SE VAN SILENCIOSAMENTE DOS TIPOS DE PRIMERA.

Miércoles 16 de septiembre de 2015

Jesús Iglesias(2)Martinez Oblanca

 

 

 

 

Estaba el jueves por la noche en el aeropuerto de Barajas (Adolfo Suarez) de Madrid. Esperaba mi vuelo pasando páginas del periódico cuando una mano pasó entre ellas y me dijo: «este ha sido de verdad mi último pleno. El 25 eligen senadores por Asturias y ya no volveré. Ha sido un placer haberte conocido».

Era Jesús Iglesias, senador de IU por Asturias, el político más trabajador y respetuoso que he conocido en mi vida parlamentaria que tiene ya tres décadas.

Conté como en julio previendo el cambio, tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo, en una de sus continuas intervenciones anunció su retirada y agradeció a la Cámara la ayuda que había tenido y  como un resorte desde el PP, PSOE, la Entesa, CIU, PNV y Grupo Mixto el aplauso fue atronador y larguísimo.

Era el merecido homenaje a un hombre que estando solo en su escaño del Grupo Mixto se había ganado el cariño de la Cámara  porque intervenía en todos los proyectos de ley, en todas las mociones y además hacía preguntas. Con su libreta y apuntes a mano, bajaba y subía al escaño como una lagartija y sus intervenciones, siempre muy argumentadas, jamás tenían una palabra de más. Intervenía  con respeto y eso hecho una y otra vez logró que la Cámara en general le tuviera un inmenso aprecio.

«¿Y qué vas a hacer ahora Jesús?».

“Buscarme la vida. Soy abogado, abrir un despachito con mi mujer y empezar de nuevo» me contestó.

“¿No coges por lo menos un mes de vacaciones?»  le volví a preguntar.

«¿Un mes?. Ni un día. Ya tengo una cita con el pintor y otra con el albañil. Tengo que empezar desde el primer día».

«¿Y no echarás de menos esta vida de ida y vuelta?».

«Solo por las gentes que he conocido. Soy de buen conformar y ante un reto nuevo, lo abordo sin mirar atrás».

Sinceramente no he conocido nadie de tan alta calidad humana en las Cortes españolas. Y seguramente IU de Asturias no contará con él por ser un tipo diez, trabajador como nadie y respetuoso con el adversario cuando se viven tiempos de gruesa descalificación de la política, de trazos sin matices, de blanco o negro. Con Iglesias daba hasta ganas de hacerse de IU. De verdad.

Les pedí a los dos sus correos porque no se puede perder la relación humana de dos tipos de gran calidad.

Y me refiero a dos porque en la misma sala estaba Isidro Martínez Oblanca, del partido de Cascos, el Foro. También deja el Senado. Otro trabajador nato y magnífica persona. Una concepción de la política como gran trituradora se los lleva por delante. Y me apena que se dé esa imagen de la misma cuando hay casos como los descritos que silenciosamente y después de un trabajo extraordinario se van del foro sin que la Asociación de Periodistas Parlamentarios haya sido capaz, en sus raquíticos cálculos de poder, reconocer el trabajo bien hecho.

Pero es así como funcionan las cosas en esta pista donde prima el pan, el circo y la superficialidad.

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