Comida en el Casino para 900 y la muerte de Massera

Sigo escribiendo desde un locutorio poco recomendable en una callejuela de Buenos Aires. En el hotel tengo un buen servicio de ordenadores pero es crispadamente lento. Y prefiero meterme en estos locutorios cargados de años y de suciedad porque no aguanto la dichosa lentitud de estos aparatos.

La noticia aquí es la muerte de Massera, el almirante golpista de 1976 que tuvo a su cargo la Escuela de Mecánica de la Armada. La reacción es unánime. Ha muerto un asesino en el hospital de forma impune. Así han presentado el hecho. Es unánime este clamor desde que Kirchner los volvió a juzgar y levantó la amnistía decretada por el impresentable de Carlos Menem. En España este tipo de asesinos mueren en loor de reconocimientos del PP y bajo el silencio del PSOE, que encima, en labios de González, se jacta de haber podido matar gente. Es la misma mentalidad de Basagoiti cuando dice que había que lograr que haya «vencedores y vencidos». Lo mismo que decía Massera, con esas mismas palabras, y aquí lo acaban de recordar con horror. Basagoiti no es solo un bocazas y un majadero sino que usa la misma fraseología de los asesinos en sus deseos de exterminio, cosa que adquiere especial gravedad viniendo de un seudo líder que se dice demócrata.

El título de este comentario vuelve a la comida que tuvimos el domingo en el Casino de Mar del Plata como clausura de la Semana Nacional Vasca. Novecientos comensales. Un salón lleno hasta la bandera. SE PERDÍA LA VISTA. La mitad, gente joven orgullosa de haber bailado en la explanada que daba al mar. Se habían ido ya muchos de ellos. Hay noventa centros vascos en Argentina. Y mantienen la llama de los bailes y del euskera. El año que viene en la ciudad de Rosario se cumplen cien años de la Extraterritorial del PNV en el Zazpi como lo llaman, un recio batzoki con un Sabino enarbolando una inmensa ikurriña.

Saludé a la viuda y a la hija del alcalde de Deba asesinado por la santa Cruzada, Florencio Markiegui. Gente muy entera y orgullosa de la muy dura historia familiar. Y al hijo de Bruno Mendiguren, que fue una especie de ministro de asuntos exteriores del gobierno de Aguirre. Aparece Bruno amablemente retratado en el libro de George Steer. Su hijo, primo de Ibon Areso, es ingeniero agrícola y uno de sus hermanos es un político gremial importante en Argentina. Le acaban de preguntar los del ayuntamiento de Munguía por la historia de su aita ya que piensan editar una publicación con semblanzas de gentes importantes oriundas de esta localidad. Falleció en un accidente de aviación.

Mañana comienza el Foro Parlamentario Iberoamericano. De seis representantes de las Cortes estamos Beloki, Rojo, Rabanera y yo electos en Euzkadi. De seis, cuatro. Veremos que nos dicen unos y otros en este Foro a celebrar en el Congreso de la Argentina.

Hoy recorrí la calle Florida. Busqué, sin encontrar, el lugar en donde estuvo la Delegación Vasca en tiempos de Aldasoro, López Mendizábal y Basaldua. No la encontré. No hay placa que recuerde que allí se mantuvo encendida la llama y desde donde se hacía Euzko Deya y desde donde trabajaba Tellagorri. Comí en uno de esos restaurantes de menú del día. Unas chicas de Tele Cinco me vinieron a preguntar noticias ya que llevaban un mes fuera de casa recorriendo América. Y un entusiasta de Artzeniega que al pasar me vio por el cristal, me vino a dar un abrazo cuando hablaba por el móvil con Beloki que llega mañana. Y es que lo vasco aquí es consustancial con la nacionalidad de este país y pueblo. Gallegos, vascos, italianos y españoles de todos los lugares han conformado este curioso estado con una tan soberbia capital.

3 comentarios en «Comida en el Casino para 900 y la muerte de Massera»

  1. Anasagasti,

    Dicen que hay una ley nueva para poner los apellidos por orden alfabético de los cónyuges. Sabe que eso significa que el apellido Urkullu o Solabarrieta desparecerían en el Estado espanol en 10 o 12 generaciones? Martinez también, un poco más tarde.

    Vd. lo tiene garantizado para la eternidad. Qué panolis.

  2. Yo secundo al majadero de basagoiti y le agradezco su arrojo al tenerselas tiesas con los pandilleros de HB y también abogo por un final con vencedores y vencidos, que abomine del buenismo, de la equidistancia, de la tibieza del todos llevan su parte de razón: los que engulleron hasta la última gota del cáliz del odio y la cólera tendrán que hacer esa pesada digestión

  3. Eso de los vencedores y vencidos se hizo de forma inmaculada cuando franco pasó a mejor vida. Creo recordar. Y ustedes y los sociatas y los comunistas y la inmensa mayoría de los vascos incluyendo a la UCD, apostarón por hacer borrón y cuenta nueva. Este buenismo de antaño daba lugar a cosas tan paradójicas como que partidos federalistas admitieran la autodeterminación. Pero no, vuestros hijos descarriados, los más bestias del pueblo, dijeron que había que llegar hasta el final y por las ARMAS porque lo decía Mao. Y vosotros, perplejos, no fuisteis capaz de parar (Arzallus). De aquí que ahora si queremos vencedores y muy claramente expresado. Lo siento.

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