¿Es el nuevo Jagi?

Martes 14 de agosto de 2018

El Parlamento cubano acaba de aprobar por unanimidad, por supuesto, el proyecto de nueva Constitución, que reconoce el mercado y la propiedad privada como parte de su economía, aunque sin abandonar su orientación socialista.

El presidente Miguel Díaz-Canel, quien sustituyó en este cargo a Raúl Castro el pasado 19 de abril, remarcó en su discurso ante el pleno extraordinario de la Asamblea Nacional que a pesar de las reformas “no habrá giros capitalistas”. Añadió que el nuevo proyecto contribuirá «a refor­zar la unidad de los cubanos alre­dedor de la revolución».

El nuevo texto, que consta de 224 artículos, será sometido a una consulta popular entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre de este año. La adopción de la refor­mas dependerá del resultado de este referéndum. Díaz-Canel subrayó que «todo cubano podrá expresar libremente sus opinio­nes y contribuir a un texto consti­tucional que refleja el presente y el porvenir». Eso sí, sin debate alguno.

El nuevo proyecto elimina toda referencia a una «sociedad comu­nista». Sin embargo, reafirma el «carácter socialista» del sistema político cubano, así como la hegemonía del Partido Comunista, que se mantiene como el partido único y con Raúl Castro al frente. Asimismo, reconoce la importan­cia del comercio y la inversión extranjera en la isla, permite la legalización de las pequeñas y medianas empresas y la produc­ción de riqueza a través de activi­dades privadas reglamentadas por el sistema socialista del modelo chino. Esto úl­timo suscitó un gran debate durante el pleno del fin de semana. Los cambios en la economía cubana, que ha crecido un 2,1% en los últimos dos años, conti­núan en línea con las reformas que Raúl Castro instauró durante su presidencia y que ya permitie­ron la iniciativa privada.

Además de las reformas econó­micas, la nueva Constitución de­fine el matrimonio como la unión consentida entre dos personas al margen de su sexo, lo que abre la puerta al matrimonio homose­xual, una comunidad históricamente perseguida en la isla.

La nueva Constitución tam­bién restablece los títulos de vice­presidente, primer ministro y presidente de la República. Este último sólo podrá permanecer en el poder durante un máximo de dos mandatos de cinco años, y deberá ser menor de 60 años en el momento de acceder al cargo por primera vez.

Ya ven. Hacer una revolución para acabar en ésto.

Sesenta años después de bajar de Sierra Maestra e implantar un sistema férreamente comunista, se dan cuenta que la revolución solo ha producido hambre y atraso. La dictadura de Fulgencio Batista podía haber sido sustituida por un sistema de libertades y sin embargo apostaron por la dictadura del proletariado con un comandante que al morir dejó en la silla a su hermano, que todavía coletea.

Estos regímenes solo aciertan cuando rectifican, pero ¿quién pagará tanta destrucción, persecución, hambre, enfrentamientos absurdos, balseros, cubanos en Miami para volver a la prostitución encubierta, y ahora a permitir la propiedad privada pero quitándose la casaca comunista?. Un arroz con pollo.

Sortu tiene a Cuba y a Venezuela como sus referentes ideológicos. Nunca critican la persecución política, la ausencia de libertad de expresión y la miseria creada a cuenta de la gran excusa del fronterizo imperialismo yanqui y de su bloqueo. De hecho Arkaitz Rodríguez, el secretario general de Sortu, le organizó en el Puerto de Donosti un homenaje a Fidel Castro cuando éste falleció y su puño cerrado llegó al monte Urgull. Es la foto que ilustra este texto.Que yo sepa, no lo ha hecho con nadie más.

Por eso uno se pregunta qué es ideológicamente esta Sortu, de la que Otegi dice somos familia. Previa a la República el PNV se dividió entre Comunión y Aberri y en tiempos republicanos el Jagi Jagi fue un movimiento sabiniano, (en eso si éramos familia a diferencia de Sortu que quiere eliminar del santoral todo lo que huela a Sabino), pero eran además independentistas, antiestatutistas, antifascistas, anti capitalistas, anti pacto con partidos españoles. En esos parámetros se movían llevando el tarro de las esencias a todas partes en la mochila. Más o menos como Sortu.

Pero llegó la guerra y ante aquella situación límite el EAJ / PNV organizó 26 batallones vascos y el Jagi dos, muy respetables y heroicos , pero solo dos.

Por eso me gustaría saber si Sortu es el nuevo Jagi Jagi o un partido socialdemócrata, marxista leninista, troskista, socialista, funambulista o qué demonios es, porque desde que en tiempos de la revolución francesa se alumbró el término derechas e izquierdas en el Juego de la Pelota, en política es bueno saber que vende cada cual.

Me imagino que Arkaitz Rodríguez seguirá con atención la apuesta por la propiedad privada en el régimen cubano y la deriva de Maduro, sus dos grandes referentes y tratará de ahormar un espacio para un marxismo leninismo con txapela, pero con propiedad privada, aunque sea poca, porque no todo en la vida es el derecho a decidir con el que se presentan monotemáticamente en sociedad poniendo ese gusanillo en el anzuelo, mientras atacan con dureza al partido burgués por excelencia del que no soportan la apuesta por la gestión y el seguir la doctrina de aquel joven de 28 años llamado Sabino Arana que dijo además que Euzkadi era la Patria de los Vascos.

2 comentarios en «¿Es el nuevo Jagi?»

  1. Afirmar que el comunismo en Cuba solo ha traído hambre y atraso sin comentar que alguna culpita tuvo el embargo y las sanciones de EE.UU. resulta poco creíble, por no decir tendencioso.
    Comunismo también lo había en Rusia, y creo que es un país bastante adelantado y una potencia mundial. Un poco más que la España democrática de la que algunos se felicitan.
    Si Maduro es referente para algo, será para guarda de discoteca si pasa el psicotécnico. Pero suspirar por Carlos Andrés Pérez, cuyo mayor logro fue el ser reconocido como el gobernador más corrupto de América latina, no me parece una opción.
    Un saludo.

  2. Alrededor de un proyecto cualquiera que sea, suele aflorar en muchas facetas de nuestra sociedad la figura «del hijo tonto» …

    El hijo tonto históricamente en familias vascas, era ese con el que tenian que torear las familias forjadas a si mismas en unos valores determinados y que funcionaban. El hijo tonto sobrevivía a la sombra del listo o listos y por norma general tenía tendencia a exagerar o llevar al extremo el modelo que observaba como referente, con el convencimiento de que esto le llevará al éxito. Los hijos tontos, tenían tendencia a caer en la drogadicción, la delincuencia o en los errores continuos por tener que tratar de superar a familiares que triunfaban en sus hogares y no lograrlo jamás.

    En política pasa algo similar, al rededor de PSOES o PPs han nacido «hijos tontos» llamense Pablos o Alberts… Y Euskadi no iba a ser menos. En realidad estos modelos que predican virando al extremo, no se los creen ni ellos, pero como han observado que tienen nicho de mercado y que les aseguran seguidores, se instalan en estas creencias de las que poder vivir.

    Creo que al final estas posturas son solo tácticas de supervivencia personales o grupales, para pasar de puntillas por la vida sabiendo rentabilizar poco esfuerzo y trabajo efectivo al servicio del prójimo, con mucho éxito personal.

    Instalarse en el extremo es la única forma de lograr ser vistos, dado que en el montón jamás tendrían nivel para destacar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *