Bóboli, un jardín por amor

Este verano he tenido la suerte de recorrer algunos de los lugares más bonitos de Italia y diría que de Europa, con permiso de nuestra preciosa Euskadi. Cuantos más rincones del mundo conozco, más pienso que la belleza, el arte y la cultura están casi siempre estrechamente relacionadas con la naturaleza. Y es que la buena vida no se entiende sin estar en contacto con la tierra, ¿verdad? Eso mismo debieron de pensar los Médici, la familia más famosa del Renacimiento, cuando trasladaron su hogar al flamante Palacio de los Pitti, situado junto a los bonitos jardines de Bóboli. Este parque fue el resultado del amor de Cósimo I de Médici por su esposa Eleonora.

Jardín de Bóboli, dentro del Palazzo Pitti de Florencia.

Esta impresionante edificación se encuentra en la capital de La Toscana, en Florencia, junto a la ribera sur del río Arno, muy cerca del emblemático Ponte Vecchio. El palacio fue levantado por Luca Pitti, ostentoso banquero florentino que falleció en 1472, sin ver terminada su gran obra. Sus descendientes habitaron aquí hasta que en 1549 el declive de la fortuna familiar obligó a Buonaccorso Pitti a venderlo a la gran duquesa de Toscana, esposa de Cosme I de Médici y así paso a ser la residencia habitual de la influyente, poderosa y más famosa familia del Renacimiento, los Médici. Ellos fueros los mecenas de artistas y científicos como Leonardo Da Vinci. Hoy en día es un museo increíble donde puedes ver colecciones de arte e incluso cosas curiosas como el fastuoso cuarto de baño de Napoleón I. Y es que este lugar también sirvió de residencia por un corto período de tiempo al militar francés.

«El joven Michelango» escultura de Emilio Zocchi 1862. El trono del Gran Duque de Toscana y el baño de Napoleón I.

Detrás del gran Palacio como escondido para los florentinos, se encuentran estos grandes jardines con sus espléndidos 45.000 metros cuadrados. Es la zona verde más grande de la capital toscana.

Foto: turismotoscana.es
El pequeño lago situado en una de las terrazas del jardín.

Antes de habitar aquí, la familia Médici tenía su residencia en el centro de Florencia. La vida capitalina no les acababa de convencer del todo, echaban de menos el campo y la naturaleza. Es cuando ellos compran este gran palacio que comienza la historia de este bonito parque.

Eleonora Álvarez de Toledo, aristócrata española y duquesa consorte de Florencia.

Cósimo I de Médici tuvo fama de tirano pero también fue conocido por el amor que le profesaba a su esposa Eleonora. Además de ser esposa y madre de sus once hijos, disfrutaba de privilegios que no estaban dispuestos para las otras consortes de políticos, como participar en política y en cuestiones de gobierno. Fue esta admiración hacia su mujer lo que le hizo construir estos jardines, dando indicaciones precisas: tenía que ser un parque cuya belleza estuviera a la altura de la hermosura de su esposa. En sus inicios abarcaba sólo una parte, fue en el siglo XVII cuando se extendió hasta el suroeste.

Frente al Museo de Porcelana, en una de las zonas más altas del jardín.

No se si estará o no a la altura de la belleza de Eleonora, pero lo que sí es cierto es que este parque cautiva. No es el típico jardín repleto de flores, más bien son arboles y arbustos lo que podemos encontrar a nuestro paso pero eso no le resta belleza al lugar. Paseando por el parque es fácil imaginar por qué decidieron levantar aquí este bello jardín. La senda del parque sube hasta una pequeña colina, y es que antiguamente se trataba de una cantera.  Por el trayecto nos encontramos con encinas, cipreses mediterráneos y los olores del pequeño boj, en estas latitudes su aroma es incluso más intenso.

También nos topamos con grutas, fuentes, pérgolas y decenas de estatuas de mármol. El arquitecto florentino Raffaello fue el responsable del diseño de los jardines en 1549. Pero murió al poco tiempo, por lo que las obras tuvieron que suspenderse. Se reiniciaron alrededor de 1558, a cargo del arquitecto y escultor florentino Bartolomeo Ammannati.

En los patios italianos y también en este jardín no solo se paseaba y se tomaba el sol, también se representaban obras de teatro y conciertos. A escasos metros del palacio está el anfiteatro. En su centro se encuentra este curioso obelisco, es egipcio, fue traído desde la Villa Médici en Roma.

No pude parar de fotografiar el pequeño jardín de rosas que se encuentra enfrente del Museo de Porcelana. Difícil elegir entre sus piezas de cerámica y estas bonitas flores.

Si venís a La Toscana no os olvidéis de visitar este pulmón de la capital. ¡Merece la pena!

Billetes, sitio oficial: https://webshop.b-ticket.com/webshop/webticket/eventlist?tokenName=CSRFTOKEN

Precio: 13 €

Horario: 8:15–18:30

Dirección: Piazza Pitti, 1, 50125 Firenze FI, Italia

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