El rocambolesco viaje de Mari Elena desde Gijón a Burdeos

Esta historia es como para hacer una película. Pero es real. Sucedió en 1937 cuando la guerra avanzaba y la evacuación se imponía sin medios, con miedo, miserias y heroicidades. Es una historia que Paulino Sainz entregó contando la peripecia del Mari Elena que llegó a Bayona a duras penas y en la Delegación del Gobierno Vasco, presentado por Sabino Aguirre y Julio Olavarrieta le hicieron entrega a Don Javier Gortazar la factura de reparación de éste barco así como los víveres que habían gastado por un importe de 5,874 pesetas. De las de entonces.

En vista de que no disponían de efectivo para vivir en Francia Don Javier, con el visto bueno de Luís Alfaro, les autorizó pagarles 2.500 francos, como así se hizo, y el resto a cobrar en Barcelona.

Pero la historia rocambolesca o inédita es ésta:

“El que suscribe Paulino Sainz Franco, tiene el honor de elevar a su conocimiento el presente informe que se refiere a la evacuación de Gijón efectuada en el barco denominado MARI ELENA, llevada a cabo el día 21  de Octubre último (1937) y lo  hace así porque ha llegado a  su conocimiento a su llegada a Barcelona de le provincia de Lérida a donde me trasladé para visitar a mi familia  refugiada en aquella región, que unos cuantos desaprensivos se  dedicaban a recoger nombres de  algunos que venían  en dicho barco diciendo que  tenían derecho a una gratificación por lo realizado y como interesa  al  que suscribe dejar perfectamente aclarada la intervención que en el citado  hecho  ha  tenido  y los trabajos que ha realizado para conseguir llevar a buen término la evacuación mencionada ha de  hacer constar los siguientes hechos.

1.- Que el barco citado fue echado a pique por lA aviación dos días antes de efectuarse la evacuación,  por  lo que fue  preciso proceder a su reparación y achique lo que duró hasta las 10  aproximadamente de la noche del citado  día 21 de Octubre en que comenzó el embarque de unos 700 heridos de guerra, procediéndose después al embarque de personal militar y civil hasta un total  de 2.000 a 3.000 hombres.

2.- Debo hacer constar que el barco en cuestión tiene  un tonelaje no superior  a 1.200 toneladas.

3.- Por no poderse llevar a  cabo una  reparación  formal del barco fue preciso  hacerse a Ia mar  con varias vías de agua causadas por  la metralla de la bomba que  cayó en el   interior.  Por   otra parte la misma bomba causó considerables   desperfectos en las tuberías de achique, así como   en la caldera por cuyo motivo no podía  obtenerse  el  vapor necesario para el servicio de la máquina y  tampoco como es lógico proceder  a expulsar el agua que el  barco hacía por  las vías  a  que antes nos hemos referido, a no  ser por los considerables  esfuerzos realizados para lograrlo, escorando el barco intencionadamente para lograr el achique  de  cada sentina lo que suponía  como es   natural   un gran peligro por la enorme carga que el barco  llevaba  y por lo peligrosidad de la misma para un barco de  tan pequeño tonelaje por llevar el personal en su mayoría en  cubierta en la imposibilidad de que cupiera en las bodegas que  se encontraban verdaderamente  atestadas.

4.- Téngase en cuenta que  el citado barco salió de puerto sin capitán, sin piloto y sin uno de  los  maquinistas, por lo cual el que suscribe hubo de  hacerse cargo de la máquina porque el único maquinista que se encontraba a bordo se desmoralizó por completo al ver la enorme cantidad de gente que se embarcaba en un barco de tan reducido  tonelaje y observar la falta del capitán, piloto y maquinista.

5.- Como la dotación del barco no se encontraba  completa puesto que solo había a bordo dos  marineros y el contramaestre  en cubierta y en la máquina tan solo un engrasador tuvimos que improvisar la dotación total con el personal que embarcó a bordo del mismo. Téngase en cuenta  que la labor de los fogoneros por la índole del trabajo a realizar es pesadísima y que ésta requiere también conocimientos que solo se adquieren  en la práctica puesto que de otra forma no se consigue alcanzar la presión requerida.

Por lo que dejo expuesto se comprenderá fácilmente que nos vimos en momentos de quedamos casi a la deriva en el mar pues a los pocos conocimientos que el citado personal reunía pera lograr lo que antes se dice, se unía la falta de agua potable y la escasez de los alimentos necesarios para reparar las fuerzas gastadas en tan duro trabajo.

6.- Mientras el tiempo se encontraba encalmado y aún con cuantas  dificultades quedan expuestas fue posible solventarlas con relativa facilidad y con un poco de serenidad pero no así cuando cambiado  el tiempo nos hacía  prever un funesto desenlace pues  hubo a bordo varios casos de  locura producidos por el hambre, la sed y el terror, por  lo que de no haber tenido el personal que iba  en la máquina la serenidad suficiente para sobreponerse a todo lo que se  indica se hubiera  producido  el desenlace  que se cita  puesto que   en  aquellos momentos era cuando más  necesario se  hacía el achique del barco puesto que la dificultad era superior a cuando se navegaba con buen tiempo  puesto que la ceniza, restos de carbón, maderas y otras suciedades se acumulaban en los chupones  de la bomba de achique (hay que añadir a esto que la bomba de achique acoplada a la máquina se averió por lo que esto  debía realizarse con la  bomba auxiliar).

Quizás lo que se indica no refleje exactamente la gravedad de los momentos vividos pero hay  que advertir que fue  preciso poner un hombre para  que  con un tablón, un  saco y el pie  pudiera  contener en parte la entrada  de una de las vías de agua que teníamos en  el fondo del barco. Intentamos reparar esta vía de agua en vista de que el caudal de la misma aumentaba colocando un espiche de madero que pasó de parte a parte porque la chapa del fondo estaba completamente oxidada y por lo tanto tenía un grueso no superior a 1 milímetro, por lo que recurrimos a colocar un tablón con varios sacos y un hombre que los sostuviera viéndose obligado a ejecutarlo durante 17 horas sin poderse mover del sitio por lo difícil que era efectuar relevo por temor de que se corriera el tablón y diera ello lugar a que se inundasen las sentinas durante el tiempo que se tardara en colocarlo nuevamente.

7.- La salida del puerto de Gijón se efectuó a las tres de la madrugada del día 21 de Octubre y la llegada al puerto de (barra) a las tres y media de la madrugada del día 23 donde fondeamos y en vista del peligro que ello suponía para el barco y los pasajeros nos vimos obligados a tocar con verdadera insistencia la sirena para que acudiera el práctico que nos llevara a puerto pues suponía como ya se dice un inmenso peligro continuar en la barra con mar gruesa y viento fuerte teniendo en cuenta la enorme cantidad de pasajeros a bordo y que todo este personal no había comido ni bebido desde que el barco salió de puerto. El práctico acudió a las 12 del mediodía del 23 y llegamos al puerto de Burdeos a las 7 de la tarde, procediéndose seguidamente al desembarco.

8.- Mejor idea que lo que se deja expuesto de las difíciles circunstancias atravesadas en el viaje la dará el conocimiento de que el barco se hundió definitivamente a las pocas horas de haber atracado al muelle según después hemos podido saber.

Por si lo expuesto no fuera bastante nos queda hacer saber que en la travesía hubo intentos de sabotaje según pudimos comprobar por el hallazgo  de algunos cartuchos de dinamita colocados en  los guardianes del timón, lo que dio lugar a la detención de algunos y a que otro se arrojara al  mar asustado sin duda por las consecuencias de lo que pretendían  llevar a cabo.

Adviértase como ya antes decimos que la  travesía se hizo sin pilotos que pudieran  sugerir  una orientación  firme sobre la situación en que  nos halláramos en muchas ocasiones por lo cual llegamos inclusive a la vista de cabo Mayor pudiendo apreciar perfectamente la población de  Santander. Hubo de intervenir el que suscribe en todos estos cambios de rumbo al ser consultado  en diversas ocasiones por el contramaestre del  barco que como comprenderán no tiene conocimientos náuticos. Estos cambios de rumbo se debían a que durante  la noche  apreciamos en distintas ocasiones luces que nos infundían temor por sospechar fundadamente que se debían a los  barcos piratas. Una vez avistado el Cabo Mayor pudimos afirmar el rumbo y recalar en Burdeos con todas las dificultades que ya han sido expuestas.

El que suscribe no tiene dotes para explanar  un informe con la debida hilación y que  por otra parte la premura del tiempo le impide hacerlo con más detenimiento puesto que todavía quedan por añadir algunas otras cosas sucedidas en esta  accidentada   travesía.

El que suscribe se pone a su disposición para   ampliar de palabra cuentos datos se precisen para  completar este informe y cuantos testimonios sean  necesarios para garantizarlos.

Barcelona, 5 de noviembre de 1937

Paulino Sainz F.

A Bilbao le falta algo

Han sido cuatro las esculturas que el ayuntamiento de Bilbao ha erigido en la presente legislatura: busto de La Pasionaria, escultura dedicada a Verdi, escultura a Unamuno y escultura a John Adams. Me gustan. Se sabe a quién se homenajea. El arte abstracto tiene que ser muy bueno para que agrade. Todo lo que tiene que ser explicado muchas veces, suele ser generalmente un bodrio.

Pronto habrá elecciones municipales. Ojalá la nueva corporación de Azkuna se acuerde que en esta ciudad se creó en noviembre de 1936 la primera Universidad Vasca hace 75 años. Éramos un país sin universidad.

El primer Lehendakari de la historia vasca, José Antonio de Aguirre y Lekube, nació en Bilbao. Concretamente en el Casco Viejo, en la calle La Cruz. Allí fuimos un día y pusimos una placa que al poco fue destrozada. La repusimos.  Alcalde de Getxo, había sido jugador del Ahtletic, tocaba el fiscornio, fue Presidente de Acción Católica, hablaba euskera, estudió derecho y con su hermano Juan Mari apostó por la distribución de dividendos a los trabajadores de la empresa familiar, Chocolates Chobil. Con un curriculum así lo lógico era que lo eligieran Lehendakari.

Azkuna es sensible al arte y a la historia. Un buen día le comentamos que Aguirre, siendo de Bilbao, no tenía una estatua en su ciudad. “Hecho”, nos contestó. “¿Quién es el mejor escultor realista del momento?” preguntó. “Francisco López que trabaja en unos murales para una catedral en California”. “Pues ese”. Y ahí está la estatua en la calle Ercilla, con su gabardina y su sombrero, proyectando un cierto aire de desvalimiento, el que le produjo 23 años de exilio. Veintitrés años sin poder ir a San Mamés, a la Viña, a la Basílica de Begoña en agosto, a ver la casa donde había nacido.

El pobre murió triste en marzo de 1960. Y le sucedió Jesús María de Leizaola, un hombre tan culto que en los Consejos de Gobierno sus compañeros le decían. “Tú, hasta el siglo XIX. De ahí en adelante, nosotros”. Había sido funcionario del ayuntamiento de Bilbao, secretario de la diputación de Gipuzkoa, diputado en las cortes republicanas, creador de la Universidad Pública Vasca, Consejero de Justicia y Cultura, represaliado por pedir con un cartel ante Alfonso XIII una Universidad para Euzkadi, lo que le supuso que le llevaran esposado y andando hasta Amorebieta. Y segundo Lehendakari, ésta vez en el exilio.

Le conocí en París. Tenía un despacho que parecía el de un párroco. Le preguntabas la hora y te contaba la historia del reloj. Pero cuando salía a la calle con su viejo sombrero, su gabardina y su paraguas, ahí veías al Lehendakari de los vascos. Todo dignidad y modestia a la hora de coger el Metro e irse a la Biblioteca Nacional a estudiar pasajes de la vida de Enrique IV de Navarra o de doña Toda. Y, con aquel aspecto, lo mismo te escribía un libro de poesías que analizaba la economía de Euzkadi o te contaba con pelos y señales el crack del Crédito de la Unión Minera. Toda una personalidad.

Nos tocó ir a París a buscarlo y volver con él en diciembre de 1979 en un avión fletado para el regreso de su largo exilio. ¡Cuarenta y dos años!. Se dice pronto. En el ínterin le dijo un día a Ajuriaguerra que quería irse a un convento. Se lo planteó después de haber cenado dos veces. “Con ese apetito, no hay convento que te acoja” y en eso quedó toda la crisis.

En Donosti, ciudad en la que nació, no tenía ni una triste placa. Lo hablamos con el entonces Diputado General, José Juan González Txabarri y le encargó una estatua a Xebas Larrañaga. Y quedó muy bien Don Jesús. La iban a colocar en la Zurriola, frente al mar, del que el Lehendakari decía que era como la política. De suelo poco firme. Pero, no sé quien, decidió que mejor estaba en un salón. Y allí está encerrada. Y los donostiarras se quedaron sin estatuta y las palomas sin perchero. Una pena.

Tenemos pues en Bilbao, la estatua de Aguirre, la de Sabino Arana y la de Rubial, pero no la de Leizaola que además tiene una calle al lado del Meliá. Y se lo recordamos a Azkuna. Buenamente, claro está. “Está Bilbao como para encargar estatuas” nos dijo. Pero han erigido cuatro más.

Hace un tiempo le pedimos al rector de la Universidad de Deusto, Oraá, que le pusiera el nombre de Leizaola a la nueva y magnífica biblioteca de la Campa de los Ingleses en recuerdo de que fue Leizaola quien salvó la Universidad y la Biblioteca de los dinamiteros al final de la guerra. “NO”, fue su borde y no generosa respuesta. Nunca le hicieron Doctor Honoris Causa. Sí la U.P.V.

Y sin embargo Leizaola, el 19 de junio de 1937, fue todo un tipo. El periodista del Times, George Steer lo describió así: “Bilbao estaba derrotada, pero el hombre de rostro triste, de traje negro grueso, que la gobernaba, estaba decidido a que su historia fuera diáfana hasta el final. En la Presidencia, al lado del teléfono, esperaba el desenlace. Las líneas de su rostro reflejaban una calma total. Detecté, no por primera vez, en su inmóvil simetría oval, una nobleza, una severidad propia de un carácter excepcional, pocas veces observable en este mundo”.

Bueno, pues este hombre, no tiene una estatua en Bilbao. ¿Hay derecho señores?.

Pues no. No hay derecho. La tienen Tonetti y Verdi y hay hasta algunas mamarrachadas. ¿Por qué no Leizaola  para que las palomas tengan un bonito palomar en el centro de Bilbao y recordemos que fue él quien hace 75 años creó la Universidad Vasca?. ¿Seremos algún día europeos de verdad?.

El interesantísimo informe de D. Javier de Gortazar al Lehendakari Aguirre

Don Javier de Gortazar y Manso de Velasco nació en Bilbao en 1878 y en esta ciudad falleció en 1977 casi con cien años. Era todo un señor. Su padre había sido presidente de la Diputación provincial y él uno de los primeros seguidores de Sabino Arana. Por afiliarse al PNV renunció a sus derechos al Condado de Superunda con Grandeza de España. Fue presidente de Juventud Vasca de Bilbao y creador del diario EUZKADI. Hombre tremendamente activo y emprendedor, aunque nada dado a brillar, concibió poco después la creación del primer diario deportivo del estado. EI 31 marzo de 1924 salía a la calle el diario Excelsior. Gortazar integró este periódico en el grupo de EUZKADl y LA TARDE, con los que los nacionalistas conseguimos la mayor potencia periodística del País Vasco. Su esposa fue presidenta de Emakume Abertzale Batza de Las Arenas presidiendo él la Junta Municipal de esta localidad. Hombre religioso y de trato exquisito y de gran bondad era una persona muy querida. Con Ceferino de Jemein fue creador de Sabindiar Batza de la que sería, su primer presidente y quien promoviera la edición de las obras completas del fundador del PNV. Delegado del Gobierno Vasco en la banca fue posteriormente Delegado en Bayona.

Hecha esta sucinta biografía de Don Javier, reproducimos ahora por primera vez el informe que le preparó al Lehendakari Aguirre sobre su trabajo estos años. Es un informe que había estado inédito y que conviene se sepa sobre cómo se organizaron los vascos en aquellos duros momentos. La carta y el informe dicen así:

Bayona, 21 de Abril 1955

Exmo. Sr. D. José Antonio de Aguirre

París

Distinguido amigo y querido Jefe:

Siguiendo las indicaciones que me hacía Vd. en su carta del 25 de Marzo p. p. he recogido en las páginas que adjunto, lo que podíamos llamar la historia de la Delegación del Gobierno de Euzkadi en Bayona.

Por la malísima memoria que he tenido siempre, y que ahora en la vejez puede calificarse de nula, me he basado en las diferentes Memorias que envié a Vd. en diversas ocasiones, en la que preparé para un nuevo Sub-Prefecto de Bayona, en las notas que iba acumulando en las carpetas de la Delegación y en las que me dirigió el Sr. Oruezabala al recibir de Vd. la misma indicación que recibí yo.

También he incluido los datos proporcionados por el Sr. Ulesi.

Tengo la impresión de que muchas cosas habrán quedado en el tintero y me temo, también, que el trabajo en su conjunto no responda a lo que deseaba Vd.

Agradeceré a Vd. me diga sin reparo alguno lo que le parezca que se deba ampliar para que vea yo como darle satisfacción, preguntando a aquellos  compatriotas que, habiendo habitado aquí, tengan mejor memoria que yo.

Quedo, pues, a sus órdenes, como siempre; con  el mejor deseo de contribuir a que el LIBRO BLANCO del Gobierno sea la demostración del magno interés que Ustedes se han tomado por defender los derechos de nuestro País y cuidar del posible bienestar y seguridad del pueblo.

Reciba Vd. un afectuoso saludo de su  amigo y s.s.

Javier de Gortazar

La Delegación del Gobierno de Euzkadi en la Banca Privada

La organización por el Gobierno de Euzkadi de este servicio suyo, precedió en pocos meses a la pérdida de todo el territorio bizkaino. La Delegación se ocupó de ir ordenando la recogida de documentación y fondos de las sucursales de  la Banca en los pueblos amenazados y de la transmisión de las disposiciones dictadas por el Sr. Consejero de Hacienda para la evacuación por mar de los valores y documentación de los Bancos establecidos en Bilbao. (1)

El día 13 de Junio 1937 bombardeó la aviación enemiga Las Arenas, intentando destruir o al menos inutilizar el “Puente Vizcaya”. Al siguiente día acordó el Gobierno el traslado de esos Bancos a Santander, con la doble finalidad de evitar la incautación de fondos -por las tropas rebeldes y de auxiliar a los clientes que se exilaban. Ese traslado tuvo lugar el día 15 y el 17, previa reunión del Delegado con los directores de los Bancos de Santander y del ofrecimiento de estos de sus respectivos locales, pudieron los Bancos procedentes de Bilbao, atender a los reintegros de las libretas de sus Cajas de ahorros por una determinada cantidad máxima semanal.

Este servicio, que supuso la posibilidad de subsistencia de la mayor parte de los exilados de Bilbao, duró hasta fines del mes, época en que los Bancos fueron trasladados a Bayona para  organizar, en los locales de la Delegación Vasca (8 Avenue Marechal Foch) idéntico servicio que continuó hasta el mes de Septiembre 1937 cesando al trasladarse los Bancos  a Barcelona.

La Delegación del Gobierno en la Banca dejó de actuar en Bayona al no haber el Consejero de Hacienda aceptado el ofrecimiento del Delegado a acompañar a los Bancos a la Capital catalana.

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(1) Respecto a la evacuación por mar de los valores y de la documentación de los Bancos establecidos en Bilbao, podrá ser interesante recordar los detalles siguientes:

El Gobierno de Euzkadi fletó un barco que, a los efectos de esa expedición, fue bautizado con el nombre de “Sea Bank”.

La víspera de su salida de Bilbao, a la hora normal de cierre de los Bancos para el público, comenzó en todos ellos la operación de embalaje, en cajas de madera que el Gobierno había hecho preparar, de los valores y documentación. Cada caja llevaba al exterior el nombre del Banco respectivo y un número de orden; dentro llevaba una relación, detallada del contenido.

Esa operación duró hasta la madrugada, hora en que los camiones dispuestos, recogían las cajas y las llevaban al muelle para la carga al barco.

Terminó la carga hacia el mediodía y se levantó un acta en la que se hacía constar la procedencia y numeración de cada caja. Esa acta fue firmada por el Capitán del barco y por dos comisionados por la Banca para acompañar la expedición. Se hicieron copias para cada entidad bancaria y para el Gobierno de Euzkadi.

A primera hora de la tarde zarpó el “Sea Bank” para La Palice.

La evacuación de los valores y de la documentación de los Bancos establecidos en Bilbao, operación sin precedente en la Historia, se llevó a efecto sin que el público bilbaíno notara la menor anormalidad.

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La Delegación del Gobierno de Euzkadi en Bayona

Preliminares

Al estallar la  sublevación militar contra el Gobierno legítimo de la República española, en Julio de 1936, se constituyeron en Bizkaya y Gipuzkoa sendas «Juntas de Defensa” para hacer frente a la sublevación y atender a las necesidades de todo orden creadas por el aislamiento en que quedaron ambas regiones vascas con respecto al resto del territorio del Estado español.

Dichas Juntas enviaron a París unos comisionados encargados de las compras de todo lo que era necesario para el sustento y defensa de la población. Uno de esos comisionados, D. José Manuel de Oruezabala, se instaló en Bayona organizando aquí los envíos por tierra, mar y aire, y el alojamiento y sostén de los compatriotas que, amenazados por el enemigo, se veían obligados a pasar el Bidasoa.

A la caída de Irún, el Sr. Oruezabala se encargó de la recuperación de mercancías desperdigadas, encaminándolas a Bilbao por vía marítima. Desde el extranjero venían no pocas mercancías adquiridas por los comisionados que actuaban en París, Amberes, etc. Algunos barcos completos (recuérdese, como anecdótico, las peripecias  del Capitán Potaitos) de matrículas extranjeras, ingleses en su mayoría, hacían a veces escala  en  San Juan, de Luz antes de  aventurarse a Bilbao.

La Delegación  de  Euzkadi

El 7 de Octubre  1936 se  constituyó el Gobierno autónomo de Euzkadi, después  de la aprobación  como Ley, por las  Cortes de la República española, del “Estatuto Vasco» que previamente había sido votado solemnemente por el pueblo.

El Gobierno de Euzkadi se hizo inmediatamente cargo de  la dirección del País y una de  las primeras medidas que  tomó fue la  de  establecer en Bayona una Delegación, designando para dirigirla al Sr. Oruezabala  que, como se ha  dicho, venía actuando por cuenta de las Juntas de Defensa. La Delegación quedó instalada en la planta baja de la casa nº 8 de la “Avenue Maréchal Foch”.

Hasta la pérdida de Irún las comunicaciones, aunque no suficientes, fueron normales  y se reforzaban por los  servicios marítimos y por aire. Más  tarde se concertó con la Compañía “Air Pyrenées» el servicio por avión Bayona-Bilbao, atendiéndose así a los suministros, al correo y a las evacuaciones.

Con anterioridad al establecimiento de la Delegación, el Sr. Oruezabala a la llegada de los primeros núcleos de exilados de Irún, organizó los centros de alojamiento de Hendaya (Haitçabia), Arraute-Charrite y Bayona. Las facilidades ofrecidas por las autoridades francesas y la caritativa cooperación de la población civil hicieron posible esa humanitaria labor.

Más tarde, instalada ya la Delegación, la pérdida de territorio vasco y especialmente la caída de Bilbao, la llegada de exilados aumentó enormemente y para procurarles albergue se montaron los refugios de Guethary (Hotel Itxasoan), Dax, Saint-Christau (Balneario) y Capbreton (cuatro refugios). Algunos de esos centros fueron gratuitos desde su instalación: para los restantes se exigía una pequeña cantidad como pensión pero en vista del agotamiento de los recursos de los refugiados, se les eximió de todo pago.

El bombardeo por aviadores alemanes y españoles de la población civil alejada de los frentes de guerra y las deficiencias de alimentación a causa del bloqueo por mar, movieron a muchas familias a  solicitar del Gobierno de Euzkadi la evacuación infantil. Organizada ésta rapidísimamente con ocasión del criminal bombardeo de Gernika, salieron  en Mayo y Junio de 1937 expediciones por mar con destino a Francia, Bélgica, Inglaterra y otros Países. Cada expedición llevaba el personal docente y el servicio auxiliar correspondiente.

En este Departamento de Bajos Pirineos se  establecieron colonias infantiles en St. Jean-Pied-de-Port (La Citadelle), Orthez, Armendaritz (Chateau), Bidart (Erreteguia), Bayona (Izengabia), Ciboure y Jatxou. Esta última organizada y sostenida por D. Manuel de Inchausti. En las colonias se atendía a la enseñanza primaria y se contaba con capellanes para los niños de familias católicas.

La Roserai

La Delegación dedicó una atención particular  a los arrantzales que en gran cantidad de vaporcitos pesqueros buscaron refugio en  el puerto de Bayona. Una emisora instalada a bordo de una de esas  embarcaciones permitió una constante  comunicación con la Euzkadi peninsular. Antes de disponer de esa emisora se habían hecho ensayos de  comunicación con palomas mensajeras con  un resultado más bien pintoresco que práctico.

Al acercarse el frente de guerra a la costa bizkaina, el Gobierno de Euzkadi dispuso la evacuación del Hospital helioterápico de Gorliz en el que se atendía a 150 niños. Estos, el médico director, las enfermeras y los auxiliares fueron alojados por la Delegación de Bayona en el Establecimiento balneario de Saint-Christau (Oloron) arrendado para tal objeto. La necesidad de un clima marítimo para aquellos enfermitos obligó a prepararles un hospital adecuado en Berk-Plage (Pas-de-Calais). El Establecimiento balneario de Saint-Christau se dedicó entonces a los mutilados y heridos de guerra que, ante el avance del enemigo, hubieron también de ser evacuados.

En vista del crecimiento de la población vasca refugiada en este Departamento, de la necesidad de procurarle los servicios de medicina y cirugía y a fin de atender debidamente al cuidado de los heridos de guerra y a la reeducación de los mutilados, la Delegación de Bayona arrendó el Grand Hotel “La Roserai” d’Ilbarritz, en la municipalidad de Bidart, dotándole de todos los servicios necesarios, sala de operaciones comprendida. El hospital dispuesto para 400 camas. Con el médico director, eminente operador, había un grupo de médicos de las diversas especialidades. No faltaron ni la sección de maternidad, ni el gabinete dental.

En la planta baja del hospital se montaron los talleres de reeducación para los mutilados (cestería, carpintería, zapatería, sastrería y joyería). A los ciegos se les daban clases de música instrumental. Como dato curioso diremos que se le llegó a contar con un orfeón de 40 voces que fue muy aplaudido en diferentes audiciones públicas.

Los casos de enfermedad pulmonar que reclamaban tratamiento y cuidados especiales, fueron también objeto de preocupación de la Delegación. Para atenderlos debidamente se montaron en Cambó-les-Bains dos Sanatorios con una capacidad, en junto, de 70 camas y con el personal técnico y auxiliar adecuado.

Durante el transcurso de lo que podríamos llamar primera época de nuestra Delegación (período comprendido entre los años 1936-1940) la planta baja de 8 Avenue Maréchal Foch fue el centro de reunión de los refugiados que acudían para beneficiarse de los servicios establecidos en aquellos amplios locales: Dirección, Secretaria, Caja, Consultorio médico  (general y dental), Asistencia  social, Trabajo, Marina y Conserjería. El Delegado y el Secretario estaban en constante relación con las  auto­ridades  francesas (Prefectura, Sub-Prefectura, Policía, Gendarmería, etc) a las  que procuraban  ayudar en su cometido recibiendo de ellas las mayores facilidades para la obtención de documentaciones, autorizaciones, trabajo, etc. Es un  deber de justicia dejar consignado que en todo momento dieron esas autoridades a la Delegación de Euzkadi un verdadero trato de favor.

Ayuda a los refugiados

Entre los refugiados había  familias  que, en vez de acogerse a los refugios, preferían recibir una pequeña ayuda económica mensual. La Caja de la Delegación se encargaba de ese servicio previa la correspondiente información previa. Este servicio y el de los refugios venía a suponer un desembolso mensual de más de un millón de francos (téngase en cuenta el valor del franco en aquella época).

El Gobierno de Euzkadi quiso que su pueblo encontrara en el exilio el mayor número posible de facilidades y a tal objeto trasladó los servicios de “Caja de Ahorros” de los Bancos guipuzkoanos y bizkainos, primeramente de Bilbao a Santander y después de la capital montañesa a Bayona. En esta Delegación se abrieron las correspondientes taquillas y así la clientela de los Bancos pudo retirar, a la presentación de sus libretas, una determinada cantidad quincenal. Este servicio duró desde fines de Junio hasta fines de Septiembre 1937 (época en que los Bancos se trasladaron a Barcelona) distribuyéndose en ese periodo más de cinco millones de francos (de entonces).

Desde el comienzo de la evacuación de Euzkadi peninsular, procuró la Delegación de Bayona buscar trabajo a los refugiados. Le guiaba un doble interés aliviar el problema económico que se planteaba al Gobierno de Euzkadi y dar satisfacción a las peticiones de mano de obra que recibía de la industria y la agricultura francesas. La obtención de trabajo a los refugiados llegó a tener verdadera importancia a la caída de Cataluña por la cantidad de jóvenes vascos que terminadas sus actividades guerreras buscaron también su salvación, acogiéndose al Estado francés. De acuerdo con los servicios oficiales franceses de Trabajo, la colocación según especialidades y aptitudes fue objeto de especial estudio, siendo para nosotros muy satisfactorio el aplauso que ésos centros oficiales nos dedicaron con ese motivo.

A la entrada de Francia en la guerra, el Gobierno de Euzkadi (residente entonces en París) pidió a los refugiados «que se ofrecieran como voluntarios a las industrias de guerra”. La Fábrica de explosivos de Anglet, los Arsenales de Tarbes y Toulouse y las Fábricas de Aviación de Altos y Bajos Pirineos, entre otros, se beneficiaron de un personal nuestro especializado; su actividad, efectividad y disciplina merecieron menciones laudatorias de los directores de aquellos centros.

Hubiéramos podido en lo que llevamos  relatado, dar mayores detalles y poder concretar fechas y cifras, pero el repentino cierre de  la Delegación y de todas sus organizaciones, de  las que hablamos a continuación, y la destrucción, a la  entrada de los alemanes a Bayona, de los archivos que se depositaron en manos de personas que creyeron necesario tomar tal determinación, nos privan de la documentación necesaria. Quizás en los archivos de los respectivos Departamentos del  Gobierno de Euzkadi, con los que la Delegación  estaba en continua relación, podrá encontrarse una información complementarla.

La represión de la embajada franquista

El 10 de Mayo de 1940 los alemanes habían invadido Francia y el Mariscal Pètain había entrado a formar parte del Gobierno francés. La Embajada española de Franco, aprovechándose de la delicadísima situación en que Francia se encontraba, exigió del Gobierno francés que dictara contra los refugiados vascos establecidos en el País Vasco continental, las cuatro medidas siguientes:

1a EI cierre inmediato (en 48 horas) de la Delegación y de todas las organizaciones que tenía establecidas (Hospital, Colonias, Refugios, etc.) en el Departamento de Bajos Pirineos.

2ª Deportación a Laval (Mayenne) del Delegado y 18 personalidades determinadas.

3a Deportación a Le Mans (Sarthe) de los sacerdotes vascos que se habían exilado para seguir sirviendo a su pueblo.

4a Detención en el Campo de Concentración de Gurs (B.P.) de muchos cientos de refugiados varones (ancianos comprendidos)

Esas cuatro medidas fueron ejecutadas a rajatabla, contrastando con la actitud que hasta entonces las autoridades todas francesas tenían para con los refugiados vascos y más aún con el comportamiento de éstos a la entrada de Francia en guerra.

De tan triste manera terminó la primera época de la Delegación de Bayona, en Mayo de 1940.

La Delegación de Bayona reanudó sus actividades a la salida de los alemanes del Departamento de Bajos Pirineos (Septiembre de 1944). Durante la  ocupación alemana una buena parte de nuestra juventud formó parte de las organizaciones de resistencia y no faltaron los inscriptos en la Legión Extranjera. Recuérdese  que  el primer carro de asalto que entró en París para su  liberación llevaba el nombre de “Gernika” y llevaba vascos a bordo.

A la reapertura de la Delegación de Bayona, una de sus primeras actividades fueron dedicadas a la  constitución de la “Brigada Vasca” que, formando parte del ejército francés, se cubrió de gloria en  la liberación del “sud-Ouest” (Pointe de Grave), a las  órdenes  del General De Larminat. Su comportamiento fue premiado con 10 cruces de  guerra y una medalla militar, además de que todos sus componentes fueron condecorados con la “Médaille de la Réconnaissance française”. La constitución de la Brigada Vasca obedeció al deseo de nuestro Gobierno de contribuir, en la medida de sus fuerzas, a la derrota de  los que habían ayudado a Franco a invadir la Euzkadi peninsular; y, al mismo tiempo, preparar el núcleo de  la masa militar que  sería indispensable en el momento de reintegrarnos  a nuestro País a la  terminación de la  guerra con la victoria de  los  aliados.

En Junio de 1945 la Delegación de  Bayona consiguió arrendar los locales que ocupa en la  actualidad en el piso primero de la casa nº 10 del  “Boulevard d’ Alsace-Lorraine” y organizó  inmediatamente el servicio médico y los subsidios a los necesitados. En  tiempos en que la frontera con el Estado español estaba cerrada, la Delegación cuidó del envío de la  correspondencia a nuestro País a través de la Delegación de Londres. Cuidó así mismo de legalizar la situación de los que, perseguidos por la policía de Franco a causa de sus actividades en la “Resistencia”, se veían en la necesidad de evadirse; buscábales trabajo y les atendía, mientras lo encontraban, pagándoles  su estancia en un hotel. Este capítulo de gastos por atenciones a fugitivos y evadidos importó 933.237 fcs. Los subsidios extraordinarios  y de  Sanidad sumaron 2.515.431 fcs. Las atenciones a los  deportados en los campos Nazis 152.500 y la  de los mutilados sin trabajo 1.590.455. Independientemente de los subsidios extraordinarios y de Sanidad señalados más arriba, se distribuyeron, en toda esta segunda época, subsidios ordinarios por un total de 8.589.936 fcs.

Costo de la Desmovilización

A la desmovilización de los componentes de la Brigada Vasca se atendió a éstos colocándolos en  trabajos de reconstrucción, forestales y fronterizos  con una doble finalidad que es fácil de suponer. Podemos también dar cifras de lo que al Gobierno de Euzkadi supuso esa desmovilización y el  sostenimiento de los gudaris. En los trabajos de reconstrucción se invirtieron 249.527 fcs.; en los forestales 681.048; y en los  fronterizos (relación  constante con nuestros hermanos de la otra vertiente) 1.197.746  fcs.

El 31 de Marzo de 1945 se firmó en Bayona la convención conocida con el nombre de “Pacto de Bayona” y que, en realidad supone el nacimiento del “Consejo Consultivo Vasco”. Fue el término de unas trabajosas gestiones hechas por el Consejero de Hacienda, D. Eliodoro de la Torre (G.b.)  cerca de los diferentes Partidos políticos y de las Sindicales para la  constitución de lo que él llamaba “Bloque Nacional Vasco”. Esa titulación encontró serias resistencias y hubo de abandonarse, desembocando aquellas entrevistas en el manifiesto que en la fecha citada firmaron las siguientes entidades:

Partido Nacionalista Vasco, Acción Nacionalista Vasca, Partido Comunista  de Euzkadi

Euzkadi Mendigoxale Batza, Izquierda Republicana, Comité Central Socialista de Euzkadi en Francia, Partido Republicano Federal, Solidaridad de Trabajadores Vascos, U.G.T., C.N.T.

Pacto de Bayona

Esas organizaciones políticas y sindicales de Euzkadi, unidas en torno del Gobierno de Euzkadi, sin renuncia ni hipoteca para el futuro de sus particulares ideologías, manifestaban en ese  documento:

1º Ratificar la unión de sus fuerzas respectivas en la obra iniciada el 18 de Julio de 1938, unión que plasmó al constituirse el 7 de Octubre de ese año, el Gobierno de Euzkadi.

2º Afirmar su confianza a dicho Gobierno y prestarle la colaboración necesaria, siempre que recoja las aspiraciones políticas y sociales del Pueblo Vasco.

3º Respetar y defender, una vez restablecida la normalidad democrática, los deseos del Pueblo Vasco, expresados libremente.

4º Constituirse en Organismo consultivo que asesore, prepare y secunde la labor a desarrollar por el Gobierno.

5º Continuar al lado de los Pueblos, Partidos políticos y Organizaciones sindicales de la Península, la lucha en todos los órdenes contra el Gobierno de Franco, Falange y cualquier otro régimen dictatorial, así como contra todo intento antidemocrático y de restauración monárquica que pudiera surgir.

Esa unión continúa en pie, con la excepción del Partido Comunista de Euzkadi.

La Delegación de Bayona ha ido formando su  fichero de refugiados vascos en el Estado francés; gracias a él pudo poner en relación a éstos con sus familiares, hacerle llegar la correspondencia recibida y transmitirles las indicaciones que puedan interesarles. El fichero contiene aproximadamente 6.000 fichas, correspondientes a personas aisladas y a cabezas de familia con indicación, en la de estos últimos, del número de familiares. Como la suma de familiares se acerca a los 4.000 puede evaluarse en 10.000 los refugiados vascos  controlados por la De­legación. Naturalmente, ese censo no es estable por el movimiento constante de entradas y salidas (regreso, emigración a las diferentes Repúblicas americanas, fallecimientos).

La ayuda del exterior

Vamos ahora a ocuparnos de la  distribución de alimentos, ropa, calzado y otros  efectos  que nos  fueron remitidos por los vascos residentes y refugiados en diferentes Países americanos: Argentina, Chile, Estados Unidos, México y Uruguay.

El primer envío procedía de México por la iniciativa de la entidad Emakume-Abertzale Batza, que expresó su deseo de que la distribución se hiciera por una comisión integrada por señoras representantes de todos los  grupos políticos y bajo la presidencia del Delegado.

Por otra parte D. Eliodoro de la Torre (de quien debemos decir que fue el alma de las organizaciones realizadas en esta segunda época de  la Delegación) recibió de D. Ramón Ma de Aldasoro, Delegado del Gobierno de Euzkadi en Argentina, la noticia de la constitución en Buenos   Aires del «Comité pro-ayuda a los Vascos en Francia” y el deseo de ese Comité de que se  constituyera aquí una Comisión presidida por el Sr.  Sub-Prefecto de Bayona y constituida por cinco  alcaldes de los principales pueblos del País Vasco  continental y por cinco vascos refugiados representando a los principales Partidos políticos de  Euzkadi. El Sr. Torre debía también formar parte de  esa Comisión. Al fallecimiento del Sr. Torre (28 de Enero de  1946) le remplazó en la Comisión el Delegado  que suscribe.

Esa Comisión debía efectuar la distribución de los envíos que se proponían hacer desde Buenos Aires, Santiago de Chile y Montevideo. Según las instrucciones recibidas de Argentina por el Dr. Ilharreborde, solo debían beneficiarse de la  distribución los vascos necesitados que habitasen en  la Euzkadi continental. Como nuestros refugiados estaban distribuidos por todo el territorio del Estado francés, la Delegación hizo observar que con esa medida dos terceras partes del total de los vascos refugiados quedarían sin atención. Como a pesar de esta indicación la Comisión quiso atenerse a las  instrucciones recibidas por el  Sr. Ilharreborde, la Delegación de Bayona se dirigió directamente a los donantes consiguiendo no solo que pudiera atender a los refugiados  fuera cualquiera el  lugar en  que habitaran sino que además recibiera un porcentaje  (de 40% en unos envíos y 50% en  otros) de cada cargamento y lo distribuyera independientemente.

Estas nuevas instrucciones del “Comité Pro-ayuda a los Vascos en Francia” motivó el que los refugiados dejaran de pertenecer a la Comisión presidida por el Sr. Sub-Prefecto. En consecuencia constituye la Delegación una Comisión en la que estaban representadas todas las organizaciones políticas y sindicales afectas al Gobierno de Euzkadi. Solamente la primer expedición de Argentina (leche y huevo en polvo) fue distribuida en común con la Comisión Sub-prefectoral. Las señoras fueron un importantísimo auxiliar. En esta distribución y en  todas las restantes hechas con autonomía, se atendieron las necesidades mayores (mutilados y viudas de guerra, ancianos, familias numerosas, etc.)

La Comisión nombrada por esta Delegación de  Bayona, teniendo en cuenta que nadie mejor que las respectivas  organizaciones políticas y sindicales, podían conocer las verdaderas necesidades de sus respectivos afiliados (especialmente en los  casos, bastante numerosos, de los “necesitados  vergonzantes”) acordó que las distribuciones se  efectuaran por esas organizaciones, adjudicándoles previamente un porcentaje proporcional al número de sus afiliados. La Delegación se hacía cargo de todos los refugiados  que no pertenecieran a algún Partido o Sindical. Presentadas las listas respectivas, que fueron mutuamente y escrupulosamente controladas, se  fijaron los coeficientes  como sigue:

Acción Nacionalista Vasca (a excepción de los que pertenecieran al mismo  tiempo a Solidaridad de Trabajadores Vascos): 2,52%; Euzkadi Mendigoxale Batza  (con idéntica excepción):1,6; Partido Nacionalista Vasco (con idéntica excepción): 13,06; Solidaridad de Trabajadores Vascos(a excepción de los que pertenecieran también a los Partidos políticos): 4,56; Lista de los exceptuados en las 4 entidades arriba indicadas y que serán atendidos de común acuerdo entre ellas: 8,37; Partido Socialista y U.G.T. de  Euzkadi: 26,26; Izquierda Republicana de  Euzkadi: 4,50; C.N.T. de  Euzkadi: 9,52; Partido Comunista de Euzkadi:7,30; Delegación de Bayona (independientes):22,30.

Las expediciones recibidas de América fueron las siguientes:

De Nueva York – 10 cajas, en su mayor parte ropa usada. Remitente la Delegación Vasca – Vapor “Chagres” – Marzo y -Abril 1946.

De México – Primer envío cajas (ropa, calzado, piezas  de paño) Remitente  «Emakume  Abertzale  Batza”. Noviembre 1945.

Segundo envío 17 cajas (igual contenido que  el anterior más productos alimenticios)  Enero 1946.

De Argentina – Primer envío 144 cajas y 15 fardos. Peso 9.503 Kgs. (Ropa, calzado, mantas, leche y huevo en polvo)  Febrero 1946. Vapor “Oregon”.Comité “Pro-ayuda a los Vascos en  Francia»

Segundo envío 72 cajas y 15 fardos. Peso 5.274 kgs. (idéntico contenido). Noviembre 1946. Vapor  “Jamaica”. El mismo remitente.

De Chile  – Primer envío 66  cajas, 13 bultos y 4 fardos. Peso .5.353 kgs. (ropa, calzado, jabón y latas de mermelada). Julio 1946

Vapor “Campana”. Comité Pro-ayuda a los Vascos en Francia.

Segundo  envío 7 cajas y 2 paquetes. Peso  510 kgs. (Ropa y calzado). Octubre 1946. Vapor “Alabama”. El mismo remitente.

De Uruguay – Primer envío 13 cajones. Peso 1418 kgs  (Ropa, calzado, piezas de tela y medicamentos). Octubre 1946. Vapor “Formosa”. Comité Pro-ayuda a los Vascos en Francia.

Segundo envío 47 cajones. Peso 1.448 kgs   (Latas de café, cacao, chocolate, dulce, queso, extracto de carne, salchichas, paté y ropa usada) Febrero 1947.Vapor “Campana». El mismo remitente.

Tercer envío 1 caja. Peso 30 kgs. (Medicamentos y calzado). Marzo 1947. Vapor “Jamaique”. El mismo remitente.

De todo ese contenido, nos correspondió la totalidad del procedente de México y, después de  la modificación de las instrucciones de los remitentes a que se ha hecho referencia, el-40% de los envíos  de Argen­tina y Chile y el  50% de los de Uruguay.

De los datos que facilitaron la Comisión de señoras y los Partidos y Sindicales de Euzkadi y de los obtenidos por la Delegación misma al ocuparse de los «”independientes», se deduce que el patriótico y generoso esfuerzo hecho por los vascos residentes en América, contribuyó a aliviar las necesidades de 2.449 hombres, de 1.608 mujeres y de 1.503 niños. O sea un total de  5.560 personas.

Aunque de menor importancia, no puede  menos de recogerse aquí el auxilio prestado por la entidad “Foster Parent’s” a algunos niños vas­cos que reunían las condiciones exigidas por ella. Algunos de  los «pa­drinos” americanos de esos niños les hicieron magníficos regalos; uno de ellos pagó a su protegido la estancia veraniega en una playa de  la costa vasca.

Hasta el reconocimiento por Francia del Gobierno franquista, la Delegación de Bayona gozó aquí  de gran prestigio cerca de las autoridades lo que hizo posible la documentación de los evadidos de la “Resistencia” con la simple declaración, por nuestra parte, de que se trataba de un  “agente  de enlace”. Ese efectivo  amparo de la Delegación ha ido perdiendo de valor a medida de que las  autoridades  francesas establecían relaciones  con las  fronterizas de Franco. En la  actualidad el paso clandestino está prácticamente anulado y si se presenta algún caso excepcional es en París donde tiene el Gobierno de Euzkadi que tratar  de resolverlo.

Para atender mejor a los refugiados que habían fijado su residencia en los Departamentos de Landes y Gironde y para facilitar la colocación en trabajos de monte y serrerías de nuestros refugiados se crearon las Sub-delegaciones de Ychoux (Landes) y Burdeos. También se creó la de Pau a fin de tener un agente constantemente en la Prefectura del Departamento de Bajos Pirineos, ya que los asuntos más importantes se resolvían en definitiva en dicha Prefectura. Nos  ocuparemos a  continuación de cada una de esas Sub-delegaciones.