Domingo 13 de abril de 2014
Suele ser en abril cuando los vasco-venezolanos se reúnen en Galdakao una vez al año en una comida de confraternización. Este año con cambio de restaurant que solo podía acoger a ochenta personas y, tras la misa por los fallecidos durante al año en la parroquia, y el picoteo, dimos cuenta a arepitas, tequeños, queso crema, empanadas, pan de jamón y otras exquisiteces que había preparado el regente del Gambrinus, un venezolano del estado Táchira que lleva diez años en esta localidad.
Buen ambiente, comentar los debates que había habido en Venezuela entre la oposición y el gobierno, saludos a gentes que hacía tiempo no venían como Edurne Garin que aprovechando su viaje de Semana Santa a Euzkadi, vino con toda su familia, Iñaki Erkoreka y el delegado para las Colectividades Vascas Asier Vallejo que prepara un viaje a aquel país y que nos dijo que han encargado a dos historiadores la historia del centro Vasco de Caracas y la del exilio a América. En los postres se le entregó a la familia Leunda Biskarret un recuerdo por su asistencia continua a estos encuentros, el matrimonio y toda la familia, en un año en el que habían tenido la dolorosa pérdida de su hija Leire.
Una llama encendida en Euzkadi de recuerdo de viejas amistades, viejas vivencias y buenos recuerdos que hay que renovar.