Llegué el jueves de Paraguay. El viernes a las nueve estaba con Benegas en el programa de Aitzol Zubizarreta en ETB. A las once en el sexto piso del Teatro Campos en un acto en el que José Luís Bilbao explicaba a los alcaldes los presupuestos para el año que viene y sus recortes. El sábado, mitin en Derio y saludo al hermano de Ramón Begoña a quien mataron en 1980 tras la manifestación en favor de las “Libertades Vascas”. Hablé con Ortuzar de la manipulación diaria de TVE. Y a la tarde cogí el avión las cuatro y a las cinco estaba en Barcelona ya que Unió Democrática de Catalunya nos había invitado a su fiesta de cumpleaños: ocho décadas hacían de cuando un 7 de noviembre de 1931 la fundó Manuel Carrasco i Formiguera, diputado católico catalán que fue fusilado en 1937, tras haber sido apresado en El Galerna, cuando venía enviado a Euzkadi como Delegado de la Generalitá. En su 75 aniversario también estuve.
A pesar de jugar a esa hora el Barça y de comenzar un largo fin de semana de puente, la sala estaba a rebosar. Unos 1.200 comensales. Me acuerdo de aquella modesta Unió. Hoy es un partido de gobierno potente, administrando una crisis y sufriendo la herencia del tripartito.
Como invitados acudieron personalidades de Chile, Italia, Portugal, y Cuba. Como nacionalistas, solo nosotros y el presidente de la Generalitá Artur Mas.
Fue una cena política-familiar. Entregaron insignias a quienes llevan más de 25 años afiliados. Lo hicieron todos los ex presidentes: Concepció Ferrer, Ignasi Farreras, J. Borrell, Joan Rigol y el propio Duran. Saludé a viejos amigos y en la mesa que me tocó conversé con Sánchez Libre, Jordi Casas y en representación del alcalde de Barcelona Xavier Trias, el diputado Jordi Martí. Nos regalaron una cajita para meter papelitos de notas.
El candidato de CiU en las elecciones generales, Josep Antoni Duran Lleida, aprovechó su discurso de celebración del 80º aniversario de Unió para lanzar un mensaje de alerta, tanto en clave interna como cara al resto de partidos catalanes: “Lo peor que podría pasar es dividir y enfrentar el país entre nacionalistas y no nacionalistas”. Para evitar esta fractura, Duran reivindicó “un diálogo nacional” en el que considera que, además de las fuerzas nacionalistas, deberían participar también el PSC y el PPC. “Debemos intentar que nuestras aspiraciones como pueblo y como nación sean compartidas por cuantas más fuerzas políticas mejor”, señaló.
La reflexión del líder democristiano cobra especial interés teniendo en cuenta que la formula la misma semana en la que en el Parlament se ha evidenciado la existencia de dos frentes a cuenta del debate sobre la propuesta del pacto fiscal. Por un lado CiU, Esquerra e ICV-EUiA y por otro, socialistas y populares. En todo caso, el líder de Unió tiene claro que, con todas las maquinarias electorales en marcha, el diálogo que propone no será factible hasta después de los comicios del 20-N.
Duran situó el catalanismo como “el hilo conductor” que debería guiar la actuación del conjunto de fuerzas y, a pesar de las apelaciones a la unidad no evitó los dardos tanto al PSC como al PPC.
A los socialistas les reprochó, una vez más, su vinculación al PSOE: “Es importante que el PSC aclare qué quiere ser, y si quiere sumarse a esta unidad o ser el brazo ejecutor del jacobismo del PSOE”. Y, en su anhelo por atraer a posibles votantes del PP, reiteró que ni socialistas ni populares pueden defender los intereses de Catalunya en Madrid. O al menos, no como lo hará CiU, según el líder de Unió. “En estas elecciones ya está decidido quién ganará y quien gobernará España por culpa del PSOE, pero lo que está por decidir es quién ganará en Catalunya”, subrayó.
El cabeza de lista de CiU sabe que los recortes sociales que aplica el Govern de Artur Mas pueden pasarle factura el próximo 20 de noviembre. Así que, para intentar contrarrestar este riesgo, intentará darle la vuelta y de ahí que ayer asegurase que “cuanta más CiU haya en Madrid, menos recortes habrá en Catalunya porque habrá más posibilidades de tener más recursos para los catalanes”.
En el discurso que pronunció durante la cena celebrada en el Palau de Congresos de Barcelona, Duran quiso agradecer (en castellano) a las casas regionales presentes en el acto el apoyo que le mostraron a raíz de sus polémicas referencias al PER andaluz y extremeño. “Gracias a andaluces, gallegos, murcianos, extremeños, aragoneses, etc, codo a codo, hemos conseguido que este país sea un país de oportunidades”, afirmó.
También recordó que José María Aznar se comprometió a acabar con el PER y después acabó manteniendo este subsidio “para no perder votos en Andalucía”. Y aprovechó para preguntar si Mariano Rajoy seguirá el ejemplo del expresidente popular o, en cambio, optará “por ayudar” a esta comunidad apostando por la economía productiva.
Terminó el acto con Els Segadors. De allí al hotel y el domingo a las seis, arriba. A las nueve estaba en Bilbao y a las doce en Lekeitio paseando con la candidatura y los burukides de zona.
Se trata de animar a la afiliación y militancia para que se ponga las pilas. Ganamos si nos movilizamos. Esta semana empieza la batidora electoral.
Que viajado eres por Dios., eso si, siempre con comida de por medio, faltaría plus.
Unió cumple 80 años y mi vecino 85, y la vida sigue ¿Y?. Unos vienen y otros se van.
Respecto a animar para ganar, será para ganar tu, porque el pueblo lo que es el pueblo, siempre pierde.
Yo me animo a mi mismo, gracias.