Tiene uno que morderse las teclas cuando en la misma columna se van a encontrar Iñaki Oyarzábal y la escuela. Digamos simplemente que el gran surfista de la política no parece la persona más adecuada para hablar de la enseñanza. Claro que, atendiendo a su hoja de servicio, la ignorancia supina sobre una cuestión, la que sea, no ha sido óbice ni cortapisa para que se haya venido arriba en el verbo. En algún lugar de mi archivo sonoro debe estar la grabación de una intervención suya en un programa de Intereconomía Televisión en que relacionaba con ETA a las víctimas de la masacre del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz. Y no crean que fue, en ese caso, por maldad. Se trataba de pura ignorancia de la historia de su propia ciudad.
Esta vez, su proverbial osada deficiencia de conocimientos sí se ha dado la mano con la falta de escrúpulos y de respeto a la verdad al proclamar que la educación pública vasca genera un clima de odio a lo español. No fue una frase interpretable. Según consta en todas las crónicas y en el propio audio de la entrevista en Radio Euskadi, Oyarzábal acusa de dos maneras distintas a los miles de docentes de nuestra enseñanza pública de crear el caldo de cultivo que desemboca en agresiones como las que han sufrido en los últimos meses dos jóvenes dirigentes del PP alavés. Se trata de una imputación que trasciende lo injusto para situarse en lo nauseabundo y, en otro terreno, en lo querellable. Insisto en que, aunque las destinatarias de la andanada fueran las autoridades educativas, los directamente señalados han sido las trabajadoras y los trabajadores a pie de aula. No pueden tolerar un insulto así.
En ese partido tan divertido el papel de bufón o bufona provocador ha tenido grandes maestros. Por citar los más recientes, vemos que han pasado ya al museo de cera Hernando y Alvarez de Toledo. La figura estelar de la estupendidima ID ha copado la exclusiva del trumpismo y de la necedad.
En Euskadi, en la CAV mejor dicho, hemos tenido desde siempre a Iturgaiz al que sólo le toman en serio en su casa y a veces. Además es infinitamente aburrido en su oratoria.
El esperpéntico señor Oyarzabal no acostumbra a que le saquen mucho sus jefes a la palestra salvo cuando toca odiar al Euskera, arte en el que el feucho popular es un maestro, casi tanto como en el de asustar niños gracias a su desaliñado aspecto que le da un toque de muñegote malo asustaniños.
Para odiar un idioma hay que ser bastante corto de mente. Esa faceta suya de tomarla con el Euskera me recuerda a ese japonés que se casó con una muñeca hinchable de la que se ha divorciado hace poquito y que ahora se ha enamorado de un cenicero. (Publicado en prensa, lo juro). Odiar un idioma no se aleja mucho de prendarse de un artilugio sucio de cenizas de puro. Beeee!!
Por cierto que la respuesta del Consejero ha sido tan dura y contundente como un flan de huevo. Casero. Mecachis, qué arrojo defendiendo al profesorado.
Es desesperante el ver que, políticos como el señor Oyarzabal sigan lanzando acusaciones tan trasnochadas, además tan fuera de razón y verdad.
Da pena tener en la oposición a un Partido Popular con personas e ideas tan trasnochadas.
Y claro, así les va.
Señores del PP, abran las puertas y ventanas de sus sedes. Dejen entrar aire nuevo, ideas nuevas, personas nuevas. O les cometa la polilla. Las acusaciones, los argumentos, para atacar a todo lo que pudiera oler a nacionalismo vasco, ya no pueden seguir siendo los mismos que cuando se mataba, según decían algunos, en defensa del Pueblo vasco, de sus instituciones y su independencia.
Despierten señores del PP, pongan al día sus relojes y salgan a la calle proponiendo ideas que sirvan para dar soluciones a los problemas de los Vascos de ahora.
Y mientras tengan representación parlamentaria , aprovechen para trabajar por todo ello.Y es que, si no lo hace, van a quedarse tambien sin eso.
No se enteró mucho en clase en su época de estudiante ya que pencaba todas . Y ahora da la nota casa vez que abre la boca . Que nivel Maribel ..