Ya sé que no fue lo del sábado un Aberri Eguna, sino la Semana Nacional Vasca, fiesta que celebran los vascos de la Argentina en su primavera, que es ahora, una vez al año. E invitan a los Centros Vascos de Estados Unidos, Uruguay, Brasil, Venezuela y Chile. Todo un puntazo ver tanta gente joven tratando de competir en un alarde de danzas vascas y actos culturales.
Llegué el viernes de noche al aeropuerto de Ezeiza. Jon Uriarte, de Erandio, y su esposa Mari Luz, me recibían ikurriña en mano. De allí al hotel, para salir al día siguiente a Mar del Plata en coche. No había avión. Una maldita huelga lo impedía. Son cuatrocientos kilómetros de distancia y una buena carretera viendo vacas y una llanura infinita.
Nada más llegar nos esperaban en El Rincón Vasco, la Junta del PNV para pasar en los postres a reunión de la FEVA (Federación de Entidades Vascas de Argentina). Me pusieron al día y les puse al día. Tras treinta años de presencia y dirección PNV, allí estaban Elvira Kortajarena como delegada del Gobierno Vasco, Julián Celaya de las colectividades y Aizpea Goenaga, del Instituto Etxepare. Ya no es Basaldua, ni Legarreta, ni Astigarraga, ni Retes. Y eso lógicamente crea su tensión porque este mundo es un mundo fundamentalmente nacionalista. La FEVA habla del Zazpiak bat y de la ikurriña, y de la unidad de todos los vascos. Para los de la CAV esto chirria, pero aquí es lo que hay. Son nada menos que noventa centros vascos y ninguno acudió a la fiesta del 25 de octubre.
Por la tarde noche en un inmenso teatro lleno hasta los topes entrega de premios y reconocimientos y bailes con vestuario y coreografía nuevas. Todos los centros querían bailar y se hizo largo pero es impresionante lo que significa tener en Argentina este caudal de vasquidad y esta fuerza que en Euzkadi no se ve por parte alguna.
El domingo en la Catedral, misa. Llena hasta los topes también. Y el cura aplaudiendo como loco al coro de Villa Nercer que cantó el Aita Gurea de Aita Madina de forma extraordinaria y emocionante. Y de allí a una explanada que deja en sus edificios representativos y al borde del mar y con los leones marinos de guardianes, la exhibición de bailes para todo el mundo que presentaron todos los centros para la ciudadanía de Mar del Plata, ciudad que tiene una avenida Galindez, otra Sabino Arana, un retoño del Árbol de Gernika y lo vasco en todas partes.
No estuvo EITB y eso que estaba el Gobierno Vasco representado, Iñaki Galdós, Peio Urizar, y el PNV. No es Idaho. Estaban muy molestos.
Escribo en un viejo locutorio de la calle Corrientes por lo que pido se me disculpen las faltas. El teclado de tan gastado no tiene letras. Y además me cobran por ello.
Finalmente el comentario de que tras 28 años que faltaba a esta efemérides, las encuentro pujantes. Fui el primero que se ocupó de estas relaciones por encargo del Lehendakari Garaikoetxea y asistí a las Fiestas de Mar del Plata, Necoche y Bahía Blanca en un país donde lo vasco está por todas partes.