Celebrando el día internacional de los bosques en Oma

El pasado día 21 de marzo se celebró el día internacional de los bosques, este año el lema ha sido “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor«.

Y es que como nos recuerda Naciones Unidas, se han logrado reducir las emisiones forestales de dióxido de carbono por un total de 13.700 millones de toneladas, además de otros progresos, mediante sistemas innovadores y transparentes de seguimiento forestal.

Pont d´Espagne (Cauterets)

Las innovaciones tecnológicas han sido imprescindibles para los sistemas de alerta temprana y la producción sostenible de materias primas, según Naciones Unidas. Asicomo, el empoderamiento de los pueblos indígenas, que desde este organismo los denominan, «los guardianes de los bosques«, ya que ellos son los responsables de gestionar gran parte de los bosques aún intactos en el mundo.

Nos recuerdan en este día de los bosques que la restauración de los ecosistemas, incluidos los esfuerzos de reforestación, puede también contribuir significativamente a mitigar el cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria al tiempo que se promueven los productos madereros sostenibles.

En nuestros bosques el mayor problema radica en la efectiva gestión para evitar los posibles incendios y enfermedades. Su cuidado es primordial ya que son parte indisoluble de nuestro acervo natural y cultural. Euskadi no se entiende sin sus bosques y viceversa. Y en el día internacional de los bosques es más importante que nunca ser conscientes de la riqueza que atesoramos.

Uno de nuestros bosques más famosos es el de Oma que además recientemente ha renovado vestuario. Sin duda, un plan estupendo para esta Semana Santa. La gran obra de Agustin Ibarrola hace que a través de colores y formas nos sumerjamos de lleno en el mágico mundo de los bosques.

SERVICIOS GRATUITO DE AUTOBÚS DE GERNIKA AL BOSQUE DE OMA

Si nos queremos acercar estos días, tomad nota porque habrá autobus gratuito hasta allí, normalmente el aparcamiento se vuelve un verdadero quebradero de cabeza. Desde el 28 de marzo al 1 de abril se ofrecerá un servicio gratuito de autobús lanzadera desde Gernika hasta el parking de Santimamiñe, cada hora entre las 9:00 horas y las 13:00 horas.

Solo se requerirá mostrar en el autobús la reserva para visitar El Bosque de Oma o la cueva de Santimamiñe. Este servicio de autobús gratuito estará disponible los días 28, 29, 30, 31 de marzo y 1 de abril. La información detallada sobre los horarios de autobús están detallados en la web bizkaia.eus/es/bosque-oma.

Las reservas se deberán hacer con antelación a través de la web bizkaia.eus/es/bosque-oma. Es imprescindible validar la reserva realizada tanto en el caso de las visitas libres como las guiadas una hora antes del recorrido en el punto de atención de la Cueva de Santimamiñe-Oma. Las visitas libres son gratuitas.

Las visitas guiadas se ofrecen los sábados (11:00 horas en castellano y a las 12:30 horas en euskera). Las visitas guiadas son para grupos de un máximo de 25 personas.  Por su parte en la modalidad de visita libre se deberá elegir la franja horaria en la que realizar la visita, las visitas se podrán realizar de 9:30 a 15:00 horas. Las visitas libres son gratuitas y las visitas guiadas son de pago.

Las tarifas de las visitas guiadas son las siguientes: El precio general son 10 € y la tarifa reducida 5 €. En el caso de las tarifas reducida y gratuita, deberá acreditarse la condición de forma documental (carnet) en el centro de atención al visitante de Santimamiñe, en el momento de la validación del ticket.

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Despertando a la tierra en Santa Águeda

En los pueblos y ciudades vascas la víspera del 5 de febrero, día de la muerte de Santa Águeda, una joven cristiana que vivió en el siglo III en Catania (Sicilia) que fue, según la tradición católica, martirizada durante las persecuciones del emperador Decio, es habitual escuchar coros y cuadrillas cantando de plaza en plaza y de barrio en barrio su canción. A cambio, los vecinos donan dinero que luego será utilizado para distintas causas. En la zona de Arrasate, la recaudación servía para ayudar al Hospital que lleva el nombre de la Santa siciliana, el de Santa Águeda. Lo cierto es que está tradición seguramente poco o nada tiene que ver con la joven Santa siciliana. Muchas tradiciones vascas tuvieron que tomar forma cristiana para que fueran preservadas. Algo por el estilo le debió de suceder a la víspera de Santa Águeda o Agate Deunaren Bezpera.

La canción se suele acompañar de bastones o makilas con los que se golpea el suelo rítmicamente. Y es precisamente estos golpes rítmicos y al unísono lo que a los antropólogos les ha llevado a pensar que puede tratarse de una llamada a la tierra.

Naturaleza antes de la primavera. Foto: Pixabay

La naturaleza ha permanecido dormida durante semanas, semanas que se hacen eternas con tan poca luz y frío. Los antiguos habitantes del hemisferio norte a estas alturas del invierno se sentían cansados de los largos días de poca luz y del frío, por lo que seguramente pensaron que unos golpes fuertes en el suelo irían desperezando a la tierra para que así la naturaleza fuese abandonando su larga letargo y dar comienzo pronto a la primavera. Estos barnices precristinanos están presentes en muchas tradiciones. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa, el de Santa Águeda, se representa a menudo como un animal en forma de una cabra o gata. En Ablitas, Navarra, se pensaba que en esta víspera se decidía el reparto de tormentas para el próximo año.

Coro de Santa Ágeda. Foto: Agroviajeros

Resurrección María de Azcue recogió en Barcus (Zuberoa) la siguiente leyenda: «A pesar de ser día de Santa Águeda, el ama de casa se puso a hacer una hornada. Un gato le cogió y comió un pedazo de masa de pan.

– Quita de ahí, gato -dijo ella-, y entonces Santa Águeda dio por respuesta:

– No soy Gata, pero sí Santa Ágata (Águeda), y mira hacia atrás y vio luego que la casa ardía. Por eso aquí en el día de Santa Águeda no solían hacerse trabajos ni de horno, ni de lavado«. (Fuente: http://www.euskomedia.org)

Son tradiciones milenarias que han llegado a nuestros días algunas en forma de canción. No sé vosotros pero yo le daré bien fuerte al suelo el día de su víspera, estoy deseando que despierte la naturaleza. ¡Feliz comienzo del fin del invierno! ¡EUP!

Y recordad que cada rincón de nuestras calles y barrios se llenaran de cánticos y makilas. Yo no me lo pienso perder.

Una de las canciones más cantadas es la siguiente:

«Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Deun Agatena batzeko gatoz
aurten be igazko berberak,
igaz lez hartu gagizuez ta
zabaldu zuen sakelak…
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Zorion etxe hontako denoi
oles egitera gatoz,
aterik ate ohitura zaharra
aurten berritzeko asmoz
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Ez gagoz oso aberats diruz
ezta ere oinetakoz,
baina eztarriz sano gabiltza
ta kanta nahi degu gogoz
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Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Santa Ageda bezpera dogu
Euskal Herriko eguna,
etxe guztiak kantuz pozteko
aukeratua doguna.
Aintzaldu daigun Agate Deuna
bihar da ba Deun Agate,
etxe honetan zorion hutsa
betiko euko al dabe.
Orain bagoaz alde egitera
agur dautsugu gogotik;
Agate Deuna bitarte dala
ez eizue izan kalterik… IEUP!!

Urte berri on o feliz agua nueva

Ya queda poquito para acabar el año y todas las casas están listas para dar la bienvenida al 2024. No hay hogar donde no se hayan hecho ya con sus doce uvas correspondientes, no vaya a ser que el año se nos dé mal, por no haberle dado la bienvenida de la manera que se merece al año que entra.

Desde este blog os propongo otro forma de comenzar el 2024, una manera muy nuestra, que aún se mantiene viva en algunos pueblos de Navarra y que estoy convencida que sería habitual en otro muchos rincones de nuestra geografía.

Para nosotros el año se entendía como un ciclo marcado por el agua, y es que la palabra “urte” proviene de «ur», agua. Por tanto, cuando nos felicitamos el año y decimos “urte berri on”, nos estamos refiriendo a que tengamos un feliz ciclo nuevo del agua.

Agua cayendo de una fuente (Pixabay)

Tal y como lo comenté en este mismo blog en años anteriores, es una tradición que se pierde en la memoria de los valles del Baztan, Basaburua, Goñi, Imoz, Larraun, Burunda y Arakil. En el ultimo día del año, los jóvenes se acercaban a la fuentes del pueblo y tras sonar las doce campanadas que marcaban el fin del año, los mozos de los pueblos llenaban sus jarras con esa agua nueva que acababa de emanar en el año que comenzaba. Con las jarras repletas de agua nueva iban ofreciendo de puerta en puerta la dádiva por todo el pueblo a cambio de obsequios. Pero no en cualquier orden; primero iba el cura, después el alcalde, y a continuación el resto de los vecinos. Todo ello mientras cantaban una copla, la de Ur goiena, ur barrenaEn Urdiain aún se sigue haciendo este bonito ritual.

Desde aquí os propongo darle la bienvenida al nuevo año o «urte» ofreciendo el primer agua nueva del año a la familia y amigos que estén comenzando el año nuevo con vosotros. Quien sabe, quizás el 2024 se presente más fructífero y productivo, desde luego que el agua como simbolismo tiene una carga muy potente, al fin y al cabo, somos dos tercios agua y la vida no se entendería sin ella. Sería bonito también recitar los siguientes párrafos mientras hacemos el ritual:

“Ur goiena ur barrena
urte berri egun ona;
etxe onetan sar dedila
pakearekin ondasuna,
pakearekin ondasuna,
onarekin osasuna,
gure baratzean belar ona:
Jainkoak digula egun ona.»

Según los antiguos el cielo era un techo repleto de agua de dónde provenía la lluvia (ur goiena) y el agua de las fuentes y manantiales procedían de unos lagos que se encontraban bajo tierra (ur barrena). De ahí que los mencionemos al agua de arriba y al agua de abajo para dar la bienvenida al nuevo año/agua.

Ya me contareis la experiencia y si ha resultado eficiente. Eta URTE BERRI ON! 

Planes para noviembre al otro lado de la muga

Visitar a nuestros vecinos de Iparralde siempre es buena idea ¿verdad? Quizás por haber sido históricamente zona turística, ha sabido guardar nuestra arquitectura, simbología y el encanto de lo vasco a las mil maravillas. Es una gozada ver su arquitectura tradicional, adornada de colores de tonos rojizos y verdes engalonada de lauburus y flores muy bien cuidadas, allá por donde pasas. Incluso sus tiendas y comercios han sabido conservar ese estilo característico, con un armonía digna de estudio y que a mi entender deberíamos de intentar imitar.

Y desde luego que hay mil planes que hacer y un montón de cosas por ver y aprender. Si os acercáis en las próximas fechas por Baiona, os sorprenderá su fiesta del chocolate. Aun las fechas están por confirmar ya que por el mal tiempo lo han retrasado hasta próximo aviso, pero seguramente que en breve se sabrán los días exactos, mientras nos podemos deleitar en su museo. El idilio del chocolate con Baiona viene de largo y conocerlo es, sin duda, un autentico manjar para los sentidos.

https://www.visitbayonne.com/fr/

Daros prisa porque este fin de semana es el último de esta temporada para subir al tren de cremallera del monte Larrun. Lo cierto es que en los últimos años se ha convertido en un destino que ningún viajero quiere perderse, por lo que recomiendo comprar los billetes con antelación y a poder ser no ir en hora punta, ya que aparcar el coche puede convertirse en toda una odisea.

Compra de billetes: https://www.rhune.com/es/comprar-en-linea/

Es uno de los pocos trenes de cremallera que siguen en funcionamiento.

A pesar de que está a punto de cumplir 100 años, este pequeño tren de railes dentados, se encuentra en plena forma. Dicen que la idea de construirlo surgió de Eugenia de Montijo, mujer del Napoleón III y una enamorada de la costa vasca, cuando subió a la cima a divisar la panorámica de la costa cantábrica.

Montarse en uno de sus vagones es como viajar a los años veinte, aunque restaurados, estos coches de madera conservan la estética de antaño. Los más pequeños alucinan con la idea de poder subir en uno de ellos mientras divisan pottokas, bosques y alguna que otra ave rapaz, hasta alcanzar los 905 metros de altura.

En un punto del recorrido coinciden el tren que sube con el que baja.

En la cima encontrareis bares y tiendas donde poder comprar.

De mis veranos en Hendaia en mi infancia recuerdo que esta era una de mis excursiones favoritas, solíamos ir preparados con francos y pesetas, ya que abajo se pagaba en una moneda y arriba en otra. Y es que el tren se coge en un punto entre Sara y Azkaine y en la cima nos encontramos en Bera de Bidasoa. No siempre se encuentra la cima despejada, a ratos es fácil que se te eche la niebla encima. Pero cuando se despeja, las vistas son impresionantes.

Una excursión habitual es subir en tren y bajar a pie. Foto: Unplash

Si estáis en la zona y aun tenéis tiempo, es también muy recomendable visitar las cuevas de Sara. Lo que llama la atención es su gran abertura, es una maravilla lo mires por donde la mires.

No me extraña que los hombres prehist´óricos eligiesen este sitio para habitar, también lo hicieron osos hace 10.000 años, hoy día alberga a cientos de murciélagos que se pueden ver y escuchar. Dentro el juego de luces y colores es fascinante, al tiempo que nos van explicando características de nuestra mitología. Barandiaran sentía fascinación por este lugar.

Un paseo por el lago de Senpere siempre es también muy buena idea. Se puede recorrer el perímetro a pie y en bicicleta. Se tarda aproximadamente una hora y es de lo más relajante.

Si os acercáis a Biarritz entre el 10 y 12 de noviembre, la asociación Lurrama tiene un montón de actividades programadas, bajo el lema «La exposición de la agricultura campesina y sostenible en el País Vasco». Entre sus propuestas están conocer el funcionamiento de las colmenas, como cortar la lana a las ovejas, hacer queso, ordeñar cabras… y un montón de actividades más.

Mi encuentro con «Marisorgin», la mejor cazadora de la naturaleza.

El otro día nos vino a visitar un ser increíble. Sinceramente, en un principio me asuste, no es fácil no pegar un pequeño brinco cuando se te acerca un bicho color verde fosforito del tamaño de la palma de una mano. Después de mirarla de arriba abajo e investigar un poco, vi que no corriéramos ningún peligro junto a ella y que además no es tan raro toparse con una, sobre todo, a finales de verano y principios de otoño. 

Mantis Religiosa en el bosque Foto: Pixabay

Os hablo de la “Mantis Religiosa”. Son seres auténticamente maravillosos e increíblemente sorprendentes. Me impresionó saber que en euskera se le denomina “Marisorgin”. Son animales que nos han fascinado y atemorizado a partes iguales, pero lo cierto es que, aunque sean insectos muy voraces y a pesar de su aspecto un tanto marciano y su gran tamaño, no suponen ningún peligro para el ser humano

Tomad nota porque no solo sorprende su cuerpo que parece sacado de un comic de ciencia ficción, sino que su estilo de vida deja con la boca abierta a cualquiera que le entusiasme la naturaleza.

Existen varias especies autóctonas en la península Ibérica. Foto: Pixabay

Esta especie autóctona de Eurasia y África, de aproximadamente siete centímetros, tiene un cuerpo especialmente preparado para la caza. Son las “Rambo” de los insectos. Le gustan las emboscadas y atacar por sorpresa. Su color es el mejor camuflaje en la naturaleza, no siempre son de color verde intenso, depende de donde se encuentren en el momento de su última muda, pueden a llegar a ser pajizos, si estaban en un campo de trigo, por ejemplo. Su cabeza está preparada para ver la caza desde cualquier punto que se le acerque, ya que la puede girar 180º y cuentan hasta con cinco ojos. Es el único animal que tiene un solo oído en el tórax. Son extremadamente atléticas, preparadas siempre para acechar a cualquier ser que haya tenido la mala suerte de entrar en su radio de acción. Cuenta con más de dos mil subespecies, algunas incluso dotadas con alas. Para cazar se mantienen totalmente quietas con las patas de tal forma que parece que están rezando, de ahí el sobrenombre de “religiosa”. 

Miden aproximadamente siete centímetros. Foto: Pixabay

Todas estas cualidades las hace ser magnificas cazadoras, pueden llegar a atrapar hasta pequeñas aves como colibrís. Aunque también las mantis se pueden convertir en la mejor caza para arañas, lagartijas y pájaros.

Y sí, lo que dicen las leyendas urbanas de este insecto, es cierto. La hembra en un 20% de las ocasiones puede comerse al macho después de aparearse. Al parecer esto aumentaría la probabilidad de tener más y mejores huevos. De hecho, en algunas ocasiones pueden llegar a tener hasta mil crías.

Un ser que, sin duda, ha fascinado desde tiempos inmemoriales y que ha tenido una conexión muy fuerte con el mundo de los espíritus. De hecho, en griego su nombre se podría traducir como “vidente«. En la antiguo Egipto incluso las momificaban y las colocaban en sarcófagos pequeños para acompañar a los muertos, para ayudarlos a enfrentar sus temores en el más allá. En la antigua Grecia, en cambio, creían que las mantis traían mal augurio, el mismo Aristóteles las consideraba criaturas del «inframundo», capaces de hipnotizar a las personas.

En un pueblo donde sus aguas brotan a 50 grados

No hay nada como recorrer rincones y pueblos para descubrir lugares únicos. Y la verdad que aunque muchas veces pensemos que los lugares más increíbles están a cientos de kilómetros de nosotros, en muchas ocasiones, no hace falta más de unas horas de coche para descubrir lugares como el que os voy a traer hoy.

Nos adentramos en La Rioja oriental, y aunque estemos en tierra de vinos, también existen rincones de montaña sorprendentes. El valle del Cídacos está regado por el río que le su nombre. Nada más adentrarnos nos sorprenden sus rocas rojizas, salpicadas a cada rato de verde de bosque mediterráneo y un olor a hierbas aromáticas. Su capital, Arnedo, es la ciudad del calzado por excelencia.

A cada rato os sorprenderán señales y dibujos de dinosaurios. Esta región nos abre una puerta fascinante a la época del Mesozoico, estamos repletos de huellas icnitas. Se denomina icnita a una huella en las roca o sedimento, normalmente hecha hace miles de años por los dinosaurios.

Enciso, Senda de los Dinosaurios

Pero nosotros hoy nos vamos a detener en otro lugar que no tiene nada que envidiar a estos majestuosos vertebrados de la época prehistórica. Entre colinas y rodeado de bosques topamos con Arnedillo. Es un pueblo que, sin duda, emana encanto.

Y es que estamos en un lugar único, con las vistas puestas en el verde paisaje montañoso, puedes tomar un baño caliente de forma totalmente natural. Sorprendentemente en este lugar del río Cidacos, sus aguas se convierten en terma y brotan a una temperatura superior a 50 grados.

Una vez en la superficie, el agua desciende a alrededor de 35 grados. Así que imaginarios que maravilla de sensación. Su agua está clasificada como de carácter minero medicinal y como clorurado sódica, sulfatado cálcica, bromurada, con iones de magnesio, hierro, silicio y rubidio, radiactiva e hipertermal.

Si queréis ver cómo son las pozas de libre acceso habilitadas para el baño, no os perdáis el siguiente video:

Un «Tour» por Euskadi

Emoción, gentío, alegría y mucho orgullo, esas fueran las sensaciones que sentí aquel verano de 1992, en Donostia. Tenía poco más de doce años y estaba pasando el verano en la siempre elegante capital gipuzkoana. Esto de tener parientes en cada esquina de Euskadi, tenía su punto en mi infancia. Cuando me dijeron si quería pasar el verano entre la arena de La Concha, calles repletas de bares de pintxos, edificios señoriales con ese color arenisca tan favorecedor y sobre todo, con los desayunos tan suculentos que encontraba todas las mañanas en el obrador de la pastelería de mis tíos, no lo dude. Allá que fui a pasar quince días de julio a nuestro territorio vecino. Un día sin más ni más, después de un buen desayuno compuesto de bomba de crema pastelera y croissant, (lo recuerdo como si fuera ayer), en una de las esquinas de la fragante pastelería, me enteré, así por casualidad, que el mismísimo Tour de Francia estaba comenzando a unas calles de donde estaba terminando mi dulce desayuno. Sin pensármelo dos veces, fui corriendo a ver cómo era eso que tantas veces había visto por televisión. Al llegar, no me podía creer lo que encontré, nada hacía pensar que a escasos metros de la tranquilidad de donde me encontraba, hubiese semejante despliegue, fue increíble y sobre todo de quitarse el sombrero el espectáculo que allí se había montado. Es una cosa que hay que vivirla, la energía de los corredores, del publico, … las calles literalmente vibran con este deporte.

Bilbao desde Artxanda, San Juan de Gaztelugatxe y Puente Zubizuri

Eso misma sensación vivirán todos los que se acerquen este julio a nuestro querido Bilbao, y es que en unos días comenzará la 110º edición del Tour más famoso del mundo. Y lo hará desde nuestro querido Botxo. ¡Yo, desde luego que yo no me lo pienso perder! Apuntad en la agenda porque será irrepetible, será el sábado, uno de julio. Esta vez recorrerá varios puntos de nuestra geografía. Por Bizkaia hará un recorrido circular (Bilbao-Bilbao), que tocará algunos de nuestros rincones más bonitos.

No sé a vosotros, pero yo no me pienso perder ver a los ciclistas surcar los 182 km de periplo entre colinas, acantilados y playas de Bizkaia. Recorrerá lugares tan emblemáticos como Gernika y todo el Urdaibai. Serán imágenes que harán historia, desde luego. Los ciclistas pasarán también por el fotogénico y cinematográfico, islote de San Juan de Gaztelugatxe. No solo será nuestro litoral, sino también poblaciones de caseríos encantadores como Laukiz o Morga. Será circular por lo que veremos a los expertos deportistas de nuevo en la capital, pasará antes por Sondika, en Pike Bidea, donde sus colinas alcanzan un 15% de desnivel.

En la segunda jornada al Tour los veremos salir de la capital de Euskadi, Vitoria-Gasteiz, para finalizar en Donostia. Imaginaros la de valles, bosques y poblaciones emblemáticas que van a recorrer los ciclistas, como los del Parque Natural de Aralar o el Parque Natural de Aizkorri-Aratz. Esta segunda etapa seguro que además tendrá unas panorámicas increíbles, nos regalará grandes momentos por lo encrespado de su recorrido, hasta llegar a Donostia, donde finalizará. Un recorrido que dará muchas emociones, aunque a esta segunda etapa, le falta a mi entender, su paso por Eibar y su subida más emblemática, la de Arrate. Una espinita clavada para todos los amantes del ciclismo vasco, ya que la ciudad armera ha sido también la ciudad de la bici por excelencia en Euskadi.  Y más para una servidora, nieta de uno de los grandes organizadores del ciclismo vasco y que también participó en la organización del Tour de Francia, ya que el eibarrés Juanito “Txoko” fue el primer vasco y la primera persona del Estado en realizar junto a la organización del Tour de Francia, todo el recorrido en moto, allá por los años cincuenta del pasado siglo.

En la tercera etapa el Tour tomará rumbo hacia Baiona, lo hará desde Durangaldea donde las panorámicas del Anboto serán una constante, los caseríos del entorno de Atxondo y demás localidades serán el marco perfecto para los intrépidos ciclistas. Y qué mejor que terminar el paso del Tour, que por la encrespada costa de Zumaia y su Geoparque. El famoso Flysch compartirá protagonismos con deportistas, bicis y pelotones. Ya nos vamos acercando a la muga con Iparralde por Irun, terminará su periplo, tras 187,4 kms, en la capital labortana. ¡Para no perderslo, sin duda!