Viernes 3 de febrero de 2012
El pasado lunes en la tertulia semanal de la Ser, Txiki Benegas, representante de la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba comentó que a él le hubiera gustado, en relación al Congreso del PSOE que en primer lugar hubiera habido un verdadero debate de ideas sobre qué partido quiere la militancia y para hacer qué y, una vez aprobado el modelo, elegir a las personas para llevar a cabo el proyecto aprobado porque tal y como estaba planteado el actual Congreso del PSOE se estaba haciendo al revés. Solo se habla de personas. De Chacón, de Rubalcaba y de poder, pero nada de ideología. Dicho por Benegas la cosa tenía enjundia. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Y es verdad. En liza no hay dos modelos de partido sino el mismo gato con las mismas mañas. Los dos han sido ministros con Zapatero, los dos son bastante predecibles, los dos no han levantado la voz ante las ocurrencias del jefe, los dos han perdido las elecciones municipales y generales y los dos han obedecido al aparato de Pepe Blanco, porque así les ha convenido. Estamos pues ante el mismo PSOE de siempre, aunque uno más vinculado a la vieja guardia de Felipe González y otra más que a lo impredecible de Tomás Gómez. ¿Dónde hay sitio para el 15-M?.
La campaña de Rubalcaba ha sido medida y pausada. Ha tenido todo el aparato como lo tuvo Almunia en su día pero a pesar de ésto, le ganó Borrell, mientras Chacón solo ha repetido slogans, como hace ocho años lo hacía Rosa Díez con la solo novedad de la candidatura de una catalana haciendo campaña en Andalucía de la mano oculta del presidente de la Junta José Antonio Griñán, a quien Chaves, Blanco y Zapatero no han tratado bien y él pasa factura. Pero lo que me ha extrañado ha sido la postura de un partido socialista catalán que pretende ser catalanista, firmemente cuadrado con una señora que ha hecho alardes en esta campaña de desapego catalán, de críticas muy duras al nacionalismo catalán, de no implicación en la búsqueda de un Pacto Fiscal que alimente un poco sus escuálidas arcas económicas y con evidente distanciamiento hacia la palabra Catalunya no solo en Andalucía sino en España. No se cómo ese PSC pueda votar irrestrictamente a una candidata que usa casi el mismo lenguaje que el PP en Catalunya y que no quiere saber nada de la posibilidad de un grupo catalán propio en las Cortes. Igual, si el voto es secreto, se lleva alguna sorpresa.
¿Qué puede pasar?.
Si gana Rubalcaba, nada. Será el PSOE de siempre, con algún barniz de pintura, alguna frase ingeniosa, algún discurso algo más social.
Si gana Chacón, un profundo desasosiego interno. Ella no podrá cumplir lo poco que ha dicho en campaña, y la entraña del aparato le va a tratar de la misma manera que Almunia trató a Borrell. Eso sí. Habrá una cara más joven y más guapa haciendo política, frente a la figura del judío ropavejero a Rubalcaba le describió en su día Arzalluz al maquiavelo de Solares. El comando Rubalcaba.
¿Y en Euzkadi?.
Patxi López quedó muy tocado frente a un Zapatero al creerse que le había hecho la gran faena por desarrollar mejor un Estatuto con el PNV y que él había negociado a la baja. No le perdonó a Zapatero que se apoyara en los votos del PNV para sobrevivir. En lugar de hacer de la necesidad virtud, su ataque de celos fue tan infantil que han acabado como el rosario de la aurora. Y en eso, Rubalcaba, que ha hecho siempre lo mismo, pero se lo ha vendido mejor a un Patxi López al que vemos de forma incomprensible enredado en los problemas de un partido que vertebra España y haciendo política estatal desde su cargo de Lehendakari y desde el palacio de Ajuria Enea. Cualquier vasco normal se pregunta qué es lo que hace un Lehendakari en algo que a los vascos no nos debía interesar y si a él le interesa, que deje el puesto de Lehendakari a otro, pues esta representación requiere una persona las 24 horas del día en ello y no de forma intermitente y a plazos. Pero, a fin de cuentas, ese es su problema.
Veremos lo que nos depara este fin de semana el Congreso del PSOE. Su resultado tiene mucha importancia pues condicionará claramente una legislatura, la décima, con una mayoría apabullante del PP.
Y me da, que a pesar de todo, ganará Rubalcaba. Si no, la debacle interna va a ser de nota.
Yo no vivo por encima de mis posibilidades
Reproduzco a continuación una interesante y clarividente carta al director desmintiendo esa fábula de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Dice así:
Por encima de las posibilidades ¿de quién?
Por: Francisco Pastor Guzmán
Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles «un esfuerzo más». Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos «vivíamos por encima de nuestras posibilidades».
Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo. Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito.
Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido «por encima de nuestras posibilidades». Ahora me piden «un esfuerzo más». Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad pública, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody’s, Fitch ni Standard & Poor’s pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan.
Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos.
