Higino Uriarte: un vasco en las guerrillas de Filipinas

He tenido la grata oportunidad de leer la versión en español de una historia verdadera -para el público fue editada en inglés- que es toda una odisea, escrita por el propio protagonista con sencillez pero con realismo.

Cuando su autor me la entregó y aunque ya me había hablado de sus actividades dentro de las guerrillas filipinas durante la ocupación japonesa de aquellas islas, como lo hacía con su habitual modestia, no sospechaba ni lo más mínimo, la trascendencia de su actuación.

Después de conocerlas en detalle, he pensado que estas aventuras son dignas de divulgarlas entre nosotros, los compatriotas del que las vivió y no quedar reservadas sólo para conocimiento de sus familiares y amigos, como era el propósito de su autor.

Colaboró primero en la organización de las guerrillas y actuó como enlace dentro de ellas, tanto con los jefes filipinos como con los altos mandos norteamericanos y pasó después a la organización “Allied Intelligence Bureau”, que era un servicio de espionaje, del que fue activo y eficiente agente, con el grado de capitán del ejército filipino. En esta actividad, sin duda la más arriesgada, se introdujo en la zona ocupada por los nipones, llegando a actuar hasta en la misma capital, Manila.

El verdadero interés de este documentado relato, lo tiene para los filipinos, porque fue su país el que sufrió la invasión y además los nativos pueden seguir mejor los acontecimientos, por serles conocidos los lugares donde sucedieron, así como las personas que los protagonizaron.

Para nosotros los vascos no deja tampoco de tener interés y sobre todo debe proporcionarnos orgullo, el que un compatriota nuestro, impulsado por el amor que todo vasco siente por la libertad y el odio a toda tiranía (así lo confirma el autor en su libro) y para, al mismo tiempo -añade- “demostrar al pueblo filipino su lealtad y gratitud”, luchando junto a él contra el invasor, con riesgo de todo lo que poseía.

El protagonista de estas hazañas era un joven entonces de 24 años, nacido en Filipinas de padres vascos, con nacionalidad española, abertzale de todo corazón, cuyos antepasados residían en aquellas islas desde el año 1840. Aunque temo no sería del agrado de él, pienso se debe consignar su nombre: Higinio Uriarte Zamakona.

Como podría tachárseme de parcial en mis apreciaciones sobre la actuación de Uriarte, voy a transcribir unos párrafos escritos por el editor en el “Prefacio” de la obra.

“El caso del autor, único durante aquella guerra -fue una completa desviación en su derrotero normal de la existencia de una vida regalada de un hacendero, a la vida de un nómada- una transformación que sólo podría justificarse con la explanación de su amor a la libertad y el odio a la opresión”.

“Su carácter de vasco hermanado con su espíritu de joven inquieto, no permitía la opresión y crueldad impuesta por la conquista, ni menos podía tolerar un gobierno de fuerza bruta. De aquí que, Higinio Uriarte se trasmontó para unirse con los contados filipinos que se internaron en las selvas de Negros, para organizar y formar la resistencia contra los invasores”.

“Higinio Uriarte, conocido por su seudónimo de “Gudari” (soldado), guardaba en su alma la fe y el fervor patriótico tanto más que, no siendo filipino, arriesgó su vida como pocos lo hubieran hecho por una causa que no era la suya y por una patria que no era la amada de sus antepasados. En las montañas vivió la vida de los soldados guerrilleros: dormía como ellos con los trajes puestos para estar siempre preparados ante cualquier eventualidad; caminaba por los cerros angostos con sus pies descubiertos -por carencia de zapatos-. Uriarte atravesaba elevadas sierras, cruzaba caminos vigilados por centinelas enemigos en sus diversas misiones militares y por medio de barcos de vela, cruzaba los mares filipinos ocupados por los japoneses, en sus travesías a la isla de Luzón, como agente de Allied Intelligence Bureau (A.I.B.)”.

A ésto que escribe el editor, debemos añadir que recorrió toda la isla de Negros de Norte a Sur, andando hasta diez horas diarias por las montañas (declara Uriarte que le había servido de entrenamiento el haber sido “mendigoizale” en Euzkadi). Debido a estas caminatas mojado y a veces con frío, llegó a caer enfermo, pero pronto se restableció y pudo proseguir su labor ardua y penosa.

Fue declarado por los japoneses “hombre buscado” y tenían orden las fuerzas de ocupación de matarle en el acto si lo capturaban. Pasó por trances apuradísimos, pero no llegaron a reconocerle.

Obtenía y recogía la información de sus agentes y después de ordenarla, la transmitía por radio al general Mac Arthur, que se encontraba en Australia. Fueron tan importantes estas informaciones, que re­cibieron el elogio del Almirante Nimitz, quien mandaba la flota norteamericana en el Pacífico.

Fueron sus colaboradores íntimos qué contaban con toda su confianza, los también vascos Garbi Elordi y Jesús Bilbao, quienes actuaban con el grado de tenientes del Ejército filipino.

Uriarte, como buen abertzale, no podía dejar de dedicar varias páginas de su libro, a exponer una reseña histórica, resumida pero muy completa, sobre Euzkadi.

Tampoco deja de recordar que entre los tanques que entraron en Manila, al ser liberada por las tropas norteamericanas, figuraba uno con el nombre de “Fighting Basques” (Luchadores Vascos), ocupado por soldados de Idaho (USA), hijos de vascos.

Al final de sus memorias dedica unos párrafos a disculpar la actuación de algunas personas tachadas de colaboracionistas y expone asimismo las intrigas habidas tanto en los mandos filipinos, como entre los norteamericanos.

Como final hace unas atinadas consideraciones sobre la situación política, social y económica de la nación filipina, después de la guerra en que se vio envuelta.

Por nuestra parte hemos de destacar, que aunque conocíamos la existencia de muchos vascos en el archipiélago filipino, nos ha llamado la atención al leer esta historia, el gran número de apellidos vascos que aparecen en ella, por lo que no queremos dejar de detallarlos: Bilbao, Elordi, Luzuriaga, Elexalde, Soloaga, Andia, Ortube, Bengoetxea, Ganboa, Salazar, Zuloaga, Sagastasola, Zabaljaurgi, Lezama, Zubiri, Imaz, Iturmendi, Auzmendi, Larrabeiti, Legarreta, Arrieta, Ormarrementeria, Zamakona, Ametzazurra, Azarloza, Labirua, Ozamiz y claro está Uriarte.

Nos parece que unas aventuras como éstas, que poseen además de su interés humano, el patriótico, podrían servir muy bien de argumento para una película del naciente Euskal Zinema, o para ETB, la cual tendría sobre todo gran aceptación en el pueblo filipino.

6 comentarios en «Higino Uriarte: un vasco en las guerrillas de Filipinas»

  1. Hola Iñaki:

    ¿cómo se titula el libro?

    Aquí puedes ver una foto del Euzkeldun Batzokija de Iloilo en Filipinas.

    http://www.skyscrapercity.com/showpost.php?s=f3b7c1fec78d90f2d059b75620aed59d&p=45035212&postcount=98

    Día de San Ignacio en la hacienda «Euzkara» Marino de Gamboa: Roberto Llantada, Esteban Arteabarro, Pablo Gamboa, Juan Uriarte, Salvio e Higinio Uriarte, Agustín Zamacona, Félix Arteabarro, Antonio Azcona, Dámaso Barrena, Andrés Sangróniz, Jesús Azarloza, Francisco Ugarte, Manolo Rotaeche, Félix Muñoa, Luís Bengoechea, Augusto Aboitiz, Teodoro Uriarte y Enrique Castels

  2. Augusto Aboitiz era hermano de mi madre , Teodoro Uriarte eran el padre de su mujer, mi tia politica, Maitena Uriarte Aunque no de porque su padre se llamaba Teodoro Mendezona de Uriarte, Donde Uriarte era el segundo apellido
    Pregunta ¿Higinio que relacion tenia con el Teodoro Uriarte de la foto?

    http://www.euskomedia.org/galeria/A_26040?idi=es

    Nombre(s) Teodoro Mendezona De Uriarte
    Sexo Male
    Esposa Carmen Yrastorza Aboitiz
    Hija Maitena Aboitiz De Uriarte

    Saludos

    Alberto Moroy Aboitiz

  3. Hola Iñaki!
    Me gustaría tener información sobre GARBI Elordi Telleria y su hermano Perico ambos combatieron con las guerrillas Filipinas comandadas creo por el General Mac Arthur.
    GARBI fue Capitán de la Marina Mercante que navegó en la Marítima Nervión (Armador Aldecoa, alias Patxikin). Posteriormente creo que emigró a Venezuela casándose por poderes con mi Madrina Carmele López Elordi.
    Mi nombre es Mikel Arteaga Elordi, nieto de emigrantes a Filipinas. Mi Aitite materno Juan Tomás Elordi fundó el Hotel Bilbao en Iloilo
    Un saludo

  4. Gabon Mikel. Creo que es mejor que te pongas en contacto directamente con la Fundación Sabino Arana que tiene mucha documentación sobre este tema. Un abrazo. Iñaki

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