17 de febrero de 2015
Me imagino que todos los vascos que hemos estado en Venezuela o nacido allí hemos sonreído con el trajín que se traen en Madrid a cuenta del Chichiriviche que todos conocemos. Y lo he puesto con Tx pues así aparece hoy en El Mundo publicado por un columnista que lo mezcla todo. Se llama Jorge Bustos y dice refiriéndose a De Juana Chaos que «en pocas fisonomías como la del carnicero guipuzcoano resulta tan tentador asociar la estética a la ética: esas bermudas, esas canillas cerúleas, esa jeta de patíbulo dibujan una apostura rigurosamente digna del canon gudari que considera épico descabezar a niñas con Goma 2».
También Gallego y Rey han sacado una caricatura a la que titulan VENEZULO.
Apunte mejor Sr. Bustos pues ni Chichiriviche es nombre vasco ni ese es el canon «gudari» sino en todo caso el de ETA y por tanto el de un asesino al que dejaron en libertad tras cumplir su pena. O quizás por mal cumplir su pena. El glorioso gudari del PNV se defendía, y los comandos de ETA eran otra cosa. Como los torturadores españoles que persigue la justicia argentina.
Y Chichiriviche en voz caribe significa «sitio donde nace nuestro sol». Y está cerca de Santa Ana de Coro y es capital del municipio Monseñor Iturriza. La Virgen del Coro es más bien la Virgen de Coro, llevada por la Compañía Guipuzcoana de Caracas a Donosti por los Navíos de la Ilustración de aquella Compañía que tenía varios monopolios. Es negra y quizás viene de ahí. Pero hay otro Chichiriviche además del nombrado estos días en el estado Falcón. Lo hay en el Distrito Federal, cerca de Caracas. Es al que íbamos bastantes fines de semana y donde los vascos tenían cogido medio pueblo.
En Madrid el CNI le ha descubierto a De Juana en una licorería en Chichiriviche y con ello han hecho un gran montaje. De Juana cometió, tras salir de prisión, el inmenso error, para él, de escribir un alegato que se consideró una apología del terrorismo y ahora el juez Velasco ha enviado un oficio a la Interpol pidiendo que se compruebe si efectivamente reside en Chichiriviche. El delito de enaltecimiento del terrorismo no existe en la Venezuela bolivariana y seguramente lo echarán a la basura. Buenos son ellos. Y ha sabido De Juana elegir el lugar donde vivir. Playa, ron, pesca de langosta y paseos.
No defiendo a De Juana, y menos sus asesinatos, pero esa sensibilidad la debería tener asimismo el gobierno español con la juez Servini, la jueza argentina que quiere llamar a capítulo a Martin Villa y a torturadores como el capitán de la Guardia Civil Muñecas.
Me imagino que De Juana seguirá con su negocio de licor en Chichiriviche y ésto, tras las elecciones, quedará en nada. Los miembros de ETA que residen en Venezuela lo hacen por acuerdo de Felipe González con Miterrand ya que éste no se fiaba de la justicia española.
Una tormenta en un vaso de agua del Caribe.
Beti bezala, brillantea.
¡Pobre pueblo de Venezuela, soportando lo que tiene que soportar!