Martes 5 de diciembre de 2017
- El Corte Inglés de Bilbao podía estar en Albacete o en Sevilla. Sube usted al primer piso de la sección de la Gran Vía y verá, enfrente de la escalera, una mesa con las novedades de los libros editados. Ni uno vasco, ni uno en euskera. Nada. Aquí al parecer no se editan libros ni en castellano ni en euskera. Desprecio absoluto. Y está en Euzkadi. Es increíble esta forma de actuar.
- Ha fallecido Manolo Marín a los 68 años. Un tipo brillante. Fue un buen europeo. Y ahora oigo panegíricos de él por doquier. No tuvo una jubilación cualquiera. Fue Presidente de la Fundación Iberdrola, pero políticamente no pintaba nada en el PSOE. Pasa con los partidos que gentes con experiencia, capacidad de transmitir política en vena, y vislumbrar caminos, sean amortizados tan pronto. Hay una Asociación de Ex diputados que no sirve para nada. Marín hubiera sido un buen candidato para el ayuntamiento de Madrid o como ministro de Exteriores, pero los partidos son máquinas de lealtades. Y se pierden personas como Marín y ahora todos le lloran. Es la vida. Es la hipocresía.
- Conozco a Iceta de cuando era diputado en el Congreso. Siempre me decía que él no era pariente del Obispo de Bilbao. Pero resulta que su padre era de Bilbao, del PNV y vendía máquinas de escribir. ¡Caramba!.
- En Radio Euzkadi este martes Dani Álvarez le ha entrevistado al presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla. El hombre ha terminado diciendo que se lleva muy bien con el Lehendakari, que si un tren conectara Santander con Bilbao en cuarenta minutos sería la pera, para decir que no tiene nada contra el Concierto y Cupo y terminando con un ¡Gora Euskadi!. Pues no está mal.
- Que una persona como Rivera hable del Cuponazo como si estuviera en una taberna, nos describe su catadura política y moral.
- En El País Joaquín Almunia hace una sentida glosa de Manuel Marín, compañero suyo de fatigas en Bruselas, desaparecido el lunes. Al describir la historia de su relación con él se olvida que él estaba allí trabajando para la UGT. Ignora el dato. No da nota hablar de que trabajaba para un sindicato.
- Fue muy claro Urkullu en el 40 aniversario de Deia al exigir al mundo de ETA y Bildu el reconocimiento al injusto daño causado. El sábado Iker Casanova no había querido condenar a ETA. La actual Bildu está muy lejos de la normalización política. Y hablando de este personaje un periodista que iba a las ruedas de prensa de Jarrai se acuerda de la chulería y la señalización que hacía el personaje.
- Veo en una librería un libro con las Memorias de Carlos Solchaga. Las inicia en 1980. De 1976 a 1980 no hubo vida en este planeta. Al parecer no quiere hablar de cómo fue diputado socialista por Navarra en la Asamblea de parlamentarios Vascos y Consejero del Consejo General Vasco. El que un tafallés como él ignore estos datos significa que lo vasco le quema y lo oculta. Y encima se cree un tipo inteligente.
- CIU en 1962 sacó 62 parlamentarios. Si el 21 saca la tercera parte va que chuta. Es lo que quiere Bildu para el PNV. Que hagamos de su mano, tipo CUP, un Procés como el de CIU y desaparezcamos del mapa.
- ¿No les llama a ustedes la atención que Puigdemont el president haga campaña desde Bruselas y Jonqueras siga en la cárcel de Madrid?. El que en un gobierno jerarquizado pase esto me hace pensar y no bien. Las tensiones entre ERC y el PDCAT no son nada buenas.
- Jonqueras proyecta imagen de bonhomía y eso le ha hecho a ERC subir como la espuma de aquel solo voto de Heribert Barrera. Sin embargo Marta Rovira, la secretaria general, da una imagen muy dura, de persona sin matices. Y eso no es nada bueno. Parece una persona implacable. Un robot. Debería ser más empática.
El Cote Ingles no tiene ala vista ningún libro en euskera pero usted escribe Radio Euzkadi en el cuarto punto de su blog.
El corte inglés usa el idioma vasco tanto o más que otros, así que en esto que tire la piedra el primero que esté libre de culpa. Uno de los pocos sitios fuera de los àmbitos académicos donde en Bilbao se escucha hablar en vasco es en ese comercio, y no me refiero solo a la megafonía, o a los anuncios bilingües, sino también a la gran cantidad de clientela que baja a comprar al almacén madridense de la Bizkaia más vascohablante.
Que luego tenga una «línea editorial» determinada es lógico. A través de los libros y de tantos continentes con contenidos se trssnmiten unos valores, y la dirección ultra en Madrid, miembro del núcleo duro del Estado real, fija esa política. Si Espasa, Planeta y todos esos editores publicaran a sus autores fachas en vasco estoy seguro que no tendría el corte inglés problema en distribuirlos.
Por cierto, al panfleto en castellano «Patrie» del tal Aranburu no solo le ayuda interesadamente ese gran comercio hispano, sino nosotras, las personas independentistas, que aunque no compremos un solo ejemplar lo pagamos premiando a su autor con un suculento premio que le ha dado el GV actual.