La condolencia del Presidente del Parlamento Europeo ante la muerte de Fraga

Miércoles  18 Enero 2012

No es muy normal que en un país democrático se le juzgue a un juez por tratar de tocar con el pétalo de una rosa esa inmensa inmundicia que fue el franquismo o la corrupción. Solo pueden explicarse este tipo de injusticias si se observan las loas hagiográficas hechas en honor de Manuel Fraga, un hombre que estuvo en un consejo de ministros donde se decidió fusilar a Julián Grimau. Y no solo eso, sino coartar la libertad de expresión y ejercer el mando en una dictadura cruel y sanguinaria. Pero este coro de voces condolidas explican muy bien lo que ha sido la transición política española de la dictadura a la democracia. Nadie entendería que gentes que han estado en el gobierno con Mubarak, Ben Ali, Sadam o Gadafi, fueran acreedores de semejantes ditirambos. Pero España es así, señora baronesa. En Alemania esto hubiera sido impensable. Y eso que hubo un juicio de Nuremberg.

Otro que tal baila, es el presidente del Parlamento Europeo, el polaco  Jerzy Buzek quien inauguró la primera sesión plenaria de 2012 en Estrasburgo con unas palabras de condolencia por el fallecimiento de Manuel Fraga.

«Ha llegado a nosotros la noticia de la muerte del señor Manuel Fraga Iribarne. España y Europa perdieron ayer a un gran estadista, un arquitecto de la España democrática y fundador del Partido Popular, cuyos miembros están presentes hoy en este hemiciclo. Fraga también fue, en los años 80, miembro del Parlamento Europeo. Quisiera dirigirme a nuestra estimada colega Carmen Fraga, hija del fallecido, y hacer llegar nuestras condolencias a la familia entera», declaró Buzek el lunes.

Hubiese entendido dicha intervención en un telegrama privado dirigido a la familia o al Partido Popular pero nunca hablar de Fraga en el hemiciclo como un estadista y un arquitecto de la España democrática porque se trata de una persona que formó parte de un gobierno dictatorial que le impidió a España estar en el Tratado de Roma y por tanto que el ingreso en la Unión Europea del estado español se produjera treinta años después. Una cosa es la cortesía ante el fallecimiento de un ser humano y otra éstos excesos que nadie hubiera entendido en el caso de Kurt Waldhein. ¿Por qué con Fraga?. ¿Donde están las convicciones y las conductas democráticas para ser ensalzadas?. ¿Por qué olvidar un pasado tan negro y nefasto?.

No me extraña que Europa esté como está. Con gentes como Jerzy Buzek, poco puede esperarse.

Constantino de Grecia y el Toisón de oro

El pasado lunes al ver el informativo en el que se hablaba de la concesión del Toisón de oro al presidente Sarkozy, sonreí levemente cuando escuché los discursos. Al parecer la presea se la habían entregado por la colaboración de Francia en la lucha contra ETA. Muy bien. ¿Pero no habíamos quedado que ETA no ha sido una organización terrorista de aspiración política, sino simplemente terrorista?. ¿Y por qué no a Miterrand o a Chirac?.

Recuerdo una vez en una de estas recepciones palaciegas como la reina Sofía se nos acercó y nos dijo que su marido llevaba puesto el Toisón de Oro y que se sabía porque tenía colgando un corderito. Se trataba del vellocino de oro. La reina debe saber de ésto ya que en la ceremonia del lu­nes, además de Rajoy estuvieron también Zapatero, Aznar y González, pero también algunos a los que el rey les había entregado el Toisón entre ellos a Simeón de Bulgaria  y a su cuñado Constantino que lo fue de Grecia y que allí estaba. Cuando lo vi, me extrañó. Luego he leído que su cuñado el rey le dio el Toisón, cosa que no le ha pasado desapercibido a Enric Sopeña, que agudamente lo denunciaba de esta manera:

Peor es aún que Constantino de Grecia, que fue Rey y es cuñado de Juan Carlos I, ostente también el Toisón. Fatal escudo. Carece de méritos conocidos. Desgraciadamente para los griegos, Constantino tras el golpe de los coroneles, acontecido en el año 1967, reconoció oficialmente a los sublevados en su calidad de jefe de Estado. Traicionó a la ciudadanía griega pasándose de hecho al bando de los golpistas, aunque éstos lo destituyeron. Aquella dictadura duró siete años y fue singularmente brutal. Constantino se fue al exilio y trató de acercarse a los demócratas. Pero cuando se fijó el referéndum de si los griegos preferían República o Monarquía, los griegos votaron a favor de la República. ¿Cuáles son, Majestad, los méritos de Constantino para otorgarle la máxima condecoración del Estado español?.

Contesto yo: Ninguno Enric. Solo vivir del cuento. Pero ahí estaba en Palacio éste pájaro.”

Este tipo de denuncias solo salen en periódicos digitales. Nunca en El País, El Mundo, TVE, ABC o La Razón. Si hubiera en el estado español una sociedad beligerantemente democrática, crítica y formada, no pasarían hechos como el juicio a  Garzón, ni el entierro de Fraga en loor de multitudes democráticas, ni la concesión del Toisón a un pelele como Constantino.

Las lenguas cooficiales en el Senado ya no son un disparate

Una cosa es estar en el gobierno y otra en la oposición. Cuando el PSOE con Entesa, CC, PNV, IU y CIU presentamos en el Senado una iniciativa para que pudieran utilizarse las lenguas cooficiales en el Senado el PP ridiculizó la iniciativa y se opuso a ella. Es más. Cuando el senador del Bloque, Xose Manuel Bouza preguntó en el pleno como era posible que un ex presidente de la Xunta como Fraga, allí presente, votara en contra de usar el gallego en el Senado siendo ésta Cámara de representación territorial, Fraga pidió la palabra y despreció a Bouza y le dijo que él era gallego y hacía lo que le daba la gana. Fue su ultima y “democrática” intervención en vida y en el Senado. Y Fraga votó en contra de que el gallego se usara en el Senado.

Pero ¡mira por donde!. Ya las cosas son distintas cuando se llega al gobierno.

Cómo cambian las tornas. Lo que ayer era «pintoresco», poco más o menos que un «espantoso ridículo», «a nivel mundial», y un «disparate», hoy no pasa de ser un episodio normal y digerible. Quizá algo incómodo. Poco más.

No hay nada como ganar unas elecciones por mayoría absoluta para tamizar (o borrar) los prejuicios anteriores. En abril de 2010, cuando el PSOE y los nacionalistas decidieron poner en marcha la maquinaria para modificar el Reglamento del Senado y permitir el uso de las lenguas cooficiales en el debate de mociones en el pleno, el PP barruntó casi el advenimiento de las siete plagas. Hasta que finalizó la tramitación, lo tachó de cambio «innecesario», que haría del Senado «la Cámara de la versión original subtitulada», un lío en el que el PSOE se metía por la «debilidad del Gobierno» y por la «presión» del PSC. Hablar en euskera, catalán o gallego era dar «un paso más en el desprestigio del Senado». Por no hablar de dineros: el PP lo tachó de dispendio, de una iniciativa «altamente gravosa». Y eso que el uso de las lenguas supuso sólo el 0,63% del Presupuesto de la Cámara Alta en 2011. O sea, 350.000 euros de un total de 55,1 millones.

El PP ya está en el poder, gobierna con holgura el Senado y corteja a CiU. Y, pese a las pataletas del pasado, no prevé dar marcha atrás ni sacar por ahora las lenguas del pleno. Su portavoz en la Cámara, Xosé Manuel Barreiro, un reconocido gallego de pro -«Aprendí gallego antes que castellano y no soy sospechoso de no defender mi lengua»-, lo confirmó. «Ese debate (revertir el uso de los idiomas cooficiales) no se ha planteado, no es prioritario. Y si sale, ya daremos nuestra opinión. Si fruto del análisis de costes, se llega a una conclusión, ya se verá», dijo en un desayuno con periodistas en el Senado.

Veremos. Si lo quitan que le quiten al Senado lo de “Cámara de Representación Territorial” y luego que lo cierren. Así, más ahorro. Pero que luego nos dejen, como en Escocia, organizar un referéndum. Y así todo más barato para todos.

¿Es la Zarzuela un nido de serpientes?

Martes 17 de enero de 2012

Tuve una vez un careo en televisión con Jaime Peñafiel a cuenta de mi libro “Una Monarquía protegida por la censura”. Estuvo correcto y defendió la figura del rey. Eso en público. Previamente le había conocido en una sala de T-5. Me di cuenta que era un hombre agraviado por el desprecio al que le habían sometido en esa Familia Irreal a pesar de haberles él muy bien servido y como, lógicamente no podía hacer una enmienda a la totalidad de su vida cortesana, se contenía lo más posible, pero me contó una serie de hechos de auténtico escándalo. Y eso que en aquel momento todo su foco de atención estaba centrado en Letizia Rocasolano, a quien habían bautizado como la princesa de Asturias. Y ella, al parecer, se lo había creído.

En el Mundo cada domingo, Peñafiel en su columna suele hacer diversos comentarios sobre la Real familia. Este domingo empezó con el que transcribo a continuación que no tiene desperdicio. En él se ve que Peñafiel tiene cada vez menos empacho en llamar a las cosas por su nombre. Ojalá lo hubiera hecho antes porque lo que cuenta, es como para mandarles a todos al paro aunque no sea más que por su poca ejemplaridad. Pero, claro, lo que está ocurriendo es que a raíz del escán­dalo de Urdangarin la cortina se está descorriendo y lo que se ve dista de ser un cuento de hadas sino es más bien un nido de serpientes, como bien describe Peñafiel. Esto es lo que publicó. Como para echar a correr.

“La familia real española nunca ha sido una familia al uso, ni ahora ni antes (no olvidemos que la reina Victoria Eugenia no asistió a casi ninguna de las bodas de sus hijas en el exilio), pero, tras el estallido del caso Urdangarin, ha quedado fracturada, dividida. La reina y el rey, como siempre, sin hablarse; el príncipe, con su madre por un lado; don Juan Carlos y su hija Elena, por otro. Y Cristina, “la niña de en medio”, la primera en abandonar el nido porque no era, precisamente, un remanso de paz.

“Este era el panorama cuando irrumpieron los adosados que dividieron aún más a la familia, sobre todo Letizia, recibida con uñas por los cuñados. Primero por Elena y Jaime. Menos por Cristina e Iñaki, cómplices y encubridores de aquel noviazgo. Tampoco muy bien por el rey. Y la reina, fiel a sus principios, hizo todo lo que podía para que el matrimonio funcionara aunque se pasaba en los elogios a la nuera. Posiblemente, para compensar al hijo de la ayuda que le ha prestado siempre en las difíciles relaciones con don Juan Carlos. De repente, estalla el escándalo Urdangarin. La situación familiar existente hasta entonces cambia radicalmente. El rey y el príncipe forman hoy una piña contra Urdangarin para salvar la monarquía; Felipe y Letizia rompen con Cristina e Iñaki; la reina, tras la desgraciada fotografía en Washington, pierde; y a la consorte la silencian, colocándola en su sitio. No está el horno para polémicas y frivolidades. Mientras, Elena, ese verso suelto de la familia, se convierte en el cirineo de su hermana, intentando ayudarla a llevar la cruz en este calvario en que se ha convertido su vida por culpa del marido”.

Protestar es hablar en castellano

Me ha llamado la atención el malestar por los recortes aplicados por el Gobierno de la Generalitat que vivió un nuevo episodio en Lloret de Mar, donde más de un centenar de personas se congregaron para abuchear al presidente Artur Mas en la inauguración de la Casa de la Cultura. En la protesta participaron tres sindicatos de los Mossos d’Esquadra, además de representantes de la plataforma Units pel Cap, contra los recortes en sanidad, y otros trabajadores públicos. Los policías autonómicos ondearon una bandera de España. Mientras esperaban a Mas corearon la canción “¡Que viva España!”, que no es de Manolo Escobar sino de un músico de Flandes.

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol reprochó a los Mossos que utilizaran el castellano para protestar por los recortes, y señaló con esta actitud «penosa y desacertada» hacen daño a Cataluña. «¿Qué tipo de país es Catalunya si su policía no quiere utilizar la lengua pro­pia?», exclamó.

Mirar a las estrellas y no a los pies

Stephen Hawking ha cumplido setenta años. Le daban pocos años de vida. Su fuerza mental al parecer le ha alargado la vida. La Universidad de Cambridge celebró un simposio en su honor. Esta es la parte final del discurso del físico:

“Así que permítanme terminar con una reflexión sobre el estado del Universo. Ha sido una época gloriosa en la que vivir e investigar en física teórica. Nuestra imagen del Universo ha cambiado muchísimo en los últimos 40 años y me siento feliz si he aportado mi granito de arena. El hecho de que nosotros, los humanos, que también somos meros conjuntos de partículas fundamentales de la naturaleza, hayamos sido capaces de acercarnos tanto a la comprensión de las leyes que nos gobiernan a nosotros mismos y nuestro Universo es un gran triunfo. Quiero compartir mi emoción y entusiasmo por esta búsqueda. Así que acuérdense de mirar hacia las estrellas y no hacia sus pies. Intenten encontrarle un sentido a lo que ven y pregúntense por aquello que hace que exista el universo. Sean curiosos. Y por muy difícil que pueda parecerles la vida, siempre hay algo que pueden hacer y en lo que pueden tener éxito. Lo importante es que no se rindan.

Gracias por escucharme”.

 

¿Por qué no?

¿Por qué meter las imágenes horripilantes sólo en paquetes de cigarrillos?

¿Por qué no fotos de niños hambrientos en envases de McDonald?

¿Por qué no animales torturados en productos cosméticos?

¿Por qué no poner fotos de las víctimas de conductores ebrios, en botellas de cerveza y vino?

¿Por qué no fotos de políticos deshonestos y ladrones disfrutando de nuestro dinero, en los impresos de las declaraciones de impuestos?

Aunque el 100% de ustedes estarán de acuerdo, apuesto a que el 99% no lo copia y envía…

Una vivencia de Xabier Arzalluz con Manuel Fraga

Lunes 16 de enero de 2012

Recuerdo una anécdota que nos contó Xabier Arzalluz sobre un Manuel Fraga a quien conocía de cuando estuvo de ayudante en la cátedra de Ollero en Madrid y Fraga se había incorporado a la Universidad tras su paso por el gobierno de Franco en su calidad de ministro de In­formación y Turismo.

Muchos años más tarde coincidieron en un hotel donde se celebraba un seminario sobre Europa. Arzalluz esperaba el ascensor y éste, que venía del piso superior, paró. Dentro venía Manuel Fraga con otras personas. Al entrar Arzalluz el ascensor empezó a pitar por el sobrepeso. Y Arzalluz salió diciéndole a Fraga: «¿Ve Don Manuel como somos incompatibles?». «Se equivoca Don Xabier -le contestó Fraga-, lo que se demuestra, es que somos dos pesos pesados».  Buena anécdota.

Pero no todas las vivencias son tan amables. Uno y otro se dijeron las de Dios en su actividad pública. Arzalluz no entendía como una persona con semejante pasado diera posteriormente clases de democracia y de como una persona tan antiautonómica terminara su paso por el ejecutivo como Presidente de la Xunta de Galicia y con aquel slogan de su pri­mera campaña: «Galego como tú».

En mi última visita a Santiago el día del Apóstol el 25 de julio fuimos a Santo Domingo de Bonaval donde se encuentra el Panteón de los Galegos Ilustres. Allí tuvo lugar el acto anual de las ofrendas florales a Castelao y a Rosalía de Castro. «Estamos todos temblando de que nos pidan se entierre a Fraga aquí como primer presidente de la Autonomía Galega». Al parecer lo van a enterrar en Perbes, pero nunca se sabe.

Lo que sí me ha extrañado es ese coro madrileño de loas con tan poca mesura y discreción a una persona como Fraga destacando solo su lado de puente entre el régimen de Franco y un sistema democrático. A Kurt Waldheim,  el ex secretario general de la ONU y cuando luego fue presidente de Austria le hicieron la vida imposible por su pasado en alguna unidad de la Wermatch y sin embargo a un señor que estuvo presente en un Consejo de Ministros donde se decidió fusilar a Grimau, aquí nadie recuerda estas cosas que son consideradas de mal gusto.

Bien es verdad que el Fraga autoritario, facha, no demócrata, impositivo y prepotente distaba mucho del Fraga que nos tocó ver todo el año pasado entrando a duras penas en el Senado, ayudado por un señor que le llevaba en su silla de ruedas y andando dando grandes bandazos. Eso sí. No se equivocaba en ninguna votación. Pero daba lástima, como ser humano.

Le recuerdo también hace dos años en un viaje a Guinea. Obiang le había invitado a cuenta de haber sido Fraga quien firmara el acta de la independencia y Moratinos lo llevó de gran señor. EI dictador guineano le condecoró con la Orden de la Independencia guineana y empezó su dis­curso diciendo: «Ahora que a usted le quedan pocos meses de vida…»  Se lució.

En fin, Fraga da para mucho, pero sobre todo para fotografiar lo que ha sido la transición política española. Fraga, un patriota, un hombre de estado. Txillardegi el hombre que bautizó a ETA. El bueno y el malo. Blanco y negro. La dictadura, el mal necesario; la violencia de respuesta, el mal total.

Typical Spanish.

Por encima de mi cadáver

Sofía Imber y Carlos Rangel eran los periodistas punteros de la opinión política venezolana en 1977 año en el que Fraga viajó a Venezuela. De allí, la Junta Extraterritorial y si mal no recuerdo Jon Mikel Olabarrieta, me llamó para decirme que los periodistas se habían puesto en contacto con ellos para ver si querían le hicieran a Fraga una pregunta y por eso nos llamaban.

En ese mes de enero de aquel trepidante año, lo más urgente encima de la mesa era, además de la legalización de los partidos políticos, la despenalización de la ikurriña perseguida durante toda la dictadura y que acababa de producir la muerte de un guardia civil cuando al irla a quitar, explotó una bomba que se encontraba escondida cerca del lugar. Por eso inmediatamente le dije: «preguntarle sobre cuando permitirán izar tranquilamente la ikurriña sin que pase nada». Y lo hicieron.

Fraga, contestó lo de su cadáver pero luego negó haberlo dicho. De ahí que Sofía Imber, la periodista que le había formulado la pregunta, publicó en el diario Universal de Caracas el 25 de enero de 1977 una columna a la que tituló «Cadáveres» donde explicó como había sido todo. Fue así:  

Cadáveres

Yo, la Intransigente

Por: Sofía Imber

No había tenido ocasión de comentar un asunto que me es especialmente cercano, tanto por su naturaleza como por la admiración que tengo por el pueblo vasco. Se trata de la disposi­ción del gobierno español de Adolfo Suárez, Pri­mer Ministro del Rey Juan Carlos, de permitir enarbolar en Euzkadi la Ikurriña, la bandera vasca. Ya existía, desde hace algunas semanas, una tolerancia «de facto». Pero ahora la autori­zación fue formal y oficial, y la ikurriña pudo on­dear en el asta de todas las alcaldías del país vasco, vitoreada donde quiera por millares.

Esta es una lección para quienes en funciones de gobierno dicen «nunca». En mayo del año pa­sado (1976), en una entrevista por televisión, el entonces Ministro del Interior y vicepresidente del gobierno español, Manuel Fraga Iribarne, nos dijo justa­mente eso con relación a la Ikurriña, y hoy apa­rece gravemente corrido. Como el señor Fraga ha negado lo que dijo, en días pasados repetimos la grabación de esa parte del programa (¡qué maravilla es el video-tape!), donde el diálogo se desarrolla así:

P. ¿Por qué la policía sigue impi­diendo que la bandera vasca sea exhibida?.

R. Le voy a contestar con mucho gusto. Hemos autori­zado todas las banderas regionales menos la vasca, porque no es una bandera regional, es una bandera separatista, es una bandera, si es que me permite que lo diga, falsa. Las banderas provin­ciales de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa son muy re­petidas. Los pendones locales de Bilbao, de Álava se están exponiendo todos los días. Pero la lla­mada Ikurriña y mal llamada vasca, fue dibu­jada por Sabino Arana con fines separatistas… y es una mala copia de la bandera inglesa; que por cierto no es un buen paralelo para un español, trasladar la Unión Jack a otros colores. Y esa para muchos vascos es un insulto, y para los es­pañoles, por supuesto. Hay una diferencia entre una bandera por la cual se ha atentado contra la unidad española, y las banderas regionales como la catalana o la valenciana que están perfecta­mente limpias… Voy a decir lo siguiente: yo he planteado esa cuestión y han sido los vascos los que han dicho que no la aceptan de ninguna ma­nera… la mayoría de los vascos no la quieren. No estoy hablando de españoles, sino de vascos cuando digo esto. Y en todo caso, antes de permi­tir exhibir esa bandera, pasarán sobre mi cadáver…».

El señor Fraga sigue vivo, y la Ikurriña está ondeando en Euzkadi. De manera que si sobre algún cadáver se ha pasado, podría ser sobre el cadáver político del Sr. Fraga. Como no sea que la «mayoría» de vascos que según él no quieren la Ikurriña, voten masivamente por él en las ve­nideras elecciones”.

Hasta aquí el artículo de la periodista Sofía Imber. Fraga ha fallecido y la ikurriña ¡está más tiesa que nunca!.