTO reconociendo ahora una cierta desprotección de la sociedad por el cese radical de las medidas que solicitaba el G.V.
Ellos, los diosecillos, están para defender los derechos de los ciudadanos y han obrado en consecuencia. Es cada uno quien debe tomar sus propias medidas de autoprotección o los politicos quienes deben clarificar las leyes. Y los políticos españoles lo tienen claro: salvemos el turismo y si hay muertos por ello son daños colaterales que merecen la pena.
Debe ser maravilloso tener una profesión en la que lo que dices y haces deben ser considerados como actos divinos y no te pueden echar del cargo por mucho que metas la pata o te cargues la imparcialidad. Por lo menos a los politicos se les echa de la poltrona de vez en cuando.
Haber esperado a que el 70% de la población estuviera vacunada de forma completa era lo lógico.
Pero justicia, política y lógica no se llevan muy allá en el estado español.
Sabido es, que la administración de justicia no es la JUSTICIA. Es un instrumento para decidir lo que está hecho o no, de acuerdo con las Leyes. Unas leyes que salen del Poder Legislativo, cuyos miembros han sido elegidos por la ciudadanía, y que pueden estar bien hechas o mal hechas, pero eso no es responsabilidad de los Jueces. Por otra parte, existe el reconovimiento de que las Leyes son interpretables, quedando esta interpretación a cargo de los Jueces. Y aquí sí que los Jueces son responsables. Y resulta muy difícil de entender que, por mucha libertad que tengan a la hora de la interpretación, las decisiones que toman sean totalmente contrarias. Por lo tanto, con las mismas leyes, si se dan esos casos de sentencias contradictorias, el problema está en los Jueces. Y en mi opinión, la causa está en que las interpretaciones las hacen desde percepciones personales, y porque , aún es peor, lo hacen desde posicionamientos ideológicos. Y cuando esto ocurre, resulta que la Administración de Justicia se aleja de la JUSTICIA. Por eso la ciudadanía muchas veces, demasiadas, vemos el símbolo que representa a la justicia con la figura de una mujer (inspirada en la diosa griega Temis que significa orden), pero que no tiene los ojos tapados (símbolo de la ecuanimidad y tal vez de la independencia), ni en una mano la balanza (símbolo de la igualdad), pero eso sí, en otra mano sigue teniendo la espada (símbolo de la fortaleza y firmeza de las decisiones tomadas). Osea: una imagen de la Administracion de Justicua, con fortaleza y firmeza, pero sin ecuanimidad, sin independencia y sin igualdad. ¿Es asi nuestra Administracion de Justicia? Quiero pensar que no, pero cuidado porque eso es muy peligroso.
Si los políticos no hiciesen leyes enrevesadas, los jueces no dictarían sentencias tan dispares.
Vemos con estupor y rabia como una pelea en Alsasua con daños leves, se sentencia con 10 o 12 años de cárcel, y el mimo caso en otro lado, con meras amonestaciones, o asesinatos escalofriantes con la mitad de la condena.
Todo esto, porque la LEY permite a los jueces y juezas interpretar de diferente manera.
Los 17 diferentes horarios de apertura y cierre de hostelería, el número de mesas, los vestuarios a usar en gimnasio o pabellón deportivo etc, lo han promulgado los 17 presidentes comunitarios políticos, léase: Ayuso, Feijo, Revilla, Urkullu etc.
Estamos esperando, que los políticos reformen leyes como las de su AFORAMIENTO, el ladrocinio de hogares llamado OKUPA, la ley del menor o la reforma laboral.
No vale decir que Madrid tiene que hacerlo, Madrid es el PNV, BILDU y todos los que allí se reúnen, y que votan juntos cuando les interesa.
Políticos ¡pónganse a trabajar!
Los jueces tienen más de dos varas de medir, por lo menos en el Estado Español, para imponer su «justicia» Pero aquí tenemos la gran suerte de tener una especialidad en la judicatura que en ninguna parete del mundo existe; jueces epidemiólogos. Ésta es una suerte de jueces que tras largos cursos en prestigiosas universidades de medicina pueden dictar sentencias para acabar con las más puñeteras y mortales enfermedades que uno se pueda imaginar. El ejemplo más claro es la eminencia justicio-sanitaria del clarividente epidemiólogojuez Señor Luis Angel Garrido. He de añadir que en el sector hostelero también se estudia ésta especialidad.
Vamos a ver, todo esto nos lo podríamos haber ahorrado si Pedro Sanchez hubiese decretado un nuevo ESTADO DE ALARMA: no ha querido, pues muy bien. También Iñigo Urkullu hubiese podido pedir al gobierno central y ESTADO DE ALARMA circunscrito a Euskadi: no ha querido, pues muy bien. Eso se llama dejacion de responsabilidades.
Todavía queda baile: A media tarde, el Gobierno de Canarias ha recurrido el auto denegatorio del Tribunal superior de Justicia de Canarias del toque de queda y confinamiento insular, ante el Supremo. Esperemos al Sanedrín «godo» -como dicen los simpáticos canarios-, cuya resolución afecta a todos los demás tribunales de Justicia superiores pero inferiores al Supremo. Misterio y emoción…
Supremo, por cierto con nombramientos del Consejo General del Poder Judicial en periodo interino.. manda madre. Me siento super-protegido en mis derechos fundamentales, tanto el de salir al pinar a albardarme como el de ser atendido en una UCI.
Ah!, pero hay estadado de derecho? no sabia, como lo podemos identificar?
Ah! pero hay justicia? como la podemos identificar?
Los jueces no hacen mas que informes cuyo final dice FALLO (es gran de esta palabra FALLO YA SE DA POR HECHO QUE FALLAN) y te meten algo que se llama SENTENCIA, pero no olvidemos que esta y con las mismas leyes pueden ser al derecho, al reves o quedarse de canto.
Justicia, es JUSTICIA, que es lo que pasa que los jueces si se equivocan, y se equivocan tantas veces como apelaciones existan, no les pasa nada se fundametan en eso que se autoproclaman INDEPENDENCIA JUDICIAL.
pero si un tribunal de esos que llaman superiores a los que acudimos en apelacion, les corrige pues se da por bueno y los que han dictado la primera sentencia siguen ahi sin que les pase nada y los ciudadanos que acuden a la justicia siguen apelando y apelando (si tienen dinero) y al cabo de 8, 10, 12 años o los que sean sentencia definitiva.
Claro que los jueces y los politicos no pagan los juicios, los pagamos nosotros y tambien pagamos nosotros los nuestros.
Si los jueces y los politicos pagaran los costos, seria otra cosa, pero quizas no seria para bien.