Miércoles 15 de agosto de 2018
No es casualidad que el Diario Vasco reproduzca la polémica que al parecer he suscitado por mis comentarios en mi blog. Ni que Denis Itxaso haya montado una escandalera por este tema. Está en su guion y no me conoce de nada.
Llevan años, teniendo el mismo Consejo de Administración en Vocento, hurgando en heridas territoriales. Dicen que reflejan la realidad pero no es así. Venden más y esa enemistad entre territorios no les molesta demasiado. En los últimos años hemos hecho actividades de todo tipo en cultura y en política en Donosti sin merecer una sola línea de diario tan poderoso. Como no recogerán nada de mi argumentación. Lo de ellos es otra cosa.
Y está vinculado con mi educación sobre la Real Sociedad como directiva, no de su afición de la que no he dicho ni una palabra de más. Sería tonto y desagradecido. La familia de mi ama es gipuzkoana y la de mi aita, bizkaina. Yo he estudiado en Donosti y en Bilbao. Y mi Aitona, Patxi Olabeaga, donostiarra de la calle Campanario, fue quien me educó en ese espíritu.
Don Francisco era en 1936 el Director del Banco Guipuzcoano de Zarautz y siguiendo órdenes del Gobierno Vasco tuvo que ir a Bilbao. En Zarautz apresaron a toda su familia y a mi ama le cortaron el pelo al cero. El volvió años después, tuvo que pagar una multa millonaria y le destrozaron la vida, pero no tanto como para no ser socio de Gaztelupe, pero no de la Real Sociedad. Lógicamente no le gustaba la nomenclatura del régimen, entre ellas la directiva de esa Real Sociedad, experta en genuflexiones en el Palacio de Ayete ante Franco y que ahora reconvertida expide certificados de democracia y buena conducta. Mi Aitona escuchaba el llamado parte en la Radio Nacional del régimen, no había otra, y antes de los gritos de rigor, apagaba la radio.
Digo ésto, no como una batallita, sino como explicación de lo que él me inculcó. Para una persona como aquel donostiarra el que su equipo llevara el símbolo de la monarquía fenecida, se llamara Real Sociedad y fichara jugadores de todos los sitios no iba con su abertzalismo. Para él el equipo con el que se identificaba era el Athletic, llamado bajo el franquismo el Atlético de Bilbao, al que curiosamente solo le cambiaron el nombre, pero no la filosofía de jugar con futbolistas de cantera o vascos y no entendía como se podía ser patriota vasco (así se definían los abertzales en esa época) y no ser del Athletic.
Y esa fue la filosofía que me imbuyó aumentada por otra parte por mi Aita, seguidor del Athletic y quien me hablaba del Lehendakari Aguirre como jugador a quien había seguido en San Mamés. También es verdad que como vasco me decía que el segundo equipo tenía que ser o el Alavés, el Osasuna, ahora el Eibar, o la Real. Lógico.
Esa fue mi escuela y soy socio del Athletic.
Pero mi indignación, y eso es lo que he manifestado a raíz de las noticias sobre Kepa y Oyarzabal, y que al parecer gentes de bien ven normal es esa cláusula antiAthletic que ha salido a la luz con el posible fichaje de Oyarzabal que tiene la Real Sociedad. Me parece de una bajeza supina y una inmoralidad extrema. Decía Pitigrilli que en la vida se podía ser todo menos anti nada y por no serlo ni antituberculoso. Pues la directiva de la Real es AntiAthletic con la que yo en mi escrito me metía duramente contra esta anomalía extrema por acomplejada que al parecer a algunos les parece inofensiva y hasta normal así como contra ese sector hiper abertzale que comulga con un nombre monárquico y que no respeta la filosofía de un club vecino de que los jugadores sean todos vascos o hechos aquí. Hasta Luis M. Ansón destacaba el hecho de que era el único equipo “formado todo por españoles”. Cada cual arrima el ascua a su sardina particular. Y no quiero decir que la afición de la Real no sea sana, espetable y animosa ni que no defienda sus colores, aunque no haya tomado la iniciativa que tomaron en Lleida de quitar la corona borbónica de su escudo, así como el Girona. No estaría nada mal.
No creo que el asunto por estos fichajes deba llegar a más, como en tiempos de la presidenta Ana Urquijo que rompió relaciones con la Real por éste y parecidos asuntos pero que se me ataque por lo dicho contra esa aberrante cláusula y la frescura de dos jugadores hiper millonarios que a la primera de cambio se irán donde les ofrezcan más sin analizar el disloque suicida existente con estos fichajes billonarios cuando antes de llegar a las noticias deportivas en ETB vemos en los informativos a los miles de personas que se mueren de hambre, no deja de tener bemoles y nos ilustra cómo anda nuestra sociedad en su sistema de valores. El propio alcalde de Donosti alertaba sobre la situación de posible colmateo de las instalaciones sociales para atenderlos, cuando lo que ganan en un día estos jugadores dan para subvenir las necesidades de cien barcos Aquariums. Haría bien Goia en denunciar esta doble vara de medir.
¿Por qué no se dicen estas cosas y sin embargo se rasgan las vestiduras porque me atribuyen llamar ñoñostiarras a todos los donostiarras cuando en ningún momento he dicho eso?.
Y como estamos en verano y si no hay noticias se crean, pues nos encontramos ante una tormenta que si creen me intimida, no me conocen. Pienso y pensaré lo mismo y lo seguiré denunciando y solo me extraña que ese concepto de ñoñostiarras, aplicado por los propios donostiarras a un sector de la ciudadanía de Donosti por su pijería, exclusivismo, ñoñez y mirada por encima del hombro, el alcalde Goia me lo atribuya a todos los donostiarras, cuando sabe bien que yo no he dicho eso, y sin embargo él, tan sensible, no diga nada ante cláusula tan anti vasca como la cláusula antiAthletic. No ha actuado con verdad. Entiendo que prefiera quedar bien con Denis Itxaso que le apoya como concejal en su gobierno y le presiona para que escriba lo que ha escrito que meterse en otros charcos. Lo entiendo pero no está nada bien. Y menos en un correligionario. Podía mínimamente haberse enterado, pero él está en otras cosas.
Porque, ¿está de acuerdo el alcalde con dicha cláusula?. Pues que lo diga. Eso es lo grave y no lo escrito por mí.
A pesar de que esos ñonostiarras, de los que hablo, su segundo equipo no sea el Athletic y solo desean baje a segunda, lo dicen continuamente y se felicitan cuando al Athletic le meten un gol, mi segundo equipo seguirá siendo la Real que espero inaugure las obras de Anoeta venciendo al Real Madrid como hizo en su día y que Eneko Goia en el palco aproveche la oportunidad para comentarle a Aperribay que esas cosas no se hacen.

